Partida Rol por web

El tipo no se alarmó especialmente por tener una pistola apuntándole a la entrepierna, quizá acostumbraba a sufrir amenazas de esa clase con frecuencia. O tal vez es que no había visto el parche que tanto renombre les daba.

-Puff... Sois los peores mentirosos del mundo. ¿Creéis que no se os veía venir? -repondió muy tranquilo enarcando las cejas-. Dejaros de mierdas y decidme qué coño queréis si no sois polis.

Apretando los dientes, le dió un giro rápido a la pistola y le espetó un golpetazo en la mandíbula con la culata de la pistola. - A ver si veías venir esa, capullo. - le dijo de mala manera, guardando el arma y resoplando  - Queremos saber quién cojones te suministra la mercancía. Dinos quien está por encima de ti y será mejor para todos, hasta para ti. -

El tipo soltó un quejido y escupió al lado un gapo sanguinolento.

-Hugh. Joder, se llama Hugh -Volvió la cabeza para escupir de nuevo-. Tiene un sitio a las afueras donde recibe material, y también cocina. Está cogiendo la salida norte en el lado izquierdo, pasados los campos de trigo y una granja pintada de rojo. Un terreno con una arboleda pequeña y una casa de chapa. No es difícil de encontrar. ¿Te vale, imbécil?

Chris, como era de esperar, miró interrogante hacia Darryl esperando que él pudiese ubicar el sitio. Sin embargo, Walter se adelantó.

-Yo sé donde queda eso -Y por la forma en la que lo dijo pudo intuir que había algo que no le gustaba en todo aquello.

Darryl apretó los labios mientras observaba hacia el puesto de conductor de Walter, preocupado por la connotación de sus palabras. - ¿Qué hacemos con ellos, viejo? - le preguntó para no usar su nombre. Una parte de él deseaba pegarle un tiro y que no hablara de lo que había visto, mientras que otra deseaba abrir la puerta de atrás de la furgoneta y darle un empujoncito con el pie para que la gravedad hiciese el resto.

El viejo se aprovechó la parada en un semáforo para evaluar al tipo que tenían apresado. Finalmente sacudió la cabeza y dijo:

-Déjalo. Una rata que habla tan pronto no va a ir a contarles que les ha delatado. Sácalo de aquí.

Pero antes de que hiciera nada Christopher le frenó.

-Espera. -Enganchó al tipo por el borde de la camiseta-. Cuánta gente hay allí.

-Tres o cuatro. No más... -respondió rápidamente.

Christopher se quedó satisfecho con su actitud y asintió hacia Darryl.

Sin añadir ni una sola palabra, Darryl abrió la puerta trasera de la furgoneta. Colocándose frente al traficante, le hizo un gesto de despedida con la mano. - Au revoir. - le dijo, para después agarrarle por el pecho como Chris y lanzarlo de un empujón fuera de la furgoneta en marcha

- Payaso. - dijo, suspirando e inclinándose para cerrar ambas puertas de la furgoneta, con cuidado. Se sentó por fin, apoyando la cabeza en la pared de la furgoneta y cerrando los ojos - Esto pinta muy mal. ¿De qué conoces el sitio, Walter? -

-Esas tierras pertenecen a Travis, si no me equivoco, y hablé con él ayer. -informó, y ambos acompañantes se dieron cuenta de lo que implicaba que las tierras de un ex-member estuviesen relacionadas con la panda de drogatas que estaban infectando Lake Atwood-. No quiero precipitarme pero... No me da buena espina. 

- Mierda - fue todo lo que le salió en aquel momento, mientras asimilaba las palabras del VP. Se adelantó en la furgoneta para colarse en el asiento del copiloto, abrocharse el cinturón y ponerse de lado para mirar a Walter - ¿Y qué hacemos? ¿Volvemos al clubhouse y contamos lo que sabemos? ¿O vamos al terreno ese antes de que a alguien se le escape un chivatazo? -

Él había sido uno de los que había defendido que Travis decidiera salirse del mundillo. Había sido un buen member y pese a ello, consideró que tenía derecho a cambiar un poco su vida siempre que no fuese en contra del que había sido su club. Si de verdad estaba implicado conscientemente en todo aquello (y todo parecía apuntar a que sí)... no sabía la que le iba a caer encima.

-Creo que es algo que el ClubHouse debería saber de inmediato -apuntó Christopher antes de dejar que el más sabio hablase.

'Junior' meneó la cabeza en lo que pareció un asentimiento.

-Tiene razón. Hay que llevarle a la mesa. ¿Por qué no os adelantáis e informáis a Mark mientras yo voy a buscarle? -Se volvió para mirar a Darryl fijamente y añadió-. Con tacto. No quiero que nadie se precipite con las conjeturas.

Asintió conforme, alzando las manos ante el comentario de Walter sobre llevar cuidado con las palabras. - Sí, sí, no apareceré gritando que muy posiblemente nos hayan traicionado, descuida. - bufó, mirando por la ventana - Déjanos en el clubhouse entonces. Y espero por el bien de todos que Kitty no tuviese ni zorra de esto... o quizás se arme más gorda de lo esperado. -

Si la cosa había ido demasiado lejos quizás se pidiera tomar medidas para apartar del club a la mujer... y aquello sería un duro golpe para Max.

Walter les acercó hasta el Club donde se encontraban la mayoría de los members y familiares, algunos tomando un estofado para cenar que había preparado Janet, la viuda de uno de los members. Era la primera vez que Darryl la veía desde su llegada, y le impactó encontrar profundas ojeras en su rostro y un cansancio que la hacía parecer diez años mayor. Laura y Lonnei la acompañaban en la misma mesa haciendo esfuerzos por darle conversación. Fue la hija de Walter quien se acercó a ellos.

-¿Queréis cenar? Mark, Eliot y Dimitri están reunidos con Ramirez. Ha habido novedades con Travers. Tardarán un poco -Se dio cuenta de la manera en que miraba por encima de su hombro hacia la puerta, esperando la llegada de alguien más-. ¿Dónde está mi padre? 

Saludó a Laura con un gesto de cabeza, con gesto serio. Se le notaba preocupado y no era algo que se estuviera molestando en ocultar.

- Mh. Necesitaba hablar con Mark de inmediato... - interrumpir la reunión no era una buena idea, pero el asunto era realmente grave - De acuerdo, esperaremos a que termine la reunión. Podemos cenar algo de mientras. -

Hizo un gesto negativo con la cabeza tras la mirada de Laura. - Tranquila, tu padre está bien. Hemos tenido jaleo pero ninguno de los 3 hemos salido heridos, él ha tenido que adelantarse para tratar un asunto del club. - dijo mientras sacaba su teléfono móvil. No tardó en enviar un mensaje de texto a Walter. "Ten sumo cuidado, no sabemos si pueden haberse enterado de algo y quizás peligroso."

-Vale. Gracias -contestó, aunque Darryl no llegó a saber la razón.

La vio desaparecer en dirección a la cocina mientras una muchacha que no pasaría mucho de los dieciocho les llevaba cerveza mirándoles fijamente. Un gesto de Darryl bastó para hacerle saber que no era el momento de andarse con flirteos. Poco después estaban sentado en una mesa aparte con un humeante plato de estofado delante. Christopher le dijo que podía acompañarles un rato, y Laura tomó asiento sosteniendo un vaso de café y poniendo delante un pesado libro de derecho.

-Pensaba que habías terminado la carrera -comentó Christ soplándole a la cuchara.

-Uno nunca termina de estudiar, en realidad. Sobre todo si pretendes llegar a ser algo.

El tipo sopesó la respuesta unos segundos. Parecía evaluar si se trataba de una contestación sincera o una réplica mordaz.

-Supongo que no. Pero no parece especialmente divertido.

Se mantuvo en silencio mientras se sentaban y les servían los platos. Se llevó la primera cucharada a la boca y puso una mueca al quemarse, ya que él no había estado tan fino como Christopher soplando antes. Una vez se recuperó y tras haber atendido a la conversación sencillamente dijo una frase antes de seguir comiendo.

- Yo estaría muy orgulloso de ti si fuera tu padre. - dijo de forma totalmente despreocupada, pero de forma muy sincera. Aunque no se arrepentía de nada sí que era cierto que aquella no era una vida normal que todo el mundo tuviese que seguir. No le parecía mucho menos duro el estilo de vida que ella había decidido tomar.

Se tomó un minuto más para darle unas cuantas cucharadas más al plato y entonces miró fijamente a Laura, interrogativo. - ¿Qué le ocurre a Janet? La pobre está hecha polvo... -

Ella le devolvió una sonrisa amable ante el cumplido. Después su expresión se tornó seria y bajó la voz.

-No está llevando nada bien la muerte de David. Sus padres se han llevado a Tom* a Florida, para alejarle del Club. Quería seguir los pasos de su padre, pero después de lo ocurrido han decidido quitarle todo el tema del MC de la cabeza. Janet está destrozada. Primero arremetió contra el Club. Unos días antes de que llegarais se presentó totalmente borracha e intentó apuñalar a Mark. Tuvieron que reducirla, y Sarah trajo a una de sus parientes para cuidarla. Está tomando muchas medicinas, y siempre hay alguien con ella. Creo que sus padres han presentado una denuncia para quitarle la custodia de Tom, pero no estoy segura.

El anterior Sgt. at Arms siempre había sido un buen padre de familia, el único que se animó de verdad a formar un hogar, casarse y hacer las cosas con propiedad. Y había tenido éxito, no como Walter. Su chico aspiraba a seguir sus pasos, y Darryl podía recordarlo fácilmente correteando por el local con apenas cinco años. Habían sido una familia feliz y muy cercana al club, y Janet había ejercido no pocas veces de 'madre' para todos ellos. Se le rompía el corazón de verla tan destrozada.

Darryl torció el gesto y dió un par de cucharadas más al plato de estofado para apartarlo un poco de si con un gesto. Aquel asunto le había quitado el hambre y la sangre le hervía: los abuelos de Tom hacían bien en preocuparse por el chico, pero apartarle a la fuerza del club no era la solución. En algún momento buscaría conocer más a fondo qué hizo que su padre no estuviera con él y acabaría dando con el club al fin y al cabo.

- Menuda alegría. ¿Y qué posibilidades hay de que le quiten la custodia? Es tu ámbito al fin y al cabo, ¿no? ¿Podemos hacer algo con ese asunto? - le preguntó a Laura, preocupado

La muchacha alzó las manos con un gesto poco inspirador.

-Janet no está en su mejor momento, y es muy fácil probar que la muerte de su padre tuvo que ver con un ambiente poco apropiado para educar a un hijo. Es cierto que casi roza la mayoría de edad pero... -Negó con la cabeza agachando la mirada-. No hay mucho que podamos alegar. Pero Ramirez está trabajando en ello también.

Se la notaba abatida por la situación y Christopher aprovechó para frotarle el brazo con cariño para darle ánimos.