Partida Rol por web

Una vez en el motel tomo un último suspiro para poder tener las fuerzas suficientes para lo que estoy dispuesta a hacer. Cuando llego a mi habitación me acojo al marco de la puerta con fuerza intentando sostenerme,...mientras me toco el vientre para no llorar más...para no sentirme más sucia de lo que siento. Cansada de sembrar el terror allá por dónde voy, dañar al que se acerca a mí...y hacerme daño a mi misma.

Casi a rastras voy recogiendo mis escasas pertenencias para ponerlas en mi mochila, con la furia en mis ojos, despreciándome por mi carácter, mi estupidez...todo lo que mis actos suponen y con una fuerte presión en el pecho que me impide respirar bien. Cuando todo está bien recogido tomo el poco dinero del que dispongo y lo miro con interés,...sin saber muy bien a dónde dirgirme,...pero teniendo muy claro que  no permaneceré en Sunnydale. Miles de destinos se me pasan por la cabeza mientras recojo mis cabellos a modo de coleta...poniéndoles orden por primera vez en mucho tiempo...para olvidarme de esos pequeños rizos que me suelen caer sobre el rostro...rizos que siempre Ángel se molestaba en tocarlos con sus preciadas caricias...

Una vez recojo todo en una mano y me coloco una chaqueta sobre mis hombros tomo una última pausa,...-San Francisco...allá vamos. Con decisión y apenada me dirijo a la estación de autobuses, mirando en cada esquina,...recorriendo la ciudad con la mayor cautela posible y pretendiendo ser lo más sigiloso de la noche para no tropezarme con ninguno de los demás.

 Una vez en el autobús me siento en uno de los asientos traseros al lado de la ventanilla observando cómo va quedando atrás Sunnydale...con una estancia corta,...como todas mis paradas...pero esta con matiz especial...con unos recuerdos inolvidables y con un rastro de amargura que perdurará por mucho tiempo.

Muy poco me preocupa que será de mi en San Francisco...San Francisco...una ciudad enorme...en el que habrá lugar para cualquiera, y espero no sobrar allí también. Con amargura apoyo mi mochila al respaldo de mi asiento para cerrar mis ojos más cómodamente en el largo viaje...a pesar de que soy consciente de que no podré coinciliar el sueño durante todo el trayecto.

Cuando llego a mi destino camino un par de metros por parajes desconocidos para mí deleitándome con la gran ciudad que se levanta ante mí...e intentando olvidar lo que dejo atrás...

Cuando llego deambulo un par de horas por las calles de la gran ciudad, atenta a todo lo que se presenta ante mí, e intentando buscar algún motel de mala muerte dónde pasar la noche,...todo el mundo parece envuelto en sus propios asuntos y el ambiente es totalmente distinto al de Sunnydale.

Todos parecen que se apresuran por su meta ignorando al resto, viviendo su propia vida...respirando un aire de gran ciudad,...con multitud de turistas interesados en conocer todo lo que ven en cada esquina.

Por mi parte, en uno de los barrios de San Francisco, encuentro un buen lugar dónde pasar la noche,...una vez bien entrada ésta, me ajusto mis ropas de cuero para poder salir...olvidar y divertirme. La lujuria y la furia se hacen dueños de mi, a la par que camino con andares sexuales y que desprenden la fiera que llevo dentro.

Con llegar al centro, no me resulta difícil visualizar multitud de locales abiertos para el disfrute de los jovenes de la ciudad...Vaya,...vaya pequeña...creo que está será tu noche...y todo Sunnydale y lo que ese pueblucho conllevaba quedarán muy lejos de mis recuerdos... 

Una vez diviso una discoteca adecuada...mi espíritu más peligroso se apodera de mis movimientos encontrando problemas muy pronto...

Has tardado bien poco en organizar un buen tumulto. La gente se golpea entre ella mientras tú sigues bailando seductoramente al son de la música. San Francisco no parece tan aburrida como aparentaba en un principio. La sensación de libertad recorre todo tu cuerpo. Por un instante ya no eres Faith la cazadora, sino sólo Faith. Sin compromisos, sin obligaciones. Los chicos buenos ya tienen a B para que les salve el día. Tú puedes aprovechar tus dones para divertirte y una buena gresca nunca está de más.

El alboroto empieza a tomar proporciones más grandes y la música se detiene. Entonces de pronto oyes a alguien aplaudir cerca de ti. Te giras y ves a hombre vestido de cuero negro y con el cabello rubio platino. Tiene un cigarrillo encendido en los labios y te sonríe con despreocupación.

-Vaya, vaya, vaya -dice dando una calada. Después suelta el humo lentamente sin dejar de observarte-. Parece que en San Francisco saben divertirse...

 Sigo bailando a mi propio ritmo aunque la música haya parado, todo está fuera de control y mientras estoy sólo yo en el centro mostrando mis poderosos atributos sin ningún tipo de pudor.

Mis movimientos recorren todo mi cuerpo y me dedico a  golpear a todo aquel que se me acerque tan sólo de casualidad, la adrenalina, la sed y el ansia de libertad reclaman mi cuerpo...y yo tan sólo puedo responder a sus peticiones con lo que me piden...con todo lo que puedo dar. La furia conmigo misma por lo ocurrido con Ángel se torna fogosamente con todos mis actos y mi nivel de peligro se dispara con cada segundo que pasa.

En pleno apogeo de diversión me giro para el comentario de un chico tras de mí, lo miro de reojo mientras sonrío para mis adentro...su chaqueta de cuero y su aura de chulería me llaman la atención...vaya, vaya por fin alguien con estilo por aquí....

Sin dejar de moverme le dedico una mirada sensual acercándome lentamente a él mientras me percato de lo diferente qué es del resto...a diferencia de los demás no me rehuye...no siente miedo por lo que he provocado aquí...pero al fin y al cabo soy la cazadora, no tengo de qué temer. 

Cuando ya me encuentro a pocos metros de él, le quito su cigarrillo mientras me pongo de espaldas contra su cuerpo, de manera que pueda sentir todas mis curvas cubiertas por mis apretadas ropas de cuero y doy una calada profunda antes de darme la vuelta para apenas alejarme unos centímetros del chico. En ciudades cómo esta encuentras de todo...querido...?

Espero una respuesta mientras recorro con mi dedo índice el contorno de su pecho hasta llegar justamente a la hebilla del cinturón de su pantalón.

-Me llamo Spike -dice mientras sonríe más abiertamente. Saca un paquete de cigarrillos del interior de la chaqueta y enciende otro con un zippo. Te observa bailar mientras camina alrededor tuyo. Muy de fondo, oís el sonido de las sirenas de la policía que acuden a poner orden-. Tú no eres de por aquí, ¿verdad? Las chicas de San Francisco no tienen tu... estilo.

Entonces te agarra fuertemente. Te sorprende porque sus brazos son como garras de acero. Acerca su cara hasta tu cuello y te olisquea la piel hasta llegar a tu oreja. Después te susurra.

-¿Y tú como te llamas, mi encantadora rosa negra?

 Una vez el tal Spike recorre mi cuello hasta mi oreja mis sentidos se disparan...sospechando que no sólo en Sunnydale la diversión está a la orden del día, una vez descubro el pequeño secreto de Spike mis ojos se iluminan y mis movimientos se disparan por la adrenalina, por tener una noche tan afortunada, y...cómo no, por lo que queda por llegar.

Con fuerza sujeto su cabeza con la mano derecha para poner mi rostro a la altura del suyo, con una mirada que desprende sensualidad por doquier, le miro fijamente mientras me mordisqueo el labio derecho para soltar su cabeza en el momento justo antes de colocar mis manos sobre sus caderas para apretarlas fuertemente contra las mías. Muy bien, querida Faith,...tu orden natural atrae a criaturas oscuras...y si antes no pudiste conseguirlo...¿porqué evitar al destino? Hay que respetar el orden natural de las cosas...

-Digamos que yo...no soy de ningún lugar,....más bien, los lugares me pertenecen a mi, mi querido Spike. Tras tomar otra calada de su cigarrillo tomo una pausa mientras le miro con interés, sopesando la situación y mis posibilidades y...muy orgullosa de mi misma, por semejante oportunidad en una noche como ésta.

-Y...con respecto a mi nombre...yo soy una chica de fé, me alaban, me adoran...soy un culto para los sentidos...te aseguro que podrías pasarte la eternidad recordando mi esencia...Sonrío ante la ironía de mis palabras y me coloco mis cabellos antes de continuar.-Así que me puedes llamar...Faith.

Spike te mira de arriba a abajo como evaluándote. Está dudando de que no eres lo que pareces: una simple víctima más. Da de nuevo otra calada a su cigarrillo antes de hablar.

-Faith... -dice como saboreándolo-. Es un nombre muy bonito. Sin duda tienes un "algo" que no puedo concretar, Faith ¿Qué tal si nos vamos de aquí a otro sitio menos ruidoso? -te pregunta con picardía.

 Continuo bailando alrededor de Spike observando sus ojos con curiosidad,...sin perderle la pista ni un segundo...y a sabiendas del peligro que corro...no importa, ya nada importa, eres lo que eres, has dejado todo atrás...si ocurre algo para eso está B...

Con mi mano derecha, y sin parar mis movimientos sensuales muy cerca del supuesto vampiro, acaricio su rostro con sensualidad, y dispuesta a correr todo el riesgo que mis actos conllevan, pero sin borrar un segundo la sonrisa de mi cara.

Tras desviar la vista por un momento, me giro de pronto mordiéndome el labio inferior e intentando pensar rápidamente, intentando...manejar un poco mejor la situación, pero mi pecho late muy deprisa, la imagen de Ángel se ilumina repetidamente en mi mente, y comienzo a perder los nervios. Tranquila chica, tranquila....todo saldrá bien...

Con una renovada bocanada de aire intento volver a mostrar un rostro neutral...-Mmmmm eres un chico lanzado, ah? Acaso...me tienes miedo entre la multitud...?  Lo que quieras hacer conmigo...lo puedes hacer aquí...Con unas palabras sensuales me acerco hasta casi rozar sus labios y alzando mi pecho a su vista...-¿Acaso no sientes morbo por los curiosos?

Spike te aferra entre sus brazos, impidiéndote moverte mientras acerca su cara hasta tu cuello. Con la punta de su lengua recorre tu piel hasta llegar al lóbulo de la oreja donde te susurra.

-No eres como las demás, rosa negra. Puedo oler tu sangre a través de la piel. Es extraña, es fuerte. Me llama como néctar de los dioses -Notas como te pincha ligeramente con sus dientes-. Sería tan fácil probarla, tan rápido. Déjate llevar. No eres como las demás. Déja que te arrastre a mi mundo de oscuridad.

Sientes como presiona aún más fuerte con sus colmillos pero sin llegar a traspasar la piel.

 Al sentir los colmillos de Spike sonrío para mis adentros, la adrenalina, el ansia de poder de sentirme nuevamente viva,...libre, de poder decir adiós al triste pasado que atrás dejo y suspiro para poder continuar con todo el "teatro" que llevo con Spike.

Una vez termina su pequeño show de vampiro le miro fijamente mientras continúo abrazada a él, mostrándole mis curvas y sintiéndome llena de poder,..enérgica y ante todo...viva. Suavemente rozo mi nariz con la suya, con un gesto cariño que nunca he mostrado antes,...pero con una sonrisa pícara y juguetona más que conocida en mí.

Me alejo un poco de sus brazos para sopesar la situación, mientras continúo moviéndome, sintiéndome con fuerzas y disfrutando cada segundo que puedo. Tras una demostración de atributos al vampiro vuelvo a acercarme cautelosamente a él, mojando con mis labios mi dedo índice y pasándolo por su rostro...-Vaya, vaya,...vaya, ya me habían dicho que no era como el resto querido Spike, pero qué puedes oler mi sangre...? Qué te llama? Sonrío para crear un mayor impacto, suspiro brevemente, tomo sus manos con mi mano izquierda y continúo...-Parece que estamos terriblemente conectados...será cuestión del destino?

Me coloco detrás de él para seguir jugueteando y sin más preámbulos me alejo unos pasos con desición para poder propinarle una patada en la espalda y manteniéndome alerta sonrío para poder dirigirme a él nuevamente...-Que suerte la nuestra, no crees Spike? Digamos que casi...pillas la lotería, una de dos, aunque supongo que ni si quiera sabrás a qué me refiero...sonrío amargamente pensando nuevamente en B y en cómo actuaría ella ante esta situación. -Pero bueno...digamos que te puedo asegurar que al menos has tenido la suerte de encontrarte con la divertida...

Tu golpe pilla a Spike desprevenido y le alcanzas en mitad de la espalda haciéndole caer hacia adelante. Pero el vampiro rueda con destreza por el suelo y se incorpora ajustándose la chaqueta de cuero.

-¡Vaya! -dice con una sonrisa. No parece asustado sino más bien alegre-. ¡Maldita sea mi suerte, la cazadora!

Se lanza sobre ti a velocidad de vértigo moviéndo los puños con despreocupado salvajismo. Sin embargo logras bloquear sus golpes aunque te hacen retrocerder por toda la pista de baile. El local se está vaciando a medida que las sirenas de la policía suenan cada vez más cerca aunque eso no parece importaros. Spike lucha con un espíritu muy parecido al tuyo, disfrutando en todo momento.

-No lo haces nada mal, Faith, estoy impresionado -declara Spike después de que bloquees una patada baja-. Sin embargo, me has hecho dudar... ¿A qué te refierías con "una de dos"? ¿Hay otra cazadora?

 Una vez le propino la patada a Spike y me libro de sus movimientos le sonrío y me paso lentamente mis manos alrededor de mis senos mientras le dedico mi mirada más erótica,...me coloco mi cabello mientras sopeso sus palabras y recorro mis labios con mi lengua lentamente sonriente. Vaya, parece que el vampiro ha captado la indirecta...no es tan idiota como pensaba...

-Pues sí...tal vez sea "La Cazadora"...o tal vez no lo sea en el sentido estricto... ja ja ja, me mordisqueo las uñas con nerviosismo antes de proseguir atenta a cada movimiento del vampiro para poder estar alerta.-Digamos que me he retirado, las fuerzas del destino me han alejado de una vida de bondad, sacrificio y exigencias para poder ser realmente faith, la persona que el universo reclama realmente....Y con respecto a lo de las dos cazadoras...¿tan mal informado estás querido Spike? Mmmmm esto es más divertido de lo que creía...

Recorro mi lengua a lo largo de mi mano derecha sin perder la vista de Spike...reluciendo la sensualidad por todos los poros de mi piel y en un abrir y cerrar de ojos intento asestarle un puñetazo en la cara de Spike con la misma mano.

Spike intenta asimilar lo que les has dicho con expresión aturdida así que tu golpe le pilla completamente desprevenido, arrojándole al suelo. Le contemplas con expresión pícara y le lanzas un beso mientras abandonas el local contoneando tus caderas. El vampiro se lleva una mano a la cara, donde le has golpeado y se la frota descuidadamente mientras una sonrisa, mitad malvada, mitad traviesa aparece en su rostro. 

Cuando sales a la calle, un par de coches de la policía se detienen con un chirrido. Los agentes salen de su interior intentando detener a las personas que huyen de la refriega de la discoteca sin demasiado éxito. Te escabulles con facilidad del tumulto perdiéndote por una calle lateral. El encuentro con el vampiro Spike te ha dejado con ganas de más acción. Te preguntas si te seguirá los pasos o si decidirá averiguar el significado exacto de tus palabras. Sea lo que sea lo que decida hacer, te trae sin cuidado. Has descubierto que San Francisco parece una ciudad más interesante de lo que parecía en un principio. Pero una punzada de angustia te sacude. Angel. Sientes como si le estuvieras traicionando, faltando a su confianza, al haber desaparecido de Sunnydale sin más.