Partida Rol por web

-¡Ese hombre nos ha dejado encerrados aquí! -Cordelia empieza a ponerse histérica- ¡Con los muertos!

Oz intenta volver a girar el picaporte sin éxito.-bueno, podría ser peor- piensa, mientras mira por la habitación en busca de algún objeto que le sirva para abrir la puerta.

-Tranqui, Cordelia. Saldremos de aquí en nada

 Miro a los chicos un poco asombrado de sus actitudes destructivas y señalo tranquilamente mientras me limpio las gafas

- ¿Que tal si probamos abrir una ventana? En cualquier caso, creo que era obvio que la puerta estaría cerrada con llave, y en caso de ponernos a romper cosas, creo que será más fácil una ventana que una puerta, ¿no creeis?

Willow se lleva las manos a los oídos tras los gritos de histeria de Cordelia.

Tranquila Barbie, si los hombres no estuvieran muertos ya los habrías matado con tus gritos o uno de tus rollos de estética. Dice mientras apaga el ordenador y la mira de reojo. Luego se dirige a Oz y al profesor.

Miremos todas las ventanas, quizá con un poco de suerte alguna esté abierta y no haga falta romper nada. Dice repitiendo lo que ya había dicho el profesor, pero poniendose a mirar ventana por ventana.

Entonces escucháis un sonido para nada halagüeño. El ruido que haría una tapa de madera al abrirse lentamente...

Antes pienso lo del podría ser peor...- Oz escucha el sonido de la tapa al abrirse. Rapidamente busca de algún objeto para enfrentarse a lo que salga de ahí.

Bueno, a romper cosas

-¿Qué ha sido eso? Parece que viene de ahí -dice señalándo a la habitación del fondo, donde el hombre había estado hablando por teléfono y en donde se exponían los ataudes y fallecidos.

 Rompo alguna silla y me hago con un objeto contundente para defenderme

- Coged algo puntiagudo y no os separéis, nuestra mejor oportunidad es cubrirnos mutuamente, si es un vampiro al ser más tendremos alguna oportunidad, pero debemos movernos con cuidado... 

Willow había empezado a temblar y el ruido no le hace ni pizca de gracia.

Asiente temblorosa y de la silla que había roto Giles, ella también coge un trozo.

El grupo se arma con los trozos de la silla rota, improvisando unas toscas estacas. Giles y Oz encabezan la marcha hacia el origen del ruido seguidos de las chicas. Al final del pasillo, Giles abre la puerta con precaución dejando ver una amplia sala donde se exponen los ataudes a la venta y donde los deudos pueden presentar sus últimas despedidas a los fallecidos. Al fondo, sobre una tarima a la que se accede por tres escaleras, hay un ataúd de madera de roble. La tapa está abierta y un vampiro se encuentra sentado en ella, vestido con su traje de luto y sosteniéndose la cabeza con una mano, como si le doliera.

 Cuando me toque, lo estaco (XD)

Giles entra con decisión en la habitación abalanzándose sobre el vampiro. Alza la estaca con furia para atravesar al no muerto pero este reacciona con rapidez saltando del ataúd. El golpe del vigilante va hacia la nada.

Cordelia permanece inmóvil en el pasillo sin saber muy bien qué hacer.

El vampiro le lanza un puñetazo al vigilante que le alcanza bajo el mentón. Giles retrocede varios pasos y cae sobre uno de los ataúdes de exposición. La criatura se relame enseñando los colmillos.

El golpe del vampiro hace que Giles retroceda varios pasos, momento que aprovecho para abalanzarme sobre él con el objeto de darle una buena estacada en el corazón.

Willow se queda paralizada por el terror mientras Oz intenta atacar al vampiro. Pero no son cazadores y el no muerto esquiva con facilidad al joven mientras se ríe, regocijándose ante el banquete que le espera. Después derriba a Oz al suelo de un fuerte puñetazo. De pronto, el teléfono móvil de Giles empieza a sonar con estridencia...

El ruido del teléfono hace reaccionar a Willow, sí, estaba muy asustada pero si no hacían algo sus cuellos acabarían en dientes de ese.... vampiro.

El vampiro esquiva con facilidad el ataque de Willow y empuja a la chica con desprecio haciéndola caer sobre Oz, que sigue en el suelo aturdido. Cordelia lanza un grito y agarra una urna de metal de esas que se usan para guardar las cenizas de los muertos. La chica se la lanza con un grito y acierta en pleno rostro del no muerto. La urna se abre cubriendo al ser de cenizas y cegándolo momentáneamente.