Partida Rol por web

-Teniendo en cuenta que nos pilla de camino... ¿por qué no? -señaló Uve a Kim para luego echar a reír sin poderlo evitar. Las carcajadas brotaron espontáneas, liberadoras y cuando terminó, se secó una lágrima, que miró casi extrañado, con una sonrisa boba bailando en sus labios-. Es todo tan absurdo que hasta podría funcionar, porque decidme, ¿quién se esperaría que un grupo de pringados, perseguidos hasta por su puta madre, fuera a meterse en la boca del lobo y nada menos que para rescatar a quien supuestamente no sabemos siquiera que existe? Y por no mencionar que algo podremos rapiñar en nuestra incursión. Y por Dios, que buena falta nos hace. Joder, a buen seguro que ni el Panoptikon ni el Concilio nos esperan a cenar. ¿Por qué no darles una sorpresa? ¿Por que huir y esperar a que nos den por el culo? Vale, estaré pirado, loco de atar o será gilipollez congénita, pero estoy con ella. Es lo más parecido a un plan. ¿Malo? Muy posiblemente. Ahora bien, si alguien tiene mejores alternativas que vaya escupiendo. Mientras tanto, señor Delp, ¿procedemos? Y por favor, tráteme con cariño.

Sabía que aquello iba a ser jodido y que dolería, pero más le valía echar mano del humor. A fin de cuentas, estaba muerto.  

Lo que le pedía el cuerpo a Lucas era una jugosa ración de venganza. Había asimiliado con certeza absoluta que por muchos recuerdos que llegase a juntar, como recortes de periódico en su cabeza, jamás podría distinguir si era una porción de su pasado u otra idea implantada en el laboratorio. Y los causantes de esa desdicha eran los mismos que les pusieron babosas en el estómago, que al parecer podrían ser los del Club de Lectura del Libro Negro. Pero para eso, primero debía dar por cierta la información dada por la Nación.

Por otro lado, le resultaba denigrante la posibilidad de que esa sed de venganza fuera otro recorte de periódico que no le pertenecía. Antes de la reunión con Miss Daisy, el grupo hasta había hablado de huír a Canadá. Ahora ninguno dudaba, sus mentes no se lo permitían. Desechaban la fuga por ser una empresa imposible, como si la opción más sencilla estuviese en enfrentarse a tres organizaciones globales hasta desmantelarlas por completo para que dejaran de ser una amenaza. Número Tres y Número Seis todavía no se habían pronunciado, y Lucas les buscaba con los ojos ansiosos. Necesitaba como agua de mayo un punto de vista diferente, algo que le quitase esa sensación de estar siendo manipulado en cada decisión.

Apartó la mirada... Se estaba dejando obsesionar por el tema. ¿Podría ser esa obsesión otra idea implantada? Trató de abordar otra cuestión... se centró en el "plan" para tomar perspectiva. Como cuando de pequeño escuchaba por la radio las retransmisiones de las series nacionales, y Babe Ruth salía a batear... y Lucas tenía que girar la rueda para encontrar una señal con menos interferencias. Eso es algo que vivieron todos los niños de su generación. Es un recuerdo real, tiene que serlo. Su cerebro estaba tratando de avisarle de un detalle que le pasaba desapercibido, por eso recordaba en este instante a los Yankees. Era una alarma que le avisaba de que tenía una pieza del rompecabezas ante las narices, y no la veía... ¿Pero qué?

—Yo sé de alguien que te puede proporcionar las armas que buscas, Patton...—¿es eso lo que me pasaba por alto?—La infraestructura... el dinero... Toda esa mierda que necesitamos para que esto salga bien. Big Blue también le conoce. Quién le pagó a la Nación es el mismo que le está pagando a ese Tragapeces. Debemos ir a ver a ese perdedor para que nos ponga en contacto con nuestro talón en blanco.

El interior de Manfield entró en ebullición, como si un millón de esos gusanos n-dimensionales estuviera desovando en sus tripas en una orgía de babas. Existía la pequeña posibilidad de que el Libro Negro fuese quién estaba detrás de Big Blue, permitiendo a los nudillos de Powerman presentarse cortesmente a la barbilla de uno de esos sectarios. De momento era la opción más directa para tratar de obtener un poco de revancha por los años robados.

Cuando Numen había hablado notó algo raro en los demás. Todos miraban en su dirección, pero no precisamente a ella. Lentamente se volvió para ver como Delp se sujetaba al marco de la puerta impresionado por las palabras que ella había pronunciado.

A raíz de ese momento, todo se precipitó. Las reacciones de Delp, Moonglow y todos sus compañeros. Preguntas, preguntas, suposiciones y más preguntas, planes, futuro, presente y pasado de cada uno de ellos en la cuerda floja. Numen guardó silencio porque no sabía si era mejor volver a abrir la boca o estarse calladita hasta que alguien reparara de nuevo en su presencia, aunque bien era cierto que seguramente V esperaba una respuesta a su pregunta.

Después de que VII tomara la palabra hubo un momento de silencio que impulsó a Numen a levantar la voz, casi temiendo volver a sembrar el desconcierto y el caos o simplemente que su opinión no fuera del gusto de todos.

-Es cierto eso que dicen que la unión hace la fuerza. Cuando estábamos dentro de aquel edificio y aquella cosa nos atacó, cada de vosotros hicisteis algo diferente, algo que, de una forma u otra, nos hizo salir de allí con vida. Si no hubiéramos estado juntos en aquello, creo que es muy posible que ahora no estuviésemos aquí. Os vi -dijo haciendo una pequeña pausa-se de lo que hablo.

Miró por un instante a Delp, aunque no se demoró mucho tiempo y retiró rápidamente su mirada.

-¿Queréis que averigüemos quienes somos, porque nos despertamos en aquella sala, porque nos persiguen esas cosas y porqué parece que somos valiosos a ojos de no una, sino tal vez varias organizaciones, que andan en nuestra busca y captura. Yo también. Y solo sé que os acompañaré...-dudó si continuar o no, pero lo hizo finalmente-aunque eso signifique ir en busca de quien intentó matarme y poneros a los demás en las manos de las personas que nos esperaban fuera de aquel edificio.

Fijó entonces su vista en Moonglow, tal vez pensando en que él la entendería mejor, tal vez porque no quería mirar a Delp ante la previsión de lo que iba a contar en los siguientes instantes.

-Has dicho que Wax destacaba por tener un talento especial y poco común. Se cual es. O creo saberlo. Porque he conocido a Wax y no precisamente en persona-se volvió hacia el resto de sus compañeros, era el momento de contar lo que había vivido en aquel edificio, sin ocultar nada, sin avergonzarse de nada ahora que sabía lo que sabía-Cuando me conecté a aquel ordenador para acceder al sistema de vigilancia, todos pudisteis escucharme hablar por los altavoces mientras mi cuerpo se mantenía sentado frente a la pantalla… sin reaccionar, lejos de allí, los ojos en blanco. Flyby, antes has nombrado a Matrix. No ibas muy desencaminada, pues me conecté al sistema directamente, entré en el siendo parte de él, nadé en el sistema… siendo código –dijo mirando a V en aquella ocasión y respondiendo así a parte de su pregunta- Wax tiene el don o el talento de conectarse empáticamente con las máquinas, es nadar dentro del mar de ceros y unos que las componen y las programan, manejarlas directamente... no sé como explicároslo, como explicar lo que hice dentro de aquel sistema. Pero si recordáis Matrix os podéis hacer una idea. Conocí a Wax allí, se había introducido al igual que yo en el sistema para introducir un virus al que usó lo llamó Eraser. Era potente... muy potente... -comentó recordando aquellos momentos, aquellas sensaciones tan maravillosas y sabiendo que era muy difícil que ninguno de los que estaban allí, salvo Delp y Moonglow quizás, entendieran de que estaba hablando-Su misión consistía en borrar toda la información del sistema y asustarme a mí. Pero al estar yo también sumergida en el sistema era parte del código que allí residía y, por lo tanto, Eraser también acabaría conmigo directamente. Luché por salvarme y manipulé el firewall del sistema impidiendo que Wax saliese de el, así estábamos los dos en la misma situación... Ibamos a morir borrados por aquel virus.

Se metió las manos en los bolsillos de aquellos sucios pantalones y siguió hablando, intentando recordar la mayor cantidad de detalles posible-[b]Dijo explícitamente que lo que estaba haciendo era un negocio, no había nada personal en lo que hacía, solo lo hacía por dinero. Comentó que después de aquello se iría a las Barbados.

Navegó un poco más en sus recuerdos de aquel encuentro, sus emociones… habían sido tan intensas que ahora la asustaban un poco.

-[b]Dijo que no tenía relación directa con la Global... ¿Global Endeavour? –dijo en tono de pregunta mirando a Moonglow por si le sonaba aquello de algo- Dijo que estaba buscando algo cuando le capturaron… como pretendían hacer con nosotros. El estaba fuera, junto con la gente que nos esperaba capturar. Dijo que no creían que fueran de la GES por como actuaban, pero tenían todo un equipo para llevarnos a algún sitio. El trato que Wax tenía con ellos era colaborar en aquello y se suponía que lo dejarían ir después, pero no estaba seguro tal y como se estaba desarrollando todo. Me comentó que eran tipos con mucho dinero... y que no me entregaría el código de Eraser para desactivarlo como tampoco me entregaría a su... creadora. Dijo no temerme ni a mí ni a la GES, que moriría antes que entregarla a ella. Dijo textualmente…. “Ella me eligió a mí, no a vosotros” .
-Decidí levantar el firewall. Y ambos salimos del sistema...
Abrió los ojos que había cerrado en algún momento de su discurso intentando recordar todos los detalles. Alguno se le olvidaba, estaba segura... pero sabía que tarde o temprano recordaría lo que fuese.

Buscó la mirada de Flyby-No jugaba a dos bandas. Lo puse entre la espada y la pared. O los dos moríamos dentro de aquel sistema o los dos nos salvábamos. Fue una especie de trato lo que hicimos... Así que si queréis ir en su busca, os acompañaré. En parte él es como yo...-dijo mirando a Delp esperando que la contradijera en sus suposiciones en cualquier momento-y por eso tal vez tenga la respuesta a muchas de las preguntas que tengo en mi cabeza respecto a cómo hice lo que hice en aquel ordenador.

- Sí, voy con vosotros-dijo segura mirando a V y al resto que habían aceptado aquel plan suicida.

II habla mientras vuelve a su asiento, mirando al frente.

—Esto es una locura. Yo también prefiero trabajar en equipo y soy tan partidario de ayudar a desconocidos a cambio de humo y promesas como el que más. No obstante solo llevo unas horas vivo y ya le he cogido cariño y creo que muchos vosotros también, así que seamos serios: nuestra prioridad debería ser una fuente de recursos por pequeña que sea. Maldita sea, ¿alguno de vosotros sabe si podrá comer mañana sin tener que robar y exponerse más? El plan del Huracán me parece sólido; el tal Bebé puede que saque sus fondos de un tercero o puede que no, pero la cuestión es que los tiene y puede que su oferta nos interese. Después ya podremos rescatar a quien se tercie.

Se vuelve a sentar, sin hacer más ruido que el roce de su traje.

VIII no responde a mi acercamiento. Ni siquiera muestra signos de haberse percatado de que era a ella a la que me estaba dirigiendo. Por tanto considero que el trauma de la extracción del parásito puede haber afectado a sus capacidades cognitivas y a su estado de ánimo temporalmente. Prueba de ellos es la rapidez con la que ha encendido un cigarro nada más terminar, probablemente para aliviar el estrés provocado por la operación.

Es recomendable, por tanto, posponer un poco más el acercamiento para la confirmación de mi hipótesis. Más aun cuando las prioridades de los que me rodean, que giran en torno a qué camino a seguir, si seguir o no juntos y si salvar o no al vástago del doctor; interfieren y afectan a mis prioridades.

Durante las conversaciones derivadas de los intereses de mis compañeros I a llevado la contraria a VII en tono airado, probando una vez más de forma abierta sus diferencias. IV ha actuado de forma parecida aunque demostrando su descontento mediante lenguaje no verbal. También se ha mostrado interesado en la “Envoltura de cilios transdimensionales”. Probablemente sea un interés inocuo, aunque puede resultar peligroso para mí más adelante al tratarse de una de las habilidades proporcionadas por aquellos que “me han creado”. Si sabe demasiado de ella podría llegar a contrarrestarla. En cualquier caso debo sonreírle para seguir afianzando nuestros vínculos. V también está en contra de la propuesta realizada por VI y VIII sigue interesada en conocer su pasado, interés del que puedo hacer uso para facilitar mi acercamiento a ella.

- Pues no me cabrees…- bromeó ante el comentario de IV en referencia a sus tentáculos.

Eso y la y la sonrisa que esbozó mientras lo decía fue en lo único en lo que intervino III mientras los demás daban sus puntos de vista y discutían. El resto del tiempo permaneció en silencio como un espectador en un partido de tenis, atento a la pelota que pasaba de un jugador a otro y a la forma en la que usaban la raqueta para hacerlo.

Para cuando II intervino el cigarro ya se le había acabado, pero el partido seguía. Buscó un cenicero, pero nadie había sido tan previsor de poner uno. Si tan bien les conocían habían pasado por alto el pequeñísimo detalle del vicio de FlyBy. En cualquier caso tenía un montón de “repisas” en la que dejarlo, así que lo apago retorciéndolo sobre uno de los dientes que sobresalían de las paredes de la jaula en la que estaban. Y allí lo dejó.

Luego metió la mano con despreocupación en el bolsillo del pantalón y un dedo asomó por uno de los agujeros que V había abierto en el uniforme del vigilante de seguridad al que había ametrallado.

- Joder…- musitó.- Estoy con II, necesito pasta para ropa.

E igual de silenciosa que había llegado a su campo la pelota se alejó dispuesta a que otro la golpeara.

-¿Qué le ves de malo a este estilo? "Sangre y restos de balas, mejor que un dolce&gabanna" -dice I a modo de eslogan mientras se mira el mono de combate. Más allá de la broma, por su parte no se sentía incómodo con la ropa ensangentada que llevaba puesta. Comienza a caminar a paso lento mientras continúa hablando, levantando a la altura de la cabeza el índice de la mano donde sujetaba los restos viscosos:

-Sin que sirva de precedente estoy también con Manfield: prefiero que hablemos primero con ese "tragapeces", aunque no me da buena espina, y luego ya veremos. Además, teniendo en cuenta que todo este sitio es de ese tipo, que nos tiene donde nos querían traer, y que hasta el momento hemos sido como marionetas para él, me asombraría mucho que podamos pasar sin tener ninguna reunión con ese tal Big Blue, aunque quizás me equivoque...

Se había parado finalmente tras el pseudodoctor, con la vista puesta en los contenedores de muestras con las criaturas que les estaban extrayendo. La idea de ir en busca de Wax alimentando los delirios de un padre que solo quiere aferrarse a un clavo ardiendo le parece descabellada; Kim, a pesar de su sarcasmo, lo había expuesto muy claramente: sin recursos ni ayuda no parece que tengan por el momento posibilidades de salir bien parados de una empresa parecida, y además tampoco veía una motivación para hacer algo así por prácticamente nada. Era una locura. Toma aire antes de proseguir en voz más baja, como dirigiéndose principalmente a Delp:

-Sobre rescatar a Wax... -dice ladeando ligeramente la cabeza hacia el falso doctor- Debería considerar la posibilidad de que su hijo no quiera realmente ser rescatado y que se mantenga donde esté por decisión propia. Por supuesto, puede intentar contactar con su hijo para volverse a comunicar con él, o hacerlo nosotros por usted, y esto ya sería un triunfo; pero señor Delp, suponiendo que fuéramos finalmente en su búsqueda, y que tengamos éxito en el contacto, no podría prometerle que usted pueda tenerle de vuelta consigo.

Desvía la mirada del contenedor de muestras, girándose para dirigirse a Kim y elevando de nuevo la voz:

-Y antes de que me toque mi turno para la inspección de tripas tengo una pregunta: ¿qué demonios es Harmony? De hecho, tengo dos: ¿dónde se ha metido Romeo?

Lo único que habría podido traicionar la impaciencia de FlyBy, si la había,  habría sido un ligero repiqueteo de la bota que descansaba junto a la pata de la silla. Seguía las conversaciones con los ojos entrecerrados, algo ausente quizás, o quizás sólo concentrada. Aspiró una nueva y larga calada de su cigarrillo, y después se encogió de hombros.

-Vale. Ropa, un aspecto... ¿normal? De acuerdo. Y aunar fuerzas. Bien. Los planes se perfilan. El laboratorio, y ayudaros, para que nos ayudéis. Un quid pro quo de supervivencia. Si es que aquellos a los que vosotros queréis rescatar quieren serlo, como dice Uno. Ir a hablar con Big Blue. Otro paso. No hay que olvidar la cita de Uve tampoco.

Sacudió la cabeza.

-Muchas cosas, hay que empezar por alguna. Por lo pronto... Me sumo a tu pregunta -comentó señalando con el cigarrillo a Uno- ...¿qué narices es Harmony, de la que ya dijo algo la dohanoide...?

Delp escucha con seriedad el intercambio de opiniones, con un deje de tristeza en la mirada. Es un padre abatido, un hombre entregado a ayudar a los demás a quién no le interesa cómo se hagan las cosas. Parece concentrado en repetir la operación de extracción del parásito de Uve hasta que Numen comienza a reflexionar sobre su encuentro con Wax.

A cada frase, asiente en silencio, de forma paciente, mientras los dedos pasan a hundirse en el cuerpo de vuestro compañero. Dedos hábiles acariciando primero la piel suave del abdomen como un zahorí buscando un acuífero bajo la superficie de la tierra. Dedos hábiles introducidos sin forma explicable dentro de la carne, atravesando capas de músculo endurecido.

-Wax es sólo su nombre en Internet- sonríe melancólicamente -Nadie me daría el premio al padre del año, pero desde luego nunca le hubiera puesto ese nombre a mi único hijo- afirma con cierto grado de ironía.

-Tenéis que entender que no acabamos de comprender de dónde vienen muchas veces nuestras habilidades, al menos en el caso de los que parece que hemos nacido con ellas. Algunas veces parecen hereditarias, y otras símplemente se manifiestan de manera espontánea. En mi caso yo no tengo noticia de que nadie en mi familia hubiese manifestado habilidades paranormales- lo dice mascullando entre dientes, y deja la duda de si ese siseo al pronunciar la frase es fruto del desconocimiento o bien de la concentración en aferrar al parásito que ya comienza a revolverse inquieto bajo la piel de vuestro compañero. -Pero si es cierto...- un jadeo hecho pausa, lo tiene entre las yemas de sus dedos -Que existe una alta probabilidad de que en un individuo con una capacidad latente tenga descendencia dotada, si preferís el término. Pero nadie sabe como funciona- nueva pausa -en realidad.- y de nuevo el chillido agónico de la criatura al ser extraida como un neonato traído al mundo en una versión macabra del parto por cesárea.

La criatura emite un chapoteo húmedo al ser depositada en el contenedor y Del prosigue dando la vuelta y encarándoos mientras se limpia las manos de la poca sangre que queda, mudo testigo de su sobrenatural capacidad de ejercer la cirugía psíquica.

-Su verdadero nombre es Stephan, y no me sorprende lo que cuentas pequeña- dice dirigiéndose claramente a Numen -Mi hijo es lo que se conoce como un Proyector Cibernético. Una capacidad que nunca se había dado antes de esta década. Son capaces de manifestar su conciencia en una realidad consensuada mientras se comunican con las máquinas. Stephan aprendió a desarrollar su habilidad llegado a la pubertad, y creo que únicamente fue fruto de otra chica que supo enseñarle cómo hacerlo. Para aquellos que pretendemos aislarnos del resto del mundo, se trata de una habilidad peligrosa y como os he mencionado... Siempre fue un chico difícil. Si tan sólo su madre siguiese viva...- suspira con amargura.

Después escucha pacientemente las palabras de I y vuelve a ajustarse las gafas sobre el gastado puente de la nariz enrojecida por el roce constante de las mismas.

-Stephan pudo ser un chico complicado, pero creo que fue abducido, engañado... Tiene que estar retenido contra su voluntad. No puedo permitirme creer otra cosa- la mirada vuelve a recorrer vuestros rostros uno a uno -Si vosotros tuviérais hijos me comprenderíais- enfatiza con tozudez. La tozudez de un hombre que carga con un visible nudo en el estómago al pensar en qué habrá sido de su hijo.

Acto seguido Kimberly toma la palabra mientras frunce el ceño y trata de apartarse, en tan angosto espacio como el que os acoje, del humo del tabaco que comienza a condensarse a vuestro alrededor; con el ceño fruncido.

-Estás siendo muy poco objetivo con el caso de tu hijo, Richard... Jamás vi chico más difícil en el trato. Es egoista, y arrogante. Pretencioso y terco. Su habilidad le granjeó la desconfianza de la Nación, pero fueron sus constantes escapadas y las vidas que ponía en peligro saltándose las normas lo que le llevó ante la presencia de los miembros del Gran Consejo... Nunca le hiciste ningún favor con esa manía de protegerlo y disculpar sus errores. Lo consentías y mira como ha acabado- le espeta a su compañero con la voz teñida de un sentimiento muy claro para cualquiera que quiera entenderlo. Un: Él se lo buscó.

-Y vosotros- dice señalándoos -No sois hermanitas de la caridad tampoco. Si Richard no hubiese puesto una oferta para ayudaros encima de la mesa, ya estaríais buscando la mejor opción para salir de esta. Pero como diría Wax: Esto son negocios ¿No?- la pregunta es seguida de un crujir de sus nudillos que enfatiza el dolor que manifiesta su voz.

-Richard y yo misma al menos tenemos un buen motivo para "comprar" vuestra ayuda. Pensadlo bien porque si no fuera por nosotros ahora mismo estaríais de camino a alguna otra instalación secreta para ser diseccionados por el Consejo o el Panoptikon- se encoje de hombros con indiferencia -Diferentes perros, pero perros al fin y al cabo-

-Al menos hay que reconocer que uno de vosotros tiene cabeza- el mentón duro y nada femenino hace un gesto señalando a Manfield -El Tio Tom tiene razón. Blue puede financiarnos. Esta ciudad es prácticamente suya, si hay algo con lo que se pueda traficar podéis apostar vuestra vida a que él tendrá sus humedos y repugnantes dedos metidos hasta el fondo del asunto- arruga la nariz con un gesto de evidente asco al pensar en la figura de Big Blue. -Pero os equivocáis al pensar que Blue trabaja para nadie más que no sea para él mismo. Ha ido a la guerra en más de una ocasión durante esta última década y se cuenta que ha llegado a comerse a los recién nacidos de sus enemigos sólo por demostrar de lo qué es capaz. Es retorcido, es cruel, y si está en esto yo juraría que es porque tiene planes para vosotros. Si os quisiera vendidos esto- el dedo de nuevo acusador señalando la pequeña y estanca estancia -ya seria un baño de sangre y estaríais de nuevo de camino a alguna otra parte. El mismo final para la misma situación lo miremos como lo miremos, porque fuimos nosotros los que compramos su protección con parte de lo que nos pagaron por extraeros de aquella mierda de restaurante- su tono se vuelve agresivo una vez más como si tuviera la constante necesidad de demostrar algo al resto del mundo.

-Yo lo veo así: Tratamos con él y yo seré vuestra guía. Tengo un plan. Después salimos camino de NY, sacamos a mi hermana del Dyonisos, y cuando la tenga por mi cómo si queréis lanzaros de cabeza contra todo Harmony. Tiff y yo nos iremos muy muy lejos. Al carajo la Nación como dría Romeo...- pronuncia en un español muy  de nuevo se encoje de hombros con un gesto resignado de rencor.

De fondo se escucha la voz de Moonglow, cascada y cansada...

-Esto os va a colocar fuera de la Nación en cuanto los demás salgamos por esa puerta- sentencia el viejo con su inexpresiva mirada oculta bajo los especulares cristales de sus gafas de aviador que reflejan distorsionados vuestras caras.

Los rostros de Delp y Kim asienten despacio, como calibrando las implicaciones de lo que van a hacer. No debe de ser fácil renunciar y dar la espalda a los tuyos en un mundo como el suyo.

-Richard debería de salir ya para NY y esperar en algún punto de la frontera con Canadá. Si lo conseguís será vuestra mejor opción. La Nación nunca os dejará volver- de nuevo la estancia se llena de suspiros cansados y resignados. Moonglow parece tener una visión muy clara de lo que os aguarda el futuro, pero parece que hubiese decidido guardárselo para sí.

-Romeo no será ningún problema, en el fondo estará encantado de perderte de vista Kim- vuelve a sonreir con esa picardía de cualquier anciano redomado -Y en cuanto a Harmony... Es una pequeña población en el Estado de Nueva York. Nunca hemos sabido que se cuece en sus entrañas. Hace unos años el Panoptikon abrió unas instalaciones. Técnicamente es una mezcla de hospital psiquiátrico y orfanato escuela donde se trata de recuperar las mentes de aquellos que se han roto- esta vez la sonrisa es amarga como la hiel. La ironía no deja de ser una presa tan fácil para este mundo, como lo es para el resto de la gente normal.

-Por lo que sabemos es un entorno muy protegido. De alta seguridad y experimentación. El Panoptikon tiene bases así por todo el país, y no son los únicos aficionados a revisar y modernizar el concepto de Campo de Concentración tal y como lo entenderíais vosotros. Pero por alguna razón, Harmony está cerrado a cal y canto. La Nación mantiene programas de extracción y salvamento para individuos capturados, pero cada agente que se ha acercado a Harmony ha acabado en algún lugar peor del que esperaba- una pausa, un silencio -Tampoco podemos "observar" la zona mediante otros medios, y no es que no lo hayamos intentado muchas veces. Hay rumores que afirman que el Libro Negro tiene que estar de alguna forma implicado en esas instalaciones. Por lo que sabemos son los únicos que han desarrollado esa capacidad de "blindarse" ante miradas extrañas. Pero eso sería raro, porque a casi todos los niveles el Panoptikon y el Liber Ater compiten por los mismos recursos...- cruza los dedos bajo la nuca apoyando la cabeza sobre ellos como si de repente quisiera mostrar una despreocupación tranquilizadora.

-En otras palabras nadie sabe lo que hay en su interior... Y Kim, sé lo que pretendes ofrecerle a Blue. Aceptará sólo por joder a esos estetas del Dyonisos- la sonrisa casi parece divertida por un segundo... -Pero tened por seguro que querrá elevar el precio. Y con Blue... nunca se sabe- finaliza mientras sentís su mirada clavarse en vosotros por más que no podáis verla.

—Kim no le va a ofrecer nada a Big Blue. Joder al Dyonisos ni siquiera saldrá en la conversación. De hecho, ni Doc ni la chica Bola de Billar van a acompañarnos a ver al Cara de Sardina. No le pienso dar a ese tiburón un rastro de sangre que pueda seguir. Oficialmente vamos a Nueva York porque el Concilio envenenó a V, nada más. No mencionaremos a Wax. No mencionaremos a Tiff. Le daremos una buena tajada del sobre que Miss Daisy pasó a V y Big Blue nos dará documentación, armas y un vehículo, y quizás algo de información nueva que no podremos dar por fiable. Cuervos, ¿cuánto pagasteis a Big Blue por su ayuda? Necesitamos un precio de referencia para saber por cuánto se vende el pescado.

Las aclaraciones de Kim dejan un sabor amargo. El Libro Negro está demasiado alejado como para propinarle un gancho. Ni siquiera está sobre el ring en estos momentos—Una lástima—. Aún así, la programación de IV les llevó a un viejo local de Big Blue; el pez gordo sabe de los Ocho por otras fuentes distintas a la Nación Cuervo.

¿Y a largo plazo? En Nueva York pueden salvarle el culo a V, pero más allá de eso no hay nada. Conocen la existencia de Harmony, pero no hay ninguna razón para ir allí, ni saben si tiene respuestas para ocho visitantes olvidadizos. La sede del Global Endeavour Services podría ser un buen sitio para cargarse a Erick Prince, pero quizás no sea más que cortarle una cabeza a la hidra. ¿Cuánto tiempo les daría eso antes de que los chicos del Queso Griego volviesen a golpear? A largo plazo no hay nada.

—Volvamos a Wax. Sabemos que se llama Steven o Stephan o como sea. ¿Qué otro detalle de su pasado podemos darle para que sepa que vamos de parte de Doc? ¿Cómo murió su madre? Y no me digáis que fue en un intento de rescate en Harmony. No quiero llegar allí y encontrarme con que Wax no está con los del Panoptikon por un lío de faldas. Lo peor que nos podría pasar es que hayáis dado a esa mujer por muerta, y le lavaran los sesos en Harmony, y por eso Wax se quedó con los paramilitares. Porque entonces no hablamos de un chico enamorado que traer a casa tras unos azotes, hablamos de un problema de custodia legal, y no habría nada que hacer para quitarle de los brazos de su mamaíta. Quiero una historia en el que tu esposa muriese—le espeta sin tapujos a Delph—, vieses su cadáver y pudieras llevarla a uno de esos búnkeres de Cuervos en el que enterrarla.

Sentir las manos de Delp en su cuerpo fue lo más próximo a una profanación que, desde la perspectiva de V, pudiera llegar a experimentarse. Una violación consentida en pro de un beneficio mayor, pero no por ello menos sucio e impúdico. Su mente parecía dividirse. De un lado tratando de obviar el sórdido hurgar del padre de Wax. De otro, tratando de centrar su atención en lo que se decía a su alrededor, con escaso éxito.

El chillído de aquel particular y peculiar emisor ultradimensional puso fin a la tensión de su cuerpo. Los músculos se relajaron de inmediato tras el lascivo parto, viendo a su progenie entrar en la cubeta preparada para él.

-Gracias, Richard -dijo poniéndose en pie y comenzando a abrocharse la ropa-. La cirugía psíquica es, sin duda, sorprendente. Pero algo de anestesia psíquica no hubiera estado de más. Una cosa -comentó poniendo una mano sobre el hombro del cirujano-. Te ayudaremos con tu hijo. O yo lo haré. Quizás no hoy. Ni mañana. Pero lo haré. Tienes mi palabra. Tú puedes hablar de un hijo. Él de un padre. Es más de lo que yo puedo hacer, gracias a quienes me hayan parido a este mundo sin recuerdos. Y una pregunta, posiblemente estúpida. Sea lo que fuere que me inoculé, ¿ha afectado también a la biología de mi querido y no deseado hijo? -dijo señalando el contenido del contenedor, antes de volverse hacia el grupo-. Parece que estamos divididos en cuanto a cómo proceder, pero algo me queda claro. Si juntos tenemos pocas posibilidades, por separado somos una ruina. ¿Sardina, tiburón, pescado? ¿Desde cuándo te has convertido en un ictiólogo? O en nuestro líder, ya puestos -comentó con una sonrisa sardónica a VII-. Respecto a la pasta de la vieja, ¿te crees que alguien como Big Blue va a pestañear siquiera ante esa calderilla?

—Uve tiene razón. Big Blue tiene planes para nosotros y como mínimo yo esperaría a saber cuáles son. Al menos sabemos que en principio no quiere hacernos daño, le hubiera resultado igual de fácil mandar a un equipo de extracción que a uno de eliminación.

-Tú lo has dicho, en un principio-contestó mirando a II.

Se acercó con pasos indecisos a Delp y miró aquella cosa que acababa de sacar del cuerpo de V y que se retorcia en la bandeja sin dejar de chillar. Se tocó su pecho en un acto reflejo.

-Mi turno, por ejemplo...-dijo nada convencida de aquello, pero sabía que tarde o temprano sería su turno y cada nuevo bicho que sacaba del cuerpo de sus compañeros le rebotaba más el suyo pensando que tenía una cosa de aquellas en su interior.