Partida Rol por web

Liam asintió con una sonrisa:

- Soy especialista en veladas interesantes querida, ¿conseguirás hacer que parís no me parezca aburrido? - susurró.

entonces tendremos que ir pensando en que puedes hacer para que no me aburra susurro a su oido con una leve sonrisa  seguro que tienes muchas ideas y desde luego no te voy a cortar ninguna de ellas.

Liam guiñó un ojo:

- Demasiadas ideas y quizás poco tiempo para tanto... Ya veremos luego, ¿no crees?

niego y me rio Vamos, puedes hacerlo mejor replico y guiño un ojo piensa lo que voy a estar en Paris y un dia por jet lag me lo pueod permitir, siemrpe es mejor un descanso que ir a trabajar agobiada, podria romper muchas cosas...

Liam se echó a reir:

- Por supuesto que puedo hacerlo mejor querida, me encargaré de que llegues al trabajo descansada... ¿Sugieres algun sitio? Tú conoces París mejor que yo. - Se permitió esa omisión a la verdad, por que no queria darle muchas explicaciones innecesarias. La chica parecia interesada en Liam, algo que le hacia desconfiar, pero queria ver a donde le conducia, el Sindrome Bond, lo llamaba él. "Polvo en la cena, muerte en el desayuno, ¿No es asi querido Bond?" pensó con sorna.

Va a contestarte algo cuando el taxista tiene que dar un volantazo pero aun asi un camion se empotra contra vosotros y os lanza contra el otro lado de la calle, dejandosos semi inconscientes...

Ves como abren la puerta y la sacan arrastras con una brecha en la cabeza y con los ojos cerrados, solo puedes ver que llevan ropas negras y el rostro cubierto antes de que algo les golpee...blanco una capucha blanca y una espada o no sabes bien, solo unos ojos verdes tras un rostro semicubierto que os mira y las sombras te dominan, las sombras te atraen y la sombras te adormecen, no escuchas nada mas...sirenas en la lejania.

  Un grito de dolor, un trueno, un relampago...despiertas, no reconoces el lugar. una figura con ropas blancas, un medico, con una mascarilla se acerca, no puedes levantarte de la cama, estas atado. Una punzada de dolor en tu brazo, algo te ha inyectado. Sopor mientras escuchas.

No deberia haber ocurrido, nunca debio..devolvedle a donde pertenece...es una voz femenina que habla. Algo te arrastra, te duermes, no puedes...no debes...

Simplemente duermes y suena el telefono de la habitacion 

Abre los ojos lentamente, como aquel que no esta seguro de realmente haber despertado y seguir vivo. Mira con ojos calmados a su alrededor, sabe que por hacer aspavientos no va a librarse de lo que haya, y de estar cautivo llamará menos la atención. No entendía donde estaba ni que estaba pasando, pero las cosas no siempre eran lo que parecían, prefería confiar un poco en sus sentidos antes de empezar a investigar activamente.

 Por un segundo por el rabillo del ojo te parece ver una sombra y como se mueve para desaparecer en un punto ciego. Levantas la cabezay sigues en tu habitacion del hotel, esta amaneciendo, pero casi ni recuerdas cuando subiste o...

Tu movil esta iluminandose tienes un par de mensajes en la pantalla, parece que alguien te ha llamado insistentemente un par de veces. Cuando vas a cogerlo suena el de la habitacion y la peurta de la misma.

Servicio de habitaciones

Liam mete la mano bajo la almohada, si está su arma, es que esto no es un sueño o lo han jodido... Una buena forma de asegurarse. Cuando el del servicio llama, saca el arma de debajo de la almohada y con mucho cuidado comprueba si está cargada. Luego, se la pone en la espalda, en los pantalones del pijama y los boxer, para abrir un poco la puerta:

- ¿Qué desea? - Dijo con un tono seco y directo, acababa de despertar como si hubiera sido la peor resaca del año. No tenia ganas de ser muy amable, sobre todo por que podía ser cualquiera el que estaba en la puerta listo para darle un par de tiros. El movil le diria lo que necesitaba saber para encajar todo el puzzle de la noche anterior.

 Le subo el desayuno que nos ha pedido la dama que le esta esperando abajo. Al otro lado hay un chico de unos veinte con la cara un poco llena de granos y pelirrojo que te mira apoyando sus manos en la mesita que lleva con el desayuno, cafe, tostadas y un plato tapado.

Liam se sintió solo un poco más a gusto con la respuesta, de modo que por ahora no quitaba la mano de la espalda donde tenia la pistola, pero tampoco iba por lo pronto a hacer nada:

- Bueno, ahora meto yo las cosas, gracias por todo... - Con la mano libre saca un billete de diez euros que tenía a mano en el cuarto.- Esto por las molestias y darle a la dama un mensaje de mi parte: Que el caballero agradecería que ella subiese primero, que hay algo que no le ha quedado muy claro. Que use su tarjeta para entrar, que él se va a duchar mientras. - Dijo con una sonrisa, más calmado. Mientras con la mano libre y aun tras la puerta abría un poco para que pudiera él mismo meter el carrito de la comida. Cogió la bandeja, la puso en la mesa de al lado y devolvió el carro al chico que intuyendose las malas pulgas de Liam prefirió esperar fuera. Una vez con el carrito a mano, el chico permaneció en la puerta.

 El botones te mira y carraspea mientras da un paso atras

"¿Donde cojones nos hemos conocido antes?" Era lo que se le habia pasado por la cabeza sin remedio en cuanto vio a la mujer que le era familiar...

Las cosas como esta nunca le gustaban, le hacían parecer débil. Y encima se habian metido en la puerta de enfrente, una desconocida y una no tan desconocida... Que jodida casualidad doble, ¿No?

"No crees en las casualidades, aqui está pasando algo... Y la acompañante te lo dirá"

Cerró la puerta, cansado en parte de tantas complicaciones, al tiempo que exclamaba para sí mismo:

- ¿Algo más puede pasar hoy?...

 Parece como si fuera una contestacion recibes un timbre de que se abren las puertas...

Se encoge de hombros al verla, sonrie, por instinto, bonitos ojos, sonrisa misteriosa, si señor, una belleza de mujer:

- Eso tenia en mente, pero necesitaba verte un momento, despertar solo en una cama de hotel hace que parezcas un sueño, ¿Sabes? - Dijo riendo.- Con tres minutos para acabar de vestirme me sobra realmente, aparte, ver una exposición a puerta cerrada no requiere a Armani, aunque no se si tu compañía sí lo requiere... ¿Dormiste bien?

"Por que yo aun tengo una jaqueca asquerosa encima..." Pensó para si mismo.

 Claro que dormi bien, siento si no me viste, pero tuve que irme al museo temprano a ver que faltaba para ver si se podia reponer y no es nada importante.

Coleman aun tenía los recuerdos dando tumbos, asi que simplemente asintió a la mujer y siguió vistiendose. Calcetines negros, puestos, boxers negros, puestos, camiseta lisa negra, genial. Pantalones con bolsillos (siempre utiles para algun momento de tensión), puestos, botas militares (utiles si hay que patear culos en la calle), puestas, abrigo largo oscuro, puesto. Luego en un momento disimulado mientras ella fue al cuarto de baño se acopló su arma, cogió su cartera y comprobó sus papeles. De todas formas no pasarian por un detector de metales en una visita privada.

- Bueno, yo creo que estoy casi listo querida, solo me falta pasar por el lavabo un momento y lavarme los dientes, perfume y a la calle. - Dijo mientras iba a hacer esas cosas y se peinaba además rápidamente.- Eah, ya me tienes listo para la acción... No dirás que no me esmero.