Partida Rol por web

Cadena Alimentaria

Terror en la Novena

Cargando editor
20/10/2021, 11:38
Lauryn Pritchard

Lauryn intervino antes de que los agentes de la UDIM lo hicieran y aquello les llevase a alguna discusión estúpida en la que solo perderían tiempo. Se colocó entre Swailes y Vincent con las manos alzadas para pedir calma y tocando ligeramente en el hombro a Swailes para que retrocediera y se tranquilizara.

-Lo que el teniente Swailes quiere decir con sus escasos modales es que esto van a tener que resolverlo ustedes. Nos ha dado sólo media hora, no hay tiempo para que venga nadie con el tráfico cortado en siete manzanas y el tremendo problema que tenemos ahí fuera con los curiosos. ¿Cuánto tardaron en llegar ustedes? - Aquella pregunta no esperaba contestación, sólo pretendía hacerles pensar en lo complicado que estaría el tráfico con aquella situación en una ciudad ya de por sí complicada. Ni siquiera podían estar seguros de que Alessandro llegara a tiempo con las pizzas. -Me temo que sólo contamos con lo que tengamos aquí. Harán bien en confiar en sus propias habilidades para solucionar esto. No tenemos otra.

Cargando editor
20/10/2021, 11:38
Director

Mientras realizaba la llamada a Alessandro para pedir aquellas pizzas, Mackenzie se fijó en el autobús situado en diagonal entre dos calles perpendiculares de modo que cortaba ambas. El autobús estaba justo en medio del cruce, y no era habitual que en aquellos lugares se colocaran alcantarillas, ya que de ser necesario algún tipo de obra o mantenimiento se cortarían todas las calles afectadas en lugar de una sola o un tramo de ésta. Las tapas de alcantarilla estaban en los cruces de peatones, en las aceras y, la más cercana al autobús, en la proyección del carril derecho de una de las calles a lo largo del cruce, a escasos cinco metros del autobús.

Cargando editor
20/10/2021, 11:39
Mackenzie Valenti

Has estado ahí un buen rato, espero que hayas sacado algo en limpio o que puedas manipularle para hacerle creer que cumplimos con sus condiciones. ¿Tú que opinas, esto… Mackenzie?

Mackenzie suspiró ante la pregunta de su compañera. - Creo que el tipo va en serio y que hay que hacer algo rápido... Vincent, sé cuánto te molaría haber metido a Stallone en esto, pero me temo que Rocky hace tiempo que colgó sus guantes... Sus exigencias son absolutamente ridículas - comentó con gesto de hastío mientras echaba un vistazo rápido a la lista que había hecho su hermano - Lo que significa que no tenemos nada que él quiera y eso nos deja un margen de acción muy pequeño... 

-¡Déjense de pamplinas! ¡Ese hombre ha dado media hora de margen antes de volar por los aires el puto autobús y ustedes ya han perdido un minuto aquí hablando de capullos de Hollywood de hace cuarenta años. Me parece que va siendo hora de que asuman su papel de X-men.

La joven observó al teniente con mirada afilada. - No se confunda, teniente... Esto no es una jodida película y el único calvo que tenemos a mano no tiene más poderes que una tarjeta premium del Dunkin Donuts. 

Lo que el teniente Swailes quiere decir con sus escasos modales es que esto van a tener que resolverlo ustedes. Nos ha dado sólo media hora, no hay tiempo para que venga nadie con el tráfico cortado en siete manzanas y el tremendo problema que tenemos ahí fuera con los curiosos. ¿Cuánto tardaron en llegar ustedes? Me temo que sólo contamos con lo que tengamos aquí. Harán bien en confiar en sus propias habilidades para solucionar esto. No tenemos otra.

- Por mucho que me joda admitirlo tienen razón, Vincent. Es posible que el móvil desde el que esté hablando tenga activado el bluetooth... Tal vez con la geolocalización o activando la cámara podríamos situarlo en un punto concreto del autobús. ¿Disponemos de algún rifle con mira térmica? Podríamos dispararle un dardo tranquilizante. Tal vez podríamos obligarle a salir de alguna forma. Joder, odio a los pirados... - 

Cargando editor
20/10/2021, 11:40
Vincent Valenti

Creo que el tipo va en serio y que hay que hacer algo rápido... Vincent, sé cuánto te molaría haber metido a Stallone en esto, pero me temo que Rocky hace tiempo que colgó sus guantes... Sus exigencias son absolutamente ridículas - comentó con gesto de hastío mientras echaba un vistazo rápido a la lista que había hecho su hermano - Lo que significa que no tenemos nada que él quiera y eso nos deja un margen de acción muy pequeño... 

Maldición.

Odio cuando tiene razón.

Emplea un tono peculiar que me ablanda por completo.

Me rasqué la cabellera con gesto de fastidio. Kenzie estaba en lo cierto: la negociación era imposible. Podía conseguir a lo sumo algo de tiempo para una intervención rápida, pero eso era todo. Mark Twain vino a mí en aquel instante: No discutas con un idiota. Te rebajará a su nivel y ahí te ganará por experiencia.

- Por mucho que me joda admitirlo tienen razón, Vincent. Es posible que el móvil desde el que esté hablando tenga activado el bluetooth... Tal vez con la geolocalización o activando la cámara podríamos situarlo en un punto concreto del autobús. ¿Disponemos de algún rifle con mira térmica? Podríamos dispararle un dardo tranquilizante. Tal vez podríamos obligarle a salir de alguna forma. Joder, odio a los pirados... - 

Ahí estaba mi hermana dándole al coco e inventándose un alocado plan plagado de gadgets para su ejecución. MacKenzie is on fire!

-De acuerdo-, concedí. -Vulnera su derecho constitucional al secreto de la telecomunicaciones, hermana. Se lo ha ganado-. Guiñé el ojo a Kenzie con complicidad. -Bueno, creo que puedo distraerle un rato más, pero esto va a requerir un esfuerzo conjunto-. Miré a todos los presentes uno a uno y con distintos grados de intensidad. -Swailes, ¿de qué artillería disponen sus hombres? Mi colega Umbridge, aquí presente, seguro que tiene alguna ocurrencia ígnea. Adele, ¿Qué opinas de todo esto? Con los poderes que tiene Jared, ¿tenemos alguna garantía de que neutralizándolo no podrá irradiar la Gran Manzana?-. No quería bajas, pero empezaba a ser consciente de que era una posibilidad cada vez más real.

Tenía una cosa clara: era hora de trabajar en equipo y resolver este entuerto.

Era hora de salvar a esa gente. De salvar Nueva York.

Era hora de vengar el honor de Stallone.

Cargando editor
20/10/2021, 11:40
Umbridge

Tras unos minutos analizando la situación, a Umbridge se le ocurrió una idea.

¿Y si les obligamos a salir? —preguntó—. Si Vincent puede distraerle y yo logro acercarme a una distancia prudente, podría controlar el sistema de combustión interna del motor del autobús y llenar el vehículo de humo. Podemos convencerle de que fue un accidente, pero lo más probable es que esté tan nervioso que no se parará a pensárselo dos veces.

Miró el autobús, arrugando la nariz en una mueca de asco. Aquel pirado estaba convencido de que había una conspiración a gran escala y había decidido montarla por todo lo alto para llamar la atención.

Está claro que tiene complejo de héroe, dudo que deje morir a los rehenes ahí dentro. Si le tenemos entretenido entre todos, lograremos dejárselo a punto de caramelo para los francotiradores. S-solo vais a aturdirle, ¿verdad?

Cargando editor
20/10/2021, 11:41
Ken Swailes

Mientras discutían el plan a seguir y lanzaban propuestas para intervenir, ya se habían consumido siete minutos del plazo de treinta que Whitten les había dado. Empezaba a formarse un plan de actuación con las ideas de los tres agentes de la UDIM, mientras Mackenzie proponía piratear el teléfono que estaba usando el secuestrador para espiar el interior del autobús y Umbridge apelaba a sus poderes ígneos para simular un incendio en el autobús y llenar de humo el vehículo.

-Mis hombres son buenos tiradores y están bien armados: fusiles de asalto y de francotirador, granadas de humo... Un par de ellos tienen miras térmicas, sí, pero de nada sirve si el sujeto permanece dentro del autobús. Verán, la mira térmica funciona por infrarrojos, y el cristal de las ventanas es como un espejo para los infrarrojos. Por lo que si apuntas a una ventana con una mira térmica no verás nada a través de ella.-Explicó Swailes siendo más técnico de lo que podían haber imaginado. Al parecer, si se trataba de armas, el tipo era toda una lumbrera. -Ahora, si logran hacerlo salir del autobús, como si llenan la calle de humo. El cabrón será un muñeco brillante en la mira de mi mejor tirador.

El teniente Swailes parecía ser más simpático con ellos ahora que de verdad se ponían manos a la obra y que la acción asomaba. Que contaran con ellos para disparar pareció incluso alegrarle.

-No tenemos rifles para disparar dardos tranquilizantes, pero puedo decirle a mis hombres que le apunten a la pierna o a una zona no letal. ¿Serviría eso? No es el protocolo de actuación pero... - Era curioso que Swailes llamase "protocolo de actuación" a disparar a matar, pero podían imaginar que en su mente solo funcionaba un tipo de respuesta.

Cargando editor
20/10/2021, 11:42
Vincent Valenti

Nuestro Black Hammer era todo un catedrático en armamento, tenía que reconocerlo.

-Hum... Bueno, si le tengo a la vista, puedo darle una descarga. Se quedará bastante manso. Enfatizaré una vez más lo de bastante-. Me encogí de hombros dejando caer la idea. No me hacía ni puta gracia estar tan cerca de Jared, pero, como diría Sonny Corleone... A veces hay que hacer las cosas de modo íntimo y personal.

Me levanté del asiento, estiré un poco las piernas mientras me pasaba la mano por el mentón con aire pensativo. No tenía del todo claro el tema de la radiación, pero sí sabía que Jared no era un jodido asesino de sangre fría. Sólo estaba zumbado. Total y completamente zumbado. Y muy asustado.

-Teniente, estoy seguro de que sus hombres están listos. Aguarde nuestra señal por si no podemos neutralizarle. ¿Quiere alguna palabra en clave? Le dejo elegir... Aunque sería una pena que no optase por "Stallone", dada la situación.

Dirigí aquellas palabras al tío duro acompañadas de lo que podríamos definir como una tenue señal de colegueo cuando le señalé al estilo gunslinger. Ya sabéis, pulgar e índice extendidos. Luego miré a mis compañeras y les dediqué una media sonrisa.

-Parece que tenemos un plan. ¿Listas?-.

Cogí el teléfono, listo para marcar.

-Eh, Lauryn. Necesito una foto de Jared. No le he visto la jeta y no querría freírle el cerebro a ningún rehén por error. Sería divertido. Desde un punto de vista macabro, vale; pero acabaría con mi carrera profesional. Y luego está mi hermana, que se estaría partiendo de risa el resto de mi miserable vida. Y tú no quieres eso, ¿verdad?

Era una pregunta retórica.

Cargando editor
20/10/2021, 11:43
Mackenzie Valenti

Mackenzie empezaba a sentir que con aquel tipo el uso de la fuerza no letal lo único que iba a conseguir era darle más tiempo para activar sus poderes y que todo Nueva York desapareciera del mapa. Antes de lo que le sucedió, antes de que su vida cambiara, ella creía en el karma, en la bondad de las personas y en la importancia de la vida humana. Aquella versión joven e inocente habría pensado que matar a Jared era cruel, que había que intentar salvarle la vida, que había que ayudarle. La Mackenzie actual sabía que Jared no era inocente y que su muerte no sería en vano. ¿Puede que hubiera una conspiración? Pues seguro que alguna había. ¿Puede que nadie le hiciera ni puto caso? Pues después de escucharle hablar un rato no le extrañaría lo más mínimo. Pero aquello no justificaba secuestrar aquel autobús y amenazar a toda una ciudad. La gente del autobús era inocente. Eran las víctimas. No Jared. Uno no elige ser víctima. Jared se había puesto voluntariamente en aquella situación. Si conseguían salvar a miles que los sesos de Jared acabaran adornando el asfalto no le quitaría el sueño. 

Si Vincent puede distraerle y yo logro acercarme a una distancia prudente, podría controlar el sistema de combustión interna del motor del autobús y llenar el vehículo de humo. Podemos convencerle de que fue un accidente, pero lo más probable es que esté tan nervioso que no se parará a pensárselo dos veces.

Había tantas cosas que podían salir mal cuando se trataba con pirados que lo cierto es que todo plan que idearan entrañaría sus riesgos y el tiempo empezaba a escasear.  

Hum... Bueno, si le tengo a la vista, puedo darle una descarga. Se quedará bastante manso. Enfatizaré una vez más lo de bastante

- Si Vincent pudiera dejarle fuera de combate evitaríamos el riesgo, pero si no lo consigue y sintiéndolo por Jared creo que el aturdimiento dejaría de ser una opción. Nadie le obligó a convertirse en un chico bomba y a secuestrar ese autobús. Se presentó voluntario. Los demás pasajeros del autobús, no. - No es que fuera un secreto, pero para Mackenzie la vida de su hermano era más valiosa que la de todos los habitantes de Nueva York juntos. No iba a permitir que aquel pirado le hiciera el más mínimo daño. - Además, estamos dando por supuesto que no va armado. Si quieres secuestrar un autobús y poner a los pasajeros bajo control con rapidez ¿bastaría con que dijeras que tienes el poder de inmolarte? ¿Y si alguien piensa que es un farol e intenta reducirte? ¿Y si se produce una estampida de pasajeros? Si yo fuera él, iría armado. No hay nada más eficaz para el control de masas que un cañón apuntándote a la cara. - 

Teniente, estoy seguro de que sus hombres están listos. Aguarde nuestra señal por si no podemos neutralizarle. ¿Quiere alguna palabra en clave? Le dejo elegir... Aunque sería una pena que no optase por "Stallone", dada la situación.

- Donde se ponga Schwarzenegger... Me extraña que Jared no lo haya acusado de asesinato... ¿Será posible que ese indocumentado no haya visto Comando...? - Mackenzie abrió muchos los ojos mirando a su hermano con una total incredulidad llena de humor y sarcasmo mal disimulado. Comando era probablemente una de las peores películas que había visto en su vida, aunque sabía que a Vincent le encantaba. 

Eh, Lauryn. Necesito una foto de Jared. No le he visto la jeta y no querría freírle el cerebro a ningún rehén por error. Sería divertido. Desde un punto de vista macabro, vale; pero acabaría con mi carrera profesional. Y luego está mi hermana, que se estaría partiendo de risa el resto de mi miserable vida. Y tú no quieres eso, ¿verdad?

- Supongo que sí. Tenemos un plan... Y no pienses que vas a ir solo... Sargento, si la descarga de Vincent fallara... Por lo que a mí respecta puede mandar a ese tipo al infierno... - Mackenzie se ajustó el chaleco antibalas, comprobó su pistola y miro a Umbridge con respeto. - Cuando tú digas, compañera... -

Notas de juego

Dado que el plan es hacerle salir del autobús con el humo y que Vincent le lance una descarga dejo estar el pirateo del móvil. ¿Cuánto tiempo tardaría en concentrarse para explotar y dispersar la radiación si algo se torciera? En una valoración aproximada...xD

Cargando editor
20/10/2021, 11:43
Ken Swailes

El teniente Swailes asintió con una sonrisilla orgullosa en su boca cuando Mackenzie dijo que si la descarga de Vincent fallara podían pegarle un tiro en la cabeza.

-Empezamos a entendernos, inspectora Valenti. - Al cabrón se le habían iluminado incluso los ojillos como si fueran luces de Navidad. -Avisaré a mi mejor tirador de que esté atento. Si la descarga falla, la bala no lo hará.

Antes de ir a avisar por la radio a su tirador, que probablemente estuviera en la azotea de uno de los edificios cercanos con la linea más directa posible a la puerta de entrada del autobús, Swailes miró a Vincent y éste percibió algo en sus ojos. Estaba seguro que el teniente Kew Swailes era también un fan de las películas de acción de Stallone, seguramente la primera vez que vio Rambo empezó a forjar ese carácter tan jodidamente siniestro y belicoso.

-Usted diga Stallone si falla la descarga, y tírese al suelo.

Cargando editor
20/10/2021, 11:44
Lauryn Pritchard

La teniente Lauryn Pritchard rebuscó en el dossier que le habían facilitado con la información sobre Jared y extrajo un fotografía del sujeto para mostrársela a los agentes. Jared era bastante distinto a como se lo habían imaginado. No aparentaba más de treinta años, tenía el pelo castaño y bien peinado, una sonrisa alegre y unos ojos claros despiertos y vivaces. Incluso se podía decir que era bien parecido, atractivo y sin mostrar, al menos en esa foto, el tipo de locura por la que ahora estaban allí todos alegremente reunidos.

-Memorícelo bien, por favor. No sería divertido cargarse a un rehén por error con doscientos testigos grabándolo todo con sus móviles y con la prensa apuntando con sus cámaras. - Pritchard estaba seria, no bromeaba.

Cargando editor
20/10/2021, 11:45
Vincent Valenti

Hubo un instante, un pequeño, quizás engañoso, pero intenso instante en el que tuve la sincera sensación de que el Teniente Swailes me sonreía con aquellos brillantes orbes negros como la brea que tenía por ojos. Fue en ese momento cuando lo supe.

Él también sabía lo que representaba John Rambo como icono generacional y epítome de la masculinidad en el celuloide.

Lejos de acojonarme al comprobar que tenía algo que, aunque remoto, me conectaba de alguna forma con aquel poli más duro que un muro de granito, asentí a Swailes pleno de confianza y me marqué un one liner para el recuerdo en lo que podríamos considerar un intento de establecer una mínima complicidad con aquel marine.

-¿Ha visto a un cojo tirarse al suelo adrede en prime time? Parece un muñeco. No le concederé ese gusto, Teniente-, dije con mi sonrisa canalla marca de la casa. -Hoy no va a morir nadie-.

Ojalá no me equivocase.

Miré a mi protectora hermana y a Umbridge, a la que por insólito que resultase, parecía haberle dado el tembleque.

-Adele, fríe ese carburador, nena. Hermana, mira cómo se navega por las aguas de la locura...

* * * * *

Sostuve la foto de Jared mientras sostenía el teléfono. Cabronazo. En otro tiempo, en otra situación, igual hasta habríamos sido buenos colegas. Y ahora tenía que salvarle la vida al muy mamón y a los infelices de sus rehenes. Había que joderse... Inspiré varias veces, me puse algo de música mientras pensaba mi estrategia y, al final, tuve que aguantarme la risa con disimulo del show tan exageradamente hilarante que pensaba montar. Y es que en las sabias palabras de Sun Tzu, "si no puedes vencer a tu enemigo, confúndele".

Quizás lo dijo Confucio y me estoy quedando con vosotros.

Fuera como sea, era la hora de la verdad.

Cuando los violines amainaron su entrada, pausé mi intervalo de inspiración musical y marqué.

-¿Jared? ¿Jared? Eh, colega, soy yo, Vinnie. ¿Me oyes? ¡Me cago en...! ¡Jared! ¿¡Me oyes, macho!? ¡Ah! ¡Ahí estás! Tengo buenas noticias, tío. En estos momentos están deteniendo a Nicholas "Déficit Capilar" Cage. Ahora mismo están registrando la casa de ese jodido fantasma y hasta le van a incautar su moto de Ghost Rider por causar daños al ecosistema. ¿Te lo puedes creer? ¡El hijoputa usaba filtros no homologados! Joder, tío, creo que se le ha caído el peluquín cuando le ha placado la UPR. También han detenido a Kristen Stewart y le han dicho que devuelva todos sus premios Razzies. Esos premios son demasiado buenos para ella. También hemos hablado con el Secretario General Koffi Annam Jr. y nos ha jurado que hará un comunicado oficial desde la sede de la ONU para prohibir los alimentos con glutamato y la fluorización de los líquidos. Y no te lo pierdas, colega... ¡Tendrás tu propio helicóptero para asistir a la sede aquí, en Nueva York! Aunque eso sí, tengo que comentarte que hemos tenido un problemilla de última hora...

Alcé la mano e hice la señal a Umbridge para que empezara la función mientras miraba la foto de Jared una última vez y sacaba a relucir mi mala leche congénita.

-...Tío, el puto Justin Bieber... Justo cuando hemos ido a trincarle se ha escapado diciendo que sabía que era cosa tuya. Ha llegado a decir tu nombre, Jared. Que os conocíais de antes. Joder, tío, te juro que nunca me había acojonado tanto ese palurdo. He visto las imágenes y... Joder, qué movida. ¡Pensaba que era un babyface! Ha puesto una auténtica cara de malote y... Espera, espera, ¿estás sentado? Apóyate en algo, macho. Vas a flipar. ¿Ya? Resulta... ¡¡¡Que el puto Justin Bieber tiene putos poderes mutantes!!! ¡Alucina! ¡Se ha librado de mis compañeros de la unidad táctica como si fuese Jet Li en esteroides! ¡Aquello parecía una jodida película de artes marciales con los fotogramas a 1,5 de velocidad! ¡Qué torbellino de hostiazos! 

Menuda manera de aguantar la compostura, cojones. A esto lo llamaba yo ser "profesional". ¿Quieres abrir la puerta a lo impredecible, Jared Whitten? Ven a mí, mamón. ¡Soy tu jodida Navidad!

Empecé a acercarme al autobús sorteando a la marabunta de gente, evitando mirar a mi hermana. Si lo hacía, iba a estallar en una risa histérica.

-Colega, estoy seriamente preocupado por ti. No me habías dicho que tenías una relación tan intensa con él. Joder, creía que estábamos juntos en esto, Jared. Me estoy dejando el culo por ti, evitando que abran fuego estos jodidos nazis antimutantes.  Lo sabes, coño. Lo sabes, ¿y me ocultas esta información? ¿En serio? ¿Me escondes que estás jodidamente cabreado con Justin Bieber porque no te firmó su último disco? ¿Y si al hijo puta de Bieber le da por venir aquí, eh? ¿Has pensado en eso cuando me has dicho que querías que lo detuviesen? No puedes imaginarte cómo se movía de rápido... Y ya sabes, vive relativamente cerca de aquí...

Dejé caer la semilla del caos confiando en que la confusión sería mayúscula en la trastornada mente de Jared. Eso le haría más sugestionable y mucho más proclive a rendirse.

Gasea a este cabronazo, Umbridge...

Notas de juego

Let's go!!!

Cargando editor
20/10/2021, 11:49
Umbridge

Vio la señal de Vincent. La habían pactado previamente y había estado esperando el momento preciso para empezar a poner en marcha el plan. A Umbridge le recordó a aquel capítulo viejo de Los Simpsons que su marido se empeñaba en ver en bucle, aquel en el que el Señor Burns se pone a hacerle señas a Homer durante un partido de Baseball y el segundo no se entera de nada.

Suspiró.

Debía concentrarse en el olor de la gasolina. No era difícil crear fuego, pero resultaba mucho más sencillo cuando había una fuente inflamable a mano. Lo difícil venía después. Un olor a quemado inundó los pulmones y tuvo que contenerse, seguir visualizando el motor y el depósito del autobús. El fuego había empezado y necesitaría toda su fuerza de voluntad para mantenerlo a raya. Solo necesitaba humo. 

Ya está. Ahora solo debo mantenerlo a raya, pero lo más difícil está hecho.

Cuando volvió a abrir los ojos, sintió cómo una lágrima le resbalaba por la mejilla. Se aseguró de que nadie la veía antes de limpiársela con la manga de la chaqueta.

Notas de juego

Tirada: 1d6
Modificador: (+2)
Motivo: Proyectar fuego
Sistema: ND
Dificultad: 3+
Resultado: 5(+2)=7 (Exito) [5]


Tirada: 1d6
Modificador: (+2)
Motivo: Controlar el fuego
Sistema: ND
Dificultad: 3+
Resultado: 6(+2)=8 (Exito) [6]

Cargando editor
20/10/2021, 11:49
Mackenzie Valenti

Mackenzie observó la cara de Jared y sintió una punzada de pena por aquel joven de mirada alegre. No era lo que esperaba. Suponía que el tío sería el típico pirado con la sombra de las drogas y de la locura asomando a unos ojos perturbados. Aunque lo cierto es que aquello era irrelevante. El chico había llegado demasiado lejos. Había cruzado una línea que la joven empezaba a sospechar que lo había colocado en un callejón sin salida.

¿Ha visto a un cojo tirarse al suelo adrede en prime time? Parece un muñeco. No le concederé ese gusto, Teniente.

Mackenzie puso los ojos en blanco ante la afirmación de su hermano. - No se preocupe, Teniente. No hará falta que mi hermano ponga en peligro su amor propio en aras del éxito de la misión. - Mackenzie le guiñó un ojo a Vincent - Querido, espero que estés preparado para ser placado por unos 70 kilos de puro músculo...- 

Con agilidad saltó de la furgoneta mientras escuchaba a su hermano contarle un rollo absolutamente alucinógeno al secuestrador y con la pistola en su mano le hizo un gesto afirmativo. ¿De dónde narices sacaba aquella labia capaz de convencer a las ovejas de su capacidad para volar? 

Mackenzie avanzaba levemente adelantada a su hermano con la pistola a punto para disparar y dispuesta a cubrirle con su cuerpo si fuera necesario. Notaba el sudor resbalar lentamente por su espalda, mientras rezaba para que Jared entrara en razón antes de que aquella locura acabara por desmadrarse definitivamente. 

Cargando editor
20/10/2021, 11:49
Director

El grupo de agentes de la UDIM, habían estado planeando minuciosa y cuidadosamente cómo proceder a continuación. Sabían que lo que tenían entre manos era muy delicado. Aquel tipo no sólo podía causar una explosión de una magnitud que desconocían, sino que además podía liberar radiactividad y convertir el centro de Manhattan en la peor catástrofe nuclear desde Chernóbil. Pero ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Y eso fue lo que Vincent tenía en su cabeza.

Jared respondió al teléfono cuando, vencido aproximadamente un cuarto de hora del tiempo acordado, Vincent le llamó para comunicarle las novedades. Las novedades eran, por supuesto, una sarta de mentiras y embustes que el negociador se fue sacando de la manga conforme iba hablando para tratar de confundir a Whitten, y vaya si lo consiguió.

-¿Vinnie? Sí, sí, te oigo. Te oigo, te oigo. ¿Ya... ya has conseguido lo que pedí? - Vincent se hubiera endeudado hasta las patillas sólo por ver la cara que se le debía estar formando a Jared conforme las patrañas iban saliendo por su boca con total convicción. -¿En... en serio, tío? ¿Lo han detenido? ¿Qué? ¿La ONU ha accedido? B-bien, tío. Ya era hora. ¿En serio? ¿En helicóptero?

Jared iba contestando a lo que Vincent le iba diciendo en los escasos huecos que el negociador iba dejando hábilmente para que no pudiera interrumpir su verborrea. A Whitten le debía estar costando procesar toda aquella información, pero enseguida llegó la bomba definitiva que tenía por misión dejarle completamente anonadado.

-¿Qué? Vinnie, pero yo no... Yo... ¿Beaver?... P-pero oye... Si yo no... ¿Poderes?... ¿Qué? N-no, tío, te juro que... Vinnie, yo no...

Las palabras, que ya de por si salían a trompicones en la boca tartamudeante de Jared Whitten, apenas encontraban espacio para tomar su forma. En parte gracias a la habilidad de Vincent para el manejo de la locuacidad y la gran labia que de la que hacía gala el agente negociador. No en vano, aunque podría contar a sus nietos que la de Jared Fukushima Whitten había sido la más delicada de sus intervenciones, su hoja de servicios contaba con varias situaciones con rehenes saldadas de manera exitosa. Aunque si le preguntaban a su hermana podría asegurar que la verbosidad de Vincent era congénita.

Pero mientras Vincent le daba a la sin hueso para dejar estupefacto a Jared, los agentes de la UDIM salían al exterior del centro de mando y tomaban posiciones para hacerse cargo de la situación. A su espalda, los policías de azul mantenían a raya a las decenas de curiosos que se agolpaban, móvil en mano, para contemplar la escena e inmortalizarla en YouTube, inconscientes del peligro que aquello suponía. En algún lugar remoto entre las azoteas de los edificios debía encontrarse el tirador de Swailes. Frente a ellos, el autobús donde los rehenes y Jared se encontraban daba una sensación de falsa tranquilidad. Aunque Vincent tenía el foco y la atención, era Umbridge quien afrontaba la parte más delicada de la misión. Adele se concentró hasta que sintió la gasolina. No le costó mucho crear la llama, pero inmediatamente tenía que controlar el fuego para no provocar una tragedia peor que la de Jared. A fin de cuentas, la gasolina era casi igual de inestable que aquel tipo. El humo empezó a tomar forma, y Umbridge logró dirigirlo hacia el interior del autobús.

Vinnie logró escuchar algunas toses de fondo mientras Jared trataba de justificarse tras su perorata. Alguien, de fondo, exclamó que había humo en el autobús y entonces Jared se percató de su presencia dentro del autobús.

-¡Coño! ¿Q-qué has hecho, Vinnie? Es... es cosa t-tuya, ¿v-verdad? N-no... - Vincent empezó a escuchar que se formaba barullo entre los pasajeros secuestrados. -Mentiroso, hijo de puta. ¡No! ¡Quietos todos! ¡Que nadie se mueva, joder! ¡Quieto, maldita sea! ¡cof, cof! Sal de ahí. Cof, cof, cof. Hijo de puta. Vais a morir todos, cabrones. Cof, cof, cof. ¡No abras la puerta o reviento! ¡Te juro que reviento! ¡Cof, cof, cof!

Ignorando las órdenes de Whitten, alguien abrió la puerta y una columna de humo salió desde el interior seguida por varios rehenes que escapaban a trompicones con la cabeza agachada y tapándose la cara para poder respirar. La comunicación con Whitten se cortó, y en el autobús se hizo el silencio.

Un angustioso y largo silencio.

Cargando editor
20/10/2021, 11:53
Vincent Valenti

La adrenalina se me había disparado. Lo supe un rato antes de que Jared colgara en mitad de la confusión. Ahora era una cuestión de reflejos y suerte. Mucha suerte.

La puerta del bus estaba abierta y del interior brotaba un denso y negruzco humo. Los rehenes a los que vi salir por patas de aquella ratonera tenían los ojos inyectados en sangre del esfuerzo que implicaba tragar y toser aquella humareda que había espolvoreado Umbridge con su piromanía cool. Si Jared no salía de allí iba a asfixiarse, estaba totalmente seguro de aquello. Seguía siendo un peligro y aún estaba lejos del K.O. pero estaba convencido de que el muy idiota estaba tan nervioso que difícilmente comprendería las implicaciones de sus poderes de destrucción masiva. Es más, tenía serias dudas de que pudiese quitarse la vida. Y con todo, el cabronazo había congregado todo un circo mediático y policial a su alrededor al secuestrar aquel autobús.

Soy un hombre de palabra. Y si recordáis, dije que esa mañana no iba a morir nadie. Y joder que si iba a cumplir lo que le dije hacía unos minutos a Swailes.

Sonreí para mí mismo, creo que en un reflejo inconsciente de que, en mi interior, sabía a la perfección que estaba haciendo una de las mayores locuras de mi vida. Pero ya sabéis... Aún era el puto Cincinnatti Kid, mirando a la adversidad a la cara con un farol en la mano. Me iba la marcha, lo confieso. Y no podía dejar pasar la oportunidad de resolver aquello como trataba de vivir mi vida desde que salí del orfanato.

A la heroica.

Solo que esta vez, a diferencia de cuando el puto ruso me metió un balazo en la rodilla, tenía una calculadora en el cerebro que resolvía situaciones de riesgo a velocidad de vértigo a la Midnighter y no necesitaba una pistola de rayos para freírle el coco a un capullo. Y no la necesitaba, joder, porque yo era el jodido arma. Como Danny Rand, más conocido como Puño de Hierro, pero sin Chi, sin K'un Lun y sin puñetazos de fuego.

Vale, eso último ha sonado deprimente, pero eh, no soy yo el que ha salido de un cómic ni soy el secundario de un armario empotrado oriundo de Harlem y cuyo apellido -¡CAGE!- es una sutil crítica a la brutalidad policial que en este país sufren los afroamericanos.

Me giré hacia la chistosa de mi hermanita, toda una one-grrrl-army.

-Eh, 75 kilos de puro músculo...-, dije mirando con mala leche a mi hermana. -Ups... Creo que igual me he colado, pero al final te has girado... ¡Pringada! ¡Ja! Eh, nena. Entro por la puerta principal. Tú entra por la otra. En el interior nuestro colega Swailes no puede cubrirnos el culo. Estamos tú y yo, Kenzie. Tú... Y yo. ¿Quieres que hagamos la Sinuosa de Oklahoma?

Primicia: No existía la Sinuosa de Oklahoma. Lo sé. Os he decepcionado. Pero es que me gusta inventarme nombres absurdos para maniobras supuestamente ensayadas estilo hermana-hermano en momentos inapropiados. Como este.

Sonreí a Kenzie. No se me pasó por la cabeza que igual era la última vez. Así era yo. Solo vivía el presente.

-Siempre he querido emular a Robert Mitchum en aquella peli que me regalaste... Yakuza. ¿Recuerdas cuando entra disparando a diestra y siniestra en la oficina de su colega Tanner después de haber sido traicionado por este?-. Extendí los índices y los pulgares. -It's showtime!

Y allá que entré en el bus, listo para emular al Emperador Palpatine cuando le metía la descarga a Lord Vader en el Retorno del Jedi por mancillar la férrea disciplina imperial.

Sólo esperaba que Jared no tuviese la armadura molona de Vader o estábamos muy jodidos.

-¡JAAAAAAAAAAAREEEEEEEED! ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAREEEEEEEEEEED!

¿He dicho ya que se me había disparado la adrenalina?

Notas de juego

Activo Cálculo de Amenazas y preparo la Descarga Psiónica...

ALL IN ;D

Cargando editor
20/10/2021, 11:54
Mackenzie Valenti

Mackenzie siempre había apreciado el don que tenía su hermano para la teatralidad. De hecho estaba convencida de que Vincent estaba a un accidente de laboratorio de convertirse en estrella de cine. Pero en lugar de estar paseando por alfombras rojas, bebiendo agua extraída de un glaciar o comiendo caviar ruso estaba a punto de meterse en la boca del lobo. Todo ello con una sonrisa en los labios. A veces Mackenzie no sabía si besar o matar a su hermano. Miró a Vincent con una ceja levantada.

- En este caso creo que sería más productiva la Envolvente de Arizona... Ni de coña vas a separarte de mí.- Joder, no quería que su hermano entrara en ese jodido autobús, pero no podían permitirse que Jared consiguiera tranquilizarse lo suficiente para explotar... - Me encantó esa peli... ¿No irás a cortarte un dedo? - La joven intentaba ocultarlo entre bromas, pero estaba nerviosa. - Vincent, en cuanto le veas dispara o lo haré yo... Mierda... Odio el transporte público... - expresó entre dientes antes de adentrarse en el autobús lleno de humo junto a su hermano. 

Cargando editor
20/10/2021, 11:55
Director

Un arrebato hollywoodiense llevó a Vincent a lanzarse a la carrera hacia el autobús, con intención de entrar en él y lanzar a Jared una descarga psiónica que lo dejara fuera de combate de una vez por todas. Aquella película había durado más de lo que todas aquellas buenas gentes deseaban y era hora de darle un final, y Vincent decidió darle un final épico. Al estilo de las películas de los años 90. Claro que en aquellas películas no se tenían en cuenta los daños colaterales ni las víctimas inocentes que se podían causar. Pero joder, sería épico de cojones. Mckenzie, por supuesto, no pensaba dejar solo al botarate de su hermano, y se colocó junto a él, dispuesta a seguirlo hasta el interior del autobús humeante y abrir fuego si Vinnie erraba el tiro con su poder. A aquella escena solo le faltaba la música gloriosa de Michael Kamen. Probablemente, tras aquello, a nadie se le ocurriría volver a mencionar a Stallone en su presencia en medio de una situación similar.

Pero algo detuvo a Vincent en seco. Y no fue el hecho de darse cuenta de que si entraban en el autobús no podría realizar su descarga, o disparar su hermana el arma de fuego, sin la certeza de no herir a alguno de los rehenes que aún quedaban dentro, sino que sintió que el peligro se acercaba a ellos. Como si contara con el sentido arácnido de Peter Parker, a Vincent era muy difícil sorprenderlo. Especialmente cuando un peligro iba a su encuentro. Y algo zumbó en su cabeza y le advirtió de lo que iba a pasar a continuación.

Un par de pasajeros más huyeron despavoridos a través de la puerta abierta del autobús, por la que todavía salía la columna de humo que Umbridge estaba manejando unos pasos por detrás de los hermanos Valenti. El humo, entonces, hizo un extraño. Se formo una gruesa voluta en la puerta del autobús que giró sobre si misma en una especie de espiral que se separó en dos cuando una inquietante figura la atravesó por el medio. A Vincent no le hizo falta la foto para reconocer que aquella figura era Jared Whitten. Una extraña nube de energía crepitante le rodeaba, su cuerpo se sacudía amenazante mientras Jared avanzaba con los puños cerrados temblorosos de ira hacía él. Parecía un puto super Saiyan. A excepción de eso, su aspecto se asemejaba al de una versión bastante desmejorada de su fotografía, luciendo el pelo largo, un rostro notablemente más pálido que cargaba unas tremendas ojeras y un mostacho desaliñado. Pero lo que llamaba poderosamente más la atención eran los ojos de Jared, que emitían una intensa luz que no auguraba nada bueno.

Vincent sintió lo que pasaría después. La piel de Whitten empezaría a cuartearse como la tierra de un río tras una larga sequía, y entre las grietas formadas asomaría esa misma luz. Una luz que se haría cada vez más intensa hasta colapsar y provocar una poderosa explosión que arrasaría con todos los allí presentes. Y eso ocurriría en los próximos segundos. Vincent apenas tenía tiempo de reacción.

Notas de juego

Te quito un punto de Cálculo de amenazas para mantenerla activa.

Cargando editor
20/10/2021, 11:58
Vincent Valenti

Al ver bajar a Jared del autobús al más puro estilo Son Gohanda Unleashed, mi imperturbable sarcasmo me jugó una mala pasada y noté que decía en voz alta a mi hermana un comentario que, para bien o para mal, quedaría para la posteridad.

-Oh, mierda... Es la versión redneck del Doctor Manhattan...-.

Todo parecía ir en slow motion. Hasta la brisa agitando el espantoso mostacho de Jared. La estampa, vista desde fuera, debía recordar a un remake postapocalíptico de Duelo al Sol. Sólo faltaba la canción de la cajita de música como temporizador para la gran explosión. Y es que, antes de que pasara, vi con perfecta claridad el hongo nuclear elevándose entre los rascacielos de Nueva York, devorando la Gran Manzana en una esfera de luz cegadora, fuego y pura destrucción sin darme tiempo de abrazarme por última vez a mi hermana. Sería una muerte muy rápida y con cobertura en los noticiarios de todo el mundo. La muerte de una auténtica estrella del Rock n' Roll.

Pero os estoy vacilando, porque durante mi carrera al autobús -nótese la ironía, pues la cojera me impide registrar tiempos dignos de mención en cualquier prueba que implique una respetable velocidad de crucero-, ya había pensado qué decirle a Jared antes de soltarle mi único y singular táser dactilar.

-¡Esto de parte de John Rambo y el Coronel Truman, mamón! ¡SUELTA UN POCO DE VAPOR, JAREEEED!-.

Solté mi descarga psiónica en nombre de la Justicia.

¿He mencionado que le apunté a los cojones?

Notas de juego

Tirada: 1d6
Modificador: (+3)
Motivo: Descarga callejera
Sistema: ND
Resultado: 1(+3)=4 [1]

Daño";s:7:"sistema";s:2:"ND";s:9:"resultado";s:20:"3(+3)=6 [3]";}

Cargando editor
20/10/2021, 11:59
Director

El cerebro mejorado de Vincent Valenti produjo un pulso psiónico apenas perceptible para el ojo humano y directamente dirigido al cerebro de Jared Whitten. La misma energía que algunos podían utilizar para mover objetos con la mente, Vincent la podía usar de manera concentrada para producir una potente descarga capaz de provocar una contusión traumática en el cerebro.

Y así fue como ocurrió. La onda de energía eléctrica emitida por el cerebro de Vincent golpeó la cabeza de Jared y cortocircuitó sus ondas cerebrales, produciéndole un intenso dolor que le hizo lanzar un alarido y llevarse las manos a la cabeza. Inmediatamente, la energía que crecía en el interior de Whitten se detuvo y desapareció sin producir ninguna explosión, tal y como Umbridge había predicho cuando les transmitió sus conocimientos sobre los poderes de Whitten. Explotar de aquella manera requería de mantener la concentración, y la descarga psiónica de Vincent lo había desbaratado, por fortuna. 

Whitten cayó al suelo de espaldas y se retorció de dolor con las manos frotándose la cabeza inútilmente como si pudiera lograr paliar el dolor de ese modo.Pero Vincent sabía por experiencia que no lograría nada con aquello, su cerebro estaba dañado, y aunque no de manera irreparable, pasaría unos cuantos días con unas terribles migrañas.

Notas de juego

Tirada: 1d6
Modificador:
Motivo: Atletismo
Sistema: ND
Dificultad: 4+
Resultado: 2 (Fracaso) [2]

Cargando editor
20/10/2021, 12:00
Vincent Valenti

Y Jared Whitten cayó entre terribles migrañas, soltando vapor metafísico en cada uno de sus quejumbrosos alaridos.

Frase final del editorial del New York Times de mañana, titulado "Héroe anónimo con una discapacidad del 33% salva la Gran Manzana de un Holocausto Nuclear. ¡La inclusión funciona!".

-Gracias Larry, es un honor estar aquí contigo esta noche. Sí, esto es un Corazón Púrpura. Mola, ¿eh? Te lo regalo. Tengo otro en la mesita de noche. Eso es, a mí me dieron dos-.

Hum... Un momento. ¿Larry King sigue vivo?

* * * * * *

Lo logré.

Joder. Lo logré.

Me quedé muy quieto en el sitio, sufriendo breves pero intensas alucinaciones sobre el éxito, la fama y mi ascenso meteórico a Hollywood. Jeff Bridges me daba un abrazo y varios cachetazos en la mejilla mientras me entregaba el Oscar a mejor rescate del siglo, felicitándome por mi gesta. Larry King me entrevistaba en su programa con su voz de niño nacido viejo diciendo "Welcome Vincent Valenti to the Washington-ton-Tonightah!". Incluso salía bailando en la entrada del programa de Ellen Degeneres. Pero al final supe que estaba soñando despierto porque el jodido Jeff Bridges, uno de mis ídolos cinematográficos, la había palmado hacía unos años, como también el legendario Larry. Y francamente, mi rodilla no estaba para aguantarle el ritmo a la Dancing Queen de Ellen. Y luego estaba el dato: no había Oscars para la categoría "Gestas policiales del año", lo cual era una mierda, si me preguntáis mi opinión.

Alucinaciones lisérgicas aparte, recuerdo también tener las manos extendidas hacia aquel mutante termonuclear que estaba lanzando chillidos de dolor en el suelo, retorciéndose en un escalofriante sufrimiento invisible. Así de chunga es una descarga psiónica a bocajarro. Con lo quebradiza que era la estabilidad mental de Jared, supe que podía haberle hecho daño de verdad, pero lo cierto es que le había salvado la vida. El pobre tarado jamás lo comprendería, estaba seguro; pero nadie, y repito, nadie, murió aquella mañana bajo nuestra guardia.

Aquello era una puta historia de acción épica y había salido bien. Acojonantemente bien. No me lo podía terminar de creer.

Relajé los músculos de la espalda, respiré aire a pleno pulmón, busqué con la mirada a mi hermana y sonreí mientras buscaba un cigarrillo en mi abrigo.

-Una mañana más en la UDIM, ¿eh, Kenzie? ¿Dónde está nuestra experta en anamorfología? Creo que vamos a tener que llamar a Central para solicitar algún vehículo especial para transportar a este tío, ¿no crees?-.

Inconscientemente, miré a mi alrededor buscando a Umbridge, a Lauryn y a Swailes. Habíamos salvado el día, pero no tenía claro cómo custodiar a Whitten el día de mañana. Presentía que ahora venía el momento de la burocracia.

Y juro que eso me horrorizaba más que una bomba nuclear.