Partida Rol por web

Cadena Alimentaria

El puñetero papeleo

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21/10/2021, 19:18
Mackenzie Valenti

- Pues a mí este sitio me ha gustado. Deberíamos repetir. Aunque es cierto que te hace falta una ducha, hermanito - Mackenzie respiró profundamente el aire nocturno con una sonrisa en la cara y se estiró como un gato. Había sido un día muy largo.  Demasiado. Aunque no le pasó por alto la referencia a la medicación de su compañera. Drogas legales. ¿Para qué las necesitaría? - Tengo que admitir que me ha encantado ver la cara de Wood cuando le has pedido un zumo. Deberíamos plantearnos visitar el registro de mutantes. Pestañeaba varias veces seguidas cuando nombraban a las víctimas... Supongo que estamos todos de acuerdo en que el tipo estaba bajo algún tipo de control mental. -

 Un rugido animal brotó de lo más profundo de su estómago para rasgar el aire nocturno mientras una fugaz imagen de la tarta de queso de esta mañana surcaba su mente - Joder, me muero de hambre. La puta tarta de queso nos ha gafado el día. Deberíamos pillar unos noodles de camino a casa. ¿Qué crees que pensaría Ryo si supiera que te comes los fideos con tenedor, pequeño saltamontes? - Mackenzie comenzó a dirigirse hacia el metro mientras le daba vueltas a todas las cosas que le encantaría zamparse antes de romper la cama. 

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21/10/2021, 19:19
Director

La noche caía sobre New York City cubriendo con su manto de penumbra la ciudad más poblada de Estados Unidos mientras las luces artificiales se encendían para dar respaldo a aquel sobrenombre que había acompañado al lugar durante buena parte de su historia: la ciudad que nunca duerme. Y en una ciudad que nunca duerme, el crimen tampoco duerme, y la noche se convierte en el escenario perfecto para quienes viven al lado opuesto de la ley. Aquella noche, mientras ellos volvían a sus casas tras un pequeño paso por el restaurante chino con mejores noodles de la ciudad, se cometerían decenas de crímenes, y buena parte de ellos involucrarían a individuos mejorados, tanto como víctimas como perpetradores. Pero aquello ya era trabajo para otro. Ellos habían cumplido, y con creces, su tarea en aquel día, incluyendo despachar con un ex-poli algo anticuado, una completa tarde rebuscando archivos de casos viejos y salvar la ciudad de que un perturbado la volara por los aires. Casi nada.

Pero a pesar del sueño que tenían y del cansancio que se acumulaba en sus cuerpos, lo cierto fue que aquella noche les costó dormirse a todos ellos. Las posibilidades del caso, los distintos hilos de que tirar, las conexiones con el caso antiguo del Atrófago... todo ello no paraba de dar vueltas en sus mentes.