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Cadena Alimentaria

El puñetero papeleo

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21/10/2021, 16:44
Director

El puñetero papeleo

Los tenientes Pritchard y Swailes acudieron con ellos a las oficinas de la UDIM para terminar de cerrar el caso. Pritchard solo tenía elogios para los tres agentes, y rememoraba la escena final del autobús dando ligeros golpes en el hombro de Vincent, a quien dirigía la mayor parte de las alabanzas y sonrisas. Por su parte, Ken Swailes se mantenía impertérrito, con el rostro serio y apenas les dirigió unas escuetas felicitaciones cuando se reunió de nuevo con ellos.

Cuando llegaron a la comisaria fueron recibidos con una sonora ovación por parte del resto de sus compañeros, incluso pudieron escuchar sonidos simiescos desde el fondo de la sala en una voz sospechosamente parecida a la de Ryo. Sabían que los agentes de la UDIM que se encontraban ociosos en aquella mañana, y eso incluía a un nutrido número de los que componían la unidad, habían estado pegados sin aliento a la pantalla viendo en el canal 6 de noticias como se desarrollaban los acontecimientos en la Novena. Y también sabían, porque en otras ocasiones ellos mismos habían estado entre el nutrido grupo de agentes ociosos, que cualquier llamada entrante a las oficinas durante ese tiempo había sido deliberadamente ignorada o atendida bajo la formula "Floristería Alice, ¿qué desea?".

Sin embargo, el ambiente festivo fue arruinado inmediatamente cuando la teniente Nina Edwards salió de su despacho y se dirigió a sus tres agentes echa un basilisco exigiendo una explicación por el numerito final en el autobús y recriminándoles no haber tenido más conocimiento en su actuación. Especialmente le molestaba que hubieran puesto en juego la vida de decenas de personas al intentar la maniobra con la que hicieron salir a Jared Whitten del autobús y en cómo Vincent le procuró una descarga psiónica mientras su hermana apuntaba al sujeto con varios rehenes saliendo despavoridos del interior del vehículo.

-Espero sus informes sobre mi mesa antes de que acabe el día. Bien redactados y sin faltas de ortografía, Valenti. - Bramó la teniente. -Y encárguense del interrogatorio.

Cuando la teniente Edwards desapareció de la oficina, un corrillo se formó alrededor de las mesas de los tres agentes para exigir saber los detalles del caso que no habían trascendido en las noticias. Les trajeron algo de tarta del admirador secreto de Mackenzie que todavía quedaba y se produjo una animada charla. Entre tanto, Jared Whitten era trasladado a las instalaciones de detención de la UDIM y pasaba a ocupar una celda especial para los sujetos de su tipo, reforzada para soportar la autodetonación y forrada de plomo para contener la contaminación por radiación. Un médico de la unidad se encargaría de él antes de que pudieran interrogarlo, un honor que tanto Swailes como Pritchard les habían cedido, pues consideraban que se lo habían ganado con la heroica actuación de los tres agentes.

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21/10/2021, 16:44
Dra. Alexa Davis

Un par de horas después, la Doctora Alexa Davis, médico de la UDIM, les avisó de que ya podían visitar a Whitten. Antes de que se pusieran manos a la obra, informó a los agentes de su estado de salud.

-He podido realizar un breve examen médico a Jared. - Les explicó. -Queda claro que sufre varios trastornos graves entre los que se encuentra la esquizofrenia. Por fortuna, la descarga psiónica que le han inducido en su cerebro no le dejará mayores secuelas. - Dijo lanzando una mirada de soslayo hacia Vincent, no muy contenta con cómo habían detenido al sujeto.

-Se ha mostrado muy colaborativo y cooperador, toma voluntariamente los medicamentos antipsicóticos que le he recetado y, aunque todavía está lejos de su completa recuperación, se encuentro mucho más lúcido que cuando llego. También me ha proporcionado el nombre de la doctora de la clínica gratuita que le suministra sus recetas, la doctora Jillian Wortman.

Notas de juego

Podéis preguntarle lo que consideréis.

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21/10/2021, 16:45
Director

Algo llamó poderosamente la atención de Umbridge en las palabras de la doctora Davis. Hasta donde ella conocía, de sus estudios de anamorfología, los poderes de Whitten mostraban una correlación directa en el diagrama de Quade con la depresión, pero no con la esquizofrenia, que de hecho estaba bastante alejada de esos poderes en el diagrama.

Notas de juego

Esta información la obtienes por Anamorfología.

Diagrama de Quade: Esquizofrenia casilla F00; Depresión casilla C02.

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21/10/2021, 16:45
Umbridge

Umbridge se sintió aliviada cuando Nina entró como un torrente para escupirles cuatro verdades. Su aura de bulldog enfurecido tenía un efecto calmante en la comisaría, cosa que ella agradecía porque detestaba ser el centro de atención. Tampoco le importó que los gemelos Valenti acaparasen los elogios.

* * *

Se quedó pensativa al escuchar las palabras de la doctora Davis y la detuvo cuando estaba a punto de dejarles paso al interrogatorio. Había algo que no cuadraba.

Disculpe, doctora, ¿ha dicho "esquizofrenia"? Eso no cuadra con lo establecido en el Diagrama de Quade. ¿Podría haber sido inducida?

Notas de juego

¿Podría gastar puntos en Química para averiguar más cosas sobre medicamentos que induzcan la esquizofrenia?

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21/10/2021, 16:45
Dra. Alexa Davis

-Podría ser. - Respondió la doctora. -Pero los análisis que aparecen en su historial médico están bastante limpios. Es cierto que se trata de una progresión inusual, y su historial médico, tal y como lo suministra la Doctora Wortman, sugiere que la depresión es su condición subyacente, y parece que el inicio de la esquizofrenia es un desarrollo relativamente reciente. - Explicó la doctora.

-De todos modos, inspectora, la psicología anamorfológica todavía está en pañales, por lo que es difícil decir lo que significa.

Notas de juego

No te hace falta el gasto, puedes saber que hay ciertas sustancias psicotrópicas que pueden provocar que se desarrolle esquizofrenia en pacientes predispuestos genéticamente a padecerla.

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21/10/2021, 16:46
Vincent Valenti

Reconozco que el incidente con Jared Whitten tuvo un resultado cojonudo y espectacular, digno de ser el argumento de Die Hard 6: Terror en la Novena. Podría haber salido francamente mal, pero eh, estábamos Adele, Kenzie y yo para salvar el día. Y lo hicimos.

0 Bajas. Take that, honey!

Lauryn estuvo cercana y afable, tal y como la recordaba, a pesar de que cuando la volví a ver esa mañana creía que había sido aplastada bajo el peso de la burocracia, mal endémico del que la Policía en esta ciudad estaba muy lejos de librarse. Joder, hasta Swailes, el silencioso y pétreo Clint Eastwood negro, me dio la sensación de reconocer nuestra labor. Vale, era una posible y bastante conveniente interpretación de su mutismo, pero qué coño, ¡Tenía que estar impresionado!

En la Central nos recibieron con una de cal y otra de arena. Los compañeros, nuestros colegas, formaron una piña alrededor nuestra y su festejo fue cálido y revitalizador para mí. No iba a negarlo: me gustaba la gente. Mucho. Y, en cierto sentido, había salvado a esa panda de X-Men de transformarse en contadores Geiger con patas. Joder, estaba mal que yo lo dijese, pero habíamos logrado una jodida heroicidad aquella mañana, como me dijo el calvo de mi amigo Ryo.

Por desgracia, la Teniente Nina Edwards estaba muy lejos de ser el Profesor Xavier que nosotros merecíamos y no solo nos echó una bronca, ¡sino que me acusó de quebrantar las reglas de ortografía! ¡Sádica hija de puta...!

-Eh, Kenzie. ¿A qué ha venido eso? ¿Es que has dejado de hacer cuadernos de refuerzo en verano? ¡Mierda, nena! ¡Te dije que la ortografía es como un músculo! ¡Si dejas de ejercitarla, se pierde! ¿Y quiénes son los primeros en sufrir las consecuencias...?-. Chasqueé los dedos un par de veces de forma alambicada. -¡Tus informes! Daaaaaaamn!

Miré de soslayo a Ryo y en voz baja exterioricé lo mal que me sentaba que la Teniente no tuviese ni una palabra de alabanza para nosotros.

-Entre tú y yo, hermano. Necesita un polvazo. Y rápido-. Ofrecí la mano para un palmeo rápido seguido de un Amén.

Hora del papeleo. ¡Yupi!

* * * * * * * * * * * * * *

La miradita recriminadora de la doctora Alexa Davis al entrar en su consulta llegaba en un momento en el que mi acidez humorística estaba alcanzando nuevas cotas de creatividad.

-Qué consuelo... ¿Sabe, doctora? Cuando le descargué la ráfaga estaba pensando que igual, con algo de suerte, le formateaba el cerebro-, dije llevándome un cigarrillo a los labios. -Por cierto, sobre la mesa se valoraba ponerle un supositorio de plomo entre las cejas. Al final opté por una opción menos... ¿Cómo dicen ustedes...? Ah, sí. Una opción menos invasiva-.

Me hubiera gustado ver a la doctora en situación.

Me hubiera gustado mucho.

Estaba algo cabreado por la falta de reconocimiento del Alto Mando cuando Davis empezó a hablar de los trastornos de Jared y la conversación se tornó en una charla de anamorfología, especialidad en la que destacaba mi taciturna compañera Umbridge.

-Eh, alto, alto. Tiempo muerto-, pedí al estilo Phil Jackson. -¿Cómo que no cuadra, Umbridge? ¿Qué quieres decir? ¿Sugieres que le han inducido una esquizofrenia? Mierda... Eso puede hacerse, ¿no? Quiero decir... Los psiónicos, los de mi gremio, pueden llegar a un punto en el que pueden meterte trastornos en el coco, ¿verdad?-.

No estaba seguro, pero había escuchado algo de eso y en su momento flipé muy fuerte con los poderes de los llamados mentalistas. Era algo muy fuerte poder joderle literalmente la mente a alguien.

Miré a la doctora Davis y entorné los ojos.

-¿Ha dicho Wortham? ¿Jill Wortham? Hmmm... Voy a comprobar el registro de antecedentes. Clínica gratuita. Por Dios, ¿soy el único que sospecha de esas dos palabras unidas en la misma frase aquí en Estados Unidos?

Notas de juego

¿Qué tengo que gastar/tirar para investigar a la tal Jill Wortham? ¬¬ xDDDD

Umbridge, te he dado pase para expandir tus sospechas, sis ^^

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21/10/2021, 16:46
Mackenzie Valenti

A Mackenzie le daban igual los halagos y, siendo francos, le importaba una mierda lo que pudiera opinar la jefa Edwards. Lo único que verdaderamente le importaba es que habían logrado salvar muchas vidas. Aquella era la razón por la que se había hecho policía. Lo demás era solo humo. Habría sido un detalle que algún alma caritativa se hubiera ofrecido a ocuparse del papeleo, pero el camino del héroe es solitario, al menos en lo relativo al trabajo duro. 

 - Vinnie, esa mujer no sabe de lo que habla... ¡Los Valenti escribimos nuestro propio destino y lo hacemos con una ortografía casi perfecta! ¡Rápido! ¡Deletrea procrastinar! - le dijo Mackenzie con una sonrisa a su hermano en cuanto la mujer desapareció de su vista. Si había algún tipo de mensaje oculto en aquel desafío lanzado al abismo no podría determinarse con claridad, aunque Vincent parecía estar más por el peloteo que por el papeleo. Igual algo sí que había... 

******

A Mackenzie las palabras de Umbridge le provocaron una sensación de inquietud. No es que la joven fuera pesimista ni mucho menos, pero siempre esperaba lo peor de los demás. Había más personas de las que uno podía imaginar a simple vista que se guiaban por sus más bajos instintos, aunque conseguían disimularlo bastante bien. Si aquello fuera cierto sería terrible. Alguien habría manipulado a Jared Whitten para secuestrar el autobús. ¿Con qué objetivo? ¿Había logrado ya lo que quería o esto simplemente acababa de empezar? ¿Cuántos más había ahí fuera con poderes como los de Jared a los que poder manipular? La idea era terrorífica. Mackenzie aguardó la respuesta de su compañera pasando el peso de un pie al otro con incomodidad y por una vez rezó para que Jared Whitten tan solo fuera un pirado que había tomado la pastilla equivocada. 

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21/10/2021, 16:47
Umbridge

Si no tuviésemos este sistema de mierda, tal vez Jared no habría terminado acudiendo a una clínica gratuita y secuestrando un autobús —contestó frunciendo el ceño—. A ver qué podemos averiguar sobre la doctora Wortham. Aunque ella no haya tenido que ver, puede confirmar la información que le saquemos a Jared con el interrogatorio. ¿Quién sabe? Quizá todo el revuelo de esta mañana no sea más que la punta de un sórdido iceberg.

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21/10/2021, 16:47
Director

La doctora Davis no quiso meterse en la discusión sobre si la esquizofrenia podía estar inducida o ser una condición derivada de sus poderes. Simplemente se limitó a darles su informe y les señaló en él el contacto de la doctora Wortman y la clínica donde trabaja y les dejó para atender el resto de su trabajo y que ellos pudieran interrogar a Jared. Davis tampoco respondió a la argumentación que Vincent le había dado para justificar su proceder en aquella situación de máxima tensión, con riesgo nuclear incluido. Vincent tenía claro que no iba a convertirla a su club de fans.

La celda de Whitten, en el ala de seguridad especial de las instalaciones policiales de detención de la comisaría, estaba reforzada para soportar la autodetonación y forrada de plomo para evitar la contaminación por radiación. Además de eso, había otros elementos de seguridad adicionales, como un sistema de ventilación similar al de las centrales nucleares, una ventana de superplástico resistente a los impactos que permitía verle desde el exterior de la celda y la joya de la corona: el botón del sueño. La celda estaba conectada de manera que se podía llenar de gas en apenas unos segundos para dormir a Whitten al simple toque de un botón que controlaba un guardia que observaba desde una estación de vigilancia contigua.

Aunque todos ellos, como personal autorizado para interrogarle, tenían acceso al interior de la celda si así lo deseaban, también podrían hablar con él desde un área de observación contigua, que era a donde daba la ventana de superplástico. Allí había un sistema de micrófono y altavoz que permitía la comunicación con el interior de la celda.

El interrogatorio tenía un objetivo claro. Si bien no quedaba duda alguna al respecto de si Whitten cometió el crimen o no, quedaba la duda de si era capaz de diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto en el momento del incidente. Si era capaz, se le enviaría al área general carcelaria en el Correcional Kane. En caso contrario, sería encarcelado durante un tiempo indefinido en un centro psiquiátrico de alta seguridad, pero podría ser puesto en libertad cuando pareciera haberse recuperado de su enfermedad mental. Evidentemente, su abogado defensor trataría de demostrar que no era penalmente responsable, y le tocaba a la policía hacer la labor contraria y argumentar que estaba en posesión de sus facultades en aquel momento. Y eso era lo que la teniente Edwards esperaba de ellos en aquel interrogatorio.

Pero aquel tema de la esquizofrenia les había dado qué pensar.

Al llegar a la celda pudieron ver a Whitten sentado en el camastro que tenía a su disposición. Su rostro era la antítesis de la felicidad, pero todavía no conocían a nadie, cuerdo o no, que tuviera la visita a aquellas celdas como un viaje a Disneyworld. Y menos después de que casi te frieran el cerebro.

Notas de juego

No te hace falta gasto, después del interrogatorio puedes buscar información sobre la doctora Wortman.

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21/10/2021, 16:48
Vincent Valenti

A lo largo de mi estancia en la Policía de NYC he desarrollado cierta filia particular por el interrogatorio. Hablo de él como técnica, como arte. Como catarsis. Los policías a los que nos gusta este rollo desarrollamos rápido una pasión desmedida por sacarle la verdad al sospechoso, por verle derrumbado sobre la mesa confesando sus pecados de infancia. Es una emoción que, como policía, resulta muy potente y difícil de describir.

Hubo un tiempo en el que los interrogatorios demandaban policías rudos y violentos que acojonaran al personal. Funcionaban. Igualitos a la jodida Inquisición. El problema es que no puedes ir por ahí dando palizas en la sala de interrogatorio a la gente. Esto no es una puta novela de James Ellroy, ¿sabes? Y esto no es Los Ángeles en los 50. Es Nueva York en el siglo XXI. 

No soy un negociador ortodoxo, ya lo sabéis. Resulta que tampoco soy un interrogador ortodoxo. ¿Sorprendidos? Diría que no.

Mi flow es meterme en la mente del sospechoso y joderle vivo con preguntas comprometidas. Soy peor que aquellos cabronazos de los 50 en L.A. Mis golpes son invisibles y no dejan huella. No necesito que cantes como un pajarillo. Puedo abrir la jodida puerta del castillo de tu mente yo solito. Soy el Amo de Llaves.

Joder, qué bien ha quedado eso.

Pero eh, no todo mola. Como tengo un poder mental acojonante, solo puedo intervenir en casos particulares con orden judicial previa o los abogados nos comen vivos invocando la Declaración Universal de Derechos Humanos. Este caso diría que pide una jodida orden judicial, pero me voy a asegurar antes de hacer de las mías. 

No sé por qué, hace poco tuve un sueño que me hizo saltar de la cama como propulsado por un resorte. Y no, no hablo de esos sueños erotichungos que a veces tengo con mi hermana.

Soñaba que interrogaba a un cabrón llamado Marco y el picaporte de la puerta se rompía justo cuando entraba en ella. Vaya, que me quedaba encerrado con el sospechoso. Por suerte, Marco, un tipo que parecía ser VIP de McDonald's, estaba engrilletado a la mesa. Entonces todo empezaba a ir mal. Terriblemente mal. Mantenimiento no podía acudir en mi rescate hasta dentro de un rato -nadie precisó en tiempo, por cierto-. El aire acondicionado se averió también para contribuir a esa sensación de opresión que tenía toda la pesadilla y empecé a sudar como un tuareg por el desierto. Para colmo, al otro lado de la cristalera tenía a la Teniente Edwards y al calvo de Ryo hartándose de reír. Sí, supe que era un sueño porque la Teniente se partía de la risa. ¡Qué hijaputa!

El sueño llegó a su fin cuando sufrí un ataque histérico hasta el punto de que el sospechoso confesaba todo a gritos con tal de que le sacaran de allí, harto de escuchar mis continuos lamentos apocalípticos. Por un momento, me vanaglorié de haber logrado la confesión; pero mi triunfo se vio eclipsado cuando Ryo, ese cabrón, me comentó por el micro que los de mantenimiento tardarían aún un par de horas más. Desperté bañado en sudor y gritando "¡MARCO, VAMOS A MORIIIIIIIII*!".

Menuda pesadilla horrible, coño.

-Bueno, tengo una pregunta. Y es de las importantes: ¿Quién de vosotras dos tiene la orden judicial para que pueda leerle la mente a Jared "Geiger-Man" Whitten?-, pregunté a mis compañeras mientras me disponía a iniciar la conversación con Whitten.

Solo esperaba que no me hubiese cogido miedo. El hijoputa no lo sabía, pero de verdad que quise salvarle la vida a pesar de mi numerito a la Emperador Palpatine.

Notas de juego

He releído la escena y quiero preguntar si tenemos orden judicial dada la gravedad del asunto para interrogar a Whitten con mis dotes de lectura de pensamientos ;D

If yes, iniciamos el interrogatorio a lo grande.

If not, pues algo apañaremos ;)

Señor Narrador, no sea malvado y deme mi orden judicial xDDDDDDDDDDDDDDDD

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21/10/2021, 16:48
Umbridge

Umbridge suspiró. Pese a que sentía cierto desprecio por los que iban de "súper", los interrogatorios eran la peor parte de su trabajo. Su inquina era pasiva, no sentía deseos de vengarse. No quería convertirse en lo mismo que ellos: perdedores con afán de justiciero que sienten que el universo les debe algo. 

Una mueca de desagrado arrugó su rostro al ver cómo Vincent prácticamente se relamía ante la perspectiva de diseccionar psíquicamente a "Radiactivoman".

Jared Whitten. Ahí estaba, hecho una mierda. Umbridge supuso que sentir a Vincent hurgándote el cerebro debía resultarle devastador hasta al más pintado. Whitten sí que era un pobre diablo, pero no estaba tan segura de que hubiese actuado por motu propio. Era muy posible que alguien estuviese interesado en causar el caos en la Gran Manzana y Jared fuese el "detonante" perfecto.

Vamos, Whitten, ambos sabemos que no quieres a este sinvergüenza hurgando en tu cerebro. Solo queremos algo de información.

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21/10/2021, 16:49
Mackenzie Valenti

Mackenzie Valenti no tenía ningunas ganas de estar en la misma habitación que Jared Whitten. No es que el tipo no le diera cierta pena, pero que hubiera puesto en peligro a miles, tal vez millones de personas le hacía hervir la sangre y no estaba segura de poder evitar golpearle hasta la inconsciencia, por muy radiactivo que fuera el cabronazo. La locura no era una jodida carta blanca para cometer cualquier barbaridad y que estuviera justificada. No debería serlo... Así que la inspectora entró en el área de observación contigua y observó con dureza a Jared Whitten. - Hermanito, algo me dice que puedes esperar sentado esa orden... Aunque no se necesita una orden para una conversación amigable entre... - desde luego la palabra amigos se quedó atrancada en su garganta - mejorados... - Al menos no parecía que Umbridge la necesitara... 

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21/10/2021, 16:50
Director

Por experiencias anteriores,  sabían que una orden para utilizar leer mentes podría tardar un par de días. Los jueces no se daban mucha prisa si el sujeto ya estaba atado y a buen recaudo, y ciertamente tampoco había prisa para leer la mente de Whitten más allá de las ganas que tenían los jefes por cerrar el caso cuanto antes debido a la presión mediática que empezaba a llamar a sus puertas. La prensa no iba a dejar pasar una noticia como aquella, y algunos periodistas eran peores que un perro con un hueso: no dejarían de joder a la teniente Edwards hasta conseguir un buen filón para un titular sensacionalista. Y eso la tendría la mar de contenta, así que ya podían hacer un buen trabajo policial para evitarse miradas asesinas y morros largos. De todos modos, la jodida burocracia siempre ralentizaba las cosas. Aunque si los policías de la vieja escuela, antes de los poderes y toda esa historia, podían registrar una casa y pedir la orden después, nadie les quitaba a ellos el hacerlo del mismo modo. Sólo tendrían que evitar que les pillaran, cambiar algunas fechas en los informes, y poco más.

Mackenzie fue para la sala contigua a la celda de Whitten, y el resto la siguió para organizarse, desde allí podrían interactuar directamente con el detenido o mantenerse en un discreto segundo plano. Si mantenían la luz de dicha sala apagada, Whitten no les vería a través del cristal, percibiéndolo como un espejo, si por el contrario querían hablar con él desde la sala, podrían encender la luz para que Whitten sí pudiera verles.

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21/10/2021, 16:51
Vincent Valenti

Odio la burocracia.

En serio, la odio.

Si estuviese en una habitación encerrado con un tigre de Bengala, una cobra brasileña y un funcionario y solamente tuviese una pistola con dos balas en el cargador, no lo dudaría.

Dispararía al funcionario. Dos veces.

-Vale, nenas, no tenemos orden y si la pedimos es probable que nos llegue para cuando Jared Whitten haya engendrado a su descendencia termonuclear... Oh, Dios, es el nacimiento de la secta de los Hijos del Átomo, ¿no os dais cuenta?-, bromeé haciendo aspavientos y agarrando a Kenzie de las solapas de su chaqueta para que entrase en razón ante el advenimiento de un nuevo Holocausto Nuclear.

Esperad... ¿Había habido otro antes?

-Es igual. De todas formas, eso solo lo sabemos nosotros. Si hay que jugar la carta del mentalista, lo haré, no os quepa duda. En principio, vamos a hacerlo a la antigua usanza. Poli bueno, poli malo. Yo seré el malote, qué duda cabe. Visto de negro, llevo un bastón como si fuese un villano fugado de una peli de 007 y tengo poderes mentales...-.

Se hizo un silencio demasiado dramático y comprobé que las dos damas posaban sus ojos entornados en mi esbelta y apolínea figura.

-Vale, de acuerdo, que sea Afro-Adele esta vez. Que no se diga que no soy jugador de equipo, ¿eh? ¡Quiero que conste que me sacrifico por el bien de la investigación!-. Di una palmada en el hombro a mi compañera, -que para ser justos, tenía más aspecto de badass que yo-, y reprimí la necesidad de meter mi mano en el interior de aquella amalgama capilar que era su pelazo. Era un impulso de lo más natural cuando uno tenía ante sí semejante mata de pelo rizado.

-Hermana, espero que no vuelvas a darme un susto como aquella vez jugando con las lucecitas tras el espejo. ¡Aún te la guardo!-, dije señalando con dedo acusador a Kenzie.

-De acuerdo, Umbridge. Vamos allá. Necesitamos una señal por si quieres que inicie las hostilidades mentales. Una palabra clave o algo así que puedas soltar con total naturalidad y que me dé pie a entrar en acción. ¿Qué te parece "Mariachi"? ¡A ver si puedes meterla en una frase normal sin sonar forzada! ¡Te desafío! ¡Ja! Hum... ¿Eso que huelo es miedo? Teniente MacKenzie, anote en el cuaderno de bitácora... La marinera de primera Adele V. Umbridge pone ojos en blanco y rechaza el desafío lanzado por su compañero Vinnie Valenti. Traiciona a Inglaterra batiéndose en retirada. ¡Qué infamia! ¡La Reina tendrá noticias de esto!

Bromas aparte,  me preparé para volver a ver a mi colega Jared lamentando no haberme traído un póster de Stallone para pegárselo en la celda.

Abrí la puerta y dejé pasar a Umbridge primero. Ante todo, un gentleman.

-Jared Whitten...-, dije con un susurro intrigante quedándome en pie bajo la luz blanquecina de la sala. -...volvemos a encontrarnos-.

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21/10/2021, 16:51
Umbridge

Algo incómoda todavía por el histrionismo de Vincent, Umbridge luchó contra su instinto de contestar con un gruñido y se limitó a encogerse de hombros.

"Mariachi" no es una palabra que suela usar, por lo que es difícil que se me cuele por accidente. Adelante. De todas formas, intentaremos evitar a toda costa los trucos mentales con Whitten. No solo por lo poco ético que resulta, tampoco quiero tener problemas con Edwards. ¿Entendido?

Con un suspiro, se ajustó la chaqueta vaqueta para hacer algo con las manos. No era la primera vez que interrogaba a un sospechoso, pero tener a Nina encima amenazando con quitarle el único clavo ardiendo que la mantenía mínimamente cuerda era suficiente motivación para hacerla temblar como un flan.

Vamos allá.

Al entrar, se preguntó si Vincent se acordaría de los roles acordados y de si realmente se conformaría con ser el "poli bueno" sin causar un incidente.

Volvió a suspirar.

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21/10/2021, 16:52
Mackenzie Valenti

Mackenzie soportó estoicamente el zarandeo de su hermano poniendo los ojos en blanco y exagerando su movimiento corporal. - Hermano mío, ¿no has pensado que es posible que la radiación haya dejado seco de espermatozoides a nuestro amigo Jared? Deberías tener cuidado ahí dentro...- le dijo con  fingido tono melodramático. 

Mackenzie no tenía problema en observar desde la sala contigua. Dejaría la luz apagada para evitar ser observada y poder intervenir si la situación lo requería. Mientras tanto podría utilizar su portátil para buscar información sobre la doctora Wortman. Tal vez no fuera nada... pero merecía la pena asegurarse de que la mujer no escondía ningún esqueleto en el armario. Por así decirlo... 

- Yo prefiero no entrar, no estoy segura de no pegarle un puñetazo en plena cara a las primeras de cambio... Además, para estas cosas tres son multitud. ¡Dadle caña, chicos! - 

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21/10/2021, 16:52
Jared Whitten

Vincent y Umbridge entraron a la celda de seguridad donde Whitten esperaba mientras Mackenzie esperaba a oscuras en la sala contigua, observando como se desarrollaba el interrogatorio.

Whitten no se esperaba que los dos agentes entraran en la celda con él, pero tras su sorpresa inicial mostró una sonrisa. Le agradaba el gesto, y les saludó amigablemente con la cabeza cuando cruzaron la puerta de la celda. Pero a pesar de esa pequeña muestra de entusiasmo, Whitten parecía alicaído, incluso algo deprimido. Su siguientes palabras fueron tan apáticas que daban ganas de ayudarle a cortarse las venas.

-Hola agentes. ¿Qué tal? ¿Po... podría pedir algo para el dolor de cabeza? - Su aspecto era tan deprimente como su tono de voz. Si cuando lo vieron salir del autobús ya parecía haber pasado una mala racha, ahora estaba notablemente desmejorado. Ya sin la nube de energía que lo rodeaba amenazando con detonar medio Manhattan, Jared Whitten parecía un tipo muy pequeño, que hubiera pasado por un divorcio, un despido fulminante, dos funerales, y la muerte de su gato. Sus ojos ya no brillaban intensamente, eran unos ojos claros y bonitos, pero estaban apagados y casi ausentes, como cansados de la vida.

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21/10/2021, 16:54
Vincent Valenti

Como por arte de magia, mi némesis había perdido todo su swag.

Empecé a deprimirme. Era como si Batman fuese a ver al Joker al asilo Arkham y el payaso del crimen le confesase que se había cansado de reír, que se le habían agotado los chistes.

-Claro, tío. ¿Migrañas?-, pregunté sin mala intención mientras intercambiaba una elocuente mirada con la mujer al otro lado del espejo, esa gangsta llamada Kenzie. La verdad es que la descarga psiónica era una jodienda si se liberaba a plena potencia, cosa que reconozco que pude haber hecho porque ante el estrés que genera tener una bomba nuclear andante ante tu persona, solamente pensé en freírle el coco a Jared cuando bajó del autobús. O mejor dicho, a un Jared Whitten bastante más imponente que el que tenía ante mí.

-Hemos hablado con la doctora Davis... ¿Te importa que fume?-, dije mientras tomaba asiento en frente de Jared. Su bigotillo me daba grima. Grima hipnótica. Como si dijese "contémplame en mi indómito esplendor, mortal". -Se puede fumar aquí dentro, ¿no?-, pregunté a Umbridge mientras arqueaba una ceja.

Dejé el paquete de cigarrillos en la mesa por si aquello se convertía en una guerra de desgaste.

-Dice que estás mejor. Que podrías charlar con nosotros un rato sobre lo ocurrido. ¿Qué me dices? Eh, Jared, ¿un cigarrillo? Bueno, aquí los dejo. Sírvete tú mismo. Bueno, va. ¿Quieres hablar? Esta vez sin amenazas de explosiones ni descargas mentales. Una charla cordial. ¿Quieres contarnos por qué lo hiciste?-. Me llevé un cigarrillo a los labios, pero no lo encendí. La fría sombra de la tentación. Mirar al vacío justo al borde del precipicio sabiendo que vas a caer.

-Dejemos a Stallone, a Justin y a Britney fuera esta vez, ¿vale?-, sonreí.

En el fondo, Jared me daba algo de pena. Podría ser yo mismo si no tuviese nada que perder. Y a menudo recordaba que no tenía muchas más cosas que perder.

Volví a mirar de reojo al espejo.

Notas de juego

Utilizo Interrogatorio para comenzar suave, a ver cómo de receptivo está.

Por otra parte, quisiera usar la habilidad de Detección de Influjos/Mentiras durante la conversación por si percibiese algo. Y es que desde hace ya me ronda la idea de que el bueno de Jared es un títere en manos de un malvado supervillano...

¿La doctora Wortham, dices? O_O

Siempre lo supe... xDDDDDDDD

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21/10/2021, 17:05
Jared Whitten

Los investigadores de la UDIM, en un trabajo conjunto con el instituto Quade, habían desarrollado un protocolo de detección de influjos derivado de las nuevas circunstancias por los poderes de control mental que muchos sujetos presentaban. Dicho protocolo, conocido como EMAT, servía para detectar si un sujeto había sido influido por otro para cometer un delito. El origen del protocolo EMAT sentaba sus bases en tratar de evitar que un inocente fuera condenado por el delito de otra persona, pero también había tenido gran parte de culpa el hecho de que muchos infractores sin otra defensa viable afirmaban haber actuado bajo la influencia de un poder mutante. Muchos investigadores de la UDIM, habían sido entrenados en el protocolo EMAT para poder distinguir si un sospechoso había sido influido o no. Los indicios de influjo mental que daban positivo en EMAT debían ser comunicados a la fiscalía con el correspondiente informe, puesto que constituían una prueba exculpatoria que debía ser entregada, obligatoriamente, a la defensa del acusado. De hecho, cuando esto ocurría, el individuo sometido por el influjo mental se convertía en un testigo contra el verdadero culpable.

El protocolo EMAT consistía en una serie de técnicas de observación que detectaban señales de control e influencia mentales. Para ello, se debía entablar una conversación con el sospechoso, manteniendo un contacto visual continuo mientras se iban introduciendo una serie de palabras clave en la conversación. El tema de conversación, de hecho, daba bastante igual. Podía ser un debate sobre un tema realmente serio, o simplemente una charla sobre el partido de la noche anterior. Las palabras clave, tenían más importancia por su efecto rítmico que por su significado, pero producían en el sujeto influido sutiles respuestas inconscientes como movimientos oculares y cambios en el patrón de respiración. Un experto en EMAT podría incluso saber si el influjo había sido reciente, o por el contrario, sucedió tiempo atrás, e incluso si el sujeto todavía estaba bajo dicho influjo. Por lo que era interesante tener en cuenta que el sospechoso podría evitar impedir que se le aplicara el protocolo, evitando mirar a los ojos o negándose a la conversación. Lo cual, por regla general, confirmaba el positivo en EMAT, ya que el protocolo solía ser exculpatorio. De hecho era mucho más frecuente que los sospechosos insistieran en someterse al protocolo, aun cuando no habían sido influenciados, que que se negaran a ello.

Por supuesto, Vincent había sido entrenado en el protocolo EMAT y sabía como llevarlo a cabo. Con tranquilidad, se acomodó en la pequeña celda mientras Umbridge ponía cara de poker justo detrás de él, se encendió un cigarro y comenzó a charlar con Whitten. El sospechoso confirmó con un asentimiento de cabeza que sufría migrañas y después, con una mano temblorosa, se sirvió uno de los cigarrillos del paquete de Vincent. Tomó de buena gana la propuesta de hablar.

Los ojos de Jared fueron de Vincent a Umbridge y de vuelta a Vincent. Parecía un adolescente resacoso que hubiera despertado de pronto en un cuarto que no era el suyo. Arrugó la nariz cuando Vincent mencionó a Stallone, Justin y demás como si no pillara la referencia. -Mira tío, lamento mucho lo que hice, de verdad. ¿Está todo el mundo bien? 

La poca información que Makenzie pudo reunir sobre la doctora Wortman mientras sus compañeros interrogaban a Whitten fue que trabajaba en una clínica pública claramente sobrecargada del centro de la ciudad y poco más.

Notas de juego

Si te parece vamos introduciendo poco a poco las habilidades que usas.

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21/10/2021, 17:05
Vincent Valenti

Fruncí ligeramente el ceño.

Algo no iba bien.

-Te creo. Respecto a tu pregunta... La gente está asustada, claro. No todos los días alguien amenaza la Gran Manzana con una bomba nuclear, como te puedes imaginar. Pero lo importante es que no ha habido heridos-, dije dando una calada al cigarrillo. -Y tal y como te prometí, saliste vivo. Aunque nos lo pusiste muy difícil, Jared...

Me pregunté por un momento qué haría Black Ice Swailes en mi situación. Seguro que el nuevo Jared Whitten le sacaría aún más de quicio que su versión chalada. A esa al menos podía desactivarla de un solo disparo. La cuestión era que aquel tipo parecía ser diametralmente opuesto al que mantuvo conmigo aquella absurda conversación telefónica. No sabría explicarlo con palabras. Era una intuición.

-Dime, Jared... ¿Qué pretendías realmente con aquello? ¿Recuerdas nuestra conversación? ¿El móvil de Mike? ¿Sí? ¿Recuerdas todo lo que nos pediste?-. Hice una pausa cargada de suspense que acompañé con una vaharada de humo.

-¿Recuerdas por qué estabas dispuesto a hacerte saltar en pedazos?

Notas de juego

Me parece fantástico ;)

Sigo con el protocolo EMAT XDDD