Partida Rol por web

Es la mañana de un día muy cálido y luminoso en la junglas del Anillo de Fuego. Harding ha reunido a todo el equipo para dar las últimas instruccciones antes de sumergirse bajo el denso follaje de la jungla. Hace horas que habéis aterrizado y os ha aliviado el ver que Lyona y Raquel Fiel están sanas y salvas y habían saltado del dirigible poco antes que vosotros. 

- El objetivo es registrar la zona en busca de cualquier señal de ocupación por parte de las corporaciones rivales. Como oficialmente se trata de territorio Imperial, estamos autorizados a emplear fuerza letal en caso de necesidad, pero prefiero capturar vivo a cualquier posible intruso. Es más que probable que nos pasemos una semana o dos en la jungla, y durante este tiempo emplazaremos diversas cámaras de vigilancia en puntos estratégicos. De este modo Imperial podrá vigilar el territorio cuando la misión ya haya terminado. 

Saco las cámaras para enseñarlas a mi equipo. Son el último modelo de Cybertronic, y son bastante pequeñas. cajas de 10x10x3 cm con lentes en uno de sus lados y un peso de pocos cientos de gramos. Las baterías tienen una vida de un año, y se activan por medio de sensores de movimiento incorporados. Entrego veinte a cada uno junto a una resina especial para fijarlas a los árboles. Saco un monitor.

- Llevaré en todo momento este monitor para ver lo que cualquiera de las cámaras está grabando. - Guardo el monitor y observo la jungla. - Debido a la densa vegetación tendremos que hacer todo el trayecto lo más rápido posible, cubriremos 10 km diarios. Dormiremos en el suelo, no me dio tiempo a salvar los sacos de dormir. Cuando terminemos la misión, uno de nosotros se subirá a uno de los árboles más altos y enviará una señal de radio al cuartel de Heimburg. Esto lo podríamos hacer antes para poner de aviso a nuestros compañeros, pero tampoco debemos preocuparlos y además, las noticias de que el Gloria de heimbrug se ha estrellado correrá como la pólvora. Además, unas cuantas noches a jungla abierta sin comunicaciones con el exterior serán buenas para todos nosotros. 

Tener cuidado, en la selva hay presencia de plantas carnívoras gigantes, trampas de enredaderas y las mortales flores de loto negro. La jungla puede ser un lugar peligroso, así que sentiros libres de disparar a cualquier cosa que parezca remotamente amenazadora.

El calor y la humedad comienzan a golpear a los miembros de la expedición. La copa de los árboles se encuentran a unos 25 metros del suelo. Nubes de insectos vuelan sobre vosotros atraídos por el sudor salado. 

Trato de acostumbrarme a la densa humedad reinante y exploro e o perímetro tratando de asegurar nuestra posición.

Aun queda un buen trecho de jungla que cubrir. Me acerco a Harding, hay un asunto que me roe la sesera.

Permiso para hablar, señor.

- Adelante, Leiser.

Bueno señor, no quisiera ser crítico con su modo de dirigir esto, pero pensé que tras lo sucedido, el sabotaje, la explosión y toda esa gente muerta, nos replegaríamos a analizarlo en vez de continuar como si todo hubiera ido como la seda...

Tenia claro que Harding era un maldito robot, pero es que ni habíamos explorado la posibilidad de que hubiese otros supervivientes necesitando nuestra ayuda.

Le jodía haber perdido uniformes, equipo, y sobre todo la espada que le habían cedido del Centro de Material.

- Joder, me encantaba. Ahora todo eso sería un amasijo de hierros espachurrados, calcinados y ... destruidos. Su protesta era mirando atrás, como el que espera ver en la lejanía algo que le interesase realmente. Esperó a ver las instrucciones y comentarios, pero la intervención del soldado podría dar algún dato. Para Harl ahora tenía que llegar a un puesto de Imperial, informar de que estaban aquí y lo sucedido ... pero no sabía las reales intenciones de su oficial. Y algo le hacía pensar que esta misión era algo más que una "chufla".

- Somos soldados. Los civiles que han caído junto a los soldados que nos acompañaban es evidente que han muerto, pero no hay tiempo para llorar su pérdida. Lo primero es la misión que tenemos, ya que nosotros mismos corremos peligro si permanecemos mucho tiempo en la jungla. Mi obligación es salvar las vidas del máximo posible de mis soldados, por lo que ahora mismo mi prioridad es llevar a cabo la misión que todos los que estamos aquí estemos sanos y salvos.

Era evidente que la perdida de las vidas humanas que hemos sufrido en el Gloria de Heimburg eran importantes, pero la aeronave había sido boicoteada con las explosiones. Y esas explosiones habían sido causadas desde dentro. Ahora tenía la cabeza entre sentir pena por las muertes de inocentes, y rabia por no pillar a los culpables. Había visto a lo lejos paracaídas de alguien que se habían escapado de la nave antes de las explosiones. Había visto tres mínimo. Eso me dio una ventaja de que algo malo iba a ocurrir. Puse a salvo a la teniente y a Lyona y busqué a los demás soldados, encontrando por el camino a Leiser y Murray. No había tiempo para más.

¿Me estaba convenciendo a mi mismo de que había hecho todo lo posible? Negué con la cabeza. Ahora no era tiempo para eso. 

- ¿Vamos?

- En campaña no se saluda. Se record´´o a si mismo.

Un taconazo, como cuando te cuadras son´´o de los pies del brigada. Era su aceptaci´´on. Adem´´as, quedarse all´´i parados era esperar a la muerte, y los suyos jam´´as har´´ian eso.

De acuerdo, necesito un par de exploración para adelantarnos 50 metros, vamos a ir con cuidado. ¿Te animas Lyona?

Aquello no era ni de coña su especialidad, pero había que moverse, todas las junglas tenían lo mismo: cosas que quieren picarte, comerte o poner sus huevos en ti. Cuanto menos estáticos menos tiempo se le daba a esas cosas a evaluar los riesgos.

Ojo donde pisan, hagamos nuestro trabajo al estilo Imperial.

Resoplé. Estaba, como muchas veces yo misma decía "de mierda hasta el culo". La situación me disgustaba y todos aquellos que me rodeaban me importaban una mierda. Añoraba La Forja, pero sabía que allí no era bienvenida. Pero pensar en aquello, ahora no tenía solución. Me encogí de hombros.

- Vamos, capullo. - Dije sin ganas.

- Está bien, adelantaros, pero no perderos mucho. No quiero que vuestras vidas caigan sobre mis hombros. Acuérdate de colocar las cámaras de seguridad. Parar cuando cubráis unos 10 km. Nosotros saldremos pasados una hora, organizando el equipo que hemos podido rescatar del accidente. Nos veremos cuando termine el día.

Compórtate, cielo, y ponte a mis 3 en punto, distancia 3 metros, no quiero perder de vista tu bonito trasero.

Avanzamos por aquel trozo de jungla, echando de menos la vida disoluta de Ciudad Luna. No querías ir a una misión , pues toma, tres putas tazas.

Viajar a través de la jungla es muy agotador, Leiser dirige la marcha e impone un fuerte ritmo, deteniéndose ocasionalmente para emplazar una de las cámaras. El calor y la humedad son casi insoportables. Os sentís abrumados por el peso de vuestra ropa y armaduras. 

En el momento en el que desaparecen por la jungla Leiser y Lyona, me dirijo a la caja que he podido salvar del Gloria de Heimburg. Está a pocos metros de donde estamos. Una vez delante, quito la tela del paracaídas que tiene en lo alto, lo desengancho y la abro. Poco a poco comienzo a dar el equipo a los que allí están presentes. Cuando todo está repartido, doy la orden para comenzar a seguir a Leiser.

- ¡Vamos!

Se termina de abrochar los cierres del casco ya caminando.

El arma automática cuelga de su costado, y con una mano libre, que le sirve de ayuda para caminar, hace lo propio, como la otra, pero sin la espada, que va ayudando a cortar "impedimentos" del camino para poder "pasar" y seguir avanzando.

Rápidamente comenzáis a caminar por la jungla. Viajar a través de ella es muy agotador, Harding dirige la marcha e impone un fuerte ritmo, deteniéndose ocasionalmente para emplazar una de las cámaras. El calor y la humedad son casi insoportables. Os sentís abrumados por el peso de vuestras armas y armaduras. 

Había pasado un buen rato y aquel calor y humedad me estaban dando un mazazo que no me esperaba, di un rodeo y me detuve a respirar profundamente. 

Joder, Lyona, está puta jungla me está venciendo, ¿tu como te sientes? Vamos a recuperan la unidad del grupo y perdón un relevo, o me voy a desmayar como un puto novato.

Cuando Donovan paró y se quejó, yo ya estaba tirada en el suelo de la selva. Agotada y luchando por respirar. 

- ¿Que pierda es esto?

Mi cabeza me empezaba a doler.

- No pienso dar un paso más, de verdad tío, estoy agotada. ¡Que vengan ellos! Si esperamos aquí seguro que no tardarán en alcanzarnos.