Partida Rol por web

Llego hasta lo alto de la cabina, y con cuidado, salto sobre la carga. Con una carrera agachada, llego hasta la parte de atrás, intentando no perder el equilibrio con los movimientos del camión que está realizando Frank. Cuando estoy justo al final de la carga, me incorporo, sonrío y desenfundo mis dos pistolas.

- !Wow How! Y ahora, a bailar la danza del vientre.

Y cantando una de mis canciones preferidas, acompañada por mis disparos, comienzo a disparar a las motos que nos persiguen.

- We all go down for the gachticia, moment.

Las motos, una a una van explotando con mis disparos, y los motoristas, despedidos de ellas con otra serie de disparos sobre su cuerpo. 

- Cruxifixion Mails Ston the bed of holy

Me muevo por lo alto del camión como si fuera suelo firme, sin perder la oportunidad de seguir disparando.

- Space Thing Dia Mong Studded Sugah Cooted

Veis que todas las motos han caído menos una. La de Luaku, que tras percatarse de que toda su banda ha caído, frena y gira la moto para no seguir persiguiendo vuestro camión.

Frank sitúa el camión en el carril de la izquierda para proporcionar a Lyona una linea de tiro clara sobre el motorista superviviente. Si presentase riesgo el hacerlo, volvería al carril. Que ganas de derribar a ese gilipollas no le faltan, pero tampoco es para jugarse la vida.

-¡Vamos Lyo!¡Cóselo a tiros!.

La habilidad al volante de Frank había sido determinante en la situación. Cuando todo parecía indicar que acabaríamos tirados en una cuneta cosidos a tiros, Frank se deshizo de los motoristas. Luaku, su jefe, desistió de perseguirnos, al haber perdido a 5 hombres en aquel ataque.

Cojones Frank, menos mal que te tenemos con nosotros. ¿Donde has aprendido a conducir asi? - me relajo. - Luaku se retira. Ya no  nos persigue, podemos estar tranquilos de momento. No se ve nada en las pantallas.

Veo que el canal de comunicación con Luaku aun estaba abierto. Acabaremos con esto otro día Luaku. - pulso con fuerza el botón del comunicador y corto la señal.

Veo que Frank maniobra su camión para darme línea de tiro sobre Luaku. Me incorporo y dejo caer la pistola de mi mano izquierda sobre mi hombro, asomando por detrás de mi nuca. Mientras la otra la sostengo firme con mi mano derecha, apuntando al suelo. 

- Ya lo ves, aquí el único que tiene que bailar el chachachá eres tú.

Mi comentario, aunque se que nadie lo oía, era para Luaku. Veo que Su moto ha frenado, y que se dispone a darse la vuelta rápidamente.

- You can try again, and you can rray prat to heaven 

Sigo cantando tranquilamente mientras levanto mi pistola de la mano derecha.

- Babe i won't put my shoter down.

Y disparo, con tanto acierto que la bala entra en el motor de la moto y le hace volar por los aires.

-Ha ido justo, Threshum. Supongo que hemos tenido suerte-contesta Frank sonriente ante los cumplidos de su compañero mientras realiza la maniobra-.

Entonces Lyo hace lo propio y revienta la moto de Liaku como si no le costase el menor esfuerzo.

-¿Ves? Eso es lo que me gusta de vosotros, que lo dais todo cuando hace falta. Por eso seguimos con vida.  Bueno, esto no puede quedar así. Está claro que ha sido Chin el que nos ha echado esos idiotas encima. No me apecete nada meterme con un señor del crimen, pero esto no puede quedar sin respuesta. Estoy seguro de que Cleg estará encantada si se la devolvemos así que quizá esté dispuesta a echarnos una mano. Ponme con ella.

Una vez esquivado el ataque de los motoristas, era momento de seguir hacia nuestro destino. Teníamos un encargo entre manos que debía ser resuelto.

Vamos, tenemos una recogida que hacer.

Soplo sobre los cañones de mis pistolas, con media sonrisa dibujada en mi cara. Y vuelvo con cuidado a la cabina del camión.

-Si, vamos para allá-contestó Frank-pero acuérdate de llamarme a Cleg.

Todo estaba tranquilo ahora. No había movimiento en las pantallas de los instrumentos del camión.
*pip**pip**click*
Glec. Soy Threkor

-¿Glec?-dijo Frank mientras seguía conduciendo-¿Estás ahí?
 

Tras pocos minutos conduciendo, llegáis al almacén del polígono industrial donde tenéis que recoger el encargo. La dirección es correcta, pero allí sólo hay la estructura de varias naves, quemadas hace ya mucho años. 

Al ver el lugar devastado, sólo se me pasó una cosa por la cabeza. Nos habían engañado. 

- Pero, ¿Que mierda pasa? Mis balas no son gratis y acabo de tirar un montón a la basura por esto. 

- Hola Frank. Según mi información, habéis estado trabajando para nada, ¿no? He oído que ha sido Chin. Me lo ha dicho él mismo. Para estar conspirando, creo que habla demasiado alto.

Frank está mirando alrededor por ver si es que se han equivocado de dirección.

-¡Maldita sea! Thresumm, ¿seguro que era este el lugar?

Entonces éste le avisa que por fin ha conseguido localizar a Cleg. Frank se sube rápidamente al camión y escucha la voz de la mujer.

-¿Que te lo ha...?-contesta Frank desconcertado-Francamente, Gleg. No entiendo nada. Creo que Chin está mayor...o algo. Se enteró de que estaba trabajando para ti y no le gustó. Parece que te tiene ganas. Como le di largas, me envió a ese idiota de Liaku con su banda de moteros y tuvieron la mala idea de aceptar el encargo.
En fin...esperaba que pudiésemos...trabajar juntos para quitárnoslo de encima. No me debes nada, ni yo te debo nada, pero creo que en esto podemos tener...intereses comunes ¿qué me dices?

- Tal y como lo cuentas, Frank. Ha ido preguntado a todas las bandas que se ha encontrado... hasta que Luaku ha aceptado. No te preocupes por Chin por ahora, tendré cuidado para que no vuelva a ocurrir algo así. Perdona las molestias.

De fondo se escuche un ruido raro, como de un mudo intentando decir algo. Seguidamente, mientras habla Glec, se le escuchan sus tacones, una puerta cerrarse y el ruido típico de la calle. Cuando termina de hablar se escucha el ruido de un motor de un coche muy cerca de ella.

-Eso de no tener preocuparnos por Chin me gusta-contestó Frank-Liauku tampoco será un problema. Estamos en contacto.

Con un gesto Frank indicó a Threshum que cortase comunicaciones y se encogió de hombros. La idea de que Cleg tuviese a Chin atado le hizo sonreír, si es que esa era la situación.

-Bueno, parece que Chin no nos molestará por un tiempo. La Forja se ha quedado sin su trozo de tarta, pero al menos no hay daños que lamentar. Joder, debimos recoger los vehículos de esos idiotas. Al menos sacaríamos algo por ellas. Ahora, ¿qué hacemos? Volver por el Spadonna quizá no sea buena idea. Aunque Chin esté fuera de juego, algún aliado suyo podría querer tomarse venganza en su nombre. Hum, podemos ir al cuartel de Liaku. Si he hecho bien las cuentas, nos hemos cargado a toda la banda. Lo que haya allí, es nuestro. Luego podemos ir donde Lowen. Quizá él tenga algún trabajo ¿Qué decis?

Viendo el inicio de la noche, quizás no hubiera sido buena idea haber dado largas a Chin, en principio. Pero después de las noticias recibidas por Glec, veo que empiezan a salirnos las cosas bien. Nos habíamos deshehobde Luaku y Glec se habia encargado de Chin. Las cosas empezaban a pintar bien y tener a Glec de nuestra parte era un buen negocio.
Buena idea Frank. La guarida de Luaku tiene que estar libre. Vayamos a echar un vistazo
Me siento en mi sitio y empiezo a tocar teclas. En la pantalla accedo a nuestras base de datos.
Te envío la coordenadas al GPS

Dejo caer mis hombros desilusionada, y mi mirada refleja tal estado. 

- Threshun, Frank. ¡No tenemos nada que hacer! ¡Vayamos pues!

-De acuerdo, en marcha-dijo Frank asintiendo-Threshum, tú dirás por dónde.