Partida Rol por web

Vale, ves trayendo el camión mientras yo controlo que no se acerque nadie. Nos esperaba un buen rato de carga y estaríamos expuestos durante varias horas. Después nos tocaría intentar colocar el material requisado en el mercado. Nos habíamos ganado un buen pico solo en material.

¿Qué cargaremos?¿Vaciamos sin más o escogemos?

-Cogemos todo lo que pueda valer algo. Ya seleccionaremos después-dijo Frank-Venga, voy por el camión. Id acercando cosas a la puerta trasera.

Dicho esto, Frank salió, tal como había dicho, a por el camión.
 

Resoplo.

- Para esto no me paga Frank. - Digo  cuando se ha ido. - En fin.... todo sea por el dinero.

Y comienzo a ir en busca del Ron y todas las bebidas alcohólicas que hay en el local para llevarlas a la puerta.

- Pienso como vosotros. No se donde coño guardan el armamento, pero está claro que aquí no.

Sin más dilación, Frank acercó el camión hasta la puerta trasera del local y comenzaron a cargar todo lo que pudieron.

De paso, al dejar el local más diáfano, pudieron investigar sobre la existencia de posibles puertas o trampillas que diesen lugar a algún escondite secreto donde pudieren dar con material más...interesante.
 

Frank volvió a entrar en el almacén / bar de los de Luaku y empezó a mirar a conciencia por todos los rincones. Seguramente estuviera buscando algún escondrijo o algo. Fuera todo parecía en calma, así que empezamos a cargar todo lo que pudiera servirnos en el camión.

Tras pasarnos un par de horas buscando algún lugar donde esconden las armas estos desalmados, y con todo cargado, me sentía tan cansada que necesitaba un ron.

- Frank, olvidemos esto ya. Estoy reventada. Aquí no hay una mierda. Esta gente era muy lista.

-¿Lista?-se rió Frank-No...no creo que esa sea la palabra. Pero en cualquier caso, creo que aquí no hay nada más. Será mejor marcharse.

Frank se subió de nuevo al camión y lo puso en marcha.

-En fin...no es gran cosa, pero al menos sacaremos algo de toda esta mierda. Será mejor irnos a descansar. Mañana intentaremos colocar esto y por la noche, tenemos que ir a por el mocoso ese.
 

Llegáis al Spadonna, y parece ser que el dueño ha vuelto a construir sobre sus cenizas el bar, casi tan idéntico al otro, que muy probablemente si uno no se fija, no se da cuenta. El bar está lleno como de costumbre. En una mesa, hay un hombre solitario, con muy malas pintas. En otra mesa hay otro hombre, que parece  miembro de la Hermandad, más por su actitud y porte, que por su vestimenta. En otra mesa hay un par de hombres sentados, uno de ellos un anciano. Ambos portan vestimentas del ejercito de Capitol e insignias importantes. En la barra hay un hombre de color. Y por último, junto a las perchas, sentado en una mesa, se encuentra otro hombre con rasgos claramente Capitolinos. 

Frank se acerca hasta la barra y saluda a Nin´niku

-¿Qué hay? Ponme lo de siempre-dice apoyándose en la barra-Has hecho un buen trabajo aquí. Todo está como siempre...solo que algo más...nuevo. Escucha...sabrás que Lyo ya no está con nosotros. Necesitamos alguien para sustituirla ¿sabes de alguien que pueda encajar y que esté buscando trabajo por aquí?

Frank se dio la vuelta y dio un visual al local mirando hacia la gente que había en ese momento. Descartó a los dos hombres vestidos de militares por motivos obvios. El tipo de aspecto descuidado no acababa de gustarle y a él parecía que no le gustaba la gente. Quizá alguno de los otros dos. Pero La Forja no necesitaba a un cualquiera. Necesitaba a alguien de quien pudiese fiarse cuando las cosas se ponían feas. Ya habían sufrido las consecuencias de tener a alguien que no cumplía ese requisito.
 

Veo que Frank se sienta en su sitio predilecto del bar... se pone ha hablar con Nin´niku, hago un gesto con la cabeza saludandole yo también, me pongo en una posición en la cual tuviera cubierto a Frank y una huida para si se pusieran las cosas feas, vamos, mas o menos lo que siempre hacia... una camarera se me acerca y le indico que solo quiero agua, antes de que se fuera le comento... ¿como van las cosas por aquí?... parece demasiado calmado...

Me pongo a preparar el combinado preferido de Frank.

- Esa zorra ha destruido mi bar. Sólo espero que no aparezca por aquí o le pegaré un tiro a la muy cabrona. - Maldigo para mis adentros. - Las noticias corren por aquí más rápido incluso de que sucedan. Por lo que puedes imaginar que se lo que le ha sucedido a La Forja. - Sonrío. - Estáis de capa caída y sólo os mantiene la mano tendida Glec. - Señalo al resto de la clientela del bar. - Según dicen, sois sus perros rastreros. 

Termino el combinado y le arrimo el vaso, mientras apoyo los codos en la barra para hablar más de cerca a Frank. 

- Tienes una tarea muy complicada si quieres un socio para la Forja. Nadie quiere meterse en problemas y parece que vosotros, los estáis atrayendo.

La camarera, de unos treinta y tantos años, se acerca a Threshum. Sonríe y se puede apreciar perfectamente la mueca que hay en varios de sus dientes, claramente partidos. Limpios, pero destrozados. Tiene rasgos muy marcados y arrugas no propias de su edad. Su pelo está sin peinar y su mirada refleja odio y cansancio. El olor que desprende es dulce. 

- Aquí no servimos agua, niñato.

Comenta, sin contestar a la pregunta de Threshun. 

Mirando de arriba abajo y volviendo a remirar a la camarera me levanto y con voz seca y cortante le replico... ¿niñato?... jajajaja... vale... "mona"... pues ponme una cerveza... acercamela a la barra, donde esta tu jefa... cuando se da la vuelta aprovecho para meterle un par de dolares en uno de los bolsillos del pantalón y darle una palmada sonante en el culo... "mona"... no tardes...

La camarera va a por la cerveza, mientras se le puede escuchar perfectamente un, - hijo de puta, - de su boca. 

Sentado ya en la barra, me dirijo a Nin´niku, que esta hablando con Frank, en una de las pausas comento... Nin´niku, los problemas nos encuentran mas rapido que los buscamos, ahhh por cierto... ¿todas las camareras son así de descaradas?... doy un trago largo a la cerveza y la dejo en la barra mirando de reojo a la camarera que me habia servido...

Frank torció el gesto cuando Nin´ku se refirió a La Forja de ese modo. Obviamente, no le había gustado.

-Ya te digo. Lo siento por lo de Lyo. Está jodida de la cabeza o algo-Dijo Frank-La Forja de capa caída...bueno, esa apreciación tendría sentido si alguna vez hubiésemos estado en la cima. Glec nos apoya, sí, pero no trabajamos solo para ella. Acabamos de terminar un trabajo bien pagado y ahora mismo, lo único que necesitamos es un "músculo" para sustituir a Lyona. Y tenemos dinero para pagar. Así que tal como yo lo veo, estaremos mejor que nunca. Al fin y al cabo, encontrar alguien más eficiente que ella no debería ser difícil. Bueno, si sabes de nadie ¿me avisarás?

Frank saca un billete de 50 para pagar las copas, lo cual debería dejar suficiente para pagar la bebida y una buena propina.
 

- Tienen un buen maestro. - Le contesto a Threhum sonriendo.

Cuando Frank me habla, mi sonrisa se me apaga. Le escucho en silencio y cuando me da el billete, lo cojo y lo guardo sin decir nada, sin dejar de mirarle a los ojos. Era evidente que La Forja ya no es lo que era, para bien o para mal. Y quizás Frank tenga razón, pero lo que la gente dice... en fin. Nunca se equivocan.

-Nin´ku, no estoy para bromas...o me das la información que te he pedido, o me das la vuelta-Respondió Frank mirando a Nin´ku fijamente a los ojos-¿Qué pasa?¿Ya no tengo suficiente "nivel" para el Spadonna? 

Me encojo de hombros. Serio.

- Si se de alguien. Te avisaré. - Digo asintiendo con la cabeza. - Siempre eres bienvenido aquí. Tú y tu equipo. 

Con esto quería dejar claro que yo le apoyaba. Pero que eran tiempos difíciles.