Partida Rol por web

RESOLUCION TURNO 700

Targul ya estaba nervioso por partir, y Zalmoxis tambien, pues no habia dormido en toda la noche. No estaba cansado, pero preferia llegar cuanto antes  la ciudad.

Theonor llevaba casi media hora dormido, y el sol aunque no estaba alto,ya iluminaba muy bien todo el valle. La nieve que haba sore los arboles refulgia con la luz del sol, y sus ramas se mecian suavemente al compas del viento. Era una mañana esplendida.

Gelion estaba casi completamente recuperado de su brazo y su gripe. Arlan se quejaba aun de su herida en el gemelo, aunque la herida mejoraba rapidaente. Sin duda Marga era buena sanadora.

Por delante les esperaba una corta jornada de viaje para llegar a la imponente ciudad enana de Barukkizdin.

TURNO 701

Oin - Turno 701

Oin levanta la vista al cielo y aunque le gustaría echar un largo sueño, también está impaciente por llegar a la ciudad y dormir en un sitio decente. Le duelen los huesos y las piernas; pero es hora de ponerse en marcha.

- Vamos... prisa debemos... ¡¡En marcha!! - le dice a Draupner dándole un golpe en la espalda.

Luego, recoge todos sus trastos y se acerca hasta Marga.

- Marga, ¿cómo está el humano? - la verdad es que está preocupado por el humano y en contra de todas sus opniones, no ha sido tan mala idea el llevar una hembra en el grupo. - En marcha, debemos ponernos...

Draupner / Turno 701

El enano había esperado paciente a que acabaran de tratar a su compeñero, pero no tenía la menor intención una vez reunidos todos de demorar más la marcha.

El hacía rato que estaba preparado para partir, y podía apreciar la inquietud de Ilidan. Cuando esta apunto de comunicar al resto que era ya hora de partir, su compañero y amigo Oín, se anticipó a sus palabras. 

Durante un momento pensó que había cierta guasa es sus palabras tras haberle tenido que esperar durante toda la jornada anterior. Pero luego recapacitó, - es Oín, el no sabe de dobles intenciones -.

Así que a la voz de - ¡EN MARCHA GANDULES!, ¿NO HABEIS OÍDO QUE NOS MOVEMOS?, ¿ME VAIS A OBLIGAR A PATEAROS EL CULO? - dirigida a los presos, se dispuso a encabezar la marcha de la comitiva, armas en mano, dirección a la ciudad enana, sin olvidar que se les habían escapado dos y que todavía podían intentar alguna cosa. No dejaban de ser enanos y no está en caracter de los de su raza el rendirse fácilmente.

Oteó el horizonte, tenían un deber que cumplir, entregar a los renegados enanos a las autoridades, y hasta que no lo hiciera no podría relajarse.

Turno 701

- Parece que el humano tardara en recobrarse del todo, pero aun esta muy mal. No debio ir a buscar ese maldito caballo, ha estado apunto de morir. De momento dormira, y seguira asi un buen rato. - dijo la enana en contestacion a la pregunta de Oin, de modo que todos la oyeran. - Deberiamos hacerle un hueco en la carreta para tumbarle y asi poder partir, tambien Gelion y Arlan podrian ir en ella, de ese modo avanzariamos mas deprisa - propuso Marga al grupo.

Despues continuo recogiendo sus enseres y colocando todo en su gran zurron.

Turno 701

- Yo podria ir a pie, no necesito subirme en la carreta, tampoco me duele tanto el gemelo, no hay nada como andar para quitar el dolor. - dijo el enano poco convencido. Se puso en pie y comenzo a caminar en circulos. Cojeaba bastante y su cara no podia esconder el dolor que le punzaba en la parte baja de la pierna. Cogio su mochila y se acerco a la carreta para lanzarla en su interior.  Orgulloso se dio la vuelta, - Parece que Marga lleva razon, ire en la carreta.

Espero a que subieran a Theonor para buscar un lugar medianamente comodo.

Turno 701

El comerciante de manzanas observaba divertido como Arlan claudicaba ante la proposicion de Marga. Llevaba preparado un rato y tan solo esperaba subirse y ponerse en marcha. Si hubiera ido el solo, haria tiempo que habria marchado, pero habia accedido a pasar la noche con aquel extraño grupo y no podia emprender la marcha sin ellos.

- Elendur, respondiendo a tu pregunta de antes, para llegar a Barukkizdin nos queda media jornada de viaje. Si no fuera por este barro, llegariamos para la comida. Pero dadas las circustancias, creo que estaremos alli a media tarde. - dijo Tangul mirando al dunadan. - Eso si partimos ya... - dijo con una sonrisa en la cara, sin malas intenciones pero divertido.

Bolgo Villaseca/ Turno 701

¡Como hablaban todos aquellos humanos! Corrían buscando hierbas, calentando agua, preparando fuegos. Como si de engranajes y tuercas se ayudaban unos a otros para mirar por la salud del rohir, que parecía que no estaba en buen estado. Seguía sentado al lado de la hoguera, calentandome los miembros y fumando de la pipa recien hecha que tenía entre las manos. Observaba como trataban a Theonor. En un principio quise ayudar, pero aquella curandera, Marga sabía lo que hacía y parecía que mi ayuda sería más bien un estorbo, así que no me entrometí mucho y me dediqué a pedir que aquel hombre saliese con vida de aquella enfermedad, por su bien y por el de sus compañeros, que hacían todo lo posible por su vida.

Cuando todo parecía más que controlado y sólo el reposo podía ayudar, comenzaron a despedirse para descansar, pues había sido un día duro. Yo estaba cansado, más de la mente que del cuerpo. El cuerpo, lo que me pedía, era una buena ración de cerdo con salchichas.

- ¿Es que aquí nadie come, como quereis manterenos fuertes y con vida entonces? - dije mientras sacaba comida de la mochila y buscaba los utensilios para cocinarla. Después de tan delicioso manjar, me acurruqué junto al fuego y saqué mi saco y mi manta. Estaba tranquilo, pues allí había hombre de sobra para hacer guardia, así que me dediqué a descansar.

A la mañana siguiente todo el mundo estaba en pie con el equipo preparado.

- Que grupo más extraño... ni duermen, ni comen... - murmuraba mientras enrrollaba la manta.

Como todo estaba casi hecho, ayudé en lo poco que quedaba para salir lo antes posible. Me acerqué a Marga y le pregunté por la salud de Theonor. Se pondría bien, pero tendría que descansar para recuperarse totalmente. Aquel hombre, Tangul, si no logro recordar mal, quien no había descansado la noche anterior nervioso, se acercó al Sr. Elendur.

Cita:

- Esperemos que todo salga bien, sobre todo por la salud del Sr. Theonor - dije agachándo la cabeza.

Mientras la gente terminaba de preparar a los bueyes y la carreta y los enanos se gritaban en su estruendo idioma, me dediqué a realizar el desayuno. No quería entretenerme, pues aquella gente tenía prisa. Pero seguro que al ver la comida más de uno probaría bocado para mantener la fuerza durante el camino.

- ¿Alguien quiere un poco de fruta y algo de queso? - dije sacándolo de la mochila - Teneis que tener en cuenta que hay que comer bien - dije en un tono que me recordó a mi madre - ¡Hay que enfrentarse a los peligros del camino con la barriga llena! - dije levantando el cuchillo en alto, sonriendo, aquella mañana era perfecta para sonreir.

Oin - turno  701

Felíz por ponerse en marcha aunque un poco agotado por la noche en vela, Oín le pega un cogotazo a uno de los bandidos.

- ¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡Espabila!!! - cogiendo su petate se prepara para la marcha.

La verdad es que lo poco que había comido en esa fría mañana, ha mucho que estaba ya en sus pies y la idea del mediano no le pareción tan tonta, así que, se acercó al hobbit y se plantó delante de él con su fea y quemada cara frente a la del hobbit.

- Mediano, el tu queso... buena pinta tié... Yo lo comeré... - y echa mano al queso del mediano y luego a la fruta - ¡¡Eftá de futa made!!

Y con la boca llena, le dá un golpetazo en la espalda al hobbit.

- Vengfa... famos... ñam... ñam...

Turno 701/Elendur

Por fin alguien respondía a la pregunta que había formulado minutos atrás, era evidente que estaban todos muy atareados y no habían hecho demasiado caso a mi pregunta

-Gracias... amigo...no se tu nombre. Por vuestras acciones y comentarios entiendo que también os dirigís allí...así que si no teneis inconveniente el hobbit yo os acompañaremos.

El montaraz trababa de ser amable y correcto en todo momento, no pretendía importunar a un grupo tan variopinto, muchas dudas sobre los presentes inundaban sus pensamientos, sobre el origen e historia de los alli reunidos.
Que harán este grupo de enanos, con esos rohirrin? y el humano estrafalario que sin duda es amigo de los animales que hace aqui? Y lo más curioso, por qué están presos esos enanos? sin olvidar ese de ahí encapuchado con actitud extraña....

Finalmente tras oir las palabras de los enanos recogió sus cosas y se dispuso para marchar, pero antes se acercó a ese tal Draupner y le preguntó.

Perdona...como he dicho antes soy un Montaraz del Norte, ¿podrías explicarme por qué están maniatados esos a los que llamas gandules?

Draupner / Turno 701

- Mi nombre es Draupner "Hiendeescudos" - respondió el enano al recién llegado - y estos presos son los miembros restantes de una banda de enanos renegados que han estado asaltando a los viajeros y caravanas de suministros de esta zona en estos últimos meses. Mi amigo Oín, - dijo señalando a su amigo mientras éste hacía saltar de la boca parte de la comida que el hobbit masticaba - al que ya conoceis y yo, formábamos parte de un grupo enviado desde Barukkizdin para acabar con ellos. Acompañados de esta buena gente que no ha escatimado esfuerzos en ayudarnos a un a riesgo de sus propias vidas y, sin las que no hubiéramos sido capaces de llevar a cabo la misión, los llevamos a la ciudad para que sean juzgados por las autoridades por sus fechorías. Desgraciadamente  y que sepamos se nos escaparon 2 de estos felones, pero bueno, desarticulada la banda, ya caerán en otra batida.-

Gallindum - Turno 701

Ya iba siendo hora de partir. Todos se atareaban en recoger el campamento, Targul ya estaba listo y ansioso por partir. Gallindum también, quería llegar lo más rápido posible a la ciudad y disfrutar de una buena cerveza en un lugar seco y árido. Aunque una había salido una buena mañana, Gallindum estaba ya más que harto de la nieve, el frio y el aire.

Mientras recogia y guardaba su manta y sus pertenencias Gallindum observó al grupo, Ilidan parecía evitar y guardarse del montaraz del norte que había llegado con Oin y Theonor, y el montaraz por su parte observaba suspicazmente al sureño de vez en cuando. Gallindum espero que no surgiesen problemas entre ellos.

Aunque todo el mundo estaba recogiendo cosas y preparandose para la partida, parecía que aun tardarían un rato en salir; y Thargul había dicho que llegarían a media tarde si partían ya. A Gallindum no le apetecía volver a marchar en el frio de la noche, así que sería una buena idea partir ya.

-Venga, demonos prisa en salir de aquí. ¡¡Quiero cenar caliente en alguna buena posada, no sentado entre la nieve con el culo mojado!!

Y terminando de recoger sus cosas se aprestó a dirigirse junto a la carreta, donde ya esperaban los que estaban listos para partir.

Turno 701/Elendur

El montaraz se sorprendió gratamente ante las palabras del enano, pues se veía que actuaban de buena fe

Me alegra oir tu historia Draupner "Hiendeescudos", toda ayuda para limpiar los caminos de bandidos es buena. Y si es así que sean juzgados por sus actos.

Luego con una sonrisa en la cara de ver que aún hay justicieros en estas tierras, se acercó al caballo del rohirrin y cogió de la riendas.

Si quereis puedo ir llevando yo al caballo de Theonor, que de por seguro le tendrá gran aprecio.

Turno 701 / Gelion

Gelion despertó un poco tarde, descubriendo que casi todo el mundo se había movilizado ya para ponerse en camino y se dedicó a desayunar apresuradamente y prepararse para partir.

Iré en la carreta dijo sin dudar un momento Prometo seguir a rajatabla cualquier consejo que me des sobre mi salud buena Marga y una vez más te doy las gracias por tu inestimable ayuda.

Se colocó en la carreta sin más miramientos, saboreando parte de las viandas del mediano.

Poco te conozco Bolgo Villaseca pero mucho tienen que cambiar las cosas para que no pueda encontrar tiempo antes de volver a mis deberes en la ciudad de las torres blancas y vaya a visitar la comarca Veo que es merecida la fama de buena comida y buena bebida de vuestra tierra.

Dio algunos trozos a su águila y la dejó libre para que pudiese cazar y estirar las alas. Siempreviva saludó con un chillido de alegría  a la mañana.

El montaraz preguntó sobre los enanos capturados y Gelion no se resistió a dar su versión del los hechos.

Estos bandidos me capturaron y si no fuese por este grupo de héroes habría sido desvalijado y asesinado sin duda a cambio de unas pocas monedas. Espero la justicia del alguacil en cuanto lleguemos a nuestro destino.

Sacó de entre sus posesiones unos viejos pergaminos y los repasaba centrándose en pasajes especiales y memorizando frases que le ayudasen a aplicarse en sus deberes. No debía olvidar de progresar en sus capacidades, tal como su maestro le había dicho innumerables veces. La rutina forma la mente del sabio y la observación permite desarrollar las capacidades de la mente más obtusa. Y pasó largo rato centrado en sus papeles.

Turno 701

- No hay por que. - respondio el comerciante al montaraz. - Efectivamente me dirijo a la ciudad, alli se celebra un gran mercado cuatro veces al año. Mañana temprano colocare mi puesto en el, pese a que solo traigo unas cuantas manzanas para vender. En cuanto las venda ire a comprar unas cosas que necesito y despues volvere a Ciudad Lago.- se explicaba el comerciante.

- Y por supuesto que podeis acomparñarme, cuantos mas seamos menos ataques sufriremos. En unas horas llegaremos al gran arco, de ahi en adelante estaremos seguros, el rey vigila con recelo toda esa zona.

Cuando acabo de charlar, el comerciante se subio al banco de la carreta.

RESOLUCION DEL TURNO 701

Al fin todo estaba listo para partir. Theonor fue subido a la carreta, donde unas mantas le esperaban para arroparle. Bolgo, mientras izaban al rohir, aprovecho para sacar abundante comida, que comenzó a ofrecer a todo el mundo.

Gelion se sitúo a su lado, mientras degustaba algo de la comida que el hobbit había sacado. Por supuesto compartió algo cónsul amiga Siempreviva antes de que esta alzara el vuelo. El mago saco entonces algunos pergaminos y comenzó a estudiarlos. Se los sabía bien, pues los había mirado muchas veces, algún día encontraría en ellos algún saber profundo que ahora no comprendía.

Arlan, sube tras el mago y busca también un lugar cómodo, pero el enano se limita a observar el entorno antes de que la marcha comience.

Tangul estaba ya subido en su carreta, esperando retomar el camino, tan solo esperaba que todos estuviesen listos.

Ilidan ayudaba a recoger a marga sus enseres, mientras esta agradecida repasaba mentalmente sus posesiones. El numenoreano se mantenía en silencio, procurando no decir nada y evitaba a Elendur en la medida de lo posible.

Oin y Draupner intentaban levantar al grupo de presos. Este lo hizo de inmediato pues ya habían comprendido su estatus y nada, salvo la muerte, les libraría de la ley.

Elendur intrigado se interesa por el motivo de que cuatro enanos estén maniatados y fueran tratados así. Draupner amablemente le relato un breve resumen de la historia.

Tangul, acepta que Elendur y Bolgo le acompañen, aunque a decir verdad le daba igual, dos mas harían bulto y evitarían ataques.

Zalmoxis había estado muy callado desde la llegada de Oin y compañía. Al beornida no le gustaba conocer gente nueva, de hecho evitaba hacerlo. Al principio siempre se mostraba tímido y lejano.

El grupo al completo se puso en marcha.

Todos excepto Theonor, Arlan, Gelion y por supuesto Tangul, viajaban en la carreta mientras el resto lo cabía a pie.

Caminaban entre el barro y algo de nieve semi-derretida, que dificultaba mucho el avance. Hasta en dos ocasiones se vieron obligados a empujar el carro para no quedar atrapados en el barro.

También tuvieron que parar para que Marga examinara al rohirrim, no había sufrido cambios, estaba dormido, profundamente dormido, pero al menos consciente. Su fiebre había remitido, pero no despertaba. Marga estaba preocupada, pero sabia que el necesitaba descansar, las raíz haría el resto.

Tangul había previsto unas horas  hasta los Arcos, desde allí poco más de una hora estarían en la ciudad, llegando así con tiempo de comer caliente y entrar en calor.

Pero no contaba con el barro, el enfermo y el lento tiro de los bueyes. Aun con la ayuda de todos sus nuevos compañeros, podrían llegar a la ciudad.

El comerciante continuo pese al hambre, deseaba al menos cruzar el enorme portal que daba paso a los terrenos de la ciudad.

El camino giro entre los árboles que estaban acompañando durante todo el trayecto. Cuando finalizaron la curva apareció ante ellos lo que sin duda llamaban Los Arcos.

Dos altísimos y robustos arcos, ricamente decorados con laberínticas formas geométricas e imágenes esculpidas.

Allí el camino se ensancho enormemente hasta convertirse en una explanada, que se extendía ante la colosal puerta.

Lo más curioso de los arcos era su forma. Dos enormes rocas, sin adorno alguno, habían sido colocadas como base de ambos arcos.

Mas curioso aun y magnifico a la vez eran las posiciones que ocupaban. Uno era más grande que el otro, era el que formaba todo el exterior. El pequeño nacía de la misma base y discurría bajo el grande, siguiendo el trazado que este hacia. Entre ellos un palmo de espacio. Formaban dos líneas paralelas perfectas, que nunca se tocaban, salvo en las bases que ambas compartían.

Todo el conjunto media al menos doce metros de alto y era tan ancho como seis carretas. Colosal. La visión de tan esplendida obra arquitectónica, dejo perplejos a la mayoría.

El camino, muy ensanchado ya, se convirtió tras cruzar el Arco, en una calzada. Como por arte de magia, o más bien de cantería, el barro desaparecía y en su lugar un perfecto mar de piedras se agolpaba sin dejar un hueco para formar un empedrado. Desde ahí avanzarían rápido.

El sol allí se dejaba notar. Estaba muy alto y el calor que daba era de agradecer. Esa sensación de relajación que habían adoptado todos les hizo recordar que no habían comido nada desde el desayuno, y la mayoría tenía bastante hambre.

Bolgo intentó picar algo de comer cada dos por tres, pero el ritmo que debía llevar para no quedase atrás, le hacia el trabajo imposible. El hobbit se había saltado ya varias comidas y su estomago pedía a gritos algo para comer.

En ese momento, cuando alguien pronunció la palabra comida, Theonor despertó acompañado del rugir de su estomago.

Turno 702

- ¿Paramos para comer y después reemprendemos el viaje? – pregunto mientras se acariciaba la barriga. – Podriamos continuar, en una hora mas o menos podriamos llegar a la ciudad, vosotros decidis.

Despues miro al mediano, buscando complicidad para poder parar a comer.

- Los bueyes necesitan descansar para el momento en que tengamos que comenzar el ascenso. – dijo con cara de sorpresa cuando le vino a la cabeza la escusa perfecta.

- ¡Seguro que Bolgo prepararia una deliciosa comida!

Ene se momento Theonor desperto. Una cara de culpabilidad se dibujo en su rostro cuando poso su mirada en el rohir, casi se habia olvidado de el a causa del hambre que tenia.

Turno 702/Elendur

El camino era duro a causa del barro, pero Elendur estaba acostumbrado incluso a caminos peores. ël tiraba de las riendas del caballo de Theonor y permanecía atente a todo su alrededor, no quería que el grupo fuese sorprendido por alguna bestia salvaje o un grupo de bandidos.

Finalemnete llegaron a los arcos, una impresionante estructura digna de grandes arquitectos, sin duda la grandeza de los publos de la Tierra Media decoraban los bellos paisajes.

Finalmente el comerciante propuso una parada para comer pues habían pasado ya varias horas desde el desayuno
-Por mi no hay problema, seguro que Bolgo agradecerá también el descanso para comer

Oin - Turno 702

Oin, acostumbrado a la ingeniería enana, no se asombró demasiado ante la estructura sino que al contrario, le hizo sentirse orgulloso de su raza.

Aunque jamás lo reconocería ni aunque le cortasen los brazos, Oin se sentía agotado y hambriento. Sólo el hecho de demostrarlo ante humanos y medianos, le impedía quejarse aunque sí que rezongaba por lo bajo en su lengua. Al fín, cuando decidieron parar a comer, Oin suspiró aliviado.

- Buena idea es... paremos un rato... Seguros'tamos aquí...

Y buscando algo donde sentarse un rato, deja caer el petate y se sienta estirando las piernas y gruñendo. Luego, empezó a buscar algo de comer entre los bártulos de su mochila mientras dejaba que el cálido sol llegase al fondo de sus doloridos huesos.