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Camino de los condenados I: Las cenizas de Middenheim

Resumen de la partida

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19/06/2021, 21:42
Director

Prólogo: A través de Dragwald

Llevabais varios días en Untergard cuando es atacado por varios mutantes, al darle muerte, el pueblo ha quedado dañado y os enteráis de que las fuerzas del Caos se aproximan y no tardarán en llegar hasta allí.

Ayudáis a escoltar a la buena gente de Untergard hasta Middenheim en un camino que no es fácil, un clérigo de Sigmar, el padre Dietrich muere, pero os pide que entregeis una reliquia al templo de Sigmar en Middenheim, antes de morir os hace prometer que lo haréis

Primera parte: Las cenizas de Middenheim

1. Ratas en las paredes

Cumpliendo con vuestra promesa al llegar a Middenheim lleváis la reliquia al templo de Sigmar, pero a la mañana siguiente el clérigo de Sigmar al que habéis ido a ver aparece muerto y vosotros sois los principales sospechosos. Por suerte, Ulrich Schutzmann, comandante de la guardia de la ciudad cree que sois inocente y os da la oportunidad de demostrar vuestra inocencia. Vuestras investigaciones os llevan a las cloacas donde encontráis una guarida de skaven, allí encontráis el marco de la reliquia pero sin la reliquia

2. El santuario en el bosque

Odo, un sacerdote de Ulric ciego, le pide a Lambert que lo lleve a un santuario que no deja de aparecer en sus sueños, ya que sabe que allí se esconde el mal. Los compañeros al enterarse de que Lambert ha partido van en su busca, después de afrontar los peligros que tiene el santuario conseguir encontrar una pesada cadena de hierro negro con la forma de un cráneo de bronce con cuernos, comenzais el regreso.

3. Carga mortal

Mientras transportáis la pesada cadena de hierro os dais cuenta de que las bestias del Caos no dejan de atacaros, incluso el Padre Odo parece ser hechizado mientras lleva la cadena de hierro. Cuando estáis rodeados de hombres bestias aparecen tres hombres que os ayudan a llegar a la ciudad.

4. La muerte inquieta

Lleváis al Padre Odo al templo de Ulric, allí os reunis con el Sumo Sacerdote Adjunto Liebnitz, mientras charláis el Padre Odo comienza a convulsionar y se transforma en un hombre bestia, al abatirlo, os dais cuenta de que no es el único, varias personas encargadas de la cocina se han transformado también. Os dais cuenta entonces de que han sido envenenados. El sumo sacerdote os pide que investiguéis los pozos de la ciudad para ver si alguien está envenenando los pozos, es de suma urgencia pues toda Middenheim podría verse afectada por esa cosa y convertirse en hombres bestias.

Observáis los pozos, gracias a los tres hombres que os salvaron en el bosque, podéis repartiros mejor por toda la ciudad. Mientras vais a uno de los pozos veis a un hombre que está a punto de echar algo, en ese momento apareceis y después de una persecución conseguís agarrarlo y con amenazas le sacáis donde está su guarida

Al llegar a la guarida os encontráis en una pelea, no os será tan fácil entrar, al acabar con el grupo de cultistas encontráis un barril que es con lo que han estado envenenando el agua

5. Pánico en las calles

Al salir de la guarida, veis que el Caos reina en las calles, varios ciudadanos se han convertido en Bestias, muchos lo usan para sus propias venganzas, otros simplemente para hacer que cunda el Caos, todo el mundo tiene miedo. 

Os enfrentáis a la guardia y os terminan encarcelando, es entonces cuando os dais cuenta de que el Sumo Sacerdote Adjunto Liebnitz os desea el mal y os encierra en las celdas del templo de Ulric.

Conseguís escapar de las celdas, entre los prisioneros encontráis a vuestro viejo amigo Hoffer, el cazador de brujas, una vez lo rescatáis volvéis al templo de Sigmar, una vez estáis allí estáis a salvo

6. Prueba de fuego

En el templo de Sigmar Hoffer os cuenta que han detenido a Bauer, pero necesitáis pruebas para que lo dejen en libertad, es entonces, cuando el Alto Capitular Werner Stolz os dice que cree que en la taberna La espada y el Mayal, puede haber pruebas.

En el sótano oculto entre barriles encontráis un pasadizo hacia una habitación donde se realizaban cultos, allí encontráis a un hombre enjaulado, su testimonio es vital para el juicio.
Mientras Gruk lo libera, Fawkes incendia a los mutantes que encontrasteis allí, haciendo que pronto allí sea imposible estar.

El juicio comienza y el Sumo Sacerdote Liebnitz acusa al templo de Sigmar de está corrompido, de estar mancillado por el Caos. La ciudad enloquece presa del miedo, entre el alboroto, vuestro testigo desaparece y termináis en el palacio con todos los altos cargos

7. Viaje corrupto

El padre Ranulf temiendo que el Sumo Sacerdote planee algo malvado, os da un cofre donde en el interior está el medallón de cobre que Gruk y sus amigos consiguieron, aquél que está tocado por el Caos. Os pide que lo llevéis al Colegio Teológico. 

Al llegar se lo entregáis al contacto del padre Ranulf, pero en su interior no está el medallón, sino que se encuentra la cabeza del hombre que había testificado contra el Sumo Sacerdote