Partida Rol por web

Creo que menos hablar y mas disparar funcionaria mejor! que dices otra tanda!? lo miro esperando a ver que dice. Es la primera arma que disparo, intentemos unas veces mas antes de que te rindas.

García te mira con calma, y te dice: Listo. Ahora vamos a poner a prueba lo que aprendió. Vamos al mesón y le explico.

Van al mesón, y el continúa: Bien, habrá notado que ni en las paredes, ni en las puertas están mis runas. Lo primero que hay que hacer es tomar un cuento y un cuchillo. En casos extremos, cualquier cosa que pueda servir de recipiente y cualquier objeto filoso estarán bien. Ahora coja la daga -te entrega una preciosa daga de plata, de exquisita hechura y aún más exquisitas decoraciones en el mango y la hoja-, levantese una manga y hágase un corte sobre la vena principal del brazo, la que va por aquí.

El mismo se levanta una manga de la camisa y te indica una vena que cruza la parte interna del antebrazo. Haces lo mismo y vez tu propia vena, muy notoria en tu piel pálida. La idea de que sea esa vena, es que así puede salir la sangre más rápido, porque el calibre de vena es mayor que la de una mano o la muñeca. Y para que no se le pierda la sangre, usted pone el brazo hacia abajo, cosa que caiga toda en el recipiente. Debe sacar, mas o menos...medio litro, que le alcance para hacer de una sola vez los escritos que tenga que hacer. Uno cuando está en el sitio lo calcula, pero por lo general con medio litro basta. Ahora hágale.

Te alcanza una taza de cerámica, algo grande, y te observa. Con repulsión, y algo de miedo, tomas la daga y la hundes siguiendo la trayectoria de la vena que te indicó García. La sangre empieza a brotar, y tu rápidamente mueves el brazo sobre el cuenco, para que no se pierda. Ver tu propio brazo te genera una cierta incredulidad, y una mezcla de molestia y placer, por ver la sangre fluyendo. Tu bestia, aunque no la ves, sonríe.

Si se concentra en ello, puede hacer que la sangre brote más rápido.

Decides que vas a hacer caso a la sugerencia. Te concentras, y en vez de gotas empieza a fluir un pequeño chorro de sangre, que te permite alcanzar la capacidad en pocos segundos. Preocupado, levantas la vista, y tu mentor simplemente te responde. Pense que Rowan ya le había dicho...aunque con que tiempo, si nunca se ha alimentado fuera de la capilla. Este es un truquito que le va a servir para curar heridas y para no dejar huellas si se alimenta de alguien: cuando tome la sangre que haya necesitado, pasele la lengua por encima a la herida, y verá que se cura inmediatamente. Es una propiedad fantástica la que hay en la saliva de los vampiros, hace tiempo intenté estudiarla pero no pude avanzar mucho. Inténtelo.

Su sonrisa es de una cierta alegría, porque ve que vas captando las ideas muy rápido. Aún así, sus ojos se ven tristes, y algo...desconcentrados? que raro...que habrá hecho al salir? Bueno, en eso pensaré luego, quizás lo pueda usar para una historia. Tu mente se sale de esos pensamientos, y miras tu herida. La repulsion es más fuerte, pero sabes que debes hacerlo, y lo haces. Y conforme pasas la lengua por tu herida, el sabor metálico de la sangre llena tus papilas, pero tu mente sigue sintiéndose algo asqueada. Y lo mejor, el corte se cierra sin dejar ninguna cicatriz.

Ve que funciona? es muy interesante. Me pregunto cómo habremos desarrollado esa capacidad...bueno, en fin. Ahora, por favor, dígame de nuevo el conjuro, y cuando se sienta listo empiece a escribirlo en los marcos de las puertas y las ventanas. Yo voy a permanecer en silencio, para que no se desconcentre. Recuerde, la concentración es muy importante en la taumaturgia, una distracción, por pequeña que sea, puede arruinar por completo un ritual, y si uno no lo nota, puede morir.

Sigue las instrucciones con cuidado. Aquello de la automutilación no le resultaba agradable, pero aparentemente era un aspecto más de su naturaleza vampírica. Efectuó los procedimientos en completo silencio, meintras observaba como la sangre caía hacia el cuenco. García parece percibir algo de preocupación a través de sus gestos y asiente. No había tenido que beber sangre directamente de los mortales, ya le generaba repulsión tener que hacerlo de la forma "civilizada". Dudaba que pudiese conciliar su esencia de un muerto viviente condenado a alimentarse de los vivos, con lo que su mente y su humanidad le dictaban. Era tan solo otra encrucijada, otra letra pequeña del contrato que no había visto con anterioridad.

Pasa la lengua, y mientras la poca vitae parece satisfacer sus instintos, su propio asco entra en conflicto. Observa como la herida se va cerrando con gran rapidez. García parecía ser alguna especie de doctor o científico, no un humanista como Terence, sino alguien mucho menos creativo; con curiosidad por aquellos procesos biológicos, mientras que Fowles, observaba el marco contextual, observaba las actitudes, la historia.

¿Quién era Diego García?

La pregunta resonó un momento. Concentración, ahora debía concentrarse en el ritual. Entrecerró los ojos tratando de hacer algo de memoria. Y empezó a recitarlo, mientras intentaba copiar la forma de los glifos que le había recomendado su actual mentor usando la sangre del cuenco. Cuando hubo terminado y recitado la letanía, dio un paso hacia atrás para contemplar su obra.

-: Creo que está hecho- dijo mientras las palabras de García resonaban. La muerte, la muerte definitiva, por un error en el ritual, por desconcentrarse. Lo veía factible, pero serían tan crueles los Tremere? los vampiros?...

Después de todos, son asesinos...

Para cuando te das cuenta, son las 4:30 y afuera empieza a clarear. Ya terminaste, y consideras que tus glifos han quedado muy bien trazados. Retrocedes, mientras garcía se aproxima y revisa tu trabajo. Muy bien hechos, han quedado muy bien. y hno se demoró mucho, por lo general los aprendices se toman su tiempo. Ya está saliendo el sol, y ya veremos si funciona.

García se sienta en un banquillo del mesón, y se dedica a mirar por la ventana. Hacía un buen tiempo que no veía un amanecer, ya no me acordaba de lo que era Siempre que enseño este ritual, me quedo a verlo, pero siempre se me termina olvidando. Ha pasado mucho más tiempo desde que lo vi sin tener que esconderme...-García sacude la cabeza y se concentra-. En fin, el sol ya se alcanza a ver. Aproveche y mire ahora, porque es probable que pase un rato largo antes de que pueda darse ese lujo.

Te asomas un poco por la ventana, y ves las nubes pasando de gris rojizo a rosado, primero un tono sutil, luego más fuerte. El cielo pasa de azul oscuro a azul claro, pasando por todos los matices intermedios. Una a una, las estrellas se apagan. Y luego, el sol. Sobre el horizonte, la luz empieza a salir, y luego un brillante globo.

Casí puedes sentir el calor en tu piel, un recuerdo de tus dias como mortal en las mañanas soleadas, como parecía que iba a ser esta. Casi, porque tu mente pasó de sui normal agilidad a un embotamiento, producto de un cansancio sobrenatural cortesía de tu naturaleza vampírica. Y cuando ves que la luz está a punto de entrar por la ventana, tu bestia se agita, aterrada, tratando de que huyas a un escondite seguro. Sin embargo, la curisidad te puede mas, y esperas a que pase...

Nada. El interior del laboratorio está envuelto en una cierta oscuridad, pero afuera se ve la luz del sol. García, con cansancio y sueño en sus ojos, te da su aprobación con una carcajada.

Buena Fowles, eso ES un ritual bien hecho. La ultima vez tuve que correr por mi vida, arrastrando a un aprendiz a punto de entrar en Rötschreck. y reconozco que estaba tenso, pensando que iba a ser lo mismo, pero me desmintió. Se ve que usted tiene talento para esto, se le dan bastante bien aprender y usar los rituales. Mañana -bostezo- Le enseño el que le prometí, y hablamos un poco de historia de la casa y lo que es la sociedad vampírica. Seguro Rowan ya le habrá explicado eso, pero un repaso no sobra. Vaya y descanse, y mañana nos vemos acá a la misma hora de anoche. Que duerma.

Con una sonrisa cansada, te despide, y sales de su laboratorio. Caminas a tu habitación, algo torpemente, arrastrando los pies. Cuando entras, dificilmente si atinas a cambiarte la ropa humeda y caes pesadamente sobre tu cama.

Le pico el ojo - Sabes lo que me pasa cariño... No te me hagas la lo... mmm... bueno eso es redundante JAJAJAJA. No sabía que lo del eliseo era hoy, pero bueno será. Y sobre Blass simplemente odio su locura y que se ponga como un puto niño me revienta las pelotas y le suelto las verdades en cara y se molesta, y por desgracia creo que por eso me odia y me quiere muerto.- Me pongo triste y suelto una lágrima - "Sangre joder soy solo sangre JEJE"

Si te quisiera muerto ya te hubiera matado... te mira a los ojos... no habras sido irrespetuoso con el? verdad?... por mas locos que todos estemos aqui los malkavians nos respetamos nuestras debilidades... no ves que es una maldición?

Si, y lo respeto pero odio que se comporte como un adulto y de repente se transforme de la nada cuando habla conmigo, parece que me lo hace a proposito. Bueno si quieres lo volvemos a llamar a ver si nos acompaña. Y hablando de respeto a veces tu no respetas mi locura jejejeje solo me menosprecias. Le lanzo un beso al aire

Tu locura tiene demaciadas bacterias.... Vere si puedo hacer que baje, hay un auto esperandote abajo

Ok trata de convencerlo. Yo bajaré y estaré esperandolos. Hasta ahora mi linda dama. Doy media vuelta y voy saltando estilo heidi hacia el carro. Abuelito dime tu...

Acato el comentario de mi señor con paciencia, en la limusina había tenido tiempo de sobra para pensar en ello, pero no estaba en posición de ufanarme de nada, Delain me recordaba algo muy importante.

Me erijo en toda mi estatura para presentar una visión ni sumisa ni desafiante, camino detrás de mi señor como corresponde y me planto a su lado con elegancia cuando me presenta. Adquiero un poco más de soberbia, pero no demasiada, con mi "jóven" existencia no sería correcto presentarme altanero ante esos...mmm...sí, hombres de negocios sería una denominación correcta, después de todo, pronto se hablaría del tema en cuestión y quizás ese fuera el momento para demostrar mis cualidades. Además, gran parte de mi "actuación" se basa en el dialecto, y no era momento para conversaciones.

Es un placer - digo mientras hago una levísima reverencia, acompañada de un brevísimo esbozo de sonrisa -

Por cierto, qué denotan, en su mayoría, esas miradas evaluativas?

Cómo he de referirme al primogénito? y, qué aspecto tiene?

Pues si quieres intentalo de nuevo chico... pero concentrate. Te da un arma cargada. Solo tienes 10 balas no me dañes el revolver.

Curiosamente te das cuenta que los demas no se acercan para nada hacia ti... es como una especie de rechazo social... ni siquiera te determinan. Te acercas a ellos y la respuesta es de burla. Observas a Mary Jean  quien  hace un signo de decepción.

Oye niño, pense que cuando tomaste esa catana nos ibas a dar una que otra sorpresa, pero al parecer no fue tanto...

Tristan se te acerca por un lado y te dice al oido. Sabes creo que es buena idea que nos vallamos, yo te acompaño, he escuchado que Bob y su grupo quieren darte una golpisa. Lo mira con odio. Es un idiota.

Al terminar de rezar Alexei te lleva al segundo piso. Los peldaños de las escaleras crujen mientras suben y de repente te encuentras ante una oficina que dice en letras  negras: El pastor.  Entran y lo primero que vez es la imagen de un hombre rubio, con aspecto norteamericano que  esta junto a su congregación. Al lado de la foto dice. Pastor Alexei Maxwell. 1945- 2007. En paz descanse.

Te señala. Así era yo... pero bueno, de que me sirve ver esto... salgamos... entre otras Jay, te tengo una noticia, y siento no haber sido claro, se me ocurrió mientras oraba... Creo que hoy es la noche en la que te presentare al Eliseo.

El hombre te mira serio y te dice. Cual es su nombre, clan y hace cuanto llego a la ciudad? La pregunta pareciera como quien esta llenando un formulario de impuestos.

Un grupo de varios hombres impecablemente vestidos te examinan como si se tratase de un modelo.

Mucho gusto. Te da la mano. Dejeme presentarme. Paul Parker, bien conocido por tu sire. Bienvenido.

Bienvenido a mi humilde hogar. Dice un hombre elegante, al parecer el dueño de la mansión. Rob Kennedy... Delain te tenias escondido este chiquillo tuyo... Un Hilton! definitivamente un hombre con estilo...

jajaja. escuchas una risa al fondo y un hombre elegante que se te acerca. Algo de el te dice que es poderoso, y podrias apostar todo lo que tienes a que es el primogenito. Si, como lo escuchan, un Hilton... La verdad todo un misterio. Mira a Delain y le da la mano. Buen trabajo... pero no es acaso muy joven para conversaciones de adultos. Rie ironicamente.

El tipo es tranquilo, aburrido... Exelente.

-Valla,  me trata como si viniera a hacer un tramite, bien. Menos complicaciones y poder volver pronto a lo importante. O como dicen, fichar y salir de este lugar...sin embargo, tantos recien llegados recibira? Cuantos vampiros hay realmente...?.

Contesto sin vacilar, lentamente, mientras estos pensamientos me circulan...

-Soy Josep Greenfield... Pertenezco al clan Gangrel.

Dudo un segundo en lo ultimo, mas rapidamente añado.

*Dire que ... mah si, diablos, si esta es mi ciudad.

-Resido en  Los Angeles desde hace mas de 15 años. Sin embargo, solo desde hace poco pertenezco al clan.

*Esperemos que eso le baste.

El efecto fue fantástico, funcionó a las mil maravillas, la oscuridad le protegió mientras el sol, el terrible sol se alzaba, amenazándole, la bestia en su interior se agitaba nerviosa, pero estaba cubierto... su voluntad había sido capaz de construirle esa protección, a través de su naturaleza sobrenatural, de la vitae que corría por su cuerpo. Entrecerró los ojos, se sentía ligeramente atontado, con ganas de dormir, aletargado, sus pensamientos fluían con más parsimonia, las palabras de García parecían lejanas... distantes.

Pero eran halagos, al parecer lo había logrado y no le había resultado tan complicado. Sonrió ligeramente satisfecho y asintió. Quizás no fuese tan malo para la magia Taumatúrgica, quizás... quizás no había sido una mala decisión. Observó, ahora una lección sobre la sociedad vampírica. No estaba seguro de si quería saber más al respecto.

Caminó hasta su cuarto de forma mecánica, y se dejó caer, era de día, y solo tendría que pernoctar durante la luz diurna. Se sumió en las brumas profundas del letargo. Y las horas pasaron en la habitación de Terence. La noche volvió a caer, y el vástago despertó, temprano nuevamente. Tendría algo de tiempo antes de encontrarse con García. Olió el hedor de su ropa, estaba sucio. Suspiró por reflejo y se cambió de ropa, lentamente, observó las hojas escritas sobre la mesa. Tuvo la tentación de por unos minutos completarlas. Pensó por algunos instantes, que llevaba tan poco tiempo siendo vampiro.

La cabeza le retumbaba, y la sed de la bestia le invadía. ¿Era el mismo Terence? o era acaso un demonio... se hundiría en la perdición... pero estaba García, que tenía tantos años... o eso creía, y que al parecer se había mantenido. Y otros vástagos. No lograba entender la mecánica de la no-vida. Se masajeó el entrecejo.

Abrió la puerta con cautela, con sus sentidos agudizados, revisando que no hubiese alguna bromilla adolescente por ahí, algo que pudiera arruinarle la noche en su comienzo, o si no había nadie por el pasillo...