Partida Rol por web

Caminos del Viejo Mundo

Schloss Vonreuter

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08/12/2013, 13:15
Magnar

- Un placer -masculló el enano. No le gustaban esas reuniones entre humanos ricos, porque parecía que se indignaban en cuanto se les decía cuatro verdades a la cara- si se las dijeran más a menudo sabrían de verdad como aprovechar el poco potencial que tienen -pensaba mientras observaba la comitiva. Cuando las mujeres rompieron a llorar no pudo evitar poner los ojos en blanco.

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08/12/2013, 15:20
Ondurin Vonreuter

Finalmente, Ondurin ordena a Lothar preparar otros cuatro puestos para la cena, una vez echas las presentaciones con el resto de su familia. Él y su familia, junto con los aventureros, siguen al mayordomo a una sala contigua, donde se encuentra una mesa de considerable tamaño, con sillas de buena manufactura. El suelo esta algo gastado, pero aún con el paso de los años, se nota la calidad de la madera. En medio de la sala reluce el fuego de una chimenea, que caldea algo el ambiente, y hace el lugar más acogedor. 

Ondurin y Sanne se sientan, ocupando las dos cabeceras de la mesa, y quedando toda su familia sentada a un lado, y los aventureros al otro. La pequeña Elena no se sienta a comer, sino que se queda jugando con un par de muñecas de trapo cerca de la chimenea. 

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08/12/2013, 15:29
Lothar

Lothar vuelve a salir, y al poco rato vuelve cargado de bandejas. Estas están ocupadas por salchichas, patatas hervidas y col. Aunque la comida es sencilla, también es abundante, y sigue siendo un plato caliente, después de semanas de raciones de viaje. El mayordomo va uno por uno después, llenando las copas ante cada uno de los comensales con un par de botellas de vino tinto, que parece ser bastante bueno. 

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08/12/2013, 15:32
Ondurin Vonreuter

-Antes de empezar, me gustaría proponer un brindis-dijo el hombre, poniéndose en pie, con la copa en la mano-por nuestro querido Gustav. Que Morr le conceda paz y descanso. ¡Por Gustav!

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08/12/2013, 15:33
Anya Vonreuter

-¡Por Gustav!-dijo la chica, evidentemente apenada, aunque también alzando la copa. 

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08/12/2013, 15:34
Sanne Vonreuter

-¡Por Gustav!-dijo la esposa de Ondurin, a la que parecía pesarle la edad, quizás reforzado por la noticia de la muerte de su hijo. 

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08/12/2013, 15:35
Sothelin Vonreuter

-¡Por Gustav!-dijo el chico, con voz firme y calmada, permaneciendo tan callado y seco como estaba antes. 

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08/12/2013, 15:36
Wilhelmina Vonreuter

-¡Por Gustav!-dijo la mujer, con una voz dulce y melodiosa, antes de llevar la copa a sus carnosos labios. 

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08/12/2013, 15:36
Elena Vonreuter

Mientras se produce el brindis, la más pequeña de los Vonreuter sigue jugando con sus muñecas, tarareando alguna cancioncilla infantil. 

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08/12/2013, 16:58
Otto Eberhardt

Otto levantó su copa al son de todos los comensales:

- Por Gustav - Dijo sin mucho ímpetu, casi más para él mismo que para el resto. Aunque sabía que su voz se perdería entre las del resto, supuso que el movimiento de su brazo al elevar su copa y el mover los labios sería suficiente para ser cortés.

Mientras se produjo el brindis, y posteriormente la bebida del vino que había participado en tal, Otto no dejó de mirar perdidamente la chimenea, se había abstraido y pensaba en la muerte del jóven, en el peso de su cuerpo sobre sus brazos y en los hombres bestia.

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09/12/2013, 08:43
Sir Landuin Noirfeu

 

Desde que había entrado Landuin dedicó sus esfuerzos en observar con disimulo a los miembros de la familia, de sus viajes había sacado algunas evidencias, aunque simple, le había ayudado en particular una de ellas: observando la reacción de la gente uno puede llegar a comprender más que hablando si de desconocidos se trata. Ese chico arisco... magh no es momento de tonterías, no debes ser una mujer llorosa pero una roca demasiado dura se quiebra... no parece, como algunos otros, demasiado afectado, quizá reaccionen así ante algo que sin saberlo ya imaginaban o puede que los hombres de estas tierras se tomen la muerte de otra forma... sin embargo, hay quien siente de otra forma...

Una nota de amargor inundó al caballero al ver la mirada dolida de la madre y posar su mirada sobre una de las hijas, Anya, a quien le dolía la noticia visiblemente. Pobre criatura...

Devolviendo la vista hacia la mesa brindó al tiempo - ¡Por Gustav! - con voz enérgica y sincera, como se debía brindar por un difunto según las costumbres de su tierra.

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09/12/2013, 10:11
Morgan Bernhardt

- Por Gustav. - Son unas palabras suaves y casi susurradas acompañadas de un  lento levantamiento de copa. Pareciera que estoy casi tan afectado por la muerte del muchacho como sus familiares. Aunque algunos no parecen estarlo mucho, cosa que noto bastante extraña.

Desde hacia bastante rato no había pronunciado ni una sola palabra y mi gesto era taciturno y apagado. Cuando aparecieron las hijas, más aún si cabe, pues en un principio pensé que el pobre Gustav había dejado mujer e hija. Por suerte parecía que no. El color pálido de la piel de la adolescente me cuadra con los de los padres, pero los demás, no parecen ser tan pálidos. ¿A que se deberá?

Extrañado, miro a todos los miembros de la familia, incluida la niña que canturrea cerca de la chimenea. Alguna vez, aprovecho para mirar también al mayordomo. Quizás aún tenga el recuerdo del señor Dustermann en la mente y eso me hace desconfiar de la gente desconocida.

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09/12/2013, 21:08
Magnar

Magnar se dejó guiar a esa mesa para cenar, pero tuvo varias dudas. La primera fue la altura a la que estaba, que bueno, una vez sentado no parecía muy diferente, pero no era de "estatura media" enana, la segunda fue que, como siempre, vio la silla y pensó como la madera podría aguantar el peso de un enano fornido y sano como era él, la roca le daba más seguridad.

Si no fuera suficiente con todo eso, le sirvieron vino. VINO. Lo miró con suspicacia y vio como todos alzaban la bebida en un brindis. Suspiró de forma pesada e imitó el gesto- Por Gustav -dijo mientras alzaba la bebida para secundar el brindis, pero tras hacerlo no bebió, solo se llevó el vaso a la boca y humedeció los labios cerrados. No le gustaba el vino, y sabía que ver a un enano con una cresta escupiendo el vino desembocaría en una pelea y toda la familia caería bajo su hacha. Y eso no sería una bonita forma de recuperar su honor.

Las tierras de los humanos tenían tradiciones muy raras.

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13/12/2013, 22:41
Ondurin Vonreuter

Empezáis a comer, y pronto el cabeza de familia empieza la conversación con vosotros:

-Lo cierto es que no solemos recibir demasiadas visitas. Estamos muy apartados de todo el mundo, así que es raro tener gente acompañándonos en la comida. E incluso diría que son gente que ha tenido que ver una cosa o dos. Seguro que podrán animar la velada con alguna historia interesante, al fin y al cabo, no creo que lleven esas armas de adorno.

El hombre remató las últimas palabras con una sonrisa, invitandoos a hablar. 

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13/12/2013, 22:45
Anya Vonreuter

-Sí, seguro que han debido ver cosas maravillosas...-dijo la pequeña de las hijas, con la típica expresión que tienen las niñas a la hora de escuchar los relatos de los bardos. 

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13/12/2013, 22:46
Wilhelmina Vonreuter

-No seas tonta, el mundo no es tan maravilloso. Pero sin duda, se habrán visto envueltos en mil aventuras-dijo la mujer, como refiriéndose a todos, con una leve y encantadora sonrisa, aunque parecía que sus ojos no perdían de vista al bretoniano. 

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13/12/2013, 22:48
Ondurin Vonreuter

Anya está a punto de replicar a su hermana, pero el padre la mira severamente.

-No se te ocurra meterte con tu hermana. Por favor, relaten alguna de sus aventuras-dijo, volviéndose hacia vosotros. 

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15/12/2013, 14:02
Magnar

Magnar comía y al escuchar lo de las aventuras no pudo evitar sonreía- Bueno, yo recuerdo una vez que estaba intentando llegar a una aldea para poder tomarme dos o tres barriles de buena cerveza enana, y en el camino me intentaron asaltar unos chicos. Querían que les diera lo que tenía, y eso hice. Al primero le dí un puñetazo en la mandíbula que le mande a dormir a su casa y al segundo le golpeé con la cabeza en la nariz, haciendo que se durmiera allí mismo -gesticulaba con el aire, imitando el combate que estaba contando- pero cuando llegué a la taberna... ¡NO TENÍAN CERVEZA! ¡NO LA TENÍAN!-gritó- ¡Y PARA COLMO ME QUIEREN CONTRATAR PARA IR A BUSCAR A LOS HIJOS DEL ALCALDE! ¡ERAN A LOS QUE HABÍA PEGADO!

Comenzó a dar palmadas en la mesa y a reírse a grandes carcajadas- así que volví a por ellos, los cogí a hombros aún inconscientes y los llevé allí. Dije que unos bandidos estaban intentando asaltarlos, pero los salvé. Me dieron una recompensa y me fui antes de que se despertaran -continuó riendo un rato, haciendo que algunos trozos de comida salieran de su boca.

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23/12/2013, 02:24
Otto Eberhardt

Otto dirigió una mirada de reproche hacia Magnar. Había viajado con él durante ya bastante tiempo y ya se había acostumbrado a sus formas y modales, las cuales cada vez molestaban menos, pero estaban sentados a la mesa de una familia que había pedido recientemente a uno de sus miembros, como invitados, y esta merecía mayor respeto, así que la mirada quedó en una significancia tal, que se deducía de ella que disminuyera su nivel de brusquedad y mejorara un poco sus modales. Tampoco estaba realizando un ataque al enano, pero si un aviso para que no siguiera por esos lares.

Sin embargo el escudero seguía comiendo en silencio, esperando que quizás otro de sus compañeros contara alguna historia, tal vez Sir Landuin ya que había recibido la atención de algunos comensales.

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26/12/2013, 13:13
Sir Landuin Noirfeu

Una historia del exterior... todas son crueles y hablaban de muerte... no es el momento... pobre chica no habrá conocido nada fuera de estos viejos muros... su padre no parece muy amable con ella, al ser pequeña e inquieta temerá que acabe como su hermano...

El caballero comía posando la mirada en todos los comensales, despacio, sin fijar la mirada en nadie evitando las miradas directas de las hijas, no pretendía ser descortés o causar molestia a ese pobre anciano, mirar más de lo necesario a una dama de la corte, la hija de algún duque podría suponer una justa o cualquier otro tipo de satisfacción, incluso en otro lugar Landuin sabía que algunas normas son básicas en toda tierra o ambiente.

- Como ven Magnar es un enano astuto y mejor luchador, los caminos por los que transita son menos peligrosos a su paso - elogiando al enano, sus modales no eran los apropiados pero mejor sería seguir la conversación con normalidad a reprocharle directa o discretamente - El bueno de Morgan es un excelente tirador cuentan que en una ocasión cruzó hasta Bretonia sólo por un reto, ganó el torneo de tiro con arco y como premio pidió la mano de un caballero local cumpliendo la apuesta, por supuesto se salvó de la muerte ante tamaña afrenta por un pelo y desde entonces es otra de las regiones que no debe pisar, todo un rufián - aquello evidentemente era una locura mas incluía algo cómico como deseaban los presentes - Con respecto a Otto... no puedo decir más que palabras de grandeza, un hombre honorable, resuelto, poderoso, valiente, piadoso, justo, recto... no tardará en ser nombrado caballero, le falta un buen bardo para contar sus proezas como merecen, yo no tengo ese don pero si puedo decir que entre sus últimas gestas se enfrentó a un siniestro hechicero, un adorador de poderes ruinosos que tenía tratos con criaturas malignas... skavens son llamadas en las leyendas... bien pues no son leyendas, existen ciertamente, hombres rata tan altos como pequeños humanos, fieros y rabiosos, ágiles y mortíferos... algún necio puede pensar que no es demasiado... bien pues no solo se enfrentó a las alimañas y el brujo, antes acabó con su guardaespaldas, un tipo calvo y fuerte, muy diestro en el manejo de armas... mas sin duda lo peor fue el engendro, aquel ser surgido del delirio que hambriento defendía a su pérfido amo - con la historia movía las manos no en exceso pero si apoyando la historia, no era del todo cierta, sin embargo, creía lo que decía sobre el escudero y bien merecía decorar la historia, todo un cuento de caballeros

Tras una pausa mirando con orgullo a sus compañeros sonrió - Lamento si les he aburrido reviviendo tiempo pasado, ciertamente ahí fuera el mundo es un lugar peligroso y cruel, no es un paraíso tranquilo y amable, no obstante, hay luz, esperanza, bondad, claridad y amor... ahí fuera se extiende un mundo de armonía y mientras los hombres justos vigilen porque así siga siendo, enfrentando a quienes desean destruirlo por su propio interés, habrá sitio para satisfacer vuestros deseos de conocimiento y exploración jovencita, por supuesto están invitados a mi castillo, si bien es cierto que es lejos al sur oeste - con una amplia sonrisa, no veía motivo para que la joven cerrara la boca aunque era extraño llamar jovencita a alguien de edad pareja, realmente compartía sus ansias de exploración y el anciano aunque discrepase no entraría en una discusión con el caballero o al menos Landuin lo dudaba, quizá alguno de los otros contase algo más.