Partida Rol por web

Al entrar al barco me siento en uno de los asientos observándoles tranquilamente, como un niño nuevo en el colegio y mentalmente repaso mi día

Maldito despertador no sonó cuándo tenía que hacérlo.

Pienso e inténto entablar alguna conversación

-Siento haber llegado así a toda velocidad, ¿ustedes se llaman?-

- Eso haré, te llamaré Jess - negó con la cabeza contestando a la pregunta. Jamás había estado en unas vacaciones similares. Y francamente no estaba demasiado emocionado, aunque había leído que un período de relax podía reactivar ciertas conexiones cerebrales saturadas por la rutina. En ello confiaba, estaba deseando que comenzara el siguiente curso. Su puesto de decano estaba cada día más cerca, pero debería limitar sus aspiraciones a unos cuantos helados y a sus libros durante unos días. Mientras hubiera helados para Travis los demás podían beber mojitos hasta caer redondos.

El barco atracó en el embarcadero y no hubo necesidad de continuar la conversación. Cargar las maletas por el estrecho puente no resultó fácil, aunque el profesor solventó el reto con soltura. Tampoco era sencillo acomodarse en aquellos asientos imposibles, pero Travis se agenció un asiento en primera fila. No hizo demasiado caso a los últimos en llegar, y desde luego no cogió el cigarro que le ofreció la chica. Lo rechazó con un sencillo gesto de pánico.

Tenía fija su mirada en la proa del barco y evaluó con dureza al capitán. No le dio demasiada confianza, pero si había sido capaz de llevar el barco hasta el embarcadero había algunas opciones de que pudiera llevarlos sanos y salvos hasta la isla. Iba a ser una hora larga y crítica.

Miré sorprendida el barco que llegó al embarcadero. Era poco más que un viejo barco de paseo de turistas. Con actitud resignada subí al barco llevando la pesada maleta como pude y dejándolo donde me indicaron. Tomé asiento en aquel banco que nada tenía que ver con cómodo sofá y suspiré. ¿En qué clase de viaje me habían embarcado? Seguro me dejarían en una isla virgen para que sobreviviera durante semanas. Seguro que aquello me quitaría de la cabeza al idiota de mi ex.

Alcé el rostro para mirar al recién llegado, por lo visto alguien había llegado aún más tarde que yo. Levanté la mano sin mucho entusiasmo - Kirsten Evans, encantada.

La miro y sonrio casi sin ánimo

-Encantado Kirsten-

Menuda animación me espera.... Pienso irónico al ver lo que hay.

Encojo las piernas intentándo acomodarme y observo uno a uno a todos los presentes que están cerca, inténtado adivinar que sería cada uno fuera de estás vacaciones. Oteo el mar desde el barco, casi dicíendole adios a mi vida en la ciudad por un tiempo, quizás los acontecimientos que he vivído en estos pocos meses me tíenen algo nostálgico, pero soy fuerte y lo finjo rápidamente.

Uff, ahora un barco que más que barco parece algún tipo de tortura. Esperemos que lo que venga luego merezca la pena. Gracias al tipo de rastas, coloco mi maleta cerca de la suya y me siento, invitandole con un gesto a acompañarme.
Y a qué te dedicas, Randy. Es decir, cuando no estás ayudando a gente necesitada añado con una sonrisa. Muy usado, pero está bien.

Lara sube y se deja guiar. Tenía muchas ganas y aunque no era la primera vez que subía en barco, el mar era algo que le apasionaba y no podía evitar sentir cosquillitas en el estómago. Observa a Tyler. Le había reconocido, pero no pensaba ser ninguna de sus groupies. Simplemente cuando se la quedó mirando, le devolvió la mirada y sonrió a modo de saludo.

Se sienta cerca del grupito apoyando el culo en algun lateral del barco y antes de socializar, cierra los ojos y disfruta del sonido de las olas bajo el barco y el viento en la cara con olor a sal. Una frikada, podrían pensar algunos, pero cada unos disfrutaba de las cosas a su manera. Luego los volvió a abrir y sonrió a todos.

Miro a Lara hacer casi lo mismo que yo cuándo sube al barco.

-Es casi poético el mar ¿eh?- Le digo con una sonrisa cuándo abre los ojos-soy Tyler Ashton¿tú eres?

Sigo sin incorporárme del todo y sonrio amablemente a Lara.

Por ahora parece que somos los más parecídos. Pienso intentándo entablar una conversación con ella.

Lara le mira de lado y le sonríe. Sé quien eres. Añade con la mayor tranquilidad del mundo. Luego vuelve a dirigir la mirada al mar.

Y sí, a mi me relaja muchísimo el mar. Tanto el sonido, como el olor, como el movimiento de las olas... Dice de nuevo, sin pasarse de profunda.

Suelto una pequeña carcajada

-Bueno ambos sabemos quien soy pero..¿Quien eres tú?- Sonrio

La miro tranquilo sonriendo.

Me busqué un hueco para sentarme. Elegí uno en el que pudiera mirar hacia afuera sin problemas y no perderme detalle del paisaje que íbamos a poder observar. A fin de cuentas, ya no recordaba la última vez que me había montado en un barco, o algo parecido, siempre que no contara el ferry a Staten Island.

No habíamos zarpado aún y apareció aquel hombre de pelo largo que sin duda llamaba la atención, aunque volví a mirar al mar unos segundos y cuando iba a responder a eso de las presentaciones vi que ya estaba entablando una conversación con la pelirroja, por lo que no me pareció muy correcto interrumpir.

Esperaba poder descansar en aquellas vacaciones, aunque también esperaba estar lo suficientemente a gusto, como para no pensar en todos los problemas que había dejado atrás.

- Espero que sea tan bueno como yo me lo imagino.

Alrededor suya surgieron conversaciones entre los presentes, tal vez para una toma de contacto, además, llegaron más gente, quizás los rezagados. En cualquier caso tampoco es que le importase demasiado, aún necesitó descansar un poco más debido a la maratón que tuvo que hacer para evitar el barco.

Y poco después, así fue, llegó el transporte, uno que a simple vista había visto y vivido batallas. - ¿Ese es nuestro barco? - Preguntó con una mueca de eterno fastidio. Masculló algo ininteligible primero, y después suspiró. La verdad es que no tenía muchas ganas de montar allí, pero ya que estaba allí, lo haría.

A sus hombros se echó la mochila que llevaba, una grande, marrón y con muchos bolsillos. Nada bonita, pero práctica, muy práctica. Subió en el barco dejándola con el resto de equipaje. Una hora allí se le haría bastante pesado, casi claustrofóbico, así que se fue a la barandilla para contemplar el inmenso azul verdoso del agua que cruzarían. - Bueno, la vista es bonita. Algo es algo. - Comentó al aire mientras observaba el horizonte.

Se apoyó en la barra de hierro no sin antes comprobarla su resistencia con bastante recelo, ya que caer al agua, gracia lo que se dice gracia, como que no le haría. Mientras se formaron parejas que empezaron a socializar. El ritual para conocerse.

No conocía aquella gente, y no sabía nada del lugar a donde iba, y mucho menos qué harían todos juntos. Tenía unas ganas de llegar tremenda y averiguarlo de una vez. Su pierna derecha empezó a moverse repetidamente delatando su nerviosismo.

Los asientos no eran muy cómodos, pero la brisa sentaba bien. Los demás viajeros permanecían tan callados como yo, salvo algún que otro lanzado, por lo que supuse que venían solos, por lo tanto tal vez fuera un campamento para solteros. Conociendo a Mandi, era muy típico los planes locos, pero algo era mi mejor amiga. 

Sonreí, aquello ya no tenía remedio por lo tanto decidí que disfrutaría de unos días de descanso antes de volver a mi rutina. Puede que incluso me viniera bien para volver cargada de energías. Miré al mar y oteé el horizonte intentando divisar nuestro destino.

Montmos todos en el barco y todo el mundo vuelve a presentarse, sonrío escuchando a todos mis acompañantes y me uno a la conversación yo me llamo Randy, miro a María y después vuelvo al grupo con la mirada. Yo soy Swat en Los Ángeles, ¿de donde sois y a que os dedicáis? pregunto realmente interesado en la respuesta de mis compañeros mientras comienzo a prepararme un porro, ofreciendo al resto sonrío ¿Queréis?.

Paul se acercó al barco cuando este llegó y se sentó en uno de los asientos que daban mirando para afuera, por lo menos vería la isla cuando estén llegando, cuando Randy le ofreció el porro se rió.

Quien iba a decir que un SWAT fumara, yo soy corredor de bolsa en Wall Street y lo mío es más el alcohol que ese tipo de drogas.

Miró el mar y volvió a mirar al grupo.

Supongo que cada uno tiene sus debilidades.

Luego mió al horizonte.

¿Creen que la isla quede muy lejos? La verdad dudo que quede muy lejos si vamos en este barquito... yo esperaba algo más grande con una fiesta a bordo.

Espero que no quede lejos digo, realmente preocupada. Luego miro al grupo.

Yo soy Maria, abogada de Madrid, españa aclara por si alguno no cae en eso. Luego mira al tipo de rastas. Por un momento va a decirle que no, pero luego recuerda el por qué de este viaje. Asi pues, asiente y dice si, yo quiero probar uno... Randy a lo que añade una de sus cálidas sonrisas

Cuando Cassie ofreció un cigarro y ninguno de los presentes cogió uno, ella volvió a guardar el paquete en su bolso -Mejor, a más me tocan. Justo en ese mismo momento llegó el barco, el cual les llevaría a la isla. La verdad es que el aspecto del barco no tenía nada que ver con ir a un campamento el cual se denominaba "Paraíso" más bien parecía el transporte cutre con el que te llevan al infierno.

De todas formas, cargó de nuevo con su enorme equipaje y lo dejó donde le habían indicado, después se dirigió a los asientos, -En fin, en peores sitios he estado. Y observó al resto de acompañantes callada. Unos se apoyaron en uno de los bordes cual bohemios por la vida y empezaron a hablar, otros tenían el típico rostro de estar ansiosos de volver a pisar tierra. -Normal, yo también lo estaría, este barco da de todo menos confianza. Pero a las malas, sabrán nadar, y no hace un frío mortal ni esto es el titanic.

Lara sonríe de medio lado y aprovecha que todos se estaban presentando y que Tyler le había preguntado por ella, para presentarse de nuevo y hablar algo más sobre ella.

Yo soy Lara Scofield y soy estudiante de medicina. La verdad es que nadie se esperaba que estudiase para ser médico con su apariencia.

Yo sinceramente esperaba que la fiesta ya empezase en el barco. Dijo con una pequeña sonrisa traviesa. Demasiado tranquilo estaba siendo todo. Esperaba que fuese la calma que precedía a la tempestad.

Y de nuevo se repitieron las presentaciones, seguramente pensando en los que llegaron más tarde, aunque en esta ocasión ya fueron dentro del nada glamouroso transporte. En principio nadie más se montó, así que le hizo pensar en lo siguiente. - Eso quiere decir que estamos todos, ¿no? No sé que sorpresas nos esperan. Tengo curiosidad. - Comentó con total despreocupación mientras no perdía el intenso azul con tonos verdosos del océano.

Se giró hacia el resto y cruzó sus brazos adoptando una seria actitud, contrastando con la media sonrisa traviesa que tenía en su rostro. - Como ya he dicho, JB, de Jason Bradley, ahora estoy en el paro, antes me pagaban por darle patadas a un balón en la liga escocesa aunque yo soy de Londres. - Fue lo que respondió con cierta jocosidad, como si en el fondo no se lo tomase en serio.

Ante el ofrecimiento de Randy se negó con un gesto en la mano. - Gracias Randy, pero no, hace mucho que dejé de fumar eso.- No lo dijo con demasiada contundencia a decir verdad. Es más, sus labios se movieron otra vez. - Qué diablos, acepto, ¿no estamos aquí para esto? - Apareció una ligerísima pausa para modular su tono, a uno más disconforme para añadir lo que tal vez sería una especie de protesta. - Aunque yo también esperaba una fiesta o un comité de bienvenida mejor que esto. El viaje será largo.- Acompañó las palabras con una mueca de fastidio.

Se desperezó un poco antes de continuar con su "interesante" intervención. O momento de socialización, sgún como se viese.- ¿Ya están empezando a contar sus puntos débiles? ¿Lanzando quizás indirectas? - Preguntó con ironía ante ciertas declaraciones. - Bueno, espero que yo tampoco esté muy lejos a donde vamos, aunque quizás quieran comprobar lo bien que nadamos. - Volvió a recurrir a la gracia fácil. Sinceramente, el grupo formado, decir que dispar es quedarse corto, muy corto.  

Con un crujido estático el altavoz del barco interrumpe vuestras conversaciones.

Estimados viajeros. En breve llegaremos a la isla. En pocos minutos podrán desembarcar en "Campamento Paraíso". Por favor, asegúrense de recoger todas sus pertenencias y estén listos para bajar cuando lleguemos al muelle.

 Les deseamos una feliz estancia.
 

Me había entretenido escuchando las conversaciones y mirando el paisaje, por lo que cuando sonó aquella voz pensé en que el viaje se me había pasado bastante rápido.

- Parece que llegamos y sin tener que ponernos a nadar. - Dije mirando al último hombre que había hablado con una sonrisa divertida.

Con todo lo que me había costado hacer la maleta como para tener que saltar del barco, ponerme a nadar y encima, perder mis cosas, porque todo el mundo sabe, que cuando una se va de vacaciones, mete las cosas que más le gustan en la maleta, menos las bragas viejas.

- Que me dejen una hamaca al sol delante de una piscina y será una estancia muy feliz.

Lo dije en alto, aunque a nadie en especial. La mayoría de la gente estaba demasiado callada y eso era muy raro. De todas maneras, yo también había estado más silenciosa de lo habitual hasta el momento, quizás porque era demasiada gente desconocida a la vez.

Así, me levanté del sitio y fui a por mis cosas. Estaba deseando llegar de una vez.