Partida Rol por web

Terl observa con el mayor detalle posible todo lo que hay a su alrededor. Sabe que los animales son inferiores y no le crearán problemas, pero aún así no quiere correr el riesgo de tener que desintegrarlos a todos.

Al observar que el extraño ser parece hostil, pues ha atacado al reverendo, Johnie saca rápidamente su cuchillo, y ayuda a Tom en la lucha contra la enorme bestia. Observa como marta también saca un cuchillo y se queda a la espera, y Johnie le hace un gesto para que vaya a ayudar al reverendo a abrir la puerta.
Dirth, mattl na rokuhh, matrla! Sith nl mmnahy. Hom y cu satatrla mbdaczaterm!
Dicho esto, Johnie salta hacia el enemigo, intentando clavarle el cuchillo.

- ¡As ef sdf a gfegar adgi efpehadfgo a gfe of labey!!

Ni corta ni perezoza, me lanzo cuchillo en ristre, buscando la arteria que pasa por la zona de la ingle, que es la parte vulnerable que me pilla más a mano.

La tremenda criatura vuelve a rugir ante los ataque se de las despreciables criaturas. Por su tono, bien podrías ser ira, bien una ahogada risa. El monstruo da un paso hacia atrás y extrae un nuevo y extraño artilugio de su cinturon. Su gran mano apunta hacia donde están los tres individuos más pequeños, olvidando al grandote por un momento. Del artefacto sale disparada una especie de red, que se dirige contra los humanos. El arma impacta directamente sobre dos de ello, apresándolos por completo. De las fauces del monstruo surge un nuevo rugido, esta vez con tono victorioso.

Terl lanza una red contra la posición de Tom, Martha y Jonhie, pero Martha, sale despedida por el impacto.

Los dos hombres se ven atrapados en una red que parece apretarse por si misma con una fuerza que casi les corta la respiración.

Martha rueda por el suelo hasta la posición del reverendo que sigue llamando a la puerta intentando abrirla, pero está sellada y no logra abrirla.

Tom maldice atrapado en la red:

-¡Martha huye! ¡No hay nada que puedas hacer contra el gigante!

Johnie se ve de repente atrapado en la red del ser, junto a su amigo Tom. Su cuchillo sale disparado de sus manos.
Mjadrrest syza! Trgmo matrla, nao sao nnsatan o bbnanata mol nastrfda! Revccsar, llambta!
El joven intenta deshacerse de la atadura con todas sus fuerzas, pero todo resulta en vano. Las ataduras son demasiado fuertes.

Una vez ha atrapado a dos de los animales, el monstruo observa como el resto huye, y se dirige hacia ellas para cortar su paso, atacando nuevamente al grandote con la extraña vara. Terl está delante de las puertas, en medio del camino de las criaturas hacia el exterior, por lo que estas tendrán que pasar obligatoriamente junto a él.

El hombre y la mujer intentan pasar por el estrecho hueco que el psycho les deja libre.
La única manera de escapar es por donde entraron... El enorme monstruop se lo impide. Tal vez corriendo logren escapar. La enorme mole de casi tres metros lanza su brazo con la vara metálica negra en su extremo. No logra impactar en los cuerpos de los humanos. Mientras los otros dos forcejéan por el suelo sin poder soltarse.

- ¡Konsie! ¡Dob! ¡Forbehedog a gagrakof! - exclama Martha ,mientras corre hacia la puerta, cogidade la mano del pastor.

El reverendo tropezando con la túnica, corría como podía, resbalando en el polvo acumulado durante años, e intentando recuperar el aliento aspirando fuerte, de tal manera que el aire silbaba en sus pulmones en un esfuerzo al que no estaba acostumbrado.

Las criaturas se acercan a él imrpudentemente en su intento de huída. Con dos especímenes ya la valía, pero por si acaso mejor llevar tres. No sabía cuál podía ser la mortalidad de estos seres ante los artilugios Psycho. Si uno moría, mejor tener un tercer especimen de reserva. El pequeño parecía no interesarle demasiado, aunque se acerca a la puerta mucho más que el grandullón, y tampoco le interesa tener aquí a un montón de esos seres. Terl extrae su vara del cinto y la descarga sobre la criatura, haciendo fluir la energía hacia el cuerpo de su víctima.

El Psycho mientras tanto no pierde de vista a los dos atrapados en la red. Es imposible que la rompan, pero nunca antes había tratado con unos seres tan inferiores y no estaba acostumbrado a perder de vista al enemigo tan rápido.

El enorme ser ataca a Martha con una enorme furia, con esa vara larga que lleva en su mano.

La vara impactas sobre su pierna derecha. La mujer nota una sacudida como si mil agujas se clavaran en su pierna con un ligero resplandor que sale al impactarla. Tan sólo se la duerme la pierna... Pero sigue corriendo con algunos problemas.