Partida Rol por web

-Bah, seguro que todo son habladurías -responde escéptica sentándose en una silla junto a ellos e intenta sacarles algo más de información-. No creo que sea capaz de hacer tantas barbaridades si es gracias a él por quien vivimos así. Y si las hace, igual me da. Él sabrá a quién tendrá que rendir cuentas luego.

Cierto es que por la reacción que había tenido con esos 4 operarios parecía un psyclo duro, pero no se imaginaba mayores barbaridades.

¡Uf! Ya lo creo que es capaz de hacer barbaridades. Nos tiene a doble turno, cuando hay mala producción para no quedar él mal. - Aclara el otro mientras bebe el vaso con cierta prisa, por irse, al parecer la conversación le incomoda.

Bueno yo me voy a dormir. Mañana es un día muy largo en la cúpula del este. - Se levanta algo nervioso.

¿Vienes? - Pregunta agarrando a su compañero por el hombro, casi forzándolo.

El otro no tarda en acabarse la copa. Al levantarse aconseja a Sarreck.

No preguntes mucho por Terl, es peligroso. - Momento en el cual recive un tremendo coscorrazo de su compañero que le mira una cara que parece decir. Pero ¿qué estás hablando?

Sarreck levanta su vaso a modo de despedida y apura el contenido mientras ve cómo se alejan los dos psyclo.
La psyclo se levanta y sale del local. Ahora sólo podía pensar en una cosa: Terl...

Una vez fuera, encamina sus pasos hacia los laboratorios.

Pronto llega hasta los laboratorios, la purta está cerrada, pero a lo lejos en la parte posterior, en las jaulas de ejemplares ve a Terl, arrastrando a uno de los animales (hombres) que ha capturado. Mientras los demás animales protestan desde la jaula, uno de ellos parece hablar el idioma de los psyclos.

Sarreck regresa a la cúpula y deja su respirador. Cuando se dirije hacia su cantina un operario de administración viene a buscarla.

El presidente de la explotación quiere verla. Máxima prioridad.

-¡Cómo no! -exclama Sarreck algo irónica y de mal humor, aún frustrada por no haber podido conseguir algo más hasta el momento, sobre todo cuando estaba en el laboratorio. Sin dilación, sigue al operario hasta llegar a donde el presiende la esperaba.

Urmak, la secretaria te pasa al despacho de Kartoj.

Muy buenas, ¿que noticias tiene? - Le pregunta inquieto el jefe. - ¿Ha hecho progresos?

Durante todo el camino Kerr le recuerda a Schyferr su actuación con la rata humana. Schyferr está herido, lo cual resulta curioso al ver la diferencia de tamaño entre uno y otro. Para Kerr resulta gracioso. Es sorprendente la manera en que se defienden últimamente estas ratas, casi pareciera que pudieran aplicar algún sentido de la lógica. Arrasaron su planeta en 2 días y en una simple persecución, una de esas cosas rosas han herido a su compañero. Kerr no duda en recordárselo.
La cúpula está a medio construir y Kerr gira los mandos hacia ella.

¿Quieres ir a una enfermería o prefieres evitar que nadie se entere de que te llegó a herir esa rata rosada?

una mirada furibunda hacia kerr "aconseja" que deje el tema
Ire a una enfermería a que me lo miren. Prefiero que se rían a quedarme sin ojo

La lanzadera llega a la zona de embarque donde una trasmisión por radio os avisa.

Orden y número de misión* . Nombre de los pilotos.

En la parte de atrás de la nave vas maniatado con las manos inmovilizadas. Sarah a tu lado parece estar inherte.

Archibald esta intranquilo y bastante deprimido

Sarah parece estar mal he de ayudarla... pero por lo menos los otros no están aquí con nosotros a lo mejor han escapado, espero que estén bien...

De repente una idea le reconforta

El cuchillo, aun conservo el cuchillo no es mucho pero puede servir para salir de esta situación, pero he de usarlo en el momento apropiado

Y comienza a estudiar la extraña panza de la maquina en la que esta encerrado

El interior del aparato es liso completamente. La puerta corredera por la que te introdujeron está cerrada. Todo vibra en el interior.

Hay unas correas en la parte trasera, que parecen ser lo que sujetan algún tipo de equipo de las bestias. Algunas de las herramientas es de metal y parece que afilado.

La parte delantera está semicerrada por un panel transparente. Al otro lado se ven las sombras de los dos monstruos que gruñen entre ellos. El más grande sin duda está muy enfadado, por las heridas recibidas.

Acercándome al intercomunicador
Schyferr y Kerr, en vuelo de supervisión de los yacimientos de la zona norte, número 3657
y vuelvo a recostarme en el asiento

-Buenas-. Dice reprimiendo otro de sus gruñidos.

-Poco se puede saber sobre ese Terl. ¡Todo el mundo parece tenerle miedo! Los propios Psyclo están acobardados y no abren sus sucias bocas para decir nada. Y todo por lo que pasó el otro día con esos empleados. -calla un momento y baja el tono de voz. Ahora más calmada, continúa-. He descubierto que tiene en los laboratorios a varios humanos encerrados. Estuve allí, vi a uno de ellos muerto. No sé qué pretende con ellos, no pude quedarme más tiempo. A los laboratorios sólo tienen acceso dos de sus empleados, y porque él se lo ha dado expresamente. Para entrar ahí hay que tener mucho cuidado.

¡Sí, algo había oído!

Kartoj se levanta y mira interesado a la psyclo.

Muy bien, pues tengo algo más que ofrecerla.

Esperando una buena acogida de la oferta, se pone a su lado y casi la susurra.

Manténgame informado sobre todos los chanchullos de Terl. Su compensación será el asentamiento de todas las cantinas de este planeta y de los de los de todo este sistema solar. Le ofrezco eso para su explotación gratuíta, yo correré con todos los gastos.

Se aparta algo más severo.

Hágase amiga de él, o como quiera, pero quiero que sepa todo.

Tras observar el interior de la extraña maquina sin éxito Archibald comienza a pensar.

He de esperar, esta maquina va a algún lado, probablemente a la cúpula que vimos de camino la aldea de los McEnroe. Mi mejor opción es el cuchillo uno de ellos esta sangrando, seguro que Ewan o Stephen le han herido y si se les puede herir se les puede matar... si las historias que me contaba mi padre son ciertas nuestros antepasados usaban maquinas como estas para viajar por el cielo y por el espacio así que no deben ser difíciles de usar... esperare a ver a donde nos llevan y cuando tenga la ocasión usaré el cuchillo para llegar a una de estas cosas y huir.

Kerr permanece callado al lado de Schyferr. Es mejor estar en silencio cuando no se está seguro de si se va a cometer un fallo. Sobre todo si el que analiza los fallos es un individio como Terl.

¿Es correcto todo lo que has dicho? Me gustaría tomar una copa sin pensar en que Terl estará dispuesto a matarnos.

Kerr susurra todo lo que dice.