Partida Rol por web

Kerr mira a Schyferr algo extrañado.

Terl se enfadará si lo matas. Lo sabes, además de tus problemas con los mecánicos.

Le extiende el brazo con la pistola de rayos.

Más vale que no me haga nada a mí o yo mismo te mataré.

Kerr mira a Schyferr algo extrañado.

Terl xepiya cabreophijo.

Le extiende el brazo con la pistola de rayos.

Komonot ellokargesht epetoio.

Ewan no entendia nada, apenas habia comprendido donde estaban cuando esos demonios volvieron y se llevaron a los demas humanos que no conocia. En realidad, si conocia a uno de ellos McDoll se marchaba con ellos como si no pasara nada, supuso que temeroso de morir entre sus grandiosos poderes.

El joven escoses volvia a recuperar el color poco a poco y hasta parecio entender las palabras que le dedico Omigo, aunque no es que las entendiera sino que sabia a que se referia, el les conto toscamente que estos seres comian humanos y ahora todos aquellos ¡¡Iban a ser su cena!!.

Entonces todo comenzo de nuevo, aquel ser ahora tuerto quizo atacar al salvaje asustado y este una vez mas haciendo alarde de valentia a pesar de que su forma fisica no parecia acompañarlo con su extraordinaria agilidad, se escurrio entre sus manos y empezo a correr en direccion contraria.

McTreat aun estaba dolorido y cansado para salir corriendo como el ruso intentaba hacer, pero desde luego no se quedaria mirando.
Aprovecho el momento de descuido de aquel tuerto para saltar sobre su enorme espalda y intentar agarrarse al grueso de su cuello para intentar dar algo de tiempo a ese extranjero y amigo.
-Nokuko Arimet Ombligo!! Nokuko!!

Ewan era consciente de que aun quedaba otra GranBestia vigilante, pero tambien habia mas escoceses con el y entre ellos uno de los mas fuertes de su tribu, y esperaba ayuda de su valiente lider.

Ewan no entendia nada, apenas habia comprendido donde estaban cuando esos demonios volvieron y se llevaron a los demas humanos que no conocia. En realidad, si conocia a uno de ellos McDoll se marchaba con ellos como si no pasara nada, supuso que temeroso de morir entre sus grandiosos poderes.

El joven escoses volvia a recuperar el color poco a poco y hasta parecio entender las palabras que le dedico Omigo, aunque no es que las entendiera sino que sabia a que se referia, el les conto toscamente que estos seres comian humanos y ahora todos aquellos ¡¡Iban a ser su cena!!.

Entonces todo comenzo de nuevo, aquel ser ahora tuerto quizo atacar al salvaje asustado y este una vez mas haciendo alarde de valentia a pesar de que su forma fisica no parecia acompañarlo con su extraordinaria agilidad, se escurrio entre sus manos y empezo a correr en direccion contraria.

McTreat aun estaba dolorido y cansado para salir corriendo como el ruso intentaba hacer, pero desde luego no se quedaria mirando.
Aprovecho el momento de descuido de aquel tuerto para saltar sobre su enorme espalda y intentar agarrarse al grueso de su cuello para intentar dar algo de tiempo a ese extranjero y amigo.
-Corre aprisa Omigo!! Corre!!

Ewan era consciente de que aun quedaba otra GranBestia vigilante, pero tambien habia mas escoceses con el y entre ellos uno de los mas fuertes de su tribu, y esperaba ayuda de su valiente* lider.

Schyferr ha salido a la puerta de la jaula, para recoger el arma que le tiende Kerr.

En ese momento Ewan se lanza sobre la espalda del psyclo.

Mientras Alexander trata de huír por el estrecho hueco que deja la bestia en la puerta, pero tendrá a Kerr muy cerca una vez lo supere.

Ewan! Omigo volver! gritó el ruso.

Tras dedicar tan sólo una frase a sus amigos escoceses,Omigo corrió con todas sus fuerzas atravesando la puerta de la jaula,mientras el demonio,despistado por un momento echaba mano a uno de los palos de rayos.Omigo sabía que,si lo atrapaban,seguramente lo matarían,por lo que no miró atrás.
Con una velocidad impropia de alguien de su tamaño,el humano se escabulló,al tiempo que el otro demonio reparaba en él...

Rebecca se queda acurrucada tapándose los oídos asustada por el repentino revuelo.

Por favor, por favor, por favor..

Pero de repente.. De repente parece escuchar una voz...

Rebecca... Rebecca...

Rebecca asustada, busca el origen de la voz con los ojos desorbitados. ¿Sarah?
Mira a los demás, pero parece no prestarle la menor atención. Es como si sólo ella pudiera escuchar aquella voz.

Rebecca, hermanita... No te escondas. Nosotros estamos contigo. No estés triste. No te sientas sola. Eres nuestra niña... Tienes que vivir... Tienes que vivir...

Lágrimas empiezan a brotar de los ojos de Rebecca. Había sido tan repentino. Sus padres. Su clan. Ahora su hermana. Se había visto tan sola. Se había sentido tan culpable de que todos se hayan marchado de ella, por su culpa. Y su hermana... Ella no debía morir.

Rebecca... Tienes que ser fuerte...

Sí, debía ser fuerte. Ya no era una niña mocosa. Ya no era la niña mimada de nadie. Estaba sola. Pero tenía que vivir. No iba a dejar que todos los demás hayan muerto en vano... No iba a dejar que las personas a su alrededor la abandonaran también.

Tras esta drástica decisión repentina, una renovada energía parece surgir dentro de Rebecca. Se sorbe las lágrimas y mira a los monstruos. Monstruos que estaba haciendo daño a la gente. A la gente que la estaban intentando ayudar.

Sin aún atrever a incorporarse ni decir nada, pero con un destello en los ojos intenta reunir fuerzas y valor para el momento adecuado de poder ser de ayuda.

Esto se va a ir de madres en cualquier momento, pienso mientras comienzo a caminar acercandome a uno de los psyclos, llevando lentamente mi mano hacia el pedazo de hueso que sobro de la carne que nos arrojaron hace tiempo nuestros enemigos.

Está claro que ellos nos superan en muchas cosas, pero si nos unimos todos y los atacamos, tendremos una posibilidad de atacarlos y vencer. Total, son pocos en comparación con nosotros y la unión hace la fuerza.

Sin embargo, sólo estoy buscando un buen sitio desde donde atacar, sin realizar nada todavía.