Partida Rol por web

-Poque el Bulldog ese nus esta mareando, que lo se yo. Si al final te digo que ese es el mayor infiltrao de todos que de seguro tiene apalabrado el Centro este a los de BM y ta aciendo etto pa volvernos locos y madarnos a toos a un sicoloco para tener una escusa echar a too dios y vende el centro a los del BM.-Le contesto al Lejia muy convencido él.

-Dejate de monsergas Manue, como coño van a echar a la Eva, tan locos o que. Alli fueras ahi ma espia que gente fiel, os lo digo yo. Toos mala gente, idiotas y envidiasas, me entra una mala lece so de pensarlo...-Negaba con la cabeza.

Creo que es por algo de los sindicatos, los de fuera pueden votar para alguien que salga de aqui y a cambio meten a uno de los de fuera,gracias a eso puse la trampa de nombrar al Lejia y vi sus reacciones, se estan organizando para tirar a Eva y meter a Pascual.

Asunción respira profundo con algo de desesperación. Se estaba cansando de tener que repetir lo mismo, así que se acerca a Manuel, pone una mano en su hombro y le dice - Manu, guapo, Paquito es culpable. YO... LO... VI... durante la noche. Sácalo de tu lista y si entra Pascual que al menos haga su trabajo - dice con algo de enojo en su voz.

- Un momento, Sara. ¿Entonces fuiste tú quien nos...? - señaló a Justina y luego a ella misma. - ¿Sí? - luego, se gira hacia Mauricio.

- Según lo que dijo el Seta, el objetivo de Paquito es sacarnos a todos y quedar solo él. Para mí es más peligroso él que Saray que, según las cuentas, debe estar sola. Creo que deberíamos votarlo a él primero y mañana ir a por ella. Al fin y al cabo, fue Paquito quien la delató y él es un infiltrado confeso -.

Sara aceptó el peta y le dio una buena calada. Buscó con la mirada la lata vacía de cerveza, donde había estado tirando todas las colillas. La cogió y tiró la ceniza antes de devolverle el porro al Manu.

Escuchó a la Asun y negó con la cabeza. - No, yo no he sido. No tengo hojas de esas. Por un momento pensé que habían terminado la votación de los de fuera y habían echado a la Aicha y os habían traído a vosotras. Pero claro, si todavía están debatiendo, eso no ha podido ser - Se encogió de hombros y miró hacia el Paquito y después a la Saray. Se mordió el labio y volvió a mirar a la Asun.

- Pues yo echaría antes a la Pokémon. Si es verdad que es la última que queda del Día, mejor limpiar a esos putos infiltrados y después ya pensaremos qué hacemos con los del lidl. Pero al menos que sólo puteen de un lado y no de los dos - .

No ha pasado demasiado rato antes de que la puerta se abra de nuevo y el Bulldog vuelva a salir, con un papel en la mano y cara de aburrimiento.

- ¿De verdad no podéis hacer las cosas de una vez y no hacerme venir cada dos minutos? Panda de inútiles... Vagos y maleantes. - Va refunfuñando por lo bajo hasta que se detiene delante de Paquito. - Tú, gamberro, pequeño delincuente del petardo. - Dice, señalándolo. - Te vas a la calle. - Le pone una orden de alejamiento en la mano y hace un gesto hacia el mismo armario de antes para que se lo lleve. - Si es que la culpa es de los padres. - Sigue murmurando mientras se da la vuelta para marcharse y se mete de nuevo tras la puerta de "Privado". 

El armario coge al niño del brazo y se aleja con él hacia la zona de los almacenes para volver al cabo de unos minutos él solo y seguir los pasos de Enrique.

-Claro, po se mujé yo tengo que se la mala, amos hombre! -mira a Mauricio y a Manuel fruncinedo el ceño.- No puedo demo'traro que soy inocente, porque yo no puedo hacé nah, ni e'piar a la gente, ni tengo ca'tas de esas de alejamiento, ni nah de nah! ¡Ademá de que etoy máh pe'dia que un hio puta en el día del padre y no se a quien votá! - ve como Enrique vuelve a salir y echa al niño- Vale, supue'tamente ese era el que quedaba del Lidl, ¿no? ¿Y del Día solo quedaba uno? Si echamo en teoria a la Pokemona esa, todo debería acabá ya, ¿no?

La salida del niño les vino que ni pintado.
-Pue claro Carmen, po que si no.-Era vidente para Mauricio ¿Porque el resto no lo veia igual?

-Mea, pue ni niño ni desisiones ni na de nah. Ya solo tenemo que votar en bluque a la chipomoniaca esta y ale, todo finiquitao.-Miro a Carmen.-Y sabes a quie vota muyer.-Asintió con los brazos cruzados.

Los acontecimientos empezaron a sucederse mientras yo desayunaba. Readmisiones, despidos, órdenes de alejamiento... Los armarios iban y venían entre cucharada de cola-cao y bizcochos mientras yo sólo podía mirar. Porque intervenir, hablando con la boca llena, era de mala educación.

A punto estuvo de írseme una magdalena por el lado que no era cuando Asunción dijo que los de fuera querían sacarme a mí, y tardé un par de segundos en entender por qué. Joder, como que allí había más infiltrados que no infiltrados.

Durante algunos segundos me quedé helada al ver cómo Manuel confirmaba las palabras de Asun. Mis ojos iban de uno a otro, y aunque escuchar a Mauricio defendiéndome me animó un poco ni siquiera eso me ayudó a echar para adelante.

- ¿Por qué... - Empecé un poco más tarde, después de pasar un tiempo en mi mundo. - ¿Por qué habéis echado ya a Aicha y a Paquito? Ahora... Ahora sólo tenemos una persona a la que echar entre dos votaciones, y son más infiltrados fuera. - Expuse temerosa.

- No nuestra readmisión, Sara. Nuestro... Romance... - dice con tono leve y algo avergonzada. Ella nunca había tenido que hablar de su vida privada en frente de tantas personas y esta situación sí que era extraña.

Escucha a Carmen y le dice - ¿A qué te refieres con que no puedes hacer nada? Si tú eres quien mantiene este supermercado a flote... - dice mientras observa lo que sucede con Paquito. Fue en cuestión de un instante y era posible que sí acabaran con todos los infiltrados en el día de hoy, aunque aún no comprende una cosa y es lo que pregunta - Por cierto, ¿Por qué sacaron a Aicha? ¿Qué sucedió? -.

-No tengo ni puta idea-dijo Arsenio. Y era verdad-Cada diez minutos echan a alguien todavía no estoy muy seguro de cómo. Casi parece que no hagan falta los infiltrados porque esta mañana han volado los cuatro viejales. Tú misma, Asunción, ya te han readmitido un par de veces. ¿Cómo lo haces?

La tarde se acercaba cada vez más y la urna cada vez estaba más llena de papelitos con los votos de cada uno cuando la puerta de "Privado" se abrió de nuevo y uno de los armarios salió de ella con un papel en la mano. Cualquiera estaría aburrido de tanto entrar y salir, pero el tipo seguía con su expresión impertérrita e inamovible. 

Sin mirar a nadie se dirigió hacia la zona de los almacenes y tras unos minutos volvió acompañando de Alberto, el "Seta", al que dejó con el papel en las manos cerca de vosotros. Hizo un gesto hacia la urna mirándoos. - Dice el jefe que se os acaba el tiempo para votar. - Dijo con voz grave antes de desaparecer por donde había salido.

- ¿Vuestro romance? - Sara parpadeó cuando la Asun le aclaró lo que había querido decir. - Que va, tía. Yo sólo tenía dos juegos de llaves. Uno lo usé para la Sholi y la Lourdes, por el crío, ¿sabes? Me sabía muy ese puto niño y pensé que la Lourdes la ayudaría y sería una buena madre. Y el otro lo usé con el Iker y conmigo. En ese almacén hemos estado fumando y nos hemos hecho colegas, por eso intenté acompañarle. Pero no he tenido más llaves - . Se encogió de hombros y miró al Lejía. - Leji, tío, ni puta idea. ¿Tú también te estás mareando? Ahora mismo sólo sé de una, a ver si ya termina todo de una puta vez -

En ese momento la puerta se abrió de nuevo y salió uno de los armarios con el Seta. Sara se quedó con la boca abierta y durante unos segundos no supo qué decir.

- ¡Coño! ¿Qué haces tú aquí? -

Asunción mira al Seta con un interrogante en su rostro y dice - Que bien, sacamos a un integrante del LIDL y ahora tenemos a otro de vuelta. Como si no tuviéramos que lidiar con traidores - Asunción no parecía de muy buen humor ahora, así que se dedicó a limpiar.

Tomó su mopa y su súper jabón y comenzón a limpiar en suelo. Ya que la situación parecía tan ilógica, se cansó de hablar. - ¿Fueron los de afuera, Manuel? -.

No... no ... no....., que cojones esta pasando!!!, Asun el segurata a dicho sobre un papel de re-admision,alguien de aqui tiene papeles y esta jugando a dos bandas,Dijo Manuel visiblemente enfadado, ademas el fuera solo a hecho trabas en vez de ayudar,debemos expulsarlo de inmediato,supongo que lo han vuelto a meter de cabeza de turco para que el resto de infiltrados tengan una noche mas...., quien tenga papeles que se moje ya el culo y expulse o nos vamos todos al carajo.

Al escuchar a Manuel, Sara se levantó y empezó a dar vueltas. Con sus palabras, se había puesto muy nerviosa. - ¡Mierda! Creía que ya acabaríamos con toda esta mierda y podríamos salir de aquí de una puta vez - . Cogió un cigarrillo del paquete, ya medio aplastado, que guardaba en su bolsillo y se detuvo para encenderlo y aspirar con fuerza el humo malsano. Su mano había empezado a temblar. 

- Joder, hostia puta, ¿a qué coño estáis jugando? - Preguntó, recorriendo el rostro de cada uno de los que todavía se encontraban allí. Suspiró y miró de nuevo a Manuel, deteniéndose y negando con la cabeza. - Yo no tengo ninguna hoja de esas - . Hizo un gesto, hacia los bolsillos de su tejano ajustado. Se podía ver el paquete de tabaco, medio aplastado y un pequeño bulto. Pero nada que pudiera parecerse a hojas de papel. - Si alguien tiene que la use, hostias - . Volvió su mirada hacia el seta y arrugó el ceño. - ¿Cómo coño lo has hecho? -  Le preguntó, acercándose a él y echándole el humo a la cara, sólo por joderle.

Al escuchar cómo Asun hablaba del romance que mantenía con Justina las miré a las dos con una expresión que era mezcla de incredulidad y asco. Y estaba a punto de dejar eso de lado para explicar mi teoría sobre lo de Aicha cuando algo sucedió: el Seta estaba de vuelta.

La reacción de los demás  no se hizo esperar y yo miré a Manuel, esperando algún tipo de explicación. Y la idea que había aportado tenía sentido.

- Lo ha tenido que meter un infiltrado del Dia. - Afirmé. - Para intentar salvar a Saray. Eso debe ser que están desesperados. - Aseguré entonces, antes de hacer un gesto a Sara pidiendo calma.

- Espera, espera. - Le dije. - Quien tenga hojas que las reserve para después de las votaciones. Con un poco de suerte puede que los de fuera le echen y sería desperdiciarlas.

Mauricio solo hizo una cosa, puso sus manos en jarra y dijo una cosa mas.
-Amo no me joda...

Shakiro despertó de su ensoñación y se dirigió directo a la caja de la Sholi. Olisqueó todo, la silla, la máquina registradora, la cinta transportadora, el tonel de chicles que tenía ocupando el cajetín de 500. Recogió con angustia vital los pelos que quedaban pegados a la silla y los abrazó:

- ¡Ah, Sholi! ¡Reina poligonera, dama de skyjama, señora del Bubaloo! ¡El mundo es mediocridad sin ti! ¡Y maldigo -una vez más volvió a señalar a Eva con cara  desencajada- a quien te arrebató de mis bien hidratados brazos!

Después corrió hacia Manuel.

- ¡Manuel! ¡Te imploro, Arenero poderoso, que invoques el poder narcoléptico de tus brownies! ¡Dile a mi diosa de poliéster que muero sin su lacado abrazo!

Manuel abrazo a  Shakiro de modo paternal,beso su sien y con un pañuelo limpio sus lagrimas cual diamentes salados, Sakiro... la Sholi solo tiene ojos para tu mujer... se lo dire descuida, levanto Manuel su mano a modo de Hamlet, nada podra impedir que entregue este mensaje ya que volvare con las alas del thc y del "amour", tu amor me dara impulso como las fabadas a la abuela del anuncio, descuida amigo mio... saldre por la puerta,amor en mano,porro en otra y raudo y veloz cual rociero direccion wc despues de comer ensaladilla rusa en una romeria,correre a los brazos de tu amor para,para,para dar tu mensaje de amor incondicional y de poliester azul nacarado.

Shakiro se echó a llorar viriles lágrimas con purpurina en los brazos de Arenero.

- ¡Ah tragedia, Puchi!

Y se le quedó agarrao, que olía muy bien, como a porro magnífico.