Me levanto lentamente y me vuelvo hacia Leonard con una sonrisa en la cara.
Con un tono completamente tranquilo y neutro le respondo, sin perder la sonrisa -Si lo que quieres es hacerme perder las riendas de mi mente, no sabes tocarme la fibra. La gente puede decir lo que quiera, no hago esto por dinero, lo hago por un favor a un amigo mío.-Me giro lentamente de nuevo y ya una vez dándole la espalda.-Y como dijiste antes, sí, tengo debilidad por las mujeres, en especial por las putas por eso me encanta tu madre.- Me apoyo en una pared con las manos en la nuca y mirando al techo mientras silbo una alegre canción.
Poco tiempo después de que Helena sufriera aquella especie de sorpresa, Nicole, Susan y Leonard observan como los ojos de la mujer se mueven lentos y temerosos hacia la figura del abogado. Era como si le temiese, como si ella supiera algo de aquel personaje que había despertado en ella ese estado casi catatónico.
Además de ello, Leonard presencia un detalle que sus compañeras son incapaces de ver o sentir. Helena tenía la boca ligeramente abierta, y de ella salían estas palabras en francés:
“Es él, es él”.
Raramente, Leonard, quien sabía que el francés no pasaba a ser un idioma que el dominase, le entendía.
¿Quién era “él”?
Molesta, con la cara roja de ira, la afable Antoniette Von Hausen elevó su voz sobre las de Leonard e Ian, y dijo con tal fuerza en la voz que alguien hubiera podido jurar que se le partirían las cuerdas vocales:
- ¡Basta Vincent! ¿Es esta la forma de recibir a nuestros invitados? ¡Si tu padre te viera!
La mujer tomó aire a grandes bocanadas por unos minutos antes de continuar.
- Siento mucho que tenga que presenciar este espectáculo, señor Sneider – dijo la mujer hacia el abogado. – Por favor, entre y póngase cómodo. Mi esposo le espera en el despacho.
El abogado, frío e impersonal, asintió con un pequeño movimiento de cabeza y con pasos igualmente fantasmales se alejó del grupo rumbo a la mansión. Una vez que desapareció de la vista de todos, Antoniette continuó, mirando a su sobrino:
Vincent, lleva a Helena a su habitación, por favor.
Sé que estaban muy nerviosos con las tiradas, que por cierto las hicieron muy bien, pero para la próxima tiren el dado en el mismo post donde escriben, así como lo hizo Thengal.
Hablando de, bonita pelea xD
Sorprendida, me quedo en silencio, por poco este par de hombres se pelean, que tonteria, simplemente me siento y espero lo que vaya a pasar, siento que la tensión se puede cortar con un cuchillo.
Sin perder tiempo, Susan dio un paso adelante, para dirigirse a Antoniette.
_Antoniette, ¿no quieres que yo la acompañe? Porque de todos modos necesitaría pasar al toilette, si no es molestia. Ha sido un viaje largo.
-Creo que se equivocó señora, mi nombre es Leornard no Vincent y haría usted bien fijarse que clase de gente invita a su casa. No sólo es un asesino, sino también un maleducado de poco seso que, a falta de inteligencia para esgrimir palabras, recurre al vulgar insulto.- Luego desentendiéndose de lo que tuviera o no que decir la mujer se acercó a Helena y al oído intentando que el resto no pudiera escuchar le dijo.
-Tengo que hablar contigo en privado y por favor cuídate de ese tipo. De verdad es un asesino-
Qué caracter, estuve a punto de decirle a Leonard que el maleducado es él... !cómo se atreve!, !este hombre parece loco! Pienso mientras lo miro esperando que pare de hablar, o que alguien lo saque a patadas.
Viendo a su sobrino como si fuera un desalmado y loco hombre en vez de un buen policía, Antoniette chasqueó la lengua varias veces, negó con la cabeza otras más y luego de unos tres minutos, más o menos, se quitó los guantes y acompañó a los invitados de su marido, mientras que Leonard ayudaba a Helena a caminar, ya que la joven seguía en su estado catátonico.
Una vez dentro de un recibidor decorado de una forma animalista, pero exquisita, la mujer indicó a Susan donde se encontraba el baño. Nicole e Ian vieron como Leonard se movía con familiaridad hacia un pasillo a su derecha, donde se entrevían el inicio de unas amplias y lujosas escaleras. El policía y Brown cruzaron una vez más una mirada de odio, pero no se dijeron nada, cada uno sabiendo que habían hecho suficiente espectáculo y que había cosas más importantes de las que ocuparse.
- ¿Desean limonada? - preguntó Antoniette, solicita, una vez que su sobrino hubiera desaparecido de vista.
Leonard ayudo a Helena a moverse hacia su habitación sin mucho esfuerzo, aún furico por la presencia de Ian Brown en la casa familiar.
Una vez en la habitación de la mujer, la recostó en la cama con delicadeza y espero que la joven se recuperara de su asombro, cosa que a Helena no le tomó más que un par de minutos. Al verse en su cuarto, las mejillas de la chica se sonrojaron, y Leonard, quizá por experiencia o porque muchas veces él mismo había descubierto esa expresión en su rostro, vio que sus ojos temblaban de un miedo que él no comprendía.
No te tardes mucho con Helena, que en poco rato se deberían reunir con el abogado
Mientras acompañaba a Helena Leonard se preguntó cuando las personas habían perdido su moral y habían decidido acoger y proteger a asesinos en lugar de encerrarlos en la cárcel.
-Cuando apareció el dinero- se respondió.
Acompañó a Helena hasta su habitación y la recostó en la cama. Cuando la mujer se hubo recuperado la interrogó
-Pareces que conoces al señor Snaider- le dijo -¿Te gustaría contarme por qué te impresionó tanto?-
El policia como que es familiar, o algo, ya entiendo como es capaz de enfrentar a este hombre con tanta seguridad. En realidad de comportaba como un demente. Me pongo nerviosa al pensar con que tipo de gente me estoy juntando. Miro a la mujer y ante el ofrecimiento de limonada hago un gesto no verbal que establezca que sí deseo el líquido, mientras me dedico a observar en silencio la situación. Siento en ese momento el olor de Harry, cierro los ojos y me ladeo, no le veo, pero el olor, su olor esta presente.
Helena, quien ya parecía perturbada, saltó ante la alusión de aquel nombre. Negó con la cabeza, mas dijo someramente, como si esa explicación fuera la que valiera para Leonard:
- Es el hijo de un antiguo conocido de mi familia. Mi padre pasó penurias con el papá de este abogado, que también ejercía cosas de ley. Me trae algo de malos recuerdos.
Es Sneider, no Snaider. Deja de cambiarle los nombres a mis pnjs xD
Una vez más Susan se sintió despreciada cuando Antoniette directamente ignoró su sugerencia de acompañar a Helena. Era claro que la compañía de una mujer era mejor para otra mujer en una circunstancia así, más si había acompañarla a la habitación, pero prefirió no insistir. Si Antoniette se comportaba así con ella sería por algo, y ya habría tiempo para conocer el motivo.
La casa era impresionante, y Susan recordó los mejores tiempos en que ella también vivía lujosamente. De todos modos no había llegado a ver mucho cuando Antoniette le indicó el baño. Agradeciendo, entró en él.
Al entrar al baño, Susan cerró con llave, bajó la tapa del inodoro y se sentó en él. Sacó su teléfono e ingresó a internet. Ese Leonard, o Vincent, era muy agresivo, y el otro no negó ser un asesino. También recordó el momento en que estaba hablando con Charles en el jardín de la casa de los Von Hausen. Charles se había disculpado con ella porque debía ir a ver a Vincent, de quien le recomendó que se mantuviera alejada, pues era policía. El mismísimo Adolf Von Hausen se perturbó al escuchar el nombre de Vincent. ¿Es que Leonard y Vincent eran la misma persona? ¿Y por qué habrían elegido a la otra chica?
Esperaba poder despejar esas dudas conociendo un poco de sus nuevos compañeros, de modo que puso en el buscador sus nombre y buscó no solo información sobre ellos, sino posibles conexiones con la familia Von Hausen. También el abogado la intrigaba, por lo ocurrido con Helena. Hizo las siguientes búsquedas:
_Dr. Sneider
_Dr. Sneider + Von Hausen
_Leonard Archer
_Vincent Archer
_Vincent Van Hausen
_Ian Brown
_Ian Brown + Von Hausen
_Nicole Johnson
_Nicole Johnson + Von Hausen
Eran muchas búsquedas, por lo que Susan no se detuvo demasiado en ellas, se conformaba con tener un pantallazo general de esos sujetos. No quería despertar sospechas tardando demasiado, más tarde podría continuar con sus investigaciones.
Cuando terminó realizó efectivamente sus necesidades, se limpió manos y cara y salió nuevamente al encuentro del grupo.
Unos minutos más tarde Susan salió del baño y se reintegró al grupo. Vio que tomaban limonada, y ella también quiso un poco.
_¿Me he perdido de algo? -preguntó simpática, pero luego se puso seria por un momento-. ¿Se sabe cómo está Helena?
No incluí a Leonard entre los destinatarios porque no se si ya regresó de acompañar a Helena
-Bueno, no es raro que personas de "dudosa moral" se asocien unas con otras. No lo digo por tu padre- dijo con urgencia percatándose de que sus palabras podían ser mal interpretadas -Si no por este Sneider y algunos de los Von Hausen- miró a la mujer a los ojos y agregó -¿Quieres contarme sobre eso?-
Ian, un poco más calmado después de su encuentro con el policía, vio aparecer a la chica, le sonrió y luego contestó, negando con la cabeza:
- No, todavía no sabemos nada de esa chica. Espero que el policía no la esté matando - bromeó.