Partida Rol por web

Libros, no era su fuerte, su fuerte era la espada. Rascó su cabeza y miró hacia todos lados, estaba perdido.

Esto... casi que me quedo vigilando fuera, esto no se me da bien, me agobia. 

se echó a un lado y con la mirada pidió permiso a Ishaya para largarse de allí.

Lyria reparó en las palabras y gestos de Erodel y le comentó:

- Puedo intentar conocer las propiedades mágicas de tu amuleto. - Hizo una pausa y se volvió a concentrar en el libro - Sin embargo, tendrá que esperar, ya que tenemos que aprovechar el tiempo que tenemos, que puede ser poco, para obtener todas las pistas posibles.

Impulsada por una fuerza mayor, te sorprendes dejando de lado la convesación con Sicarius, pues la ardua tarea de sumergirse en la colección que esa biblioteca encerraba, era un reclamo demasiado irresistible como para negarlo. Ávida y nerviosa por los fasciculos ante tí, hojeas una copia de lo que parece ser un informe de un antiguo guardia de la prisión de Harrowstone. El manuscrito en sí, data del 4661 AR, hace más de 50 años:

"... Poco se sabe de qué sucedió aquel día, pero al parecer hubo un amotinamiento en los pisos inferiores de la prisión. Los prisioneros consiguieron hacerse fuertes allá abajo, y se deshicieron rápidamente de la oposición que encontraron. Todo habría sido una calamidad sin el sacrificio del Alguacil Hawkran y 12 leales guardias, que inutilizaron el elevador antes de que los criminales pudieran salir. Aquel acto de valor y entrega, selló el destino de guardias y prisioneros, en una mazmorra de terror. Todavía hoy puedo escuchar los lamentos de mis compañeros torturados por esa jauría de salvajes, y la voz de Hawkran, que de forma estoica nos impelía a desoír las peticiones de los líderes de la revuelta...

... Todo se eternizó. Los guardias ahora a mi cargo, derramaban lágrimas ante el escarnio perpetrado a nuestros compañeros y amigos. Ante esto, tomé la decisión por la que me declaro máxime responsable de arrasar con fuego el nivel inferior de Harrowstone. El fuego purificaría aquella macabra y despiadada masacre. Y así fue como el fuego se propagó por el ala este y la estructura cedió...

Heulent Gabryl, Guardia superviviente de la masacre de Harrowstone."

Aquel informe aclaraba muchas cosas, pero el empeño de la hechicera cambiante no cesó entre esas polvorientas hojas, pues como si la mismísima Desna lo hubiera puesto delante de ella, Lyria topó con un libro de registro de Harrowstone. El libro se encontraba sellado con una cinta anudada, pero con un sutil movimiento de su dedo índice, la hechicera cortó la tela con una de sus largas, duras y afiladas uñas, comenzando a leer con una velocidad inusitada:

En un principio, Harrowstone estaba destinada para prisioneros locales, pero pronto comenzó a albergar a los criminales de otros condados. Gobiernos lejanos pagaron para que la prisión se hiciera cargo de sus peores maleantes. Cuando se produjo el gran incendio, el número de prisoneros altamente violentos y peligrosos era máximo.

Cuando se produjo el incendio, los prisioneros más peligrosos internados respondían a la siguiente lista: El Padre Charlatán, El Cercenador, El Merodeador de Aguamusgo, El Flautista de Illmarsh y el Salpicador.

El Padre Charlatán-Sefick Corvin: De los cinco prisioneros más notorios, sólo el Padre Charlatán no era técnicamente un asesino, ya que sus crímenes se reducían a blasfemar contra varias Iglesias, con lo que tras ser denunciado por varois templos, decidieron castigarlo mediante los preceptos de la Ley Ustalávica. Aunque alagaba estar ordenado como sacerdote en varias fes, el Padre Corvin no era más que un farsante que usó la religión para estafar a la gente, pues reclamaba pagos monetarios para realizar falsos milagros y remedios. Pasó a ser denominado como Padre Charlatán cuando su confabulación fue descubierta, y sus cómplices Sczarni asesinaron a media docena de guardias de Magnimar con tal de escapar.

Sólo tras leer esto, la mente de Lyria se bloqueó por un detalle que había pasado por alto... Ese colgante... No podía ser. Ese símbolo heráldico llevaba demasiado tiempo sin verse. Se detuvo un instante en la búsqueda de aquello que hasta ese momento creía vital, para dirigirse a una de las estanterías. Comenzó a buscar un manual de heráldica, pero no halló ninguno. Igualmente, sabía lo que había visto, y no tenía ni la menor duda de que no se había confundido. Ese medallón de lobo, era el símbolo de la Casa Calendrian, Barones de Anactoria...

El guerrero no sabía por donde empezar, así que tras despedirse salió fuera de la biblioteca y se dirigió a la puerta del templo. Tomaría aire fresco y estaría alerta por si había algún percance por ahí.

Posesión.... Una malvada forma de hurtar de libre albedrío a cualquier ser viviente para obligarle a realizar actos en contra de su voluntad. Las revelaciones del padre Grimburrow acerca de lo que podría estar pasando dejaron en estado meditabundo al siempre dicharachero enano.

Escuchó de pasada toda la conversación de Lyria y Erodel pero su mente volvía a aquella aberración de la posesión... Al parecer un ente maligno ocupaba los cuerpos de las buenas gentes de Ravengro para conseguir sus fines... Seguramente estaría detrás de la muerte de Lorrimor... Lorrimor...
Cuando vió a Sic salir de la biblioteca un chispazo le llegó de repente...

Busca a Kendra, protégela por favor.... O traéla aquí, junto a sus hermanos...

Ahora la tarea que se les presentaba comenzó a tornarse urgente... Cuanto antes supieran a que atenerse, antes sabrían como enfrentarlo.

Lyria tiene razón, centrémonos en los ocupantes de la prisión en el momento del incendio.

Y como alma que lleva el diablo Ishaya comenzó a buscar por entre la inmensidad de escritos cualquier referencia a la antigua prisión de Harrowstone.

El niño, se dispuso a rebuscar en las entrañas de aquel monstruo llamado biblioteca. No era el más avispado de los lectores, aunque si tenía buena visión, y pocos detalles se le escapaban, así que con aquellas bazas trataría de encontrar algo relacionado con aquella prisión maldita. Antes de sumergirse en el oceano de paginas y tomos, remetió el colgante dentro de su camisa, por puro instinto, y sin saber muy bién porqué.

Sicarius escuchó la imperativa de su hermano, una misión realmente agradable.

Sin más dilaciones se puso en marcha en búsqueda de su amada Kendra. Salió del templo, oteó desde la puerta para asegurar su marcha, caló fuerte su sombreo y con una mano sobre el pomo de su insustituible mandoble se dispuso a empezar su pesquisa personal.

El sacerdote no tardó un segundo en sumergirse en la lectura de tomos y enciclopedias. A pesra de no ser tan habilidoso como la pequeña Lyria en la búsqueda de información, Ishaya no se quedaba a la zaga, demostrando defenderse muy dignamente de aquel mar de conocimiento que suponía aquella biblioteca. Allí se encontraba él, indagando entre polvoriento manuales, pergaminos e informes, junto a su familia. Por unos segundos se sintió feliz, pues sabía que las palabras de Lorrimor no habían caído en saco vacío: - Conoce a tu rival. Puede que sólo así seas capaz de vencerlo algún día.- Y eso es lo que en este momento hacía. Intentar averiguar a que peligros se enfrentaban, y cual era el mal que afectaba a Ravengro, mientras hojeaba páginas y más páginas, en aquella biblioteca que sólo Pharasma sabía si se hallaba en el mismo mundo que sus pies pisaban.

De repente, un pergamino de piel cuarteada llamó su atención. Lo desdobló y casi automáticamente supo que aquello era un descubrimient. Se trataba de un mapa de las Restlands. En el, se describía la localización de la falsa cripta que los Inquisidores habían usado hacía más de 7 décadas para almacenar objetos de poder para combatir a la oscuridad. Entre la Carretera de Sueñoeterno y el Camino Negro, encontrarían una construcción marcada con el dibujo de un rostro sin orejas, de párpados y labios cosidos. La marca que definía a los sirvientes más radicales de los principios de Pharasma. Los Cazadores de la Capilla de los Culpables. Autodenominados como las armas de Pharasma en la tierra.

Lyria se recluyó en la investigación de los libros, empezó a pasar de uno en otro, incluso rasgando alguna cinta que cerraba algún libro con sus largas y afiladas uñas (herencia de su mitad bruja), dejando en una mesa los libros interesantes abiertos en la página en cuestión.

Volvió a repasar todos los libros una vez le pareció que tenía todo apunto, pero antes de exponer lo que había descubierto, volvió a centrarse en el amuleto de Erodel y en su característica forma:

- Erodel. - Llamó la atención del joven muchacho, que parecía deambular sin mucho rumbo en la añeja biblioteca - Seguro que no sabes nada? No te acuerdas de nada de tu procedencia? - Lyria intentaba escoger las palabras ante la frágil situación y el shock que podía provocar en el joven muchacho - Si ese amuleto te ha pertenecido siempre, eso significa que quizá tendríamos que cambiar la forma en la que nos dirigimos hacia tí. - Dijo con una sonrisa tranquilizadora.

El niño, alzado a veces de puntillas tratando de buscar algún libro que incluyese el nombre de Harrowstone, se giró al oir que Lyria se dirigía a el.

- Perdón? Mi...m...mi...procedencia...?...n-n-nno entiendo lo q-q-qque quieres decir... - el azoramiento del muchacho era evidente, y a todas luces se veia que no comprendía aquellas palabras.

- Cambiar la forma en la os dirigís a...m-m-m-mmi...? - aquello acabó por desconcertar del todo al pelirrojo chiquillo.

- Si...desde que puedo recordar...esto - y volvió a sacar el medallón de dentro de su camisa - ...ha estado conmigo... - y lo que estaba a punto de preguntar, supuso un titánico esfuerzo para el menudo asesino.

- Po-po-por que me lo preguntas...Ly-ly-lyria...?

Lyria se mordió el labio inferior. A lo mejor había conseguido el efecto contrario al de tranquilizar al joven muchacho.

- Tranquilízate Erodel. - Comentó intentando que las palabras hicieran tal efecto en el muchacho - Independientemente de tu procedencia, tienes en nosotros una familia en la que apoyarte.

Pero viendo la ansiedad en Erodel, supo que le debía en aquel preciso instante lo que sabía de aquel medallón:

- Cuando me refería a que quizá tuviéramos que cambiar nuestra forma de dirigirnos hacía tí, estaba intentando hacer una pequeña broma, pero ... - hizo una pequeña pausa, pero añadió rápidamente lo siguiente al ver la creciente ansiedad dibujada en el aniñado rostro de Erodel - ... si has tenido ese amuleto desde siempre, es muy posible que seas de noble cuna.

Lyria se irguió un poco y añadió con aire solemne:

- Aunque he intentado buscar alguna referencia en esta biblioteca, no he hallado ninguna. Pero sé que ese símbolo heráldico, ese medallón de lobo, lleva demasiado tiempo sin verse. Era el símbolo de la Casa Calendrian, Barones de Anactoria ...

Calendrian...Calendrian...su padre...papá...

Si un gigante de las tormentas hubiese golpeado el estomago del niño no le habría hecho semejante daño. Sus rodillas se aflojaron del todo, su cuerpo perdió el tono, por dentro y por fuera, su mente rebullía de recuerdos, ardía como un furioso infierno que arrasaba con todo a su paso, no dejando nada intacto, y repelando la total superficie del cerebro del chiquillo, dejando al descubierto todo aquello que su mente habia hecho desaparecer, por su propia seguridad...y ahora brotaba TODO de nuevo, como un embalse desbordado. Allí de rodillas, acurrucado sobre sus propios orines, Erodel Iomestri, murió en el acto, y con la violencia de un tornado, su VERDADDERO yo emergió de las más profundas tinieblas de la razón humana...y sus labios empezaron a moverse, por si solos, con un voz que no era suya...

"Elizabeth Bathory, Condesa de todas las tierras de Anactoria y en sus tiempos posible rival para los intereses del trono de la Condesa Calliphvaso nació como tantas otras niñas de sangre noble. Hija unica y consentida de sus padres, Elizabeth fué bendecida con la gracia de la belleza propia de las ninfas. Su piel prístina como el alabastro combinaba de manera impactante con la oscuridad de su cabello y las fuerza hipnotizante de sus ojos verdes. Elizabeth era una belleza sin igual, y ella lo sabía. A lo largo de sus primeros años su educacion se basó en la vida de corte, el cuidado de su aspecto y otros asuntos propios de las niñas de noble cuna, además de gozar de todos y cada uno de los caprichos que se le antojaban. Fué quizas este proceder el que forjó aquella personalidad suya, tan superficial, caprichosa y rayana en lo paranoico. A una edad muy temprana, su obsesion por su belleza la llevaba a pasarse horas y horas frente al espejo, y unicamente salia para procurarse mas metodos y conocimientos de aumnetar y preservar su ya de por si espectacular hermosura. Al llegar la edad que las chicas como ella debían a empezar a buscar un hombre que las desposase, autenticas mareas de mozos ( y no tan mozos) casaderos trataban de cortejar a la dificil Elizabeth, y los esfuerzos de sus padres por hallar un candidato de alto abolengo quedaban frustrados por la actitud de la chiquilla, pues nadie parecía lo bastante apuesto para sus imposibles baremos, ya que esa parecia ser la unica premisa importante para la futura Condesa.

Cuando la muerte de sus padres sobrevino, Elizabeth, lejos de sufrir algun cambio en su persona, aun reforzó mas su vanidad y obcecación por su belleza, y el ser ahora la Condesa de facto, no ayudó en su madurez. Sin embargo, uno de los pocos dias que Elizabeth salia a pasear por las calles de la urbe de Anactoria, un hombre ataviado con la librea de la Guardia llamó poderosamente su atencion. Era un joven capitan, apuesto, firme y de modales exquisitos, y sus facciones duras pero hermosas junto con sus cabellos flamigeros llegaron hasta lo mas hondo del frio corazon de la puber Condesa. Ferenk Calendrian cayó preso de lso encantos de Elizabeth, y al poco de finalizar los pasos obligados del cortejo formal, contrajeron matrimonio. Ella, mas que amarlo, lo consideraba el unico capaz de ser su consorte, por su apostura. Sin embargo Ferenk la amaba con todas sus fuerzas, apesar del caracter dificil y caprichoso de la Condesa.

Los años transcurrieron con relativa paz y felicidad; Ferenk adoptó el apellido de Elizabeth, por ser de mas alcurnia, y ello le facilitó el ascenso a Lord Comandante de las fuerzas de Anactoria. La Condesa, aun siendo joven como era, apenas superaba los 22 años, llegó a un extremo de obsesión por su belleza que rayaba lo enfermizo. Ni tan siquiera la noticia de su estado de buena esperanza llevó tranquilidad a su anodina vida. Llegó aplantearse el perder a su vastago, pues consideraba que aquello estropearia su figura, pero las buenas maneras de su esposo y su sentido comun la llevaron al fin a dar a luz.

La primera infancia de Erszen Bathory, nombre real de Erodel, no fué todo lo satisfactoria que debia ser. Su padre se desvivia por el, pero sus oblgaciones marciales le restaban gran cantidad de tiempo para ejercer como tal. Elizabeth, apenas si atendia al niño, y todos sus cuidados recaian en su aya. La locura de la Condesa por su belleza llegó al culmen al descubrir, y nadie sabe como, extraños escritos y leyendas sobre las propiedades de la sangre sobre la piel y demas efectos beneficiosos cosmeticos. Por aquel tiempo, el voluntarioso Comandante topó con el problema de desapariciones de muchachas virgenes, y en verdad el problema llegaria a ser de indole nacional, pues con el tiempo, la cifra de desapariciones llegó a mas de 300. Poco podia adivinar Ferenk que aquellas virgenes yacian colgadas como odres de vino en unas estancias secretas del castillo Bathory, y que el producto de su salvaje desangramiento servía como balsamo para las locuras, ya por aquellos entonces incurables, de su amada esposa.

Fue asi como una noche, Erszen halló a su madre tomando un baño en aquellas estancias. Un baño de sangre procedente de 4 mozas colgadas sobre la suntuosa bañera de marmol que vertian su vida para postergar la belleza de su desquiciada señora. Aquello produjo un efecto atroz en el pequeño, que apenas contaba con 5 años, aunque lo peor aun había de llegar. Fruto del azar, el destino, o quizas solo a causa de la diligencia de los hombres, Elizabeth fue hallada culpable de los 368 asesinatos acaecidos en aquel tiempo. Ferenk en persona, junto a 20 soldados, fue el encargado de apresar a su esposa en las misma alcoba que compartian... y Erszen lo vio todo. La justicia no admitia compasin alguna, y Elizabeth fue condenada a arder como bruja. Fue el mismo Ferenk el que prendio la inmensa pira, tomando de la mano al pequeño, ambos ya muy cerca de la perdida de la razon. Fue el comanadante el que sujetaba al niño mientra su madre proferia gritos, maldiciones y alaridos que hicieron que la masa popular, deseosa de presenciar justicia, huyese presa del panico por el espectaculo de aquella la mas negra de las noches. Y fue el mismo Ferenk el que acompaño a su hijo al asilo para enfermos de la villa, con la esperanza de que recobrase algo de su maltrecha mente.

La llama mas debil del mas diminuto de los cirios representaba el estado de la cordura de Erszen... y esa llama se extinguió el dia que vio desde su celda como su padre era arrastrado por los enfermeros pasillo abajo, un Ferenk que se habia tornado un anciano de la noche al dia, y cuyos ojos miraban mas alla de piedra y carne. El hecho de que el antiguo comandante fuese hallado colgado en su celda ya apenas significo nada para el niño. Pero aun faltaba lo peor...

La apatica estabilidad que el niño hayó en aquellas paredes murio una noche que los agonizantes alaridos de enfermos, guardias y cuidadores inundaron el asilo. Algo habia irrumpido en aquellas estancias, y todos y cada uno de los alli presentes hallaron las mas horrible de las muertes. Ese algo hizo acto de presencia en la celda de Erszen, y alli, en la soledad de la noche, su mente estallo por completo. El desvanecimiento salvador sobrevino despues de perder todas las funciones de su cuerpo, y las babas, orines y demas envilvieron al niño al ver como Elizabeth se le aparecia. Una madre que nunca fue tal clamaba por su hijo con la voz de las sombras, y su tacto fue como el hielo. El espectro de Elizabeth acabó con su hijo, en un intento de recobrar un amor inexistente, y aquello hizo zozobrar los mismos cimientos del mundo real. Con un llanto que hizo que las bestias del campo circundante cayesen muertas en el acto o huyesen despavoridas, Elizabeth Bathory, Condesa de Anactoria se esfumó como la bruma al contacto con el sol, dejando el cuerpo inerme, sin embargo aun con vida de Erszen Bathory, un niño de 6 años que volvia a nacer..."

Ishaya rebosaba felicidad. Acababa de encontrar una información que podía ser muy útil en la lucha de los hermanos contra los entes oscuros que acechaban Ravengro. Con el ajado pergamino en la mano se acercó a donde estaba Lyria para hacerle partícipe del contenido de aquel documento. Oyó como la bella muchacha acababa una conversación que mantenía con el pelirrojo Erodel mencionando la Casa Calendria de Anactoria.....

Entonces ocurrió.... Erodel se desplomó y el clérigo pharasmita soltó lo que tuviera entre manos y se abalanzó sobre el menudo humano....

ERODEEEEEEEEEEEEL

Se arrodilló junto a él y escuchó en primera linea la historia que una voz contaba a través del cuerpo del caído Erodel. Mientras la historia se iba desgranando las lágrimas se agolpaban en los ojos de Ishaya. La capacidad de sufrimiento del ser sintiente era infinita. Ya se imaginaba que Erodel había sufrido en tiempos anteriores a su unión a la peculiar familia, de hecho todos habían pasado por difíciles situaciones que habían marcado a fuego en su alma la crueldad del destino. Ese destino que a juicio del clérigo enano les debía un resarcimiento, un destino que debía compensar todo lo vivido por aquellos pobres desgraciados para que al acudir al juicio de Pharasma todo quedara compensado....

Con aquel ser, conocido como Erodel, el destino no tendría tiempo ni en cien años de devolverle todo lo que había pasado. La palabra sufrimiento alcanzaba nuevas cotas de significado al conocer la triste historia del pelirrojo chaval. No dijo nada, dejó que las lágrimas fluyeran por sus mejillas, abrió los brazos y tomó el cuerpo de Erodel entre ellos....

La gracia de Pharasma haga que el destino te honre con su benevolencia hasta el final de tus días.....

Lyria, aunque sabía que podía generar una situación límite en el pobre Erodel, y por mucho que se repitiese que en el fondo sentía que debía de revelar la verdad a Erodel para atajar cuanto antes el problema de los orígenes del pobre muchacho, no pudo menos que conmocionarse ante el crudo relato de un niño, un simple niño, tratado con una de las mayores crueldades imaginables.

Aunque todos, en esta singular familia, tenían pasados horribles, aunque intentase crear un paralelismo con su propia infancia, repudiada y temida por su familia por lo que era, aunque intentase convencerse que su madre, una bruja que casi con toda seguridad habría hecho acciones a la altura o peores que la madre de Erodel (no conocía a su madre, pero algún día lo haría), ..., en el fondo sabía que no era comparable. Lyria tuvo una infancia, ..., temida y repudiada, pero una infancia al fin y al cabo, ..., hasta la pubertad no había sufrido las consecuencias reales, ..., Erodel sin embargo, las había sufrido en la infancia, ..., sus esquemas mentales distaban mucho de considerarse sanos ante la brutal vivencia a tan tierna edad.

Lyria se olvidó de todo y avanzó para arrodillarse dónde estaba Ishaya abrazando a Erodel, y se fundió en un abrazo a los dos con sentimientos mezclados de empatía (por su pasado), humanidad (por el estremecedor relato) y .... hermandad (por lo que comenzaba a sentir por el pobre muchacho).

Erodel Iomestri, Erzsen Bathory, Malakay...y tantos otros nombres para un mismo ser. Muchas vidas, un solo dolor. En la gélida estancia de su ser, un subito calor comenzó a otorgar la vida que parecía se le escapaba. Su cabello rojo como el fuego ahora era como el palido sol de una fria mañana de invierno. El brillo majestuoso de aquellos jades que tenia por ojos se apagaron y quedaron reducidos a meros estanques de agua malsana. Su ya de por si blanca tez semejaba ahora un cirio mortuorio, algo apropiado quizás para aquel momento. Y sin embargo, aquel calor emergente daba una vida que nunca antes había sentido...aquel calor tenía un nombre: AMISTAD.

Erzsen(Erodel) abrió los ojos despacio, y pudo ver a sus HERMANOS abrazados a el, como nunca antes había sido abrazado, salvo quizas por su padre. Las pocas fuerzas que restaban en él, fueron utilizadas para fundir y completar aquel abrazo salvador. Y de no se sabe donde, pudo sacar algunas más para hablar:

-Mis hermanos...mis queridos hermanos.......gracias... - la voz era apenas un susurro, pero resonaba con fuerza en todos los rincones de sus almas - ... he nacido de nuevo, y os debo la vida. Una vida sin valor, pero una vida al menos...ahora lo recuerdo todo, o casi todo... aun sigo confuso. Y perdido, muy perdido. Parece que se me ha concedido una ultima oprtunidad...aunque ahora ya se que no la merezco. Una infancia de dolor no redime de toda una vida de horror hacia los inocentes.... he hecho TANTO daño a los demás... tantas muertes, tantas vidas segadas...si, atrocidades inenarrables guiadas por personas atroces, pero hechas por mi... y  según me decía a veces mi padre... lo poco que puedo recordar de el..."SE NOS CONOCE POR NUESTROS ACTOS"...asi pues, asi vuelvo a la vida...una vida que es vuestra por entero...HERMANOS...

Y de nuevo el silencio, un silencio propio de un hombre, ahora si, un hombre, que se sabía en deuda con todo lo que le rodeaba...

Lyria aceptó el abrazo de su renacido hermano. No tenía ni idea de los crímenes que había cometido, ni del alcance que podían llegar las atrocidades de una mente destrozada, …, pero no era el momento de hurgar en esa herida pasada, y era posible que Erodel, o Erszen, no llegaran a pagar en toda su vida su deuda contraída para con el buen camino a seguir, …, pero estaban allí y ahora, y ante ellos se alzaba, cuál fénix de sus cenizas, una nueva persona con la voluntad de corregir una vida pasada.

- Debes descansar por el momento. – Dijo entre lágrimas, …, aunque esta vez de alegría – Hay muchas cosas que comentar, y mucho que redimir. – Dijo esto último mirando a Ishaya. Es muy posible que cuando Erodel les contase con detalle su vida pasada encontrasen muchos pasajes macabros de esta, …, sin embargo, creía en esas palabras sinceras, y creía, en aquel momento, que la redención era más que posible.

Aquel abrazo fue algo más que físico. Ishaya sintió que su alma rozaba de forma sutil el alma de Erodel, o Erzsen mejor dicho. Muchas cosas se aclararon tras el relato de aquella horrible historia... Comprendió que la fuerza del amor, de la hermandad, habían sacado a Erzsen de la prisión de locura en que su cruel pasado había encerrado...

Tranquilo Erzsen, Pharasma ya sabe.... Y si se te ha otorgado esta oportunidad es porque tienes ante ti la ardua tarea de enmendar todo el mal que hayas podido causar. Por mi parte-y en ese punto miró a Lyria a los ojos-no soy quien para juzgarte, ese es el cometido de mi señora.... Ahora descansa, pon en orden tu mente que bastante sufrimiento ha soportado....

Y levantándose se dirigió a todos los allí presentes

Si nuestra situación fuera otra no diría esto pero hay que avanzar....es muy grande nuestra urgencia y el mal que acecha Ravengro no descansa....

Volvió sobre sus pasos y se agachó para recoger el ajado pergamino que había soltado para intentar auxiliar a Erodel-Erzsen...

He encontrado la localización de una cripta secreta en las Restlands. Al parecer un grupo de inquisidores guardó allí una serie de objetos que podrían ayudarnos en nuestra lucha contra la Senda Susurrante.... Podríamos intentar localizar dicha cripta, no sin antes pedir permiso al padre Grimburrow, y determinar si esos objetos nos son de utilidad.

Lyria ayudó a Erszen a levantarse del suelo y sentarse en una silla y, cuando se aseguró que no se caería de esta, volvió a la mesa dónde había dejado cada uno de los libros en las páginas exactas para comentar a sus hermanos. Esperó pacientemente a que Ishaya terminase con sus investigaciones y Lyria expuso las suyas:

 - Lo que he encontrado explica muchas cosas, y - con gesto sombrío añadió - refuerza la teoría del padre Grimburrow sobre los posibles fantasmas en la prisión.

Empezó a repasar los libros y a leer en voz alta los pasajes seleccionados:

 - Esto es una copia de lo que parece ser un informe de un antiguo guardia de la prisión de Harrowstone. El manuscrito data del 4661 AR, hace más de 50 años, y dice esto:

"... Poco se sabe de qué sucedió aquel día, pero al parecer hubo un amotinamiento en los pisos inferiores de la prisión. Los prisioneros consiguieron hacerse fuertes allá abajo, y se deshicieron rápidamente de la oposición que encontraron. Todo habría sido una calamidad sin el sacrificio del Alguacil Hawkran y 12 leales guardias, que inutilizaron el elevador antes de que los criminales pudieran salir. Aquel acto de valor y entrega, selló el destino de guardias y prisioneros, en una mazmorra de terror. Todavía hoy puedo escuchar los lamentos de mis compañeros torturados por esa jauría de salvajes, y la voz de Hawkran, que de forma estoica nos impelía a desoír las peticiones de los líderes de la revuelta...

... Todo se eternizó. Los guardias ahora a mi cargo, derramaban lágrimas ante el escarnio perpetrado a nuestros compañeros y amigos. Ante esto, tomé la decisión por la que me declaro máxime responsable de arrasar con fuego el nivel inferior de Harrowstone. El fuego purificaría aquella macabra y despiadada masacre. Y así fue como el fuego se propagó por el ala este y la estructura cedió...

Heulent Gabryl, Guardia superviviente de la masacre de Harrowstone."

Lyria dejó el libro y cogió otro:

 - Esto es un libro de registro de Harrowstone, dónde he encontrado lo siguiente:

"En un principio, Harrowstone estaba destinada para prisioneros locales, pero pronto comenzó a albergar a los criminales de otros condados. Gobiernos lejanos pagaron para que la prisión se hiciera cargo de sus peores maleantes. Cuando se produjo el gran incendio, el número de prisoneros altamente violentos y peligrosos era máximo.

Cuando se produjo el incendio, los prisioneros más peligrosos internados respondían a la siguiente lista: El Padre Charlatán, El Cercenador, El Merodeador de Aguamusgo, El Flautista de Illmarsh y el Salpicador."

Lyria cogió otros libros que había al lado y continuó:

 - Y he podido averiguar algo más de alguno de estos prisioneros más peligrosos:

"El Padre Charlatán-Sefick Corvin: De los cinco prisioneros más notorios, sólo el Padre Charlatán no era técnicamente un asesino, ya que sus crímenes se reducían a blasfemar contra varias Iglesias, con lo que tras ser denunciado por varois templos, decidieron castigarlo mediante los preceptos de la Ley Ustalávica. Aunque alagaba estar ordenado como sacerdote en varias fes, el Padre Corvin no era más que un farsante que usó la religión para estafar a la gente, pues reclamaba pagos monetarios para realizar falsos milagros y remedios. Pasó a ser denominado como Padre Charlatán cuando su confabulación fue descubierta, y sus cómplices Sczarni asesinaron a media docena de guardias de Magnimar con tal de escapar.

El Flautista de Illmarsh-Nombre real desconocido: Antes de secuestrar a sus víctimas, el Flautista de Illmarsh atraía a sus víctimas con una tonadilla triste, invitándolos a compartir su comida. Estos caían paralizados por los efectos del polvo de liche y acto seguido, las víctimas eran desangradas por las mascotas de dicho criminal... Estirges!!!

El Salpicador-Hean  Feramin: El profesor Feramin era un reputado académico  de Antroponomástica (ciencia que estudia el origen del nombre de las personas) en Los Archivos del Cuarto de Imitación de Caliphas. Pero tras una accidental asociación con un súcubo, su estudio fue degenerado y deformado, convirtiéndose en una obsesión. Feramin pasó a obsesionarse con el poder de los nombres y cómo podría usarlos para sus terrorífico control. Pronto su reputación se arruinó. El había perdido su posición y había desarrollado una incontrolable obsesión por la unión del nombre de las personas y lo que sucedía a dicho nombre cuando la persona moría. Cada día escribiría de forma secreta una letra del nombre de la víctima. Cuando el nombre fuera completamente deletreado, podría hacerse con dicha persona matándola de forma sanguinaria y cruel, úsando trampas o eventos preparados, a los que la víctima no se podría oponer, simulando un accidente perfecto."

Cuando terminó de leer esto dijo más para sí que para los demás:

 - Empezamos a relacionar que nuestro padre sucumbiese por "accidente" del fantasma de "El Salpicador-Hean  Feramin", y el niño de antes fuese poseído por el fantasma de "El Flautista de Illmarsh", atrayendo el ataque de las Estirges ....