Partida Rol por web

Llegáis a Colina Corroña con la misiva de Ambrus Valsin aún en vuestras mentes:

"Queridos Pathfinders. Hemos recibido una petición de ayuda desde Colina Carroña, una ciudad situada en la zona este de Ustalav. Como quiera que sea que estamos buscando nuevos asentamientos donde crear otras Logias, hemos decidido atender a su petición, y no se me ocurre mejores aventureros que ustedes para realizar esta misión. Los detalles de la misión son desconocidos, el Mayor Heggry en la Casa Señorial de la Corona, os dará más detalles. Los gastos del viaje corren a cuenta de la Sociedad. Antes de ir al encuentro con el señor Heggry, deberíais reuniros entre ustedes en la posada El Tirano Petulante. Y no olvidéis, Pathfinders, explorar, reportar y cooperar."

Mientras os dirigís hacia El Tirano Petulante no podéis dejar de fijaros en un detalle. A pesar de lo bien empedradas que están las calles, y de la esctructura densa de los eficios, la ciudad parece casi desierta. Incluso los cuervos parecen chillar de miedo mientras vuelan en círculo por encima de vuestras cabezas. Las tiendas están cerradas y hasta los mendigos parecen estar ocultándose.

Cae una fuerte lluvia, formando ríos de agua que corren por los canales centrales en las carreteras de la ciudad, por lo que agradecéis llegar a la posada para cobijaros de la lluvia.

La posada, al igual que el resto de la ciudad, está completamente vacía, a excepción de unas cuantas personas, que probablemente sean, intuís, vuestros compañeros de la Sociedad...

Saludos, yo ser Mushasi un humilde mercader, recién llegado de las más lejanas tierras de Qadira, con innumerables artículos de gran utilidad y calidad…Quizás estar vosotros interesados…

El Inusual mercader os guiña un ojo a modo complice, mientras hace una reverencia y señala a un cargado mulo, lleno de articulos de todo tipo...

"Saludos Compañeros mi nombre es Eorsten, soy un fiel servidor de Iomede y tratare de que todos volvamos sanos y salvos a casa", el fiero paladin muestra su cuerpo lleno de cicatrices que denotan que esta no es su primera batalla. Se fija en el mulo del mercader mientra observa sus mercancias "en esta tierras el fuego ye el agua bendita quizas nos vengan bien"

Un saludo, camaradas. Yo soy "Oloch". Por "Gorum" , mi fe es la Batalla. Observando a sus compañeros. Buenas cicatrices Eorsten, esperemos coleccionar alguna más. El semiorco le muestra las suyas. Mercader, yo apenas tengo dinero pero si una afilada espada que también nos servirá. 

En misiones anteriores, el semiorco había aprendido que aquellos Pathfinders sin un gran espadón podían ser útiles, pero su respeto era mayúsculo con los luchadores cuerpo a cuerpo. Tal y como lo guiaba su instinto, tremendamente violento, al igual que su Deidad.

La lluvia era incesante y el delgado cuerpo de Feiya¹ el de su zorro Daji no hacían que la travesía hacía su destino fuera propicia.

- ¡Aaaa... Aaaa... Aaaachist!!! Esto ya es el colmo, Daji. Esta lluvia nos va a resfriar. Me temo que tendré que hacer uso de ese pergamino que le compré a aquel tipo de la carretera. - Hablaba a su zorro, que la miraba y giraba la cabeza, como si mirase las musarañas.

No estaba loca, ni mucho menos, tan solo hablaba con su fiel compañero, aunque se comunicaran mejor mentalmente que con la palabra. Tras su breve charla, la bruja sacó el pergamino que comentaba. Lo extendió y leyó su contenido para iniciar el hechizo que contenía. Era un hechizo de transporte para casos así, para no mojarse.

Mientras tanto, en un callejó de Colina de Carroña, cercano a El Tirano Petulante, el cielo y el propio espacio comienzan a plegarse y tras eso, un estallido de luz y después un poco de humo, olor a azufre y a ozono.

- Cof, cof, cof... Y ahí va mi último pergamino de transporte. Espero que valga la pena. Entremos a esa taberna, parece el lugar indicado. - Comentó Feiya, que había llegado al fin a su destino, esquivando en parte la incesante lluvia.

Una vez dentro y pedir un poco de agua en un cuenco para Daji y un té de hierbas para ella, no tardaron en ir llegando el resto de pathfinders al lugar y hacer sus presentaciones. El primero fue un tal Mushasi, que era algo así como un puesto ambulante con patas. Después llegó una especie de paladín, seguidor de Iomedao, acorazado hasta la cabeza. Por último, un mestizo piel verde que se presentó como Oloch y que portaba un gran espadón, no dejando lugar a dudas sobre a qué se dedicaba: A repartir estopa en nombre de su deidad, probablemente y para variar, Gorum.

- Encantada de conoceros. Yo soy Feiya y este de aquí es mi fiel Daji. - Saludó en la mesa, acariciando el pelaje del zorro que la acompañaba. - He oído hablar de ti, Eorsten². Trabajaste con mi primo, Jonathan Scorpio, si mal no recuerdo. La última vez que hablamos me contó sobre sus viajes y demás... - Comentó para dar tema de conversación.

Una figura encapuchada os saluda.

- Sospecho que la peticion de ayuda supondra problemas... la Sociedad tiene fama de ser el hoar de heroes. No les decepcionemos y preguntemos por nuestro contacto ...

Tras apartar la capucha, veis el pico y las plumas de un tengu, junto a un par de ojos inquietos.

- Me llamo Temphus Cuervonero. Mis viajes me han llevado por las tierras salvajes y por los rincones mas oscuros de las ciudades.   

En una esquina de la posada, cerca de la ventana, veis un gnomo sentado, tomándose un vino mientras contempla varios pergaminos garabateados. Va ataviado con una túnica negra con rivetes morados, con el pelo y la barba casi blancas. A su espalda, oculto entre las sombras de la posada, una criatura negra como el azabache se mueve silenciosamente para miraros.

• Vosotros debéis ser mis compañeros pathfinder, sentaos y pedid algo, podéis llamarme O´bannon, y esta de aquí es mi querídisima Kerrigan.
•    

Hola me llamo Eorsten y estos son mis compañeros; teníamos q reunirnos con el mayor haggris pero bueno cuéntanos.

Tras reuniros entre ustedes y conoceros, decidís partir hacia la Casa Señorial de la Corona. La lluvia sigue cayendo con fuerza, dejandoos empapados por el camino. Al llegar a la entrada de la Casa Señorial, veis a dos cuervos, guardias vestidos con armadura de cuero negro y cadenas, blandiendo arcos y espadas largas. Cuando os ven, sus expresiones sombrías se tornan en una mirada de esperanza y os piden que entren en la casa, goteando y empapados, hasta el gran salón.

En el gran salón, varios miembros de los Cuervos montan guardia mientras que el alcalde, un hombre distraído y preocupado, se sienta en una silla de respaldo alto.

Cuando os ve entrar, Heggry se endereza y dice: "Menos mal que aún tenemos a un grupo de valientes que acuden en nuestra ayuda, sentaos, por favor"

Acto seguido, se aclara la garganta, y continúa:

"Les doy las gracias por su asistencia en nuestra hora de necesidad, Carrión Hill tiene una larga historia de batallas, pero hasta ahora nuestros enemigos han atacado desde fuera de nuestros muros. Estamos fortificados para defendernos contra este tipo de ataques, pero ahora nos enfrentamos a una amenaza completamente distinta. Nuestros enemigos ya están aquí, habitan en los túneles y catacumbas debajo de la superficie y atacan sin previo aviso.

El primero de estos ataques se produjo esta misma mañana, a primera hora, cuando algo enorme, llegó por debajo de una de los distritos, llamado Slipper Market. Destruyó parcialmente un edificio y mató a media docena de lugareños antes de retirarse a la estructura en ruinas. Las respuesta de los cuervos no se hizo esperar, liderado por nuestro Comandante Garrus, pero cuando llegaron, fueron masacrados hasta el último.

Desde entonces, la cosa ha atacado, la superficie no menos de tres veces en diferentes partes de la ciudad, aplastando edificios desde abajo y matando a cualquiera que se encuentre en el interior. Tengo toda la fuerza de la guardia de la ciudad en la reserva, y con cada nuevo ataque responden rápidamente, pero el daño se hace siempre antes que llegen. Ya se habla de guerra y de invasión, pero sigo creyendo que a lo que nos enfrentamos es una abominación. Si sólo pudiéramos averiguar lo que es, podríamos ser capaces de derrotarlo. Y aquí es donde vuestro grupo entra en la ecuación, si  pueden explorar las ruinas en Slipper Market, tal vez puedan encontrar algún tipo de pista que nos diga qué es a lo que nos enfrentamos. No puedo prescindir de ninguno de mis cuervos para que os ayuden, porque ellos son necesarios para mantener el orden en las calles, pero si de verdad pueden encontrar algo ... cualquier cosa... sobre este monstruo de abajo, yo les pagaré con creces: 1500 de oro por información sólida, y dos veces más ésta cantidad para ayudar en la derrota de este horror.

Si tenéis alguna pregunta, hacedlas rápido, pues el tiempo apremia."

• Decís que ha atacado 3 veces en el mismo día, ¿que edificios ha destruido?, ¿algún superviviente de estos ataques con el que podamos hablar?.

Mientras contesta a O´Bannon, el Mayor Heggry mira nerviosamente a Kerrigan.

El ataque inicial se produjo en las horas previas al amanecer, y la muerte del Comandante Garrus justo cuando amanecía. Desde entonces han habido dos incidentes adicionales, ambos en la vertiente occidental de la ciudad, y ambos involucran edificios derruidos y enterrados en un enorme agujero. En los dos casos, el agujero resultante no ofrece entradas aparentes a posibles cámaras subterráneas, sin embargo las ruinas aparecían untadas y empapadas en un fango maloliente del que nadie parece conocer nada.

Los ciudadanos no son conscientes exactamente de la naturaleza de estos ataques, pero la gran mayoría parece haber pensado que se encontrarían a salvo escondiéndose en sus casas. Si se extendiera el rumor de que mantenerse escondidos en su casa no les iba a ofrecer ninguna protección, la población de Carrion Hill entraría en pánico y sería practicamente imposible controlarlo, así que os pido, además, discreción.

Envíe una petición de ayuda a Ambrus Valsin hace varios días, por unos problemas que teníamos con un Gremio de asesinos. Aunque el edifico que hacía las veces de sede del gremio ha sido destruido hasta sus cimientos y sus ocupantes han aparecido todos muertos entre las ruinas, mucho me temo que el mal que ha acabado con esa amenaza pueda resultar aún más peligroso. Vuestra llegada no podría ser más oportuna.

La ciudad debía tener un buen sistema de alcantarillado, cosa que podría aprovechar la llamada "cosa" para moverse y destruir los diferentes edificios de Colina de Carroña. Otro punto interesante era ese mismo, que además de aparecer, destruía literalmente el edificio, al hacerlo. Eso significaba que la criatura en cuestión debía de ser bastante grande. Feiya no se imaginaba algo pequeño con una fuerza descomunal, así que lo descartó, por el momento.

La bruja miró al gnomo pathfinder y atendió a la pregunta que realizaba al Mayor Heggry, la cual era vital para continuar con la investigación.

- Obama O´bannon tiene razón, si hay algún soldado superviviente que luchó contra la bestia o un lugareño que sobreviviera al ataque, sería de mucha ayuda entrevistarnos con ellos, mayor. - Añadió, dando más énfasis a la pregunta del gnomo.

Por otro lado, el lugar del primer ataque parecía el mejor sitio para comenzar a desentrañar el misterio. Puede que encontrasen algo de información sobre el terreno, si es que no había supervivientes con los que hablar.

- Después iremos al lugar del primer ataque: Slipper Market. Pienso que debe de tratarse de algún ser bastante grande, si ha dejado esos enormes agüjeros de los que habla. Y dudo que no nos haya dejado alguna pista o rastro de su ataque. Sin ir más lejos, me encantaría echar un vistazo a ese fango maloliente del que hablan. Podría ser algún tipo de secrección del ser en cuestión. Puede que incluso nos sirva para determinar de que criatura puede tratarse... - Sopesó en voz alta.

Desvíando su atención de Kerrigan, el Mayor se dirige a Freiya.

Por desgracia, todos los soldados que se enfrentaron a esa cosa, y los ocupantes de los edificios, han aparecido muertos entre las ruinas, así que no tenemos ninguna información de lo que pudo pasar dentro de los edificios.

Por otro lado, sea que lo que sea que haya destruido esos edificios, ha de ser sin duda gigantesco, a juzgar por la magnitud de los daños que produjo. Sin embargo, los que presenciaron la destrucción de los edificios desde fuera, tienen dificultades para describir estos eventos. La mayoría coincide en decir que había sido como "si los edifcios colapsaran desde dentro".

Los Pathfinders habían venido a Carrión Hill para acabar con un gremio de asesinos y ahora les proponían una nueva misión que prometía ser de "mayor" envergadura. A Oloch le parecía bien aceptar aquella empresa y veía que al resto de camaradas también.

Cuanto más grande sea el bicho, mejor la batalla será y más Gloria para Gorum.

Nosotros no somos de aquí, tenéis mapa de la Ciudad para prestarnos. Y si hay alcantarillado, mapa también. El semiorco mostró su practicidad parca en palabas.

Saben si hay grutas debajo suelo, con agua. O si hay puerto en la Ciudad?

Está claro que los soldados no sobrevivieron... Quizás alguno de los asesinos? Y si no, me parece bién preguntar e ir por el Slipper Market. Donde ataque inicial.

El Mayor centra su atención en el semiorco y contesta:

No necesitaréis mapa de la ciudad, puesto que Jaden, uno de mis cuervos, os acompañará e indicará el camino hasta el Slipper Market. No tenemos un mapa del alcantarillado, puesto que fue construido de forma algo abstracta... Colina Carroña se asienta encima de los cimientos de decenas de ciudades. La colina está plagada de túneles y cámaras que nadie ha llegado a investigar en profundidad. El hecho de que los edificios se haya destruido desde abajo sugiere que, sea lo que sea lo que los ha destruido, viene desde algún lugar oculto en las profundidades de Colina Carroña.

El tengu pregunto al mayor

- Alguna de esas viejas ciudades teníatratos con criaturas de las profundidades o demonios de otros planos? Algún mago peligroso en Colina Carroña?

La última pregunta del tengu hizo sonreir a Feiya, que tuvo que suprimir una carcajada por lo que había salido del pico del pathfinder emplumado.

- Me temo que cualquier estudioso de lo arcano es peligroso... Incluso yo con los pocos conocimientos que poseo sobre la magia podría responder a esa descripción, mi emplumado amigo. - Añadió sonriente a Temphus.