Partida Rol por web

Vamos a poner esto al principio, que siempre viene bien:

El Casino Royale en Montenegro era un lugar espléndido. Todo lujo y riquezas para la clase alta yugoslava. En uno de sus mejores salones estaba a punto de jugarse una partida de poker privada. Todos habían sido invitados por un extraño personaje que se hacía llamar "James Bond". La gracia no se os escapaba y, aunque ya llevábais ahí dos días, todavía no habíais visto a vuestro invitado. Él no iba a participar en la partida y no conocíais las razones de por qué os habían invitado. Pero aún así, todos habíais acudido. Cada uno por sus propios motivos...

Las puertas se abrieron a un elegante salon con un bar a la izquierda. La mesa de juego ocupaba el centro de la estancia y ya estaban las sillas colocadas así como las fichas. Todos habíais pagado la cuota de inscripción: diez millones de dólares, con posibilidad de recomprar otros cinco. El ganador se lo llevaría todo...

Mientras os acomodáis en la mesa de juego, aprovecháis el momento para intercambiar unas palabras...

Entré a la habitación sin prestar mucha atención a los presentes. Tan solo al cruzar la puerta que ya se encontraba abierta pude observar una gran mesa de póquer que era iluminada por la gran cantidad de luces que adornaban el techo. Las fichas que estaban ya puestas en los lugares relucían como piezas de oro. El olor era agradable, todo lo era, el ambiente perfecto para apostar la vida. No mire a nadie mas, al parecer era el primero en llegar. Espero que no se tarden mucho.

Apenas llegué tomé asiento en la cabecera de la mesa. La habitación estaba vacía, y yo solo deseaba que apareciera algún camarero que pudiera traerme una buena copa de vodka, Saque un Casa Magna, mi marca favorita de puros, y fume, fume, fume. La habitación se impregnó de su dulce aroma, de su atrayante sabor, y del espectral humo que liberaba. Mis puros caros, mis zapatos italianos, mis ropas caras, mi acento y manera inteligente de hablar, mi prolongado léxico, mis conocimientos, mi habilidad de comunicarme, mis historias y elocuencia, todo eso era tan solo la tapadera de los miedos, malos deseos y toda esa porqueria que había en mi interior.

-Ahora a esperar.

Tras un tranquilo paseo por las calles, me dirijo al casino, todo está dispuesto y el personal bien aleccionado me recibe indicándome el lugar donde se celebrará la partida, estaba deseando conocer al promotor de la partida, el misterioso James Bond, la mesa de juego con todo dispuesto el dealer ocupando su lugar, variopintos personajes pululando por la sala, tanto dinero puede atraer mucha atención, esperemos que todo salga bien.

una copa en el bar, un par de guiños a una chica linda, una caminata entre las mesas fingiendo que saludo a los fanes.

No hay mejor forma de empezar un torneo, asi cumplo parte de mi trabajo y me preparo para la hora de la paga.

Aun tengo uno de esos martinis en mi mano, juego con el cebollin mientras las mesas pasan a mis lados con gente ilusa apostando y divirtiendose, adoro este trabajo. Veo los juegos de manos y demas cosas que se hacen en todos los casinos para que la casa gane, no son estafas, solo son negocios.

Cuando al fin llego a la mesa donde sera el juego sonrio mientras recuerdo aquella linda chica con la que pase la noche y todas esas estupidas amenazas que me hicieron si no cumplia con lo acordado, como si fuera muy dificil hacerlo, este es mi negocio, esta es mi vida, mi juego.

-Buenas noches caballeros-

John entro en la sala como alguien que esta acostumbrado a esos derroteros. Turk estaba alojado en la suite del hotel que tenia el propio casino, por lo que para llegar a ese salon no le hizo falta cruzar todas las mesas que habia en la sala principal.

La sala, como no, era uno de esos salones privados que solo podrias encontrar en un casino, y mas en uno de lujo como aquel. La moqueta tenia unos dibujos poco definidos, laberinticos, destinados a no distraer la atencion de los "clientes", para que pudieran gastar mas. Una enorme lampara de cristales iluminaba desde el alto techo toda la estancia, se situaba sobre la impoluta mesa. Alrededor de la mesa pero a una distancia prudencial, nadie queria interferir en la partida, numerosos mirones se daban cita. Chicas guapas, camareros, millonarios cuyos billetes abrian muchas puertas...

Sin saludar a nadie se acerco a la barra y hablo con el barman que estaba tras ella - Espero que tengas bastante Don perignon, no quiero que mi copa llege a vaciarse, pero me gusta frio, confio en que sepas complacerme - le tendio un billete de cien dolares que dejo apoyado en la barra. Despues se giro y fue hacia la mesa.

- Buenas noches señores - dijo educadamente mientras se sentaba en la silla, justo a la derecha del crupier, sin siquera saber si habian asignado los sitios de alguna manera. Con la mirada busco al barman de antes, ya le faltaba una copa en la mano. - Mi nombre es John, John Turk Jr, encantado de pasar esa velada con ustedes - se presento cordialmente, como solia hacer, pero sin tender la mano para estrecharla. No lo hizo por falta de educacion, si no por que entendia que entre caballeros no hacia falta, mas aun sin una presentacion oficial.

Reviso todas su fichas y las coloco metodicamente, por orden de valor, de izuqiera a derecha. Luego cogio una de esas rectangulares, las que mas valian, y comenzo a jugar con ella, le gustaba el tacto de las fichas de calidad.

Una vez todos estuvieron sentados alrededor de la mesa, los camareros acudieron solícitos con las bebidas que habían pedido los jugadores. Pronto los murmullos en la sala cesaron, percatándose de que la partida estaba a punto de comenzar. El dealer sacó una resplandeciente bajara de cartas que desempaquetó delante de todos. Luego las removió en la mesa.

-Recuerden caballeros, que se trata de la modalidad Texas -explicó mientras barajaba-. La carta más alta será la ciega grande. Empezaremos con 5.000 dólares para la ciega pequeña y 10.000 para la ciega grande. Las ciegas subirán cada 7 manos. Comencemos...

Las cartas boca arriba empezaron a fluir...

Krase: Rey
Turk: 9
Boner: J
Duque: 4
Barque: 2
Thomas: 10
Horn: J

-La ciega grande será el señor Krase y la pequeña el señor Horn -el dealer recogió las cartas antes de volverlas a mezclar y repartir. La partida había comenzado...

Fichas

(ciega grande) Krase: 9.990.000
Turk: 10.000.000
Boner: 10.000.000
Duque: 10.000.000
Barque: 10.000.000
Thomas: 10.000.000
(ciega pequeña) Horn: 9.995.000

En el pot: 15.000

Cartas Boca Arriba

Q (Picas) A (Corazones) J (Picas)

-Habla el señor Turk...

Tus Cartas: J (Corazones) 8 (Tréboles)

Tus Cartas: 5 (Picas) 10 (Picas) 

Tus Cartas: 10 (Diamantes) 9 (Tréboles)

Tus Cartas: K (Picas) 4 (Tréboles)

Tus Cartas: J (Diamantes) A (Tréboles)

Tus Cartas: 7 (Diamantes) 2 (Picas)

Tus Cartas: 4 (Corazones) 7 (Tréboles)

John recogio sus cartas, las ojeo sin tratar de esconderlas demasiado. Era lo bueno que tenian esas partidas privadas, que habia sitio suficiente como para no tener que estar escondiendo tu jugada.

Habia memorizado las cartas, solo restaba jugar.

- Veo - dijo secillamente dejando 10.000 fichas delante de el, a la espera de que el dealer las recogiese para ponerlas en el pot.

Despues dio un pequeño sorbo a la copa y volvio a dejarla a su lado.

Boner estaba recargado en su silla, levanta solo la pestaña para verlas y voltea a ver a la camarera para pedirle otro martini, despues cuenta algunas fichas y las lanza a la zona de apuestas, vuelve a voltear con la mesera -Podria traer doble cebollin esta vez?-

Intento buscar algun tic entre los componentes de la mesa, tras ver mis cartas, las rechazo al centro, empujándolas con el indice, tratando de mantener mi impasibilidad, mientras me fijo en los rostros de mis oponentes, entre los jugadores esta Mateo Barque, le saludo con un gesto.

Sonrío algo cortado  el gesto de sualudo de Martin e inclito algo la cabeza para saludarlo a diferencía de mi acompanante yo entro tras miro al mesero un martini por favor tiro las fichas sin preocuparme mucho en el resto 

Ross llegó a la sala donde se iba a disputar la partida. Alli habia 6 contrincantes, los miró de uno en uno para ver si habia un resquicio en sus rostros.

Cuando avisaron que empezaba la partida se sentó tranquilamente y esperó a que las cartas fueran repartidas, cogió las dos y levanto una por una esquina, agachandose para ver, e hizo lo misma con la segunda, esperó a que los demas hablasen, tan sólo uno no iba el resto si-Vamos a ver de que estan echos mis contrincantes--Pensó mientras cogia fichas y las ponia en el medio de la mesa