Partida Rol por web

Castillos de arena

Tinta tus sueños

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16/02/2016, 05:09
Nicole Nazar

Una expresión tan terrenal y vulgar en labios de un ser etéreo y líquido como es Austin me hace soltar una risita divertida. 

—Quiero beberte —respondo, tomando con delicadeza entre mis labios alguna de las gotas que resbalan por su cuello—. Y sí... También quiero follarte —añado, riendo de nuevo. 

Tan sólo me detengo a cerrar el grifo antes de emprender el camino hacia mi cuarto. Me arrodillo en la cama y lo espero, contemplando con una sonrisa de medio lado la familiaridad con la que abre mis cajones. Cuando viene estiro la mano para tomar la suya y empiezo a repasar con mis labios y mi lengua sus dedos, bebiendo cada una de las pequeñas gotitas. Sigo sus caminos serpenteantes hasta ascender por el brazo y llegar al hombro, de ahí al cuello, al torso, la cintura, las piernas...

Quiero bebérmelo entero, dejarlo seco de ducha pero húmedo de saliva. Pierdo el sentido del tiempo. Y cuando considero que he terminado, soy yo la que coge el preservativo y se lo pone, lamiendo lentamente el último reguero de su tripa, para después buscar su mirada, una que no me encuentro desde ese momento en la ducha. 

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16/02/2016, 05:20
Austin Garret-Jolley

Las palabras de Nicole, tan certeras y al mismo tiempo tan bellas, provocan un pequeño espasmo de placer en mi interior, como si sólo el hecho de haber conseguido que esa ingeniera dijera algo como eso ya fuera una victoria.

Deseo que me beba, claro que lo deseo. Lo deseaba ya desde antes de su promesa, y esta sólo ha subido mis expectativas. Y, cómo no, también deseo que me folle. Y la deseo a ella, como si cada uno de los orgasmos en los que nos hemos visto envueltos en las últimas doce horas no hubiera hecho sino incrementar mis ganas.

Me arrodillo frente a ella y me dejo hacer. Dejo que empiece por mis dedos, bebiendo tal y como ha prometido cada una de las gotas de agua que me bañan. Conforme estas se van agotando casi me dan ganas de hacer una escapada al baño y empaparme de nuevo sólo para que tenga que volver a empezar. Pero sería hacer trampas, y a la poesía no se le engaña.

No tengo claro en qué momento he pasado de estar de rodillas a estar tumbado, pero voy dejándome hacer. Más de una vez mi cuerpo sufre pequeños espasmos de placer, sobre todo cuando roza zonas como mis pezones o mi sexo, y en esos momentos se hace inevitable buscarla con las manos, esperando rozar su cuerpo. Sé que no es necesario, que en estos momentos estamos unidos por hilos más finos y más resistentes que los del pensamiento, pero aún así la carne es la carne y se me hace complicado evitarlo.

Los minutos pierden el sentido. Sólo sé que estoy siendo recorrido por cientos de corrientes eléctricas hasta que de repente todo para. Está poniéndome el preservativo, y mis ojos se abren. No es necesario buscar los suyos: en este tiempo me la he aprendido tanto que los encuentro directamente. Los míos están oscurecidos y febriles, y soy consciente de que esta vez ni el vino ni la marihuana serán excusas para ninguno de los dos.

Ahora sí la busco con mis manos, y mis dedos casi le piden que se siente encima de mí. Yo me incorporo un poco sobre la cama hasta que ella está a horcajadas, con su centro sobre el mío. Busco su boca con la contención con que se sujeta a un caballo encabritado, capturando sus labios y dejando que mi lengua vuelva a encontrar la suya. Me recreo en ella, imaginando que casi toco su garganta por dentro.

Al final todo se detiene. Abrazado a ella entro poco a poco, dando importancia a cada milímetro. Mis ojos fijos en los suyos y mis dos manos en su espalda, quietas, intentado detener el momento. Al menos hasta que toco fondo.

En ese instante es como si todos los motivos para retenerme hubieran desaparecido, o como si el fuego que se guardaba en mi pecho tomase posesión de mis brazos, piernas y boca. La sujeto por los hombros mientras me muevo al ritmo que marcan nuestras caderas, y aunque la sincronía es perfecta al final ni eso es suficiente. De modo que acabo por levantarla conmigo y sin pensarlo, hablando a su boca en lugar de a sus oídos, acabo llevándonos contra una pared y dejando que sea mi cintura la que la encuentre una y otra vez, hasta que de nuevo todo estalla en un esperado orgasmo.

Durante algunos segundos permanezco así, sujetándola aún con mi cintura y con mis manos contra la pared. Mi cabeza apoyada en su hombro, dejando suaves besos en su cuello. Consecutivos, uno detrás de otro, acompañando las continuas oleadas que el estallido ha dejado tras de sí. Sin embargo acabo por llevarnos de vuelta a la cama, dejándome caer boca arriba con ella sobre mí.

Paso varios segundos en los que me dedico, simplemente, a respirar. A mirar dentro de sus ojos mientras mis dedos visitan su espalda y su pelo con parsimonia, dejando tras de sí un rastro del sueño que me va abordando.

—Oye...—le digo buscando sus ojos con un hilo de voz, antes de que mi sonrisa se ladee un poco—. No creo que me duerma —exagero, y se nota en mi voz y en mi expresión que ni yo mismo me lo creo—, pero si lo hiciera... Acuérdate de despertarme antes del miércoles —enuncio—. Tengo clase con los chavales.

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16/02/2016, 14:19
Nicole Nazar

Y como había predicho en mi mente, en cuanto todo termina un sopor denso empieza a extenderse por mi mente y mis brazos, hasta que apoyo la cabeza en la almohada y entrecierro los ojos. Sin embargo, a pesar de eso, me siento vital tras perder la cuenta en el recuento de la noche y la mañana. Puede que este chico y yo no volvamos a encontrarnos en este sentido, pero al menos estoy segura de que será un recuerdo a conservar.

Una risita me mueve al escuchar a Austin. 

Veré qué puedo hacer —respondo, bromeando, en el mismo tono suave y susurrado—. Porque para eso tendré que ser capaz de despertarme yo. 

Estiro la mano entonces, para acariciar su frente y sus cabellos, deslizando los dedos por su rostro despacio hasta que se duerme. Sólo entonces dejo reposar la mano en su pecho y termino de cerrar los ojos, dejándome arrastrar por el sueño. 

Por suerte, abro los ojos de nuevo apenas unas horas más tarde. Contemplo a Austin todavía dormido y con cuidado paso por encima de él para salir de la cama, intentando no despertarlo. Ya fuera me visto con unos vaqueros cómodos y me pongo crema en los tatuajes antes de ponerme una camiseta amplia y cómoda con un estampado motero. 

Descalza me dirijo a la cocina y entorno la puerta para no molestar con el ruido. Durante el siguiente rato me dedico a preparar algo de comer, tarareando entre dientes la misma melodía que unas horas antes y que no sé de dónde he sacado. Hiervo pasta y preparo una ensalada con ella, rúcula, pechuga de pavo y aguacate. Luego hago un par de tortillas francesas con queso fundido y mientras voy preparando todo también meto en tuppers parte de las sobras de la cena, para que Austin se los lleve si quiere. 

Notas de juego

Camiseta

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16/02/2016, 19:06
Austin Garret-Jolley

Las últimas palabras de Nicole se diluyen en mis oídos mientras vuelvo a quedarme dormido. Sé que si estuviera en una de esas épocas en que trato de llevar mis biorritmos controlados esta sesión de sexo-sueño-sexo-sueño me los trastocaría por completo, pero ni aún en ese caso lo lamentaría.

Al despertarme lo hago desnudo y solo, y por algún motivo mi primer pensamiento es que Nicole se ha ido de mi casa. Poco a poco me voy ubicando, y el sonido del batir de huevos y todo lo demás me va poniendo en situación. Dado que parece poco probable que haya contratado un cocinero, debe estar en la cocina.

Sin prisa me desperezo y levanto, y decido que ha pasado más tiempo del que creía al encontrarla vestida.

—Buenos días —la saludo, acercándome un instante a evaluar todos aquellos platos. Joder, si va a comerse todo eso no sé cómo no parece un tonel.

Le dedico una sonrisa entonces, y ahora que ya he catalogado la comida paso a poner una mano en su costado y dejar un pequeño mordisco en su nuca, sin interrumpirla. Después me dirijo al salón y me pongo algo de ropa: calzoncillos, pantalones y camiseta. A la vuelta, con toda la naturalidad del mundo, me pongo a ayudarla en su trabajo.

—¿Llevas mucho despierta? —pregunto. Para ese momento ya he decidido que voy a quedarme a comer, así que es una suerte que haya cocinado tanto. Como si fuera mi casa empiezo a sacar platos, vasos y cubiertos, y no los llevo al salón. En lugar de eso empiezo a preparar un lavaplatos con las cosas de ayer y las de esta mañana. Mi actitud es jovial, y el brillo de mis ojos indica que estoy de verdadero buen humor. ¿Cómo no estarlo, después de todo?

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16/02/2016, 19:21
Nicole Nazar

—Buenos días —respondo sonriente, levantando la mirada al escuchar su voz en la puerta. Un pequeño escalofrío responde a sus dientes y se desliza por mi columna hasta evaporarse, haciendo que me encoja levemente de hombros en respuesta. Mientras se aleja hacia el salón es inevitable no darle un pequeño repaso, pero cuando vuelve, ya tengo los ojos en la sartén otra vez.

—Ah, no mucho. Menos de una hora. 

Pongo la última tortilla en un plato limpio y se lo paso, para que lo deje por ahí.

¿Tienes hambre? —pregunto entonces, girándome un poco para mirarlo. Mientras espero su respuesta, me acerco a la ensalada y la aliño con un poco de albahaca, pimienta negra y aceite.

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16/02/2016, 23:31
Austin Garret-Jolley

En cuanto dice que lleva menos de una hora despierta la observo durante un instante, sintiéndome totalmente agradecido porque haya aprovechado para hacer la comida por más que eso no tenga que ver conmigo. Una pequeña sonrisa baila en mi rostro al comprender que, tal y como le dije anoche, para alguien con ese estómago es realmente útil lo de tener la habitación y la cocina pegadas. Quizá escogió el piso por eso.

—Pues ni me había enterado —comento, tomando el plato que me tiende y dejándolo sobre la encimera.

Después de eso escucho primero su pregunta y después a mi estómago.

—No hasta ahora —comento antes de hacer un gesto hacia lo que ha preparado—. Pero ha sido ver esto y me estoy poniendo famélico —enuncio. Me quedo mirándola un instante, cómplice en silencio al ver que ambos actuamos como si nada hubiera pasado. Luego extiendo la mano, cogiendo una pieza de pasta de la ensalada y llevándomela a la boca.

—¿Has dormido bien?

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16/02/2016, 23:40
Nicole Nazar

—Oh, sí —respondo, ampliando mi sonrisa de medio lado al pensar en la siesta matinal que nos hemos pegado y en lo que había pasado justo antes—. Ya no me duele la cabeza y no queda ni rastro de los coulants en ella. 

Cojo los platos que preparó Austin antes de ponerse con el lavavajillas y pongo sobre ellos los cubiertos, servilletas y vasos antes de levantarlos con una mano y coger la ensaladera con la otra.

—Pues la comida está lista. ¿Quieres comer en la mesa alta? ¿O prefieres ver una peli o algo mientras?

Mientras voy llevando las cosas al comedor, pero me espero a su respuesta antes de colocarlas en ningún sitio.

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17/02/2016, 01:12
Austin Garret-Jolley

—Pues no ha sido el método de la cerveza —respondo a lo primero que dice, dejando que la sonrisa de medio lado de su rostro tenga un reflejo en el mío.

Luego, cuando la veo coger todas aquellas cosas me acerco a la nevera. Entonces valoro las opciones que me ofrece. Ladeo un poco la cabeza antes de dejar que mi garganta escoja por mí, y lo hace enfrentando la comodidad del sofá con respecto a las sillas.

—Una peli o algo mientras —enuncio como respuesta. Luego me acerco a la nevera, buscando agua embotellada, y si no está ahí miro alrededor.

—¿Quieres beber agua, u otra cosa? —pregunto antes de acercarme al salón con lo que corresponda.

Una vez allí me acerco al sofá, tomando asiento en el mismo lugar que anoche.

—¿Sabes lo que tendrías que hacer? —enuncio en ese momento, sentándome a lo indio cómodamente en el sofá y hablando como si ella tuviera que saber a qué me refiero. Lo hago dejando que sea ella la que se encargue de la peli, o de lo que haga falta—. Ponerles una pregunta opcional, que dé un punto extra, pidiendo que argumenten qué es lo que más y lo que menos les gusta de la asignatura —propongo, sin plantearme siquiera que a ella pueda sentarle mal que me meta en su forma de ejercer su trabajo—. Les molaría, se sentirían escuchados, y a ti te serviría bastante.

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17/02/2016, 01:38
Nicole Nazar

La ampliación de mi sonrisa es la única respuesta que doy a sus primeras palabras antes de empezar a colocar las cosas en la mesa baja que hay delante de la tele. 

—Agua está bien —respondo para después añadir algo más—. Fría, por favor.

Empiezo a darle vueltas a qué película poner y enchufo un disco externo directamente al televisor. Sigo pensando en ello cuando me siento en el sofá y lo miro de lado antes de subir las piernas como él para acomodarme. Me estiro para alcanzar la mesa y acercarla a nosotros y sirvo ensalada en los dos platos. Me llevo el mío al sofá y suelto una risita con su sugerencia.

—Eso ya lo hago cada fin de trimestre. Y también antes de empezar, el primer día de clase. Para saber qué expectativas tienen con la asignatura y poder adaptarme un poco a ellos —explico con naturalidad—. De todas formas lo de mañana es sólo un control. Hemos estado creando un tiovivo desde el principio, con un motor que lo hace girar y por grupos han tenido que hacerlo todo desde cero, diseño, estructura... Todo. El examen es sólo para asegurarme de que no lo está haciendo todo una sola persona en cada grupo. Pensaba preguntarles cosas sobre el proceso general que hemos dado en clase y también algo sobre el diseño de su proyecto. 

Entonces mi atención vuelve al televisor. A saber qué cine le gusta a Austin, con lo raro y artista que es. Dudo con el mando en la mano, rastreando el menú, hasta que finalmente encuentro la película de la que le hablé anoche. La mecanique du coeur. Final perfecto para una velada francesa. 

—¿Te molesta que esté en versión original? —pregunto, buscando su mirada y sin llegar a responder todavía a sus preguntas—. Tiene subtítulos. 

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17/02/2016, 02:12
Austin Garret-Jolley

Escuchar su risa tras mis palabras hace que ponga atención. Ni siquiera me cabe en la cabeza que pueda estar riéndose de ellas —o de mí—, por lo que debe haber algo en lo que he dicho que le ha hecho genuina gracia. Oigo su respuesta atento, y se puede ver que con una mezcla de impresión y admiración en los ojos que no se traduce al resto del cuerpo.

—Entonces no puedo enseñarte nada —concluyo antes de llevar la vista al frente, al televisor. Sin embargo unas palabras más brotan de la punta de mi lengua, y cuando comienzan a salir busco a Nicole con la mirada. No llego a decirlo más que con mi tono, pero se nota que lo que viene es un enorme cumplido—. Una pena no haber tenido más profesores como tú —le digo—. A lo mejor habría acabado el instituto.

Finalmente, cuando pregunta por los subtítulos yo ya me estoy inclinando hacia adelante para tomar mi plato y comer con él en la mano.

—Versión original está perfecto —aseguro, con el tono natural de quien nunca ha considerado otra idea.

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17/02/2016, 03:09
Nicole Nazar

Me aseguro de que están los subtítulos puestos, más por Austin que por mí, porque yo la entiendo sin problemas en francés y entonces lo miro, sorprendida por lo inesperado de sus palabras. 

—Vaya, gracias. De verdad —respondo, enarcando ambas cejas—. La verdad es que mi asignatura no tiene tanto peso lectivo como otras, así que me dan bastante cancha para hacer lo que quiera. Además el jefe del departamento es Colt. No sé si lo conoces, pero es bastante joven y muy abierto. 

Ladeo la cabeza y le doy al play, pero antes de que empiece la peli añado algo más.

—A mí lo que me gustaría es ver alguna de tus clases. Los chicos hablan maravillas de ti. 

Y tras esas palabras y una sonrisa, llevo mi mirada a la película, justo cuando empiezan los primeros acordes de Le jour le plus froid du monde.

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17/02/2016, 04:05
Austin Garret-Jolley

Me encojo de hombros con sus primeras palabras, como si no hubiera nada que agradecer. Sin embargo mis ojos no han dejado de brillar, y cuando habla de Colt lo cierto es que niego con la cabeza. Ni idea de quién será ese tipo. Aunque la verdad es que no conozco ni a la mitad de los profesores.

Sus últimas palabras, sin embargo, me sacan una sonrisa más clara y que rebosa sinceridad. No por lo que digan los críos, que aunque mola la verdad es que son impresionables, sino por la idea de que una persona más adulta —y profesora de verdad— pueda estar interesada en algo de eso.

—Mis clases no se ven —le digo entonces, ligeramente ilusionado ante la idea que estoy a punto de comentar—. Mis clases se viven. Así que cuando quieras te traes ropa que puedas estropear, y te unes —propongo antes de desviar mis ojos a la televisión, con una sonrisa—. Será divertido.

En cuanto la película empieza lo cierto es que me atrapa por completo. No es sólo la forma de narrar, sino el estilo de animación, la estética, los diálogos... Tardo sólo unos segundos en darme cuenta de que la música me suena, y otros tantos en ubicarla. Es bonita —recuerdo— y salen muchos engranajes. La historia me absorbe desde el principio, pero no es hasta que comienzan a sonar canciones en español y nos encontramos de repente yendo a Granada que busco su pierna con la mano, llamándola impresionado.

—Granada —murmuro con el rostro totalmente iluminado por mi sonrisa y el brillo de mis ojos. Entonces, sin pensarlo, aprieto un poco más y señalo con la otra mano al televisor—. Mira, eso del fondo es la Alhambra, la que está en tu piel —explico mientras siento cómo ese filme extranjero se va convirtiendo en mi nueva película favorita, al menos de esta semana.

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17/02/2016, 13:22
Nicole Nazar

Me encojo de hombros ante su oferta, sin llegar a decir ni que sí, ni que no. No estoy segura de qué imagen podría dar a mis alumnos si asistiese a una clase en la misma posición que ellos, por mucha curiosidad que tenga, así que lo dejo en el aire para darle vueltas en otro momento.

Mientras tanto, la peli va avanzando y la comida de mi plato disminuyendo. Como la primera vez que la vi no puedo evitar analizar en mi mente los tubos, engranajes y válvulas del corazón del chico, estudiando una viabilidad absurda, pero que mantiene mi cabeza entretenida. 

Suelto una risita cuando llega el susurro de Austin y ladeo la cabeza para contemplar su rostro completamente ilusionado. Sin embargo, cuando señala un punto del fondo me fijo bien, al fin y al cabo ese sitio es el siguiente que tengo que ir a ver para que la línea de puntos pase a ser una completa. Dejo el tenedor en el plato y con los dedos por debajo de la camiseta acaricio esa parte del tatuaje sonriendo de medio lado. 

Después sigo viendo la peli en silencio hasta que termina. En algún momento vacío el plato y lo dejo sobre la mesa. Pero no llego a decir nada hasta que salen las letras de los créditos finales. Entonces giro de nuevo la cara para mirarlo.

—¿Te ha gustado entonces?

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17/02/2016, 14:20
Austin Garret-Jolley

Me paso el resto de la peli con una sonrisa bailando en mis labios. No está presente la mayor parte del tiempo, pero sí aparece una y otra vez. Al llegar al final y ver cómo termina respiro aliviado al ver que no es precisamente como en las películas Disney. El último plano, con toda su simbología, hace crecer mi corazón en mi pecho, y me quedo mirando incluso cuando salen las letras de crédito. Al menos hasta que llega la voz de Nicole.

En ese momento mis ojos se separan de la pantalla y encuentran los suyos. Esa sonrisa danzante vuelve entonces, y recibo su pregunta como si fuera parte de una conversación pendiente. Asiento con la cabeza, con las arrugas alrededor de mis ojos y con los hombros.

—Es bonita —afirmo mientras mi mente busca las palabras adecuadas, y aún no lo ha hecho cuando mi lengua añade algunas más mientras mi sonrisa se ladea—, y tiene muchos engranajes.

—Me gusta el texto, la estética y, básicamente, todo —continúo ilusionado—. En algún momento peligra con ser demasiado moñas para mí, pero lo otro lo compensa. Y con el final lo arreglan bastante —expongo antes de ladear la cabeza.

—Y me gusta que se pasen de un idioma a otro. Toda la sonoridad y el ambiente cambian según el momento —enuncio antes de asentir más a un pensamiento propio que a algo que ella haya dicho—. Creo que me voy a comprar la banda sonora.

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17/02/2016, 14:53
Nicole Nazar

Escucho el veredicto de Austin sobre la película y asiento, sonriendo. 

—Hay también un libro —añado, con la sensación de haber dicho eso ya antes—. Creo. Aunque después de escuchar las canciones seguramente el libro sepa a poco, aunque sea bonito. —Mi sonrisa se amplía de medio lado. —Y tenga  muchos engranajes. 

Me pongo de pie y cojo los platos de ambos —si es que él ha terminado—. En el mío quedan algunos restos de comida, pero estoy llena y lo dejo así. 

—Voy a por una naranja, ¿quieres una? —ofrezco, mientras me acerco a la cocina.

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17/02/2016, 19:57
Austin Garret-Jolley

Asiento a las palabras de Nicole, devolviéndole la sonrisa cuando habla de los engranajes. En mi mente en ese instante empieza a gestarse algo, pero no digo nada al respecto. En lugar de eso mi sonrisa se amplía un poco, anclándose como una promesa en un lugar entre mi pecho y mi garganta.

En el momento en que veo que recoge los platos le tiendo el mío, y al levantarse yo aprovecho para recostarme un poco, poniéndome cómodo mientras repaso algunas de las imágenes y frases de la película.

—Creo que voy a explotar —comento ante su pregunta, poniendo una mano en mi vientre—. Pero venga, una naranja está bien. Y un cuchillo —añado luego pro si acaso.

Mientras ella vuelve aprovecho para llenar ambos vasos con agua, bebo el mío y luego repito el proceso.

—Oye —le digo cuando vuelve, como si hubiera algo que me estuviera rondando la cabeza—, ¿y yo puedo ir a una de tus clases? Si hay que justificarlo puedo ser tu ayudante, o algo.

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17/02/2016, 21:31
Nicole Nazar

Traigo dos naranjas y un cuchillo y me dejo caer de vuelta en el sofá. 

—Claro, puedes venir algún día si quieres —respondo, ofreciéndole el cuchillo y una de las naranjas—. Pero mañana no, que tenemos el examen y no se me pueden distraer los chicos. Siendo profesor del instituto no creo que haga falta pedir ningún permiso ni nada. Pero lo preguntaré por si acaso. 

Empiezo a pelar la mía con las uñas mientras sigo hablando. 

—¿Estás seguro de que no te aburrirás? Normalmente damos primero un rato de teoría o resolvemos ejercicios y me plantean dudas y problemas que les hayan surgido haciendo el proyecto y luego ya se ponen por grupos y cada uno va haciendo lo suyo. 

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17/02/2016, 22:21
Austin Garret-Jolley

Comienzo a pelar la naranja con el cuchillo, acomodando mi postura ahora que ella ha vuelto. Estoy sentado a lo indio, pero me giro un poco hacia ella ahora que pasamos de la tele y estamos simplemente charlando.

La verdad es que yo ni me había planteado la posibilidad de pedir un permiso para que ella viniera. Que ella lo plantee de una forma natural hace que abandone un poco la idea, dando por hecho que no lo darán. Es como lo de construir una máquina de tatuajes: en el momento en que se mete la dirección por el medio, mal asunto.

—Bueno, no soy muy de aburrirme —digo entonces encogiéndome de hombros mientras separo los gajos de la fruta—. De todas formas, ir a mirar y ver sólo la parte divertida sería un poco una mierda, ¿no? —pregunto con naturalidad, como si aquello fuera lo contrario de lo que había pensado.

—¿Tengo que llevar algo? —añado más tarde—. ¿Destornillador? ¿Mono de manitas? —enumero bromeando, apoyando cómodamente el hombro en el respaldo del sofá mientras empiezo a comer.

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17/02/2016, 22:50
Nicole Nazar

Dejo las mondaduras de la naranja sobre la mesa y abro la naranja por la mitad. Me echo hacia atrás, llevándome también una servilleta, porque intuyo que me voy a pringar las manos cosa mala. Suelto un resoplido de risa con sus preguntas y niego con la cabeza. 

—Qué va. Tenemos de todo en clase. Herramientas, materiales y todo eso. —Parece que va en serio con lo de venir y eso me sorprende, aunque no me molesta. Y total, si se aburre siempre puede marcharse antes de que terminemos, a él nadie le obligaría a quedarse. —¿Por qué sería una mierda ver sólo la parte divertida? ¿No debería ser mejor? —pregunto entonces, mirándolo con curiosidad.

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18/02/2016, 00:35
Austin Garret-Jolley

Asiento a las palabras de Nicole con la boca llena de naranja. Joder, si no hay que llevar nada y te puedes ir con un tiovivo la cosa mola. ¿Los venderán más tarde?

Luego, con su pregunta, frunzo el ceño, como si no entendiera que le pareciera evidente. Tardo un par de segundos en contestar, el tiempo que me lleva dejar sitio en mi boca para que quepan mis palabras.

—Si un amigo prepara una función de teatro y voy a verle— empiezo a explicar, haciendo una pausa en ese momento para volver a tragar— no quiero que se salte partes que se ha trabajado pero que cree que pueden aburrirme. O imagínate lo mismo en una exposición de pintura —digo con un deje de diversión, haciendo un gesto para indicar que viene un tipo de imitación—. «No, Austin, tú empiezas la visita más adelante, que el expresionismo te convence poco» —comento riendo con suavidad—. O si quedamos para tomar algo y me cuenta qué tal su vida, no sé —explico conde forma natural—, ¿querer escuchar sólo las partes bonitas qué me hace? —pregunto de manera retórica, antes de responder yo mismo—. Una mierda de amigo.

—Si voy a ver tu clase, voy a ver tu clase —le digo convencido, antes de encogerme de hombros—. Para versiones de piruleta hay cursos por fascículos, y paso mil de eso.