Partida Rol por web

Castillos de arena

Tinta tus sueños

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02/03/2016, 16:38
Nicole Nazar

No me molesto en fingir que no me intriga su petición. Lo miro con curiosidad antes de abrir el bolso y empezar a rebuscar.

Déjame que mire... —Tras algunos segundos saco un lápiz de ojos marrón oscuro y un brillo de labios transparente y se lo enseño. —Tengo esto. ¿Te sirve?

En mi mirada se puede ver una clara expectación. Me pregunto si va a pintarse los ojos y hacer una performance de despedida o algo así. Con los genios famosos nunca se sabe.

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02/03/2016, 16:42
Austin Garret-Jolley

Mi cabeza continúa ladeada cuando ella me ofrece esos dos elementos y no tardo en tomar directamente el lápiz de ojos.

—Es un principio —aseguro antes de dedicarle una sonrisa y, sin decir nada, girarme con un objetivo concreto: Mary Anne. Ella nunca falla.

Un minuto más tarde estoy de vuelta con lo que me ha convencido de lo que Mary Anne llevaba encima: un lápiz de ojos blanco, uno plateado y un tubo de rímmel. No tardo en mirar alrededor, esperando el momento en que no haya nadie de la galería a la vista y hacer un gesto a cuatro chavales para que se acerquen. De inmediato pido a Mary Anne y su grupo que vayan a entretener como sea al guardia de seguridad, por si vigilase por cámaras y a Elliot y Maia que se mantengan en la entrada de la sala y den el aviso si se acerca alguien.

Hecho me acerco al cuadro, con expresión de concentración y una sonrisa, y me dispongo a darle el retoque que ya sé que falta. Es evidente que si no había caído antes es porque me faltaba información. Concentrado y con el estómago bullendo de nervios por lo que estoy haciendo, le hago sólo un añadido. Sobre el hombro contrario al tatuaje que ya posee trazo unas letras sencillas, y luego comienzo a adornarlas. En total no tardo más de un minuto y medio, pero se me hace como su hubiera pasado prácticamente una hora.

Me aparto entonces un par de pasos y observo de lejos la composición, satisfecho con el resultado. No soy consciente siquiera de si mientras trabajaba a mi alrededor se han puesto más chavales o no, pero ni siquiera considero eso del todo importante. Después de todo, es mi cuadro, ¿no?

—Ahora sí, rematado —digo con una sonrisa entonces, buscando a Nicole con la mirada. En el cuadro ahora pueden leerse tres letras en el hombro de la chica: «Cap».

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02/03/2016, 17:15
Nicole Nazar

Voy siguiendo a Austin un par de pasos por detrás, con la mirada llena de curiosidad. Me empiezo a poner en alerta en cuanto pide a los alumnos que entretengan al guardia y más cuando les dice que vigilen. Pero realmente no me imagino lo que va a hacer hasta que empieza precisamente a hacerlo. 

Entonces me escandalizo por completo. ¡Es un vándalo macarra! Abro los ojos como platos y empiezo a caminar hacia él para impedirlo porque ya no es sólo que esté pintando una obra expuesta, sino que lo está haciendo delante de los alumnos. A los que se supone que tenemos que dar ejemplo. Aunque por otro lado es su obra y él es un artista famoso y eso es lo que me detiene. ¿Cómo podría yo decirle que no puede hacer con su cuadro lo que le de la gana? 

Y mientras me debato entre esas dos disyuntivas termina lo que tiene entre manos y respiro aliviada porque al menos ha sido corto. Me llevo una mano a la frente al ver su sonrisa. Es un maldito inconsciente, eso es lo que es. Y sí, puede que ahora el cuadro sea mil veces mejor, pero...

La verdad es que me siento molesta porque haya hecho esto delante de mis alumnos sin ni siquiera avisarme, pero al mismo tiempo no me siento con autoridad como para decirle nada. Así que sencillamente no digo nada, aunque tampoco trato de disimular fingiendo que me ha parecido bien. Voy a tener que darle una charla a la clase para explicarles que esto no se puede hacer, aunque Austin lo haya hecho. Y me temo que con lo que lo admiran ahora mismo va a costar que lo entiendan. 

Resoplo entre dientes, hecha un lío. Y me siento tremendamente aliviada al sentir mi móvil vibrar con la llamada perdida del conductor del autocar. Así que levanto un poco la voz para llamar a los muchachos.

—Venga, chicos. Hablaremos de esto en clase, ahora tenemos que marcharnos. Que nadie se deje nada en la galería y dad las gracias a la guía al salir. 

Empiezo a caminar hacia la puerta y saco la carpeta con la lista de alumnos para poner una marca más al subir al autocar. 

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02/03/2016, 17:40
Austin Garret-Jolley

Una vez termino y miro alrededor no puedo evitar sentirme satisfecho. Vale, es evidente que Nicole se ha molestado. Pero es, básicamente, porque no he hecho las cosas bien. Quizá lo suyo habría sido avisar a los de la galería, pedir permiso... Cosas de las que normalmente se encargaría Chloe, vaya. Pero el saber que el tiempo corría y que nos íbamos a ir dejando eso a medias me removía las tripas.

Acompaño más que guío a los chavales hacia el autobús, valorando hasta qué punto es grave lo que he hecho. A ver, realmente no es nada malo, es mi cuadro y eso, pero bien mirado quizá no sea la mejor referencia. Una vez llegamos al autobús espero a que todos suban y saludo de manera amigable al conductor. Luego espero a que todos estén en silencio y pido a Willes permiso para coger el micrófono. Me quedo de pie en los asientos de delante, mirando hacia atrás, y me dispongo a hablar.

—Bueno, chicos, espero que lo hayáis pasado bien —digo mirándolos a todos—. Luego comentamos qué os han parecido las cosas, pero antes hay algo que quiero aclarar —enuncio antes de tomar aire, buscando las palabras adecuadas.

—A veces los adultos también nos equivocamos —expongo algo que ellos mismos deben saber—. En este caso, yo. Supongo que no todos sabéis lo que ha pasado ahí dentro ahora, hace un momento, pero como seguro que no tardáis en enteraros os lo digo: añadí un retoque a uno de los cuadros.

—Es importante que entendáis que sólo lo he hecho porque lo había pintado yo, porque le faltaba eso para estar acabado y porque nadie lo había comprado —explico con naturalidad, como si pedir disculpas en esa situación fuese lo más normal del mundo—. Y aún en ese caso tendría que haber hecho las cosas de otra forma.

—Lo que quiero decir es que no ha estado bien no avisar a la galería, pedir permiso y hacerlo en condiciones, que es como se deben hacer las cosas. Esa gente está haciendo un esfuerzo muy grande para que gente como yo pueda exponer su trabajo y para mostrároslo a vosotros, y retocarlo a escondidas no es forma de compensárselo. Esta tarde volveré y lo aclararé todo. Y tampoco ha estado bien implicaros. Quiero pedir disculpas a todos los que he metido en esto, y prometerles que para la próxima me aguantaré las ganas —digo, conteniendo el agradecimiento a Mary Anne y los otros para no restar importancia al mensaje que quiero transmitir.

—Y dicho esto, que sepáis que yo me lo he pasado muy bien con vosotros. Sois la caña —aseguro al final con sinceridad, para acto seguido colocar el micro en su sitio y volver a mi asiento.

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02/03/2016, 18:34
Nicole Nazar

Ya en el autocar, me siento en el mismo asiento que ocupé al venir y cuando veo que Austin pide el micrófono me alarmo de nuevo. Después de lo que acaba de hacer ya me espero cualquier cosa. Por un momento me planteo pedirle que lo deje antes de que empiece, pero lo que he descubierto hoy me detiene y me quedo en mi sitio, mirando hacia delante. Me siento molesta también conmigo misma, por permitir que me afecte saber quién es en realidad y no puedo evitar recriminarme porque si no fuese por eso, habría impedido lo del cuadro antes de que lo hiciera. 

Escucho su discurso y una parte de mí lo agradece. Pero soy plenamente consciente de que las acciones pesan más que las palabras para estos muchachos y lo que van a llegar a casa contando con admiración no será que un profesor se ha disculpado, sino que ha sido tan valiente como para pintar un cuadro en medio de una exposición. Y de ahí a que algún padre se queje al instituto hay un paso muy pequeño. No me arrepiento de haber organizado la excursión, ni de haber movido los hilos para que Austin pudiera venir como profesor. Pero sí lo hago de no haberme comportado como debería haberlo hecho siendo yo la responsable. 

No digo nada cuando termina de hablar, permanezco en un silencio tenso, incómoda con mi actuación. O, más bien, con mi inacción.

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02/03/2016, 18:47
Austin Garret-Jolley

Paso los quince minutos del viaje respetando el silencio en que Nicole se ha sumido, dándole su espacio y el derecho a decidir cuándo hablar o cuándo no hacerlo. Cuando llegamos ya es la hora de que los chavales se marchen y no tengo que decir nada para repetir lo que hicimos antes: yo reviso el autobús, ella que pase lista o lo que tenga que ser.

Una vez todos están fuera y vuelven a ser libres me tomo un minuto para revisarlo todo concienzudamente. No temo el momento de bajar y encontrarme con Nicole a solas después de lo que he hecho, más que nada porque sé que tiene motivos para estar molesta, y que esas cosas lo mejor es enfrentarlas.

Finalmente me despido del conductor y le deseo una feliz semana, y al bajar busco los ojos de mi amiga. Me mantengo apartado unos pasos, devolviendo saludos y despedidas a los chavales que se dirigen a mí según lo hacen, y una vez todos se han ido ya me acerco a ella.

—A ti también quiero pedirte disculpas —le digo mirándola a los ojos. Hablo con la seriedad de quien es consciente de que se ha equivocado, aunque la verdad es que no me arrepiento del todo—. No ha estado bien. Son tus chavales, no los míos, y la he liado sin plantearme las consecuencias —explico antes de decir unas palabras más cargadas de compromiso y sinceridad—. Te prometo que no va a volver a pasar.

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02/03/2016, 19:25
Nicole Nazar

Para cuando el autocar se detiene delante del instituto, ya he tomado algunas decisiones. La primera es anticiparme a los posibles problemas que resulten de esto y la segunda es asumir toda la responsabilidad. Al fin y al cabo mi contrato debe ser más firme que el de Austin si sólo es para las extraescolares. 

Marco a los alumnos antes de enviarlos a sus casas y cuando Austin se acerca, estoy terminando de firmar la hoja que he estado usando toda la mañana. Levanto la vista cuando llega y lo contemplo un instante con una seriedad poco habitual en mi expresión. Entonces sacudo la cabeza.

—No te preocupes, acepto tus disculpas. Al fin y al cabo es tu cuadro y puedes hacer lo que quieras con él —digo, haciendo un gesto con la mano buena, aunque es evidente que hay algo más y que no se me va a pasar tan rápido—. Pero habría agradecido que al menos me avisaras, o que no lo hicieras delante de los chicos... Vas a ser su héroe eterno, pero esto puede meternos en algún lío, así que voy a ir ahora a hablar con el director Higgins para que lo sepa por mí antes que por algún padre cabreado. 

Mientras voy hablando guardo la carpeta en mi bolso y agarro el asa, disponiéndome a marcharme y mis últimas palabras ya van sonando a despedida. 

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02/03/2016, 19:40
Austin Garret-Jolley

Escucho las palabras de Nicole, y no agacho ni aparto la mirada. La verdad es que lo del aviso ni se me había ocurrido. Había dado por hecho lo que iba a hacer en cuanto empecé a pedir maquillaje.

—Tienes razón —admito entonces, ignorando por completo el asunto de ser el héroe de los chavales—. Tendría que haberte avisado.

Después de eso guardo un par de segundos de silencio, valorando sus últimas palabras. No tengo ningún problema en hablar las cosas con Higgins o con quien haga falta, pero aún así no me cabe en la cabeza que alguien como Nicole pueda ser una chivata. Aún así tras un instante me doy cuenta de que tiene razón: mejor que el director lo sepa pronto.

—Voy a contárselo yo —digo entonces, empezando a caminar con ella hacia el instituto—. Es lo lógico.

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02/03/2016, 19:48
Nicole Nazar

—Creo que es mejor que lo haga yo —digo entonces, ladeando la cara para mirarlo—. Al fin y al cabo para él todo esto lo he organizado yo y bueno, tú lo has hecho, pero yo te lo he permitido, así que en realidad ha sido culpa mía. 

Hago una pequeña pausa y añado algo más, volviendo a mirar hacia delante. 

—Es más difícil que despidan a un profesor en plantilla a mitad de curso que a uno de extraescolares... Así que voy a asumir la responsabilidad yo.

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02/03/2016, 19:52
Austin Garret-Jolley

Observo a Nicole mientras habla, caminando a su lado, aunque mi ceño se frunce un poco cuando dice lo de que es culpa suya.

—Tú no eres responsable de las cosas que yo haga —le digo como protesta, sorprendido un poco por ese argumento inculpándose—. Si yo la lío es mi culpa, no la tuya. Y tampoco sabías lo que iba a hacer.

Y de inmediato, cuando habla de despidos, mi expresión es de desconcierto durante un segundo. Me quedo pálido un instante pero no tardo en reaccionar, adelantando mi paso para ponerme delante de ella, frenando su paso.

—Ah, no—digo entonces de forma más firme, mirándola con los ojos brillantes—. Eso sí que no. No, no, no. No puedes hacer eso —insisto, aunque aún no he llegado a dar todavía un argumento real—. Si hay la más mínima posibilidad de que te despidan, o de que haya un expediente, o de cualquier cosa, tiene que ser para mí —digo con seguridad antes de hablar con más convicción—. Tú vives para esto, y los chavales te necesitan. No voy a dejar que te comas mi marrón sólo porque se me haya ido de las manos. Yo puedo irme a otro instituto, o lo que sea. —Después hago una pausa—. Además, es mi culpa, y no me da la gana de compartirla con nadie. Y menos contigo.

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02/03/2016, 20:20
Nicole Nazar

Estoy a punto de explicarle por qué aunque lo haya hecho él es mi responsabilidad cuando me corta el paso con sus negativas y me paro para escucharle. Mi expresión se suaviza un poco según habla, pero no es hasta el final que termina por sacarme una breve carcajada. 

—Ah, ¿y se puede saber por qué conmigo menos que nadie? —pregunto, colocándome un mechón de pelo detrás de la oreja y suspirar despacio—. Austin, no lo entiendes. Yo debería haberte detenido en cuanto vi lo que ibas a hacer —intento explicar—. Si hubieras sido cualquier otra persona, lo habría hecho. Dejé que me abrumase el hecho de que seas alguien importante y eso fue lo único que me detuvo —confieso, acompañando mi sinceridad con una pequeña mueca de culpabilidad—. La excursión era mi responsabilidad y esto también, no por lo que hiciste, sino por no impedirlo. 

Trato de sonar conciliadora y termino haciendo un gesto hacia la puerta del instituto, apenas a unos pasos de donde estamos parados.

—Además, no creo que a mí me despidan por esto —añado, sin detenerme a explicar que en su caso sí que lo veo más posible—. Y si lo hacen, pues aprovecharé la indemnización para montar un taller. 

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02/03/2016, 21:38
Austin Garret-Jolley

Me encuentro delante de ella, bailando sobre mis rodillas como si fuera un jugador viendo por dónde saldrá su oponente para bloquearlo, cuando ella empieza a reír. Me relajo un poco entonces, dibujando una breve sonrisa, y no tardo en responder a sus palabras.

—Eso no viene al caso ahora, no intentes despistarme —respondo a su primera pregunta de una forma más tranquila, casi cómplice.

Después sigo escuchándola, y cuando me da su explicación niego con la cabeza.

—Tú lo que has hecho mal es tratarme distinto, pero no por dejarme o no dejarme hacer cosas, sino porque eso está muy mal, y punto —aseguro—. Tú y yo no nos hemos hecho amigos tratándonos así, y como empieces ahora vamos a tener que tener una seria conversación —amenazo, aunque lo hago con una sonrisa.

—Y de lo otro... Mira, ¿podrías haber intentado pararme? Pues puede. Pero eso ni siquiera significa que yo no lo fuese a hacer igual, así que eso no te responsabiliza a ti. Imagina que tú vinieras a mi clase y le lanzaras a alguien un pincel a la cabeza —expongo cargado de razón—. ¿De verdad crees que sería mi culpa?

—La excursión era tu responsabilidad, y ha salido de puta madre. Los chavales se lo han pasado bien, han aprendido, y han vuelto sanos y salvos. Tú la has organizado, y has conseguido todo eso. Luego, lo que el friki de las extraescolares haga, ya... —digo dejando la frase en el aire—. Además, quién sabe si cuando vinieras a impedirlo yo no te habría hecho una llave de kárate, te habría roto la otra muñeca y destrozado tres cuadros y una escultura —exagero como si esa fuera una verdadera posibilidad, aunque no tenga ni idea de kárate ni de nada que se le parezca—. A lo mejor al no intervenir no sólo no has hecho nada malo, sino que has salvado varias piezas de arte.

—Ahora en serio, dime una cosa —propongo al final, deteniéndome un instante para hablar de verdad—. Si fuera al revés, ¿no querrías hablar tú con el director? —pregunto, y aunque dejo un par de segundos de silencio estoy listo para hablar interrumpiéndola si ella intenta meter baza antes de que acabe—. Pues eso—digo como si me hubiera dado la razón.

—Si tú quieres montar tu taller, tienes todo mi apoyo. Me compraré una moto sólo para llevártela y que tengas con qué empezar. Pero si lo haces no va a ser por mi cagada o por dejar tirados a estos chicos, sino porque decidas hacerlo. Y si vas a hacer que te despidan, dímelo, y buscamos cómo hacerlo a lo grande —enuncio al final con los ojos brillantes, como si eso realmente fuera una propuesta.

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03/03/2016, 00:59
Nicole Nazar

Escucho todo su discurso sin intervenir, pero por los cambios en mi expresión es fácil ver lo que me produce cada una de sus partes. Cuando me recrimina por tratarlo diferente, bajo la mirada. A mí tampoco me gusta sentirme así respecto a eso, pero no creo que pueda evitarlo o, al menos, no veo cómo hacerlo. Pero cuando menciona sus supuestas habilidades como karateka, no puedo evitar poner los ojos en blanco para luego mirarlo con incredulidad. «¿En serio?», parecen decir mis ojos con elocuencia. 

Cuando termina ya me he dado cuenta de que no voy a ganar esta batalla. Además tiene razón en un punto y es que si a mí se me hubiera ido la cabeza y me hubiera convertido en una macarra, no dejaría que otro asumiera la culpa por mí. Pero tampoco estoy dispuesta a perderla, ni voy a dejarle solo con la responsabilidad. Así que cuando vuelvo a buscar sus ojos, lo hago con resolución.

—Bien, pues ya está —anuncio, como si solo hubiera una conclusión lógica a todo esto—. Iremos los dos.

Y con esas palabras me muevo para rodearlo y seguir el camino hacia la puerta.

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03/03/2016, 01:26
Austin Garret-Jolley

Me siento más animado al ver que la expresividad ha vuelto a la cara de Nicole y el enfado poco a poco se ha disipado. La sonrisa optimista vuelve a bailar en mis labios y, cuando acepta que vayamos los dos, me doy la vuelta para caminar con ella a buen paso.

Aún así, cuando nos estamos acercando ya a la puerta del despacio no tardo en cruzar con Nicole una mirada y dar rápidamente los últimos pasos, sólo para se yo quien llame a la puerta y entre primero.

En cuanto el hombre nos pregunta por la excursión está claro que lo hace sólo por compromiso. Sin embargo yo me lanzo a detallar prácticamente cada cosa que hemos hecho. Para cuando llego al final Higgins está tan aburrido que sólo nos mira de vez en cuando, y me hace más bien poco caso cuando, nervioso, doy un toque disimulado con la mano a Nicole y procedo a explicar lo importante.

—Hay otra cosa, director —le digo—. Al final, cuando quedaban como quince minutos para irnos, retoqué uno de mis cuadros —expongo hablando como si aquello fuera algo terrible. Él no debe comprender la gravedad del asunto, si es que me está escuchando realmente, así que lanzo a dar más detalles—. Y los chavales me vieron —enuncio cruzando una mirada con Nicole, sin entender del todo por qué el hombre no se lo toma a la tremenda—. Hasta les pedí que me ayudasen. Puede que venga algún padre a quejarse. Yo ya me he disculpado con los críos, pero si hace falta no tengo problema en hablar también con ellos. En cualquier caso lo importante es que lo hice por mi cuenta y sin pedir permiso a nadie —explico volviendo a mirar un instante a Nicole, ya que el director parece estar pasando bastante de mí—. Y... eso.

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03/03/2016, 01:45
Nicole Nazar

La cara del pobre tipo es un poema. Aunque en cierta forma no debe ser muy diferente de la que ponen los pobres chavales en sus clases, por lo que he oído. Me cuesta mantener la expresión seria mientras Austin va desgranando cada detalle y el director trata de fingir un interés que hace rato que perdió. Si es que alguna vez lo tuvo. 

Ante el toque de la mano de Austin empiezo a abrir la boca para intervenir y contarlo yo. Pero se me adelanta y no me queda otra que esperar a que acabe. Lo miro enarcando levemente una ceja al escuchar la sencillez con que lo plantea. El cabrón es listo, joder. 

—Y yo se lo permití —me apresuro a meter baza en cuanto termina—, aunque podría haberlo impedido. Pero en el momento no reaccioné, porque bueno... Él es el autor del cuadro y eso. 

El director se muestra bastante comprensivo. Vamos, que no creo que se haya enterado de lo que le hemos contado. Pero la parte buena es que nos dice que sí a todo y que gracias por llevar a los chicos de excursión. Y que si alguien se queja ya se encargará de aclarar el asunto. 

Así que poco después ya estamos saliendo de su despacho, sin que nadie haya sido despedido.

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03/03/2016, 01:54
Austin Garret-Jolley

Alucino cuando el profesor se ofrece a aclarar las cosas en caso de que alguien se queje. La verdad es que no esperaba esa faceta solícita suya. Vale que podría parecer que lo hacía más para que le dejásemos en paz que otra cosa... Pero después de ver que ninguno de los dos es despedido, me siento optimista con Higgins.

Salgo de su despacho junto a Nicole, y a estas alturas toda sombra del rato pasado en silencio en el autobús se ha desvanecido. Si es que al final afrontando los problemas con la actitud adecuada se resuelven solos.

—Bueno, no ha sido tan grave —le digo a mi amiga una vez fuera—. Aunque sigo pensando que te debo una disculpa —añado antes de darle un empujón amistoso con el hombro, hablando de una forma mucho más cercana que la de antes—. Perdona, y todo eso —después amplío mi sonrisa—. Aunque ya sé cómo voy a compensarte.

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03/03/2016, 02:14
Nicole Nazar

Salgo aliviada del despacho. Tengo la sensación de que la cosa no terminará aquí, pero al menos las expectativas parecen tranquilas. Esbozo una pequeña sonrisa cuando Austin me empuja y ladeo el rostro para contemplarlo. 

—Acepto tus disculpas —digo entonces con un suspiro—. Aunque creo que a los chicos les daré una charla igualmente el jueves. 

Hago una pausa entonces y lo miro con curiosidad creciente. 

—No es necesario que compenses nada, de verdad. Está bien. 

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03/03/2016, 02:31
Austin Garret-Jolley

Una media sonrisa aparece en mi rostro en cuanto dice lo del jueves, y me cuesta no decirle que probablemente no, no les de ninguna charla ese día. Más que nada porque yo tengo otros planes para ella. Es evidente que algo me guardo, pero mientras no lo diga no lo descubrirá.

Escuchadas sus últimas palabras me encojo de hombros.

—Bueno —digo como si estuviera dispuesto a aceptar aquella resolución—. Pues te quedas sin compensación, peor para ti.

Dicho eso hago un gesto hacia su muñeca con la barbilla, cambiando radicalmente de tema.

—Por cierto, no te he preguntado si te duele.

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03/03/2016, 02:35
Nicole Nazar

Me miro la muñeca siguiendo sus ojos y me encojo de hombros haciendo una pequeña mueca con los labios. 

—Por las noches me da un poco la lata. A veces me despierto de madrugada porque me muevo dormida y queda en una mala postura. Pero por el día se porta bien y si tengo la cabeza entretenida me puedo saltar algunas tomas de analgésicos. 

Y tras hablar de la muñeca, vuelvo a levantar la mirada y mis ojos lo contemplan con curiosidad.

—Pero al menos dime qué era, ¿no?

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03/03/2016, 02:44
Austin Garret-Jolley

Asiento a las palabras de Nicole, dando por hecho que lo que cuenta es bueno. No tengo muy claro cómo suele ser llevar una mierda de esas durante todo el día, y menos necesitar dos semanas de recuperación, pero tal y como lo cuenta no parece malo, así que perfecto. Luego, cuando me pregunta, me encojo de hombros.

—Una chorrada —confieso—. Tengo en el frigo una fuente entera de canelones de carne de ayer, y otra de espinacas —explico antes de encogerme de hombros—. No es como si fuera lasaña, pero supongo que es mejor que cocinar con eso —enuncio haciendo un nuevo gesto hacia su muñeca. Entonces dibujo una pequeña sonrisa—. Y no llevan maría.

Sólo hablar de los canelones que tengo esperándome en casa la verdad es que ya hace que mis tripas se revuelvan con ganas. La verdad es que no sé ni qué hora es, pero con todas las cosas que han pasado estoy famélico.