Partida Rol por web

Tras inconmensurable horas de viaje a bordo del crucero espacial Aquila, un dolor arraigado en las piernas y frecuentes mareos y nauseas, habían arribado a la superficie de Marte. Lo observaron resplandeciente y transfigurado desde los paneles de cristal del Aquila, con su imponente tamaño asomándose como un Titan rojizo, casi devolviendo la mirada como si fuese un propio organismo con vida, pero sería más la ilusión óptica de su desmesurado tamaño. De todas formas, era la primera vez que salían de la Tierra, la primera que observaban su planeta natal alejándose en la distancia y se sentían inmersos dentro de la negrura del espacio. Recuerdan algunas cosas después de aquel impresionante panorama cósmico, como las instrucciones del personal una vez entraron a la inmersión criogénica, los insípidos trajes de azul oscuro que parecían más trajes de baño de cuerpo completo, que según los operadores eran tela especializada para monitorear el estado en medio del sueño impuesto. 

Poco más logran recordar, y cualquier cabo suelto seguramente sería opacado por el resplandeciente horizonte de la superficie marciana. Era tal como se describía en los libros de historia, un área basta cubierta de roca anaranjada pero con "parches" verdozos y metálicos que señalaban las construcciones humanas, y la flora terraformada para crear el oxígeno, según se ilustraba en algunos libros el proceso llamado "Pulmones cultivables". Mientras se aproximaban al territorio, sintieron un ligero choque turbulento al traspasar la atmósfera artificial, cosa que sacudió algunas vasos mal colocados y aumentó el mareo que llevaban encima. Pero todas las penurias, fuesen del viaje o acumuladas en la vida, se despejaron una vez traspasaron las nubes que se sabía fueron creadas con dispositivos de alteración del clima, otro de los tantos ajustes que se le hicieron al planeta para que pareciese más a la Tierra que un territorio hostil. 

El Aquila fue lentamente descendiendo mientras las alarmas y parlantes vociferaban avisando del arribo, lo cual llevó a que los operadores bajo sus simplistas uniformes de Sychlon se acercaran con el equipaje pertinente. Una vez cubiertos los protocolos básicos de descenso, y la voz programada de mujer avisando que se aferraran el cinturón, el verdadero espectáculo visual comenzaba. Como si fuese la orquesta preliminar de una magistral obra de teatro, acordes potentes de tambor y trompeta comenzaron a resonar con potencia alegórica, aumentando en tono por cada milla cubierta, mientras una voz sintética vocifera con orgullo y firmeza. 

-Bienvenidos a Marte, segundo hogar de la Humanidad. En 10 minutos aterrizaremos en el embarque de Cruceros de la colonia Babilonia. 

Junto con el preludio dramático de la voz femenina sintética, los cristales sellados revelaban el poderoso y fulminante panorama de la Colonia, nombre poco acertado teniendo en cuenta su inmenso tamaño a comparación de lo que se conocería como una verdadera "colonia", con sus altos edificios no equiparables a los poderosos rascacielos de Nueva York, pero sí imponentes como cualquier obra magna de arquitectura. Desde la vista se podía apreciar más bien poco de sus detalles, pero su silueta redonda de gris azulado y tonos claros la hacía parecer una obra de arte moderna solo en su forma. Cerca de la ciudad, aproximadamente en el sureste de esta, un resplandor anaranjado pestañeaba, que a pesar de las distancias se podía notar con cierta facilidad. Uno de los uniformados de la nave, sin alguna pregunta de por medio para decirlo, informó que aquella luz que tintineaba se trataba de la zona de aterrizaje. 

La Aquila seguía descendiendo a un ritmo medio, cerniéndose colosal ante la pista de embarcación que continuaba destellando en intervalos cortos. A una distancia, lograron notar la poderosa estructura que adornaba el centro de la Colonia, preguntándose porqué no la habrían visto antes con aquel tamaño y su curiosa estructura. Se trataba de una especia de pilar de gran área que, en su pico más alto, se revelaba un cañón que en tamaño solamente sería del triple de alto que el pilar que lo sostenía. Parecía uno de esos rifles eléctricos que se veían por las ciudades, con las dos curvas paralelas dejando un espacio intermedio vacío que mostraba el área de carga, pero llevado a escalas inconcebibles. Aquella estructura no estaba mencionada en ningún informe o artículo de la red. Mientras que el crucero continuaba el descenso, pareciendo que tardaría un rato más de lo esperado, un oleaje de frío inundó discretamente la amplia sala del Aquila, con sus reconfortantes sillas acolchadas y el grupo de operarios observándoles con gesto despectivo, quizá más distante que de repudio. Después de todo, en ese grupo de jóvenes pesaba la humanidad. 

El ensordecedor sonido de la bahía de embarque resonaba chirriante por todas las instalaciones de la Academia Antlia, mientras que las alarmas y parlantes no dejaban de replicar la venida del crucero Aquila que venía directamente de la tierra, y según los comentarios que lograste oír de algunos oficiales avisaban de la llegada de los pilotos restantes y futuros Segadores. Con los que vendrían a bordo el grupo se expandiría considerablemente, y se decía que los cadetes a bordo eran aproximadamente 7, cosa que expandiría a los Segadores de Antlia a la cifra de 10, es decir diez Spectre's operando a máxima capacidad, y esa idea en cierto sentido aliviaba la carga que sentías desde hace unos días. Recordabas que los dos Segadores que ya vivían en Antlia no mostraban rasgos de preocupación hacia su labor, donde se jugarían la vida a la primera invasión de Espectros Cósmicos, su naturaleza frenética y extrovertida ciertamente trastocaba el ambiente tenso de la base. 

-Aterrizaje del crucero Aquila inminente, se espera que desembarque en T<15 minutos. 

La voz femenina sintética avisaba la llegada, y según los comunicados de la mañana tendrías que estar ahí presenciando el arribo del enorme crucero. Saliste de los hospedajes, y recorriste los pasillos impíos y relucientes hasta llegar a la bahía de embarque, una enorme plataforma metálica con cuatro luces en forma de domo que pestañeaban en un tono anaranjado en intérvalos de milisegundos, señalando que la bahía estaba lista para recibir a la colosal nave. Desde la zona de civiles, se observaban a un millar de oficiales y soldados de Antlia esperando ansiosos la llegada, con un ambiente festivo muy extraño por estos lares, no fue así el día en el que llegaste a la base, que fue más bien soso y formal. Pero un pequeño detalle te inquietó, o más bien te sorprendió extrañamente. En el concreto paralelo a la bahía, donde esperaban los habitantes de la base, dos enormes figuras sobresalían llegando de un hangar cubierto, eran dos unidades de Spectre operando. Lo supiste al verlos, sabiendo perfectamente quienes estarían a bordo y casi por intuición supiste exactamente las identidades detrás de cada artefacto. 

Uno de ellos era un acuerpado titan de metal macizo, con poderosas hombreras en forma de escudo con un código numérico de identificación en el hombro izquierda. Su pecho era sobresaliente, con numerosos canales de energía azulada y un círculo con varios aros en su área que resaltaban el núcleo, sus brazos eran imponentes con un cañón de repetición en el derecho, y en el izquierdo signos de un condensador de energía de plasma en el antebrazo, que clamaba sin pena era un sable de energía. El otro era más bien discreto en cuanto a figura, de forma humanoide encorvado como si fuera rastrero, toda su superficie estaba pintada de blanco a excepción de algunos raíles y anclajes de sus extremidades, además de símbolos rojizos en las conexiones de brazos y piernas, aferrado a su mano derecha un intimidante cañón de raíl que parecía tener la potencia suficiente para agujerear el Aquila desde la superficie sin apenas esfuerzo. El anaranjado, sin saber muy bien cómo, articuló su brazo derecho ondeandolo hacia tu dirección en gesto de saludo, y una voz mezcla de robot y humano salió de su figura.

-¡Radven!-Vociferó una voz masculina aguda, con cierto acento alemán-El Sargento Reinhardt te quiere aquí, ¡apresúrate!-Terminó sin gesto alguno de vergüenza, a pesar de la cantitad ingesta de oficiales que adornaba el patio alegórico. Recordaste su molesta personalidad, Stein no tenía rastro alguno de autocontrol, en tan solo dos días de convivir con él se quedó grabada esa idea a fuego lento en tu mente. 

Practicamente desde que la reclutaron en la Tierra, Amber se habia dejado llevar por esas personas de un lado a otro, no sabia practicamente como habia terminado delante de un gran crucero que la llevaria a Marte con sus escasas por no decir casi nulas pertenencias en una maleta (la cual estaba practicmente vacia). Le dieron un extraño y bastante feo traje de baño de cuerpo entero que tenia que ponerse, era casi como si fuera su uniforme de presa, pero no le importo demasiado y se lo puso sin decir nada, sin quejarse y caminohacia delante hacia esas camaras criogenicas que servirian para hacerle el viaje a Marte mas corto, no le importo a fin de cuentas, un sueño siempre venia bien.

Cuando desperto no se esperaba lo que tenia delante de sus ojos, estaban en el espacio y estaban llegando al planeta rojo, la nueva casa de la humanidad y posiblemente su nueva gran espernza, la cual no seria de extrañar que fuera atacada despues de la destruccion de la Tierra. Amber miraba en silenio lo que estaba viendo, aquel inmeso cañon le llamo bastante la atencion, no era nada que hubiese visto antes, era realmente enorme, ¿para que se usaria? Seguramente tarde o temprano lo averigurian. Cuando llegaron no se le escapo las miradas del   personal de la nave, ella les mira y dice:

Impresiona ¿verdad? Que el futuro de la humanidad dependa de unos niñatos comonosotros entre los que hay escoria como yo ¿verdad?, si yo tambien lo pienso, la Tierra esta perdida jajaja

Termina riendo de forma divertida ante lo ironico de la situacion

El viaje para mi no había sido realmente importante. Había partido en los términos habituales con su familia, es decir, con cierta indiferencia. Pero ahora en lugar de ir a otra ciudad, estaba irónicamente en otro planeta. Sus piernas estaban mas entumecidas que adoloridas, aunque podía sentir algunas punzadas de dolor por aquí y por allá, y también tenía nauseas, aunque estaba tranquila y trataba de controlar aquellos impulsos, porque no deseaba montar una escena y por otro lado había leído que esos eran síntomas comunes en este tipo de situaciones. 

"Ya estamos aquí..." Pienso de forma tan monótona como si lo hubiese dicho yo misma, debo admitir que la vista es algo magnifico, las obras de ingeniería que se han llevado aquí hubiesen sido impensables varios años atrás, sin embargo aquí estaba la humanidad, metiendo sus sucias y asquerosas narices en donde no debería, aunque eso es algo que puedo admirar con franqueza. 

Escucho las palabras de otra joven y debo girar un poco para mirarla por mi ausencia de visión en el lado izquierdo, sin embargo me encojo de hombros, es verdad que tampoco me veo como algo especial, pero eso no me impedirá cumplir con aquello a lo que nos han enviado. Las miradas del personal de la nave me resultan algo común, casi la totalidad de la gente con la que había crecido me miraba del mismo modo, así que no era algo nuevo. La risa de la muchacha resuena en mis oídos mientras me cruzo de brazos. 

Luego de reunirme con los oficiales a cargo del programa estos me trasladaron a una locación clasificada, la misma que servía como cuartel general del programa Spectre, allí permanecí durante algunos días hasta que me condujeron al Aquila.

El impresionante crucero de batalla sería la nave encargada de llevarnos a nuestro siguiente destino, una vez dentro de la nave, el personal a cargo me entrego un traje especial y luego me condujeron a mi cápsula de sueño criogénico.

Al abrir mis ojos, lo primero que hice fue intentar determinar que tanto me había afectado el sueño criogénico, lentamente verifique como trabajaban mis músculos y articulaciones.

Una vez que estuve satisfecho con el resultado, me puse de pie con mucho cuidado y empecé a realizar unos estiramientos, mientras observaba como me miraba el personal a cargo de la nave, lo que me causó un poco de fastidio.

Vaya gente, voy a arriesgar mi vida por ellos y me miran con renuencia, bueno mejor paso de ellos de momento y me preparo para aterrizar. - pienso al tiempo que escucho a una chica lanzar una dura autocrítica bastante ácida.

Si en verdad tienes tan bajo concepto tuyo, entonces no debiste enlistarte, estamos aquí para cumplir una misión, la misma que podría decidir el futuro de toda nuestra especie.

Venga que si hemos llegado hasta aquí, es porque tenemos una habilidad que nadie tiene, conducir los spectre y eso nos hace únicos. - le digo a esa chica al tiempo que inicio mi programa de ejercicios matutinos.

Estaba yo en mi completo momento , mi digna oportunidad tan magna y divina que habia sido otorgado por la divina providencia para que yo pudiera ser tras duro enfuerzos, un individuo de suma utlidad, (Y dejar de ser el hermano patetico mayor de la familia). Lo unico que tenia ahora que hacer,despues de tanto lavar piso y escuchar stalkeadamente conversaciones de gente de posicion elevada,fue caminar y mirar fijamente el piso en busca de no repetir encontrarme con mi nemesis, ¡la piedra! que tanto daño produce su ataque sigiloso.

Y para cuando me desvanesco en el sueño eterno y me despierto viendome presa de mi cuerpo de la mas ausenta y poderosa fatiga

-Deberia estar con energia, esto sueños critogenico son raros para mi.

Bajo la mirada y me miro mi nuevo traje, que en deber de ser algo apropiado para protegerme solo sirve para marcar mi cuerpo no homo de Grifitu, el cual me parecia perturbador que hubiera gente de tal alta sociedad y intelecto gigantesco,mirando mi cuerpo mientras estaba ensoñandome. Como  si tuviera yo algo importante que darle, al menos que tuviera deseos ocultos por mi..........o por las mujeres que estan tambien en el viaje..........Mejor no sigo pensando en aquello.

Miro la ventana y veo mi hogar,la tierra, el cual puedo ver completamente y sin equivocarme como se podia ver tan  claramente un monto de pedazo de tierra verde y exuberante, libre de cualquiera frontera humana y pudiendo ver mi pais de origen Indonesia junto a mi pesadillas del alma......Venezuela............Salvavidas que matan........

-Realmente es maravilloso ver desde la lejania a nuestro planeta tierra. 

Las alarmas de emergencia resonaron despiadadas por cada centímetro metálico de las instalaciones. 

El grito ensordecedor de las personas ardiendo en llamas negras, la carcasa de acero quebrándose ante el salvaje impulso anti-materia del exterior, todo eso era una combinación que desgarraba la cordura a pasos aterradores. Sentías la impotencia y la presión de sobrevivir en contra del miedo que engullía la vida con la que se topaba, la destrucción que había cosechado en un momento aquella amenaza innombrable, y hasta su pétrea y retorcida mirada que parecía intentar calar dentro de tu apresado subconsciente. Oíste gritos familiares, la voz maternal fragmentándose en pedazos mientras que tu seguías bajo la incapacidad de hacer algo al respecto. Derrepente la angustia que sentías subió vertiginosamente, y las alarmas....

Las alarmas seguían el protocolo básico de aviso importante, circundando con aquella voz femenina sintética que llamaba a todo el personal a la plataforma de embarcaciones. No reinaba el caos, no había muerte rondando, solo una pequeña brisa calurosa que se esparcía entre las alcobas. ¿Había sido eso una premonición, o solamente un mal sueño del pasado? Fuese lo que fuese, el tiempo seguía girando y las alarmas vociferantes seguían llamando a todo el personal de Antlia. Te levantaste en aquella alcoba modernizada que te habían asignado hacía ya unos años, en el ala de investigación y desarrollo de la base, por ende el camino hacia la plataforma sería extenso. Recuerdas que tu abuelo había estado los últimos días más frenético de lo normal con respecto al trabajo, y se anunciaban aires constantes de que los nuevos pilotos llegarían en esa semana, y en efecto hoy se podía intuir que tanto alboroto se debía a aquel arribo. 

Seguiste tu camino correspondiente, pasando por entre la maraña de elevadores y pasillos silenciosos apestando a hermético y demás soluciones, y de cuando en cuando se colaban algunos olores de amoniaco de entre las rendijas de ventilación, o distintos aromas repulsivos cargados de propiedades químicas. Todas las celdas de trabajo estaban vacías a excepción de algunos cubículos de mantenimiento vital, y cuando cruzaste cerca del generador la actividad ahí no cesaba incluso con los aires "festivos" de la base. En algún momento oíste hablar al viejo sobre algún estudiante de la colonia cercana a la base que logró caer en las trampas de exámenes y terminó en Antlia como piloto, además de dos descarriados que hacía poco se habían mudado a Antlia con la misma intención, e inclusive ya estaban en las pruebas de compatibilidad con los Spectre, cosa que quizá generaba recelo en tí, ¿el viejo no había prometido aunque fuese una oportunidad para entrar en el proyecto Segador? 

Sus palabras, como bien sabías nunca eran huecas, pero su intenso trabajo de las últimas semanas lo mantuvo distante de proceder con las pruebas de segunda fase, ya que estaba confirmado al 100% de que eras compatible con los Spectre. Sin embargo el viejo se mantenía reacio a llevarlo más allá, ¿algún sentimiento de pertenencia familiar lo echaba para atrás? No lo pensaste más cuando llegaste a la enorme plataforma, a rebosar de personas de distintos cargos ubicados en el amplio patio aledaño a la plataforma de embarque, que brillaba con sus 4 luces parpadeantes avisando del inminente descenso de un crucero espacial, e incluso en el cielo lograste visualizar una enorme silueta con todos los aires de ser el mencionado. Al llegar reconociste varios rostros del ala de investigación, entre ellos los principales líderes de los actuales proyectos de Antlia, con su pequeño pelotón  de asistentes y científicos. No sólo eso, la impresionante cantidad de oficiales y operarios industriales superaba cualquier evento anterior, inclusive la primera presentación de Spectre's de hacía unos años no había tenido tanto público, ¿por un simple recibimiento?

Caminaste por entre la multitud para llegar a tu lugar asignado, junto con los científicos e ingenieros bioquímicos que se cernían solemnes y soberbios frente a la plataforma, una enorme puerta en el suelo que se abría de par en par dejando ver el imán atractor que servía para posicionar al crucero de forma ordenada. Sorprendentemente, el viejo cascarrabias no se encontraba entre los tantos rostros prominentes del ambiente, y tal parecía que nadie esperaba a su presencia. 

Me dirigí rápidamente a donde estaba Reinhardt. Me has hecho llamar Reinhardt, pues aquí estoy. Sabía que le desquiciaba que no usara su graduación militar pensaba que era un pandillero indisciplinado, no quería decepcionarle. Había tratado en apenas tres días que me acomodara a la disciplina pero no estaba acostumbrado y tardaría en acostumbrarme.

-Aaaaaw- bostezo mientras me estiro para desperezarme. Me habia pasado casi todo el viaje durmiendo, por lo que los mareos o incomodidades que dijeron que ibamos a tener no me afectaron, a veces era bueno tener el sueño pesado. Sacudo mi cabeza para quitarme los ultimos vestigios de sueño, mientras me levanto del lugar donde estaba acostado y miro a mi alrededor.

La nave parecia impresionante, habia mucho espacio y se podia ver el exterior. Marte, cada vez se acercaba mas a nosotros, o mejor dicho nosotros nos acercabamos a el. Conmigo hay algunos chicos mas, 3 chicos y do chicas. Ladeo la cabeza observandolos por un rato, pero rapidamente lo dejo y me pongo a vagar por el lugar. Enarco una ceja al oir al primer chico que habla y sonrio de paso algo divertido al hacerlo. Automaticamente los demas empiezan a responder -Mmm supongo que esto a lo que se llama interaccion social- pienso seriamente -Interesante-

Aun asi me encojo de hombros, sin participar. Mientras esperabamos a que desembarcaramos, me aburro de pasear por lo que me siento en una de las sillas acolchadas y poniendo los brazos por detras de la cabeza, me dispongo a tomar una siesta hasta que tengamos que salir de la nave. (Sin darse ni cuenta de las miradas que se le dan)

   ¿Cuándo fue la última vez que dormí bien? No lo sabía con certeza pero sin duda fue antes del ataque de Infante, así que estaba relativamente habituado a despertar sobresaltado y cubierto de sudor, primero por los cambios hormonales, luego por los emocionales.

   Me levanté sin demora pues pronto mi presencia sería requerida en el hangar. Yo no era necesario para el funcionamiento del muelle, al contrario, pero sí lo era para mantener todo ese complejo científico-militar en acción pues era uno de los candidatos para convertirme en la siguiente generación de Segadores.

   Me resultaba inquietante (y algo ofensivo) el hecho de que, a pesar de tener el mejor índice de compatibilidad posible con un Spectre, aún fuese considerado sólo un candidato en lugar de un piloto. No estaba seguro de cuál era el motivo de mi abuelo para ser tan renuente al respecto, ¿familiaridad?, ¿aprecio?, o se trataba simplemente de su miedo a que yo fuese parecido a papá. ¿Acaso no había comprendido que yo era tan similar a papá como lo era a mamá, pero con mi propio estilo? No es momento de pensar en eso..

   Recorrí los pasillos (laberinticos para quien no hubiese crecido allí) y finalmente llegué a mi destino: Puerto Esperanza. El hangar tenía un nombre técnico pero mamá siempre se había referido a ese lugar de esa forma pues fue el primer sitio donde pisaron Marte (y técnicamente el primer planeta que yo visité), y yo usaba ese termino por respeto a su memoria.

   Sin perder más tiempo ocupé mi lugar y aproveché para estudiar mí alrededor. Decenas de personalidades asumían sus respectivos puestos, seguidos por sus siempre presentes y revoloteantes sequitos, pero no había señales de mi abuelo. Uno de los inconvenientes de ser nieto del poderoso Andras Bowen es ser constantemente el centro de atención de aquellos que le admiran pero, la verdad sea dicha, yo tuve la suerte de crecer en el complejo y gracias a eso la mayoría de habitantes de la base estaban acostumbrados a mi presencia e incluso me respetaban por mis propios meritos.

   Cuando sentí el aire cargarse con la estática que revelaba la activación del imán, subí la cabeza para no perder detalle del momento y con la esperanza de ver pronto a quienes se unirían al Primer Baluarte Defensivo de La Humanidad.

Ante las palabras de todos comento: Veo que cada tiene una concepción distinta de a donde nos movemos. Somos bien diferentes y de procedencias diversas.

Amber mira al chico que le hablo (Michael) con los ojos entrecerrados y suspira mientras le responde con un tono algo desganado:

Bueno… la otra opción que tenia de no enlistarme no era precisamente buena… aquí al menos moriremos matando y destruyendo cosas… y hasta que llegue ese momento nos tendrán que tratar como reyes jajaja

Termina con una risa falsa y mirando a los allí presentes, no a los candidatos como ella, sino a los trabajadores que les habían mirado raro, mientras algunos comentaban sobre ver la Tierra desde lejos, ante las palabras de Go asiente y le señala mientras dice:

Punto para el tipo fuerte, tienes razón en todo lo que has dicho

Estamos aquí para servir y proteger, no para ser servidos, no estamos de vacaciones en un spa, para eso mejor me quedo en casa. - protesto ante el último comentario de Amber, mientras observo a los técnicos intentando empatizar con ellos.

Lo más probable es que todos los presentes hayamos dejado atrás familiares y amigos. Y nuestro deber es protegerlos a todos, con nuestras vidas, si es necesario. - agregué con seriedad.

La vision de mi hogar platonico se va alejando cada vez mas en mi campo de visión, pronto no sera que un recuerdo muy lejano en la profundidad de mi Menté.Si todo sale bien.......podre yo por fin dejar mi anterior Yo y demostrle a mi familia,que soy el hermano mayor exitoso que siempre debio estar en su seno familiar, y no ser el menos reluciente de la familia.¡Carajo!¡¿ Porque papa se le antojo tirar con mi mama tan pronto?! Ser el mayor es demaciada presion y vergüenza.... ¡esta vez mi nemesis,la piedra no me atacara de nuevo!.

Volteo mi (no homo) rostro en pos de mirar los presente en este viaje, los cuales daban entender que venían de otros paises, (Y ninguno era un inmortal tuki,con su infernoso dialecto malandro,sape gato que me protegan de estos seres) de hecho todos me parecen normales, hasta que sale otro reculta hablándole de un spa.Joder mamaguevo,pensar tal cosa me hace ver lo bajo que ha sido mi vida,pero incluso asi eso no me impidio aprender varias cosas,con solo stalkear a los ricos y poderosos (Y tratar de no oler su mierdita)

-Spa.......yo nunca he tenido un Spa,de hecho yo solo he limpiado pisos,no todos tenemos la fortuna de nacer en un seno familiar de gran dinero y propociones gigantecas. En la cual podamos comprar cosas rara y muy lejos de la gente comun......spa,con todo lo que se ha debilitado mi cuerpo me caeria bien.....un verdadero rey.

Oh grifisitu sacrificaste Todo en pos de tu cadtillo,NOTHING WRONG.Era la unica forma,la oportunidad de oro para obtener lo que mas queria.eso es lo que me falta en mi vida,voluntad y Indonesia.Y berserk malvada sea,hiatus y hiatus.En tal caso,debo socializar tal y como haria el.

-¿De donde sois? Yo vengo de Venezuela.....es......um país bonito

Nací en el Reino Unido, pero crecí y me críe en Argentina. - le respondo al venezolano.

Soy Michael Fowl por cierto. Un gusto conocerlos. - agrego mientras empiezo mis estiramientos.

Estoy un tanto agarrotado, aunque supongo que es por la siesta criogénica.

A pesar de los comentarios pesimistas de la chica oriental, los operadores no se inmutaron frente a la negatividad creciente, más bien parecía que no les interesaba directamente. En vez de opinar en palabras poco éticas, uno de ellos que por su uniforme distintivo parecía poseer un cargo mayor, con franjas rojizas y una medalla con el símbolo del ejército de la tierra, irrumpió la nimiedad creciente erigiéndose de su sitio. Su rostro estaba cubierto por un minimalista casco que lucía más como ornamenta decorativa que de protección, y en su cuello lucían marcas de quemaduras graves que parecían seguir hasta su rostro, tapado por el visor oscuro del casco. Una alarma subsiguiente resonó en la estancia, y el oficial casi como si la predijera procedió a hablar, mientras que varios operadores se movilizaban por diferentes puertas del interior del Aquila.

-Parece que hay problemas con la atmósfera, tardaremos más de lo debido en aterrizar-Dijo con una voz seca y grave, dando la impresión de no ser natural-Procedan por aquí para cambiar su vestimenta-Terminó señalando con su brazo un pasillo a la izquierda de la sala, tenuemente iluminado y que daba a una amplia puerta deslizante, cuyo letrero señalaba "Armario".

En lo que el grupo proseguía en fila por el pasillo, vieron cómo los soldados seguían movilizándose por diferentes pasillos de la nave, en una frenética carrera que parecía ser guiada por alguna crisis interna referente al estado de la nave, contrastando con los comentarios del oficial que demostraba estar al mando, ordenando diestro el órden de diferentes grupos de operadores, vociferando en su siniestro tono alterado de voz las órdenes, que parecían requerar más personal en el núcleo de la Aquila y en el mantenimiento del ambiente artificial del crucero. No vieron más una vez dentro del amplió armario a través del umbral. Al pasar, observaron numerosas cabinas y vestieres cuyas puertas se limitaban a una cortina de tela azul que, al menos, no dejaba pasar ninguna mirada discreta, y las cabinas dado que directamente golpeaban con el techo evitaban saltos espías entre las inexistentes rendijas.

Sobre una amplia mesa blanca fundida con la pared, habían numerosos uniformes doblados que reposaba esperando a ser usados, venían dentro de bolsas con etiquetas que avisaban sobre las tallas, y bajo la mesa había un cajón con aún más uniformes embolsados con diversas tallas. Abrieron algunas, y vieron que las prendas consistían en un simple pantalón ligero que en sus bordes se ajustaba al grosor de la cintura, y era de color azúl oscuro con algunas franjas naranjas de la bota a la cintura. Y la prenda superior consistía en una camiseta del mismo azul tenue, de mangas cortas que al entrar parecía que se pegaba a la piel. Sin embargo la muda de ropa no fue complaciente, ya que al acabar de cambiarse el grupo las luces comenzaron a fallar, pestañeando en intervalos de milisegundos hasta que dejó de encender, y junto con el apagón se sintió un estruendo que sacudió la nave, parecido a una explosión. Las luces de rojo pálido de emergencia se encendieron, sin embargo la puerta hacia el corredor estaba atascada, los sensores de aproximación no respondían, y no parecía tener integrada la función de apertura mental. Por fuera del pasillo se oían ruidos extraños, como golpes agresivos entre cuerpos, y algunos gritos se hacían sentir con fuerza.

Mientras procedía a vestirme, se disparó una alarma de emergencia, asi que, con el torso aún desnudo, salí de mi vestidor e intenté abrir la puerta.

¡Mierda! Algo va mal afuera y esta porquería no se abre. - exclamé al escuchar el jaleo al otro lado y aporrear la puerta con fuerza, sin lograr moverla ni un milímetro.

¡Maldita sea! Ábrete de una jodida vez.

Al escuchar el movimiento agetreado de los soldados y la voz que anunciaba problemas para aterrizar, no hace mas que dibujarse un sonrisa maliciosa en mi rostro.

Ya era hora de que algo pasara, el viaje se estaba haciendo muy aburrido.

Aunque era un amante de la acción, no sabía lo que de verdad sucedía. Guiado por el resto de compañeros, llegamos hasta los armarios indicados con la nueva muda a ponerse. La ropa me parecía bien simple, y me empiezo a cambiar rapidamente. Con la camisa puesta, escucho que un compañero no puede abrir la puerta. Me acerco tal como estoy, y la intento abrir apartandolo de enmedio sutilmente:

No fastidies que estamos encerrados. Déjame a mi, soy mas fuerte que todos vosotros. Cojo el agarrador con fuerza y doy un buen tirón. COnfiado en poder abrirla.

Amber no puede evitar sonreír a lo dicho por Michael y añade:

Parece que tu casa era cómoda ¿verdad? Me alegro por ti. Familiares y amigos… si, un montón de ellos, a patadas de hecho

Lo que hablo el chico de pelo blanco, aunque dudaba si era un chico o una chica le pareció una forma extraña de decirlo, pero no estaba tan equivocado, después Michael se presenta, ella distraídamente dice:

Amber… Sanders, creo que nací y me crie en Vietnam... aunque realmente creo que soy de esos de la sangre maldita

Aquel hombre que hizo aparición era un tanto extraño, aunque por su forma de actuar estaba bastante claro que iba a ser alguna clase de superior, por lo que Amber no le quito ojo, ya sabía o al menos suponía quien estaba al cargo allí, cosa que los hechos que fueron sucediendo a continuación fueron dándole la razón.

Cuando llegaron a la habitación para cambiarse observa la muda que tienen que ponerse, sin duda alguna clase de uniforme militar, lo observa y se mete en uno de esos compartimentos para cambiarse, pero sin correr las cortinas, si alguien mira puede ver que tiene bastantes cicatrices y quemaduras por todo el cuerpo pero ella parece no prestarle demasiada atención ni siquiera si alguien se asoma. Cuando termina de ponerse los zapatos escucha como están aparentemente atrapados y aquellos sonidos, sale del cubículo mientras mira en busca de cualquier cosa que pueda usar para defenderse y dice:

Atrapados en una gran nave que está descendiendo y llena de militares… y esos gritos… no sé por qué, pero me da que esto va a ser algo más que un viaje ajetreado