Partida Rol por web

Cierro lo ojos y suelto un suspiro.

Será mejor que alguien vaya a buscarlo y creo que tendré que ser yo.

Procedo a quitarma el cañón.

Pero ustedes necesitan esto mas que nosotros, aíi que ¿quien me cambia el equipo?

Volteo a ver a Linda sugiriendo que sea ella.

(Demonios, Joshua es demasiado impulsivo)

- ¿Una novia vestida de gris?- Siento un ligero escalofrío al imaginarlo ¿Habrá muerto el mismo día en que contraía nupcias? ¿Qué le habrá pasado? ¿Cómo terminó aquí? Mil preguntas sin respuesta, pero ya había tenido una buena ración de mocada, preferiría que esta vez fuesen otros los que sufrieran ese placer desconocido. - Si no puedes tomar el mío.- Comento a Stain tras pedirle este a Linda intercambiar sus equipos.

- Joshua... No... Trates de hablar con él.-

Susurré por mi walkie, dándome cuenta de que con el comentario tal vez estaba descubriendo a mis compañeros qué me había pasado con el otro ectoplasma. 

- ¿Eh? - digo dándome la vuelta con el visor puesto para mirar a Carlos -. Sí claro, toma - digo quitándome el equipo de protones.

Lo siento Linda, pero creo que mejor tomo el equipo de Laurie.

Me pongo el rayo de protones y salgo a buscar a Joshua.

Le daré tu mensaje cuando lo vea, si no es demasiado tarde.

(Pensándolo mejor Laurie es quien debe quedarse el equipo mas ligero)

Hasta cierto punto me sentía más cómoda cargando con el cañón de mocos. Así, si al menos me tocaba encontrarme con el otro espectro, el chungo de verdad que tenía sangre (o ectoplasmas) de alien, tenía el equivalente a un extintor a mano. Me uní a la troupe de Egon y Linda para garantizar que tuviesen mi nuevo juguetito a mano en caso de que encontrasen material corrosivo.

- ¿Algo más de inetrés sobre su visita previa, Spengler?- Le pregunté, más que nada para confirmar mi situación en caso de que estuviesen muy ensimismados.

El fantasma se tomó su tiempo en contestarte. Y su respuesta, si podía llamarse así, no fueron precisamente palabras que entendieras.

Eso era ópera, no te cabía duda. Pero qué opera o qué estaba diciendo, eso se te escapaba, la verdad. Eso sí, su voz era magnífica, entonando con una precisión encomiable los tonos, haciendo altos y bajos con cristalina belleza. Su voz era... Hipnótica. Irresistible. No podías evitar quedarte mirando a aquella espectral figura mientras cantaba.

Te colocaste el pesado equipo de protones y empezaste a recorrer el escenario en busca de Joshua. No tardaste mucho en averiguar dónde estaba.

Eso era, ¿una cantante de ópera? Y una muy buena, porque sonaba como los ángeles. Y lo mejor era que podías oír claramente de dónde venía la canción, haciendo que localizaras rápidamente a Joshua.

Tu enorme compañero se había quedado mirando como embobado una figura alta y fantasmagórica, vestida con ropas elegantes aunque desgastadas. Su rostro iba tapado con un grueso velo hasta la barbilla y su largo cabello, de color gris, caía como una cascada de ceniza dobre sus hombros. Sin duda la voz melodiosa que estabas escuchando pertenecía a aquella figura. Y era una voz realmente hermosa. Casi te daban ganas de quedarte allí escuchando la canción completa.

Esa tenía que ser la novia que Joshua había descrito. Pero, ¿por qué se había puesto a cantar ópera?

Para cuando el doctor terminó de examinar las huellas, Laurie y Carlos habían intercambiado ya sus equipos y éste último se había ido a buscar a Joshua. Una novia gris... No le sonaba en absoluto. ¿Cuántos fantasmas podría haber en ese lugar que no había detectado la primera vez?

 -Sé que el ente que buscamos no es una novia ni va vestido como tal. Se trata de un fantasma de clase 3, anclado. Presentaba un aspecto claramente humano, lo que me llevó a pensar que posiblemente conozca su propia identidad, lo que lo convertiría en un clase 4, pero no pude confirmarlo.

Más que nada porque de no haber salido de allí, habría acabado con quemaduras por todo el cuerpo.

 -Se apareció con aspecto femenino, vestido como una cantante de ópera en el papel de la Reina de la Noche, de la Flauta Mágica de Wolfgang Amadeus Mozart. Cantó la famosa aria de ese personaje y al terminar fue cuando me atacó, hiriendo mi pierna. Fue entonces cuando me vi forzado a abandonar el edificio.

Entonces el doctor se giró de repente, tenso.

 -¿Han oído eso?

Delante mia hay una aparición.

Una especie de señor, que canta con una voz de señora. Habla en idioma mafioso. O italiano. No, seguro que es idioma mafioso, estoy convencido de ello.
Y hablan (Porque yo soy muy listo y le entiendo) acerca de un lugar mistico, legendario... Sevilla.

Hablan acerca de las aventuras y desventuras de un tio muy cabrón con una motosierra¹. Y si, tambien de Don Giovanni y esas cosas, pero eso es secundario.

"Cuenteme. Cuenteme más" digo totalmente alelado "Hablame acerca de las gamberrerias del Motosierreador de Sevilla. Cuenteme lo de las natillas, por favor..."

Traté de concentrarme tan pronto como Spengler nos preguntó si oíamos algo pero...

Permanesco en silencio viendo a la cantante, ignorando por completo a Joshua.

(Justo lo que me hacia falta con tantos espectros y mocos corrosivos, musica... bella y relajante musica...)

Lentamente bajo el rayo de protones, de pie, estatico, perdido en su voz...

Con el ecto-visor todavía puesto, escucho con atención la conversación entre Laurie y Egon hasta que este último nos insta a prestar atención...

Por desgracia, a pesar de vuestros esfuerzos no conseguisteis captar ni un solo sonido extraño, por lo que no teníais ni idea de a qué se podría estar refiriendo Spengler. No obstante, alguien (o algo) sí que captó esa extraña anomalía que Egon había percidibo. Gorgoroth, que había estado muy modosito durante todo el recorrido que llevabáis de la ópera, de repente envolvió a Laurie por completo, emitiendo un sonido extraño que parecía una mezcla de bufidos con un aullido ronco y ecos lejanos.

No sabíais si el espíritu estaba intentando proteger a Laurie o si intentaba asimilarla en un organismo más poderoso y evolucionado, pero la cuestión era que la pelirroja ahora tenía una densa neblina espectral encima, que le impedía ver con claridad y que anulaba prácticamente todos los sonidos de alrededor.

Aunque vosotras no habíais oído nada, él sí que lo había hecho. No sólo eso, también había reconocido claramente lo escuchado. Cogiendo el cañón de su rayo de protones, Egon os hizo un gesto para que le siguiérais. Y a pesar de que la pierna le dolía horrores, no dudó en avanzar casi a la carrera hacia donde estaban Joshua y Carlos.

 -¡Vamos! ¡Es el ente que buscamos!

La voz de aquel espectro era tan maravillosa que no habíais podido evitar quedaros pasmados. Joshua incluso animó al espectro a seguir cantando aquella deliciosa melodía. Sin embargo, en cuanto la canción terminó, el fantasma se rió de manera siniestra. El efecto hipnótico de su voz se estaba empezando a desvanecer, pero para entonces vosotros ya estabais justo delante del espectro, demasiado cerca como para resultar seguro.

La risa se incrementó, pasando a ser verdaderas carcajadas dementes, cuando el espectro se retiró el velo del rostro, dejando ver una espantosa figura esquelética. Su piel estaba apergaminada y con tono ceniciento, sus ojos eran cuencas vacías en las que brillaban dos ascuas infernales. Y de sus descarnadas mandíbulas caían gotas de corrosivo moco negro, mientras se agitaban al sonido de aquella malévola risa que os heló la sangre en las venas. No había duda, habíais encontrado al fantasma que buscábais.

Junto con el doctor Spengler llegasteis a la zona en la que Joshua estaba con Carlos y con aquel espectro de una novia. Sólo que ya no parecía una novia, sino más bien una horrible banshee esquelética que se reía como una demente.

Joshua y Carlos estaban allí, quietos y demasiado cerca del ente. Como si algo les impidiera moverse con rapidez.

En mi cocorota, mi última y -única- neurona intenta decirme varias cosas a la vez

"Este SI es el fantasma que estamos buscando"
"Parece que su voz es su arma, siendo capaz de provocar un trance de puro éxtasis"
"Me apetece una Pizza de cuatro quesos con extra de queso"
"Este rostro esqueletico será dificil de olvidar"

Pero soy de esas personas que piensan con los músculos ¡Y EN ESTE CASO, CON LOS MUSCULOS DE LOS PIES!

"¡YO ME VOY DE AQUI CORRIENDOOOOOOOOOO!"  esclamo, tomando a Carl por la solapa y huyendo como si quisiera adelantar a Carl Lewis... cuando este iba en avión

Aquel espectro reía a carcajada limpia, con ominoso moco negro goteándole de la boca. Al doctor Spengler no le cabía duda, era el mismo ente que estaban buscando. Y por eso mismo no se lo pensó dos veces a la hora de disparar su rayo de protones. Al hacerlo, un increíble fogonazo atravesó el aire para impactar de lleno en aquella horrible visión que tenía paralizados a Joshua y Carlos.

El fantasma aulló de manera escalofriante al recibir el impacto, pasando de reír a gritar de manera iracunda. ¿Qué demonios? ¡Eso no era un rayo normal! ¡Parecía más un maldito bazooka de protones! ¿Pero a qué se dedicaba este hombre en su tiempo libre?

 -¡Disparad, ahora! ¡Que no escape!