Partida Rol por web

CdG - Operación Rheinland

Escena II: Colonia, 7 de Marzo de 1936, 13:00 Cruzando las tierras del Rhein

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08/03/2025, 20:20
Wilhelm Adler

-Por supuesto Hans-dijo en voz baja. Y luego en voz mas alta-A la orden capitán. Tiene razón, son alucinaciones.

Y aunque el tono era alto y pretendía ser convincente, por dentro no se sentía tan seguro. Pero el argumento de Hans era impecable y eso era lo que necesitaba. Algo de raciocinio en una situación muy inusual.

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09/03/2025, 11:43
Erich Hoffmann

Tras inspeccionar la casa, no he visto nada que me llamara especialmente la atención.

- Tiradas (1)

Motivo: descubrir

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 87 (Fracaso) [87]

Notas de juego

Mira que era fácil, pero supongo que no he visto nada relevante.

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09/03/2025, 11:47
Frau Direktorin

Notas de juego

Pues no, no ves nada, quizás os lo cuento a título anecdótico a vosotros como jugadores, pero vuestros PJ no lo sabrán... es solo un pequeño detalle, pero es sobre la cita de Edvard Munch (pintor noruego) que da subtítulo a esta aventura. Cuando Fritz rolee su vuelta a la cordura, a no ser que Hans como oficial al mando diga lo contrario, supongo que estaréis listos para llegar al pueblo, cerraremos esta escena y abriremos una nueva con la llegada a Frankenberg.

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09/03/2025, 13:16
Friedrich Müller

Dentro de la cabina del conductor, su cabina, Fritz se sentía lo bastante a salvo como para volver en sí. El viento aullaba con fuerza en aquel puerto de montaña y a pesar de aquel insistente sonido logró distinguir tres golpes secos en la puerta del vehículo: se trataba de Hans, quien llamaba al orden tras la situación irregular que había presenciado. Decidió obedecer, salió del vehículo y se cuadró ante Hans:

-Estoy listo para sacarnos a todos de este infierno blanco, señor. Espero que, cuando todo esto acabe, podamos estar todos bebiendo mientras disfrutamos de la compañía de nuestros camaradas: y no se preocupe, la primera ronda irá de mi parte pero espero que la segunda y las sucesivas corran de cuenta de otros. - Sonrió Fritz un tanto socarrón.

Müller se dirigió al capó del vehículo y, tras abrirlo de nuevo, comprobó que todo estaba en orden. Hechos aquellos preparativos, solo quedaba esperar que toda la unidad estuviera en el semioruga para emprender la marcha de nuevo. Fritz, que todavía estaba inquieto por lo que había ocurrido en el interior de aquella casa que parecía destartalada, recordó por un instante aquella horrible sensación que experimentó en el extraño sueño: una vez las llamas consumieron su cuerpo en aquel escenario de guerra, frente el dolor y la angustia de saberse sin escapatoria solo quedaba el vacío de la muerte. Lo que Müller sintió mientras moría en el campo de batalla, aunque fuera solo onírico, fue que todas sus sensaciones se apagaban para dar lugar a la nada. "¿Sería lo que nos aguardaba tras la muerte?" -Pensó Fritz mientras esperaba al resto del escuadrón y se estremecía ante semejante perspectiva sobre aquel abismo que todos debíamos afrontar al final de nuestras vidas.

Notas de juego

¿Hace falta alguna tirada de mecánica? Espero al resto del grupo para emprender la marcha y cerrar capítulo. Supongo que cuando estén todos subidos al vehículo haré la tirada de conducción.

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09/03/2025, 14:01
Frau Direktorin

Notas de juego

De mecánica si recuerdas cuando se estropeó el semioruga ya hiciste la tirada de Mecánica y fue muy buena, estás completamente seguro que al vehículo no le pasa nada y si se ha enfriado, que es la causa "racional" por la que crees que se paró, ya debería funcionar sin problema. Así que simplemente cuando todos estén listos para partir, deja hecha si quieres ya una tirada de Conducir (házmela oculta, solo para verla yo) para ver si hay algún otro percance.

Y digo causa "racional"... porque la verdad es que Bruno tuvo el poder de parar vuestro vehículo para advertiros y haceros la petición que os hizo... recuperar su cruz de hierro, y quizás así... ¿lograr que descanse en paz? ¿a cambio de prestar su ayuda de alguna forma?

Puedes dejar la tirada hecha y así cuando Hans ordene reemprender la marcha, ya la tendré para interpretar si hay algún otro problema.

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09/03/2025, 13:11
Friedrich Müller
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Conducir

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 36 (Exito) [36]

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09/03/2025, 19:21
Hans Dietrich Keller

Hans contempló a los componentes de su escuadra con orgullo. Todos se habían repuesto, o lo parecía. Otto se tranquilizó y recobró la calma, Wilhelm saludó, tal como Fritz, que además bromeó demostrando que había recuperado su temple.

El capitán evitó una sonrisa. No habría quedado marcial, pero se quedó con ganas de mostrar su alegría.

Quizá no seamos los mejores. Pero somos una unidad. Eso puede marcar la diferencia.

Devolvió el saludo a sus hombres y escuchó complacido el rugido obediente del motor del Sd.Kfz. 251. Fritz había hecho un trabajo impecable al reparar el vehículo. Hans asintió y se sentó en su asiento.

—Caballeros… ¿a qué estamos esperando? — preguntó en tono ligero, casi festivo. Hizo un ademán con la mano hacia adelante, ordenando el avance —El deber nos espera. No querréis llegar tarde.

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09/03/2025, 19:31
Frau Direktorin

Notas de juego

Bien, de hecho estáis tan contentos, que Klaus también vuelve a ser persona, literalmente XD... el usuario ahson que seguramente se presentará en breve ha cogido el papel de Klaus y volvéis a tener un operador de radio funcional. Y si, el oruga arranca con un potente ronroneo que hace feliz a Fritz, listo para partir. Ahora os haré un apunte de conclusión sobre esta escena, la cerraré y abriré ya una nueva con la llegada a Frankenberg, en la que Klaus ya podrá postear.

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09/03/2025, 19:38
Klaus Wagner

Klaus Wagner parpadeó varias veces, tratando de disipar la pesadez de la alucinación que aún le atenazaba la mente. El aire en la aparente casa donde habían estado parecía distinto, cargado con un peso invisible, como si la realidad misma se hubiera desgajado en un instante. Los recuerdos del camarada al que entrevistaron danzaban en su cabeza con una nitidez inquietante. Pero ahora… ahora sabían la verdad.  

El veterano de la Gran Guerra jamás había estado allí. O, al menos, no en carne y hueso.  

El silencio se quebró con el sonido de un jadeo ahogado. Unos de sus compañeros parecía murmurar una plegaria, otro palideció hasta parecer de mármol. El miedo, denso como la niebla en la mente del grupo se apoderó del grupo. Algunos de sus componentes  huyeron y sus pasos se alejaban resonando en la fría madrugada. El oficial al mando, con la voz dura como acero, gritó órdenes, corriendo tras ellos en un intento desesperado por recuperar el control.  

Klaus no los siguió.  

Con pasos apresurados, subió al vehículo oruga y cerró la portezuela de un golpe. Sus dedos, ligeramente temblorosos, buscaron instintivamente los controles de la radio. Un giro, luego otro. Los potenciómetros cedieron bajo su tacto mientras su mente intentaba aferrarse a la mecánica del gesto, como si el simple acto de sintonizar una emisora pudiera devolverle una sensación de normalidad.  

El aparato cobró vida con un chasquido.  

Entre el crepitar de la estática y el débil murmullo de transmisiones distantes, las señales se entremezclaban en un caos de voces perdidas. Fragmentos de emisiones locales, interferencias, ecos de palabras truncadas por la distorsión. Klaus ajustó el dial con un movimiento preciso, pero algo en el sonido le hizo contener el aliento.  

Le pareció que escuchaba otra vez la voz del camarada resentido. Era imposible. No podía ser. ¿Seguía alucinando? ¿Sería un efecto del frio?

Un escalofrío recorrió la espalda de Klaus. Su mirada permaneció fija en el panel de la radio, incapaz de apartarla. Un leve giro del dial y la voz desapareció. ¿Serían posibles también las emisoras fantasmas?

Klaus luchaba frenéticamente para recuperar la compostura. Había sido educado para ello. Se frotó los ojos, se colocó los auriculares y se puso a trabajar.

Hacía frio pero una gota de sudor le resbalaba por la sien.
 

Notas de juego

HRP: Hola amigos: me llamo Xavier aunque mi alias es Ahson. Será un placer jugar con vosotros. He leído vuestros posts y aquí hay calidad y buen ambiente.

Le doy gracias también al Director por admitirme.

Si en algo no me justo a la trama -aunque he leído lo que ha ocurrido- o a las normas de este juego, hacédmelo saber .

Por cierto: he asumido -no se si correctamente- que Klaus ha mantenido la compostura no si una buena dosis de terror pero insuficiente para desestabilizarlo para no alargar la trama ahora que estáis todos recompuestos pero si hay que tirar, se tira.

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09/03/2025, 19:50
Frau Direktorin

Notas de juego

A Klaus lo teníamos un poco aparcado y hemos asumido que mantenía la compostura, ahora que vuelve a ser un PJ no seremos tan benevolentes XD ¡Bienvenido Xavier (ahson)! Yo soy Dani, algo me dice por tu nombre que no debemos andar muy lejos el uno del otro. Llegas justo a tiempo como decía para ver el cierre de lo que ha sido esta apoteósica escena... en unos minutos os lo dejo.

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09/03/2025, 19:55
Frau Direktorin

La nieve seguía cayendo en silencio, envolviendo el paisaje en una capa blanca que absorbía todo sonido, todo rastro del mundo. El semioruga rugió con un eco metálico en la noche, sus orugas dejando una marca efímera sobre la helada superficie.

Lo que los soldados no sabían—pero que los jugadores podrían intuir—era lo que quedaba atrás.

Justo donde el vehículo se había detenido horas antes, sepultado bajo la nieve y el olvido, descansaba un pequeño cementerio.

Las lápidas eran modestas, desgastadas por el tiempo y la intemperie, sus bordes cubiertos de escarcha, sus inscripciones casi ocultas bajo la capa blanca. Si alguno de ellos se hubiera detenido, si hubieran explorado más allá de la tormenta y su propia fatiga, quizás habrían descubierto la verdad.

En el centro, una lápida con forma de cruz de hierro con las palabras "Für Deutschland" y su nombre sobresalía de la nieve, marcando la tumba de Bruno Weiss. Justo debajo, pequeñas lápidas alrededor con los nombres de Inge, Lotte y Bertha marcaban el lugar en el que yacían la esposa e hijas de Bruno. Talladas en la piedra, las palabras del epitafio de Bruno aguardaban su lectura:

"De mi cuerpo descompuesto crecerán las flores y yo estaré en ellas, eso es eternidad."

Alrededor de las tumbas, como si el invierno no pudiera tocarlas, florecían Edelweiss, pequeñas y resistentes, desafiando la nieve y el tiempo. Un último eco de vida en un lugar donde todo lo demás había sido olvidado.

 

 

El motor del Sd.Kfz. 251 rugió más fuerte, y con un rechinar metálico, emprendió la marcha una vez más.

Hans miró a sus hombres a través del reflejo del cristal delantero. Wilhelm aún parecía afectado por el frío y las pesadillas, Klaus mantenía la vista fija en la radio, como si temiera que en cualquier momento volviera a sonar con alguna interferencia imposible. Otto se ajustó su equipo en silencio, con el ceño fruncido. Fritz, en cambio, seguía inmóvil en su asiento, con los ojos clavados en la carretera y nervioso tras su volante, como si aún no hubiera logrado sacudirse de encima el peso de lo que habían vivido.

Frankenberg estaba ya cerca.

Las luces del pueblo aún no eran visibles, pero pronto cruzarían la última curva del puerto de montaña y descenderían hasta el valle.

¿Qué les esperaba allí?

Después de lo que acababan de presenciar, parecía imposible que la misión fuera algo tan simple como un reconocimiento.

Fuera del vehículo, la nieve continuó cayendo, cubriendo lentamente las lápidas, como si la tierra misma quisiera guardar su secreto.

 

 

Notas de juego

Y con esto ponemos fin al segundo acto. Gracias por vuestra participación y los momentazos que hemos compartido en esta segunda escena. A continuación cerraré esta y abriré la tercera... con la llegada a Frankenberg.