Partida Rol por web

-Shhh... Tranquilo mi Pantera, aquí el *"rotito" tiene razón.- Méndez se incorpora con un tono divertido y mediador haciendo una seña con una mano para que el Brujah se detenga en su agresivo avance.

El corpulento cainita con sombrero da unos pasos para colocarse a un costado del Pantera y se recarga en su hombro con el codo. -Yo soy Méndez, Abad de la manada "Abismo Negro".- Méndez da media vuelta y se dirige a su escritorio, toma una de las manos cercenadas de María y le extiende el dedo índice de manera burlona y luego el dedo corazón buscando al resto del grupo de recién llegados.

-Antes de llevarlos ante la cúpula Sabbat mi ductus me pidió que zanjara unos detalles financieros... ustedes saben, fuga de dinero, robo hormiga, el dinero no lo es todo, lo sé, lo sé... pero el dinero es lo que nos mueve en el día ¿No creen?.- Mueve su índice y pulgar simulando tener entre sus dedos un billete invisible mientras que sonríe socarronamente .

-A ver pues... ¿Cuál es tu nombre?, y los otros, salgan de su escondite ya se fue el peligro...- Luego señala con el dedo índice de María a DirtyD con rictus serio. -Si no quieres que El Pantera te destroce tus juguetitos no grabes nada sin mi consentimiento.-

A lo lejos se escucha una explosión, después de varios minutos varias sirenas de emergencia resuenan lejanamente. Méndez se encoge de hombros y arroja la mano sobre el resto de extremidades que se encuentran sobre el escritorio. -La policía no encontrará mucho de María.-

Enarco una ceja sin voltear a ver al Grangel que procura mantener cierta distancia al igual que el resto, excepto por el tipo de la cámara a quién deduzco le he arruinado su grabación por la cara que pone al intervenir ante aquella situación.

Una maldita prueba, eso era lo que estaba pasando, aún así el Pantera parecía que perdía los estribos con mucha facilidad, peor para él, el imbécil no nos puede tocar un pelo, no sin antes habernos presentado al menos ante su ductus y tal vez después a la misma cúpula del Sabbat en esta ciudad.

Permanezco impasible acariciandome la barbilla hasta que Méndez quita de mi vista al gatito enfurruñado, tal vez el vínculo de sangre es demasiado fuerte en este cainita fúrico y es por eso su reacción.

Asiento de mala gana con la barbilla a modo de respuesta ante la presentación del Abad de la manada Abismo Negro. Nunca me han gustado los negocios informales o que denigren las formas de nuestra causa, el Sabbat debería tomarse en serio nuestra presencia y no permitir el reclutamiento de una posible manada en manos de ¿Un Abad chalado y un Brujah acelerado? En fin, al mal paso darle prisa.

-Mi nombre es Dante Cienfuegos, primogénito del extinto Príncipe y Sire Bruno Falcón Cienfuegos, del territorio de Regina, dominus del Sabbat y segundo bastión de la Espada de Caín después de CDMX.- Me doy media vuelta en franca  e intencional descortesía ante aquel par de cainitas payasos para dirigirme al lugar donde estaba antes de que el niño se escabullera como rata al igual que casi todos mis posibles compañeros y quizá hermanos de manada.

Me vuelvo a girar hacia Méndez y el Pantera sin dirigirles la mirada, más bien con gesto de enfado observo mi rolex calculando la enorme pérdida de tiempo que esto está representando.

-La Espada de Caín no es un juego Abad Méndez, y dígale a sú hermano menor que si me vuelve a encarar de esa manera no dudaré en convocarlo para destrozarlo y enviarlo directo al abismo mediante una monomancia a muerte definitiva, no suelo tener mucha paciencia con matones fanfarrones como él.- Me ajusto la mancuernilla izquierda mientras espero a que los demás se presenten de una buena vez.

Méndez hace un gesto socarrón ante las palabras de Dante y luego se recarga en su silla para dirigirse a su hermano de manada.

-Ya escuchaste *my panther... no te metas con el **güero.- lanza una carcajada burlona al ver al Pantera furioso ante las palabras del Lasombra.

-Bueno ya, el que sigue...- Esta vez Méndez toma un dedo amputado y ensortijado y con el señala a los recién llegados. -¿Quién quiere presentarse?...

De pronto todos pueden sentir una imponente presencia, como si las puertas del abismo se abrieran un poco y dejaran salir un trozo de sufrimiento.

Desde afuera se escuchan que otro vehículo ha arribado y una movilización de hombres para recibir a los recién llegados, incluso el Pantera relaja su semblante y a Méndez se le borra la sonrisa del rostro.

Joder estos tíos eran la caña, algo auténtico. Mucho mejor que esos impostores de la deep web que eran poco más que adolescentes narcisistas y pervertidos, sus mejores clientes, pero nadie de quien aprender nada. No, el panthera había demostrado imaginación, fuerza, pasión y arte para cumplir con el fin de ser respetado. Y podría observarlo una vez y otra para estudiar su técnica.. Joder un explosivo por el culo, tan apropiado como innovador. Es decir, no era un puto tubo de dinamita, eso era algo clásico y revenido, eran una granada que tenía que evitar que explotara apretando esas nalgas, cubiertas de sangre por la paliza. Se relamió mientras escuchaba el cruce de bravuconadas y la advertencia de aquel peligroso y siniestro tipo con sombrero vaquero.

- Soy David, pero mi nick es Dirty-D. Mi sire se llamaba Donie, aunque poco más se de él. Tras enseñarme todo lo imprescindible para sobrevivir lo reclamaron para otro lado, para servir al sabbat y eso. Así que no me quedó otra que volar en solitario. Hasta que di con este contacto, he venido a aprender de los mejores. Y joder, esto ha sido brutal. Siento haber grabado sin permiso, pero me he dejado llevar por.. mi vena artística, aunque ha sido una verdadera lástima no poder ver el final. Es una jodienda cuando te roban tus propios empleados.

Comentó asintiendo ante las palabras del abad. Torció el gesto y volvió la mirada a su guía. -Admiro enormemente su trabajo señor Panther. Y de nuevo mis disculpas, no volverá a ocurrir señor Méndez. Lo pasaré por posproducción y le entregaré todo el material, por si quiere utilizarlo como vídeo instruccional.

Al parecer el pez gordo sobrevivió a su apuesta. Los tenía bien puestos de eso no cabía duda, por desgracia sus compañeros de manada se habían escondido como damiselas en apuro, y de esas solo contaba una. Pero quien iba a culpar al pobre crío. De todas formas tenía que ir con cuidado, no estaba de turismo, estos eran capaces de cortarle los dedos y metérselos por el culo para mostrar su disconformidad. Tras reflexionar un instante lo apuntó como nota mental para futuros trabajos.

Trató de centrarse de nuevo, debía ofrecer una buena impresión. Trató de cuadrarse y sonreír con un ligero cabeceo. A la espera que se presentaran sus compañeros ¿Serían estos su nueva manada? Tal vez, de seguro el estirado se metería para Ductus. Y no tenía ni remota idea de lo necesario para ser sacerdote. Seguro que alguno de ellos.. Dios iba a ser terriblemente divertido meter al chamaquito de sacerdote.. ¿Le permitirían grabar sus rituales? Haría falta un trabajo delicado para convencerles.

¿Tendría que relatar sus habilidades? Como si fuera una especie de entrevista de trabajo macabra. Por el momento mejor no decir nada, responder preguntas y poner cara de duro. No tenía el pedigrí del señor Cienfuegos para garantizar su entrada y conocer a los jefazos.

Las cosas se ponían en movimiento, mejor ponerse a punto y mantenerse en alerta. las cosas podían ponerse feas. Guardó la cámara y esperó.

La portadora salió de detrás de la columna, el peligro había pasado, de momento, faltaba ver que el brujah no entre en frenesí, pero eso sería otra cosa, podría hacerlo entrar en letargo con las escopetas, no se podía controlar una granada con las armas de fuego.

-Soy Mel, chiquillo...bueno, chiquilla de Valentina, mi sire se encargó de que pase por los ritos de creación y eh me aquí- Era una voz monótona, como si no tuviera sentimientos ni nada, lindo envase, poco carisma y debería ver que podía ofrecer en esa manada, desde ya no sería sacerdote ni líder, estaba acostumbrada a manejarse en grupos chicos, pero solía ser quien acataba las órdenes.

Algo peor acababa de llegar, probablemente el barbudo y el del machete se lleven un tirón de oreja. En cuanto al Cienfuegos, ese probablemente sería el alfa, al parecer tenía el carácter, habría que ver si tenía la cabeza para ser un líder digno y dirigir a la manada a la grandeza, más adelante se supone que dirían para lo que cada uno es bueno y armar un plan de ataque, de momento no le agradaba la forma de manejarse de ese abad y el otro.

Por suerte o maldición, el tipo ese no podría sacarle fotos ni filmarla, no iba a ser una celebridad de hollywood ni del internet, eso le agradaba.

Vio salir a la mujer corriendo y lo cierto es que fue un alivio, miró al sillón donde se había escondido y después a la mujer del pelo morado mientras se encogía de hombros, la verdad es que era una mierda de escondite el que había escogido.

El tipo trajeado tenia pelotas, pero también unos aires de grandeza que no le gustaban, si acababa siendo el ductus de su manada seguro que era un tocapelotas. El tío de la cámara parecía un bicho raro, pero parecía que podía ser divertido. Y tanto la chica como el motero parecían matones, había muchos de esos en el Sabbat y siempre venía bien tenerlos de hermanos. —Pues yo soy Mateo y ni puta idea de quien me convirtió.

Entonces algo vino a su mente de repente, algo que había dicho el tal Dante, no le había prestado demasiada atención cuando lo dijo, pero después empezó a rondar en su cabeza. No tenía ni idea de si los demás se habían dado cuenta, o si no tenía la importancia que a él le parecía, pero la duda empezó a corroerle por dentro.

—Estooo…, ehhh…—. Alzó la mano y empezó a dar saltitos para intentar llamar la atención. —Que lo mismo no es nada, no sé, tampoco es que yo sea un entendido, perooo… Eso de los primogénitos, los príncipes y tal ¿no son cosas de la camarilla?—. Miró al resto de los presentes por si alguno le respondía sin tener claro si estaba metiendo la pata o no. —Que ya digo que yo no entiendo de esas cosas, es que alguna vez he oído…—. Entonces se quedó callado de golpe al sentir aquella presencia, se giró hacia la puerta y sin saber porque se puso tenso mientras podía oírse los ruidos de gente moviéndose a toda prisa en el exterior.

Por la puerta principal de aquella habitación asegurada por el ghoul gordo ingresa un hombre alto y fornido vestido de manera regional pero limpio y se nota que la ropa que usa es de diseñador. Seguido por lo que parece ser un Heraldo de las Calaveras.

Su imponente y oscura aura les indica que es alguien de la alta cúpula Sabbat. No le dirige la mirada a ninguno de los presentes en particular, a paso seguro se planta frente a Méndez dándole la espalda a los recién llegados.

-Es el segundo fallo Méndez, mis órdenes fueron que reclutaras más soldados y los llevaras al búnker y enseguida resolvieras lo del lavado de dinero de la trata de blancas... y heme aquí resolviendo esto personalmente, pisando esta mierda que tienes como centro de operaciones.- Hace una pausa evidenciando más su enojo.- Mientras tú te diviertes nuestros adversarios ganan terreno...- Observan como sus sombra crece y se extiende invadiendo la mitad de la habitación denotando su clan.

Levanta el mentón y se sujeta la hebilla de oro que luce al frente de su atuendo. -Limpia este maldito lugar y con limpiar me refiero a que busques una explicación para que Guzmán pueda reportar a los federales la explosión de una mula a media calle cerca de esta pocilga.- El sonido del cuarto de torturas llama la atención del Lasombra. -¿Porque torturas al ganado defectuoso?.- Se gira hacia el grupo de neonatos parados en fila frente al escritorio de Méndez. Haciendo una mueca de fastidio ante el ruido de las victimas y los azotes detrás de aquella puerta roja.

-Mi nombre es Arcadio Beltrán, ductus del Abismo Negro, y seguro se preguntarán porque están aquí, a lo que aclararé sus dudas...- Arcadio empuña una mano y se gira hacia el escritorio para dar un fuerte golpe el cuál dobla la lamina metálica por la mitad haciendo que caigan varios objetos que reposaban en la superficie. Méndez alcanza a salvar la tela con las extremidades las cuáles atesora como si de un cachorro se tratara arrullándolas en su regazo.

-Me proclamaré Obispo de CDMX le gusté o no al círculo interior del Sabbat, por eso cada uno de ustedes ha sido seleccionados minuciosamente por alguna razón en particular que nuestro Sacerdote y Heraldo nos ha mostrado y convencido con sus métodos poco ortodoxos de que son los elegidos idóneos.- El Heraldo de las calaveras solo asiente con la cabeza de manera humilde en completo silencio.

De pronto Arcadio se lleva una mano a la sien y queda en silencio como si escuchara a alguien solo en su cabeza.

-Dos fallos son demasiados.- asiente con el mentón al Heraldo con una malévola mirada y una discreta sonrisa en sus labios.

El Heraldo de las calaveras no se mueve pero todos los allí presentes saben que ha sido él. Una silla de madera comienza a temblar por sí sola para luego elevarse flotar por un instante y después desensamblar sus piezas dejando en el aire las más afiladas, el resto cae desmadejado al suelo.

Una pata de madera de la silla atraviesa en línea la habitación para irse a incrustar en el pecho de Méndez el cuál queda paralizado, absorto e incrédulo ante lo que esta sucediendo.

Las apéndices cercenadas caen al suelo, dedos y manos quedan a pies de Méndez.

Arcadio avanza hacia su abad con una mueca sombría, lo levanta en vilo sujetándolo por su cuello con una mano para dirigirse hacia la puerta roja donde siguen torturando mortales.

A su paso se dirige a Dirty D. -Graba esto.- Con el mentón le indica al Pantera quien se encuentra visiblemente afectado por lo que esta sucediendo y se aferra al machete ensangrentado mientras que no le queda de otra que seguir a su Ductus.

Arcadio derriba la puerta de una patada y con energía ingresa a aquel salón para colgar sobre un gancho metálico de esos que sirven para colgar carne a Méndez quién permanece paralizado pero consciente de lo que está sucediendo.

-Córtale los huevos y se los introduces en la boca... nunca me gustó que hablara demasiado.- le indica al Pantera  y luego regresa a donde está el resto de los cainitas dirigiéndose directo a la mujer con las escopetas.-

-Tú, la de las escopetas, aniquila a todo el ganado incluyendo a los verdugos.- Arcadio vuelve a dirigirse al Pantera. -Decapitas a todos incluyendo a Méndez y dejas una nota involucrando a cualquier cartel aliado o enemigo, no me interesa cuál elijas.-

Arcadio Beltrán saca un pañuelo de seda y se limpia con asco las manos, dirigiéndose a Dante sin voltearlo a ver le dice. 

-Desde ahora me suplirás como Ductus del Abismo Negro... dentro de una hora te enviaré la dirección de nuestro búnker, veo que todos los elegidos tienen buena pinta elige los puestos bien... sé inteligente.- Esa última mirada le recorre lo más profundo de lo que le pudiera quedar de humanidad a Dante Cienfuegos. Luego Arcadio añade.

-Por cierto, el niño tiene razón...- señala con el mentón a Mateo mientras se acerca a Cienfuegos para hablarle casi al oído. -Apestas a Camarrata, un buen baño de sangre te vendría bien para honor y gloria del Sabbat,  no tienes opción al fracaso.- Ser retira y enfila el camino a la salida.

-Pueden o no conservar las putas y escoltas, eso incluye al Pantera, será decisión de Cienfuegos.- con una seña del mentón le indica al Heraldo de las Calaveras que lo siga. -Andando Juanito... no quisiera ver a Guzmán y sus policías olfateando este atascadero.- Mientras que el Pantera llorando le baja el pantalón a Méndez y con gran pesar sujeta los testículos inservibles de aquel cainita que solo mueve los ojos totalmente paralizado del cuerpo por la madera atravesando su corazón, de un tajo desprende las partes de Méndez y las introduce en su boca como lo ordenó Arcadio, luego se quita las gafas y apretando los dientes soportando el dolor que aquella acción le causa le desprende la cabeza de un machetazo la cuál al caer en sordo golpe rueda hasta los pies de Dirty D.

El Pantera vuelve a colocarse las gafas y agita nervioso el machete a un costado de su pierna esperando a que Mel acate las órdenes de Arcadio Beltrán.

¿Qué coño pintaba allí Daniel? Tenía planes claros, objetivos concisos: destruir a la Camarilla de CDMX. Sin embargo, estaba en un duelo de ver quien tenía la polla vampírica más grande. Mientras los estúpidos juegan a ser grandes, la Camarilla gana terreno. Es inevitable, indiscutible. Por supuesto no iba a decir eso abiertamente, Daniel no es estúpido, es un superviviente y sabe amoldarse a su entorno.

La mayoría del grupo se escondió tras algo tras ver que la granada corría peligro de explotar. Era un acto inteligente, aunque para muchos una acción cobarde. ¿Qué hay de valiente cuando solo quedan tus zapatos y los muñones de tus pies humeantes? Nada, no queda nada, y en este mundo que vivimos la nada es el peor castigo. El ser olvidado. Dante era valiente, y eso lo admiraba... pero la valentía tiene un límite. Siempre.

Dejó hablar a todos y entonces dio un paso al frente, para presentarse.

-Daniel Rivera. Convertido por Darío Caro. me encargo de suministrar diversos vienes ilícitos a CDMX y así de recursos al Sabbat. En eso me ayudan... mis contactos en la policía, a veces consigo que miren a otro lado.

Había mucho más que contar, pero tampoco debía pecar de pretencioso, y eso se notaba. Se notaba que escondía más, se le notaba confiado, pero sabía medir sus palabras. Hablar en el momento correcto y no sobrepasarse. 

Entonces sintió aquel aura imponente. Alguien poderoso se acercaba y eso le llenaba de satisfacción, al fin podría tener algo en claro sobre su presencia allí. Por fin podría dar otro paso en su ansiada venganza. Entraron en la habitación alguien que se hacía llamar Arcadio Beltrán y otro tipo amenazador (posteriormente demostrado) que recibía el nombre de Juanito. El primero quería proclamarse Obispo de CDMX y Daniel no era nadie para impedírselo, al menos siempre y cuando apoyase la causa anti Camarilla.

Ambos ajusticiaron a Méndez a su propio estilo, invitando al chaval a grabar la ejecución. Justo después Arcadio dio órdenes rápidas a todos los presentes, colocando a Dante a la cabeza del grupo y haciendo que aquella pocilga se convirtiese en la guarida, el lugar de reunión. Mel debía encargarse del ganado y Pantera culpar a otro cártel, esperando que fuese lo suficientemente inteligente de culpar a un cártel enemigo y no uno aliado.

Se acercó a Dante mientras sacaba otro cigarro, se lo colocó en la boca pero antes de encenderlo le dedicó unas palabras:

-Dante, me encargaré de las putas. Las pondré a trabajar para que nos reporten beneficios. Y la policía... hablaré con mis contactos de dentro para que nos ignoren. Aquí no habrá nada interesante ni que merezca la pena para los maderos. Podría aprovechar la falsa acusación del cártel para alejar a la poli. 

La malky se movió con sigilo y reventó las cabezas de los verdugos, no iba a perder mucho tiempo, así era como solía trabajar, dos cañones a la cabeza alcanzaban para eliminar casi todo. Le echó una mirada al que las quería vivas para trabajar mientras cargaba sus escopetas, no le interesaba dejar los casquillos, después de todo no dejaba huellas digitales y no tenían registros, quedaría como alguien que usaba guantes cuando escuchó al tipo que las quería para trabajar.

En cuanto a los humanos, les rompió el cuello, no desperdiciaría munición en ellos, aparte que no veía necesario prolongar el sufrimiento de los mortales, eran como animales indefensos ante los cainitas.

Mientras esperaba una respuesta, empezó a rapiñar los cadáveres, capaz tenían algo de valor, algo útil para guardar en su bolso. Claramente no era buena idea hacer enojar a ese tipo con el zombie, mejor acatar las órdenes y esperar a dejen al grupo de nuevos por su cuenta, se preguntaba como se verían las ejecuciones de ella en video.

En cuanto al Pantera, lo mejor sería deshacerse de ese, podría poner en jaque a la manada por formarse por su afecto al eunuco y en un futuro joderlos, aparte esos que entraban en frenesí rápido era mejor tenerlos lejos.

Uno a uno se fueron presentando los convocados a aquella reunión que iba aumentando de nivel o decayendo según desde la perspectiva que se le mirara.

No me pasó desapercibido el comentario del niño Mateo, que si bien fui abrazado desde el más alto círculo de la Torre de Marfil sin tener oportunidad de elegir, eso no implicaba que mi espíritu y mis convicciones se sometieran a las cadenas de esa farsa que era la Mascarada y sus estúpidas reglas sobreprotectoras. ¿Desde cuando los lobos se ocultan de las ovejas?, y para eso no eran suficientes las palabras habría que demostrar con hechos el porqué nuestra causa es justa y victoriosa.

No esperamos demasiado antes de que aquella reunión volviera a tomar su cause y esta vez pusiera las cartas sobre la mesa. El Sabbat volvía a exigir un cambio de piel desde lo más profundo de sus entrañas, desde las manadas, la inquietante presencia del antiguo Ductus del Abismo Negro se había hecho presente para definir nuestra participación y como bien lo dijo colocarnos al frente de un objetivo el cuál es el principal motor de la secta, fortalecer la Espada de Caín a sangre y fuego de ser necesario.

Todo pasó tan rápido que no nos dio tiempo de mas presentaciones, lo sucedido entre el ahora muerto definitivo del Abad y el Brujah acelerado me confirmaron el vínculo de sangre que compartían, luego las órdenes y ajustes, a lo que a mi respecta me tocó la espada de Damocles.

Enseñe un colmillo de manera agresiva ante el acercamiento de Beltrán y su amenaza, él lo debe saber perfectamente, estar en la cima hace que todas las dagas apunten a tu espalda. Callar y escuchar, no caer en provocaciones, para todo hay un tiempo y un lugar, guardar las formas. Actuar en el momento justo te aleja del fracaso.

Observé como el Pantera ultimó al patético Méndez mientras que el resto hacia lo que se les había solicitado. Una vez que se hubiera ido Beltrán, se me acercó Daniel Rivera a ofrecerse como posible sucesor de Méndez como mi abad ahora que había sido ungido nuevo líder del Abismo Negro.

Antes de que continuara hablando le levante una mano al Grangel en señal de silencio sin dejar de mirar al niño vampiro. Me dirigí hasta aquel infante, un soldado incompleto, falto de desarrollo y al parecer además de falto de coraje, lengua suelta.

Me tuve que inclinar para poder colocar mi rostro frente al de Mateo y verle a los ojos directamente. -¿Crees que porque desciendo de un Príncipe Camarilla pertenezco a esa asquerosa estirpe lamedora de culos?- Le sonrío gentil enseñando levemente mis colmillos -Pasa algo curioso con el abrazo... el don de Caín te otorga poderes que solo los mortales podrían disfrutar en sus sueños.-  Levanto un dedo frente a sus pequeños e infantiles ojos -Sin embargo no te retira del todo los defectos de tu humanidad, si eres cobarde puede que sigas siendo un cobarde, si eres un chivato, puede que sigas siendo un chivato inmortal, y si eras estúpido...- Con la mirada le señalo la cabeza de Méndez. Le ajusto la chaqueta y le doy una palmada en la mejilla. -No me toques demasiado las pelotas hijo... no tengo mucha paciencia con los niños.- Me levanto y les digo en voz alta a todos los presentes.

-Si nadie se opone Daniel será el nuevo Abad...- Me dirijo al resto de lo que queda de la manada del Abismo Negro, con la mirada busco a Dirty D. -¿Ya terminaste de grabar?- le pregunto mientras me ajusto el saco y destenso el cuello. -¿Que piensas del Pantera? al parecer amas su personalidad...-

Me acerco al Brujah con gafas de sol para encararlo. -Requiero hermanos con honor, no pandilleros estúpidos que se conforman con lo que el vínculo de sangre les otorgue...- Independientemente de lo que me respondan saco mi  teléfono de última generación para teclear algunos números de mis contactos en CDMX. Mientras espero a que me respondan me dirijo a Mel señalando la carnicería que ha quedado con un dedo. -Toma algunas cabezas y algunos miembros espárcelos deliberadamente en territorio enemigo y colócales un letrero que los hagan pasar como traidores. Necesitaremos a un sacerdote, ¿alguno se ofrece?-

Luego me dirijo a Daniel, con el teléfono en la oreja esperando a que me respondan. -Después de que elijas a las prostitutas mas rentables, envíalas a este hotel.- le doy la dirección. -Ofrécelas como regalo de bienvenida a tus contactos en la policía, si es algún político de alto nivel, mucho mejor, luego quema la mitad de esta pocilga no sin antes recuperar todo el efectivo, armas, vehículos todo lo que pudiera darnos algún beneficio en recursos, nos cambiaremos de refugio organiza a las tropas mortales y que te ayuden a cargar con esos despojos, todo debe parecer un ajuste de cuentas.-

Me vuelvo a dirigir a Dirty D. -Necesitaré de tus habilidades en informática, en CDMX no hay Camarilla, vamos contra nosotros mismos... vamos contra el mismo círculo interior del Sabbat.-

De repente todo empezó a tomar una rapidez trepidante, como el clímax de un thriller donde los movimientos entre personajes empiezan a sucederse sorprendiendo al espectador con giros de guion inesperados. Cuando entró el ductus con su cara de pocos amigos acusando a su abad de haberla liado gordísima DirtyD trató de no sonreír. No solo le estaban robando la plata en los morros sus propias nenas si no que además había enviado a una puta explosiva, suelta y corriendo desesperada por las calles del distrito. Por muy divertida que le pareciera la idea era un problema gordo, atraía la mirada de la policía, el ejército y los otros cárteles. Marcaba tu refugio en el mapa y mostrabas tu capacidad armamentística. Por no mencionar las noticias de la mañana.. Terrible explosión en las afueras de CDMX con una víctima mortal, tuvieron que recuperar sus vísceras de los tejados, con una pala...

Al final la justicia de su ductus, un tipo capaz de evocar los relatos más siniestros de las novelas de terror, junto a la versión moderna de Fredy kruger, cayó en forma de otra tortura imaginativa. Joder, y no era ni su cumpleaños, pero la decisión de venirse a este nido de locos psicópatas había sido la mejor de su vida. No solo eso, le habían ordenado grabarlo todo. Por fin alguien con gusto por la humillación que mostraba aprecio por su arte. Pero para poder grabar toda la escena necesitaba más puntos de vista, mover los focos, encuadrar la escena. Tenía que hacer uso de sus dones, luego ya exprimiría los cadáveres que quedaran.

En apenas un borrón visible solo para los más perceptivos se encaramó por la sala para pegar con cinta americana una de las cámaras que le quedaron de su operativo de vigilancia del punto de reunión en una de las esquinas, su propio móvil en la pared contraria y añadió una linterna de bolsillo para poner algo de luz indirecta. En apenas un suspiro volvía a estar delante de la víctima estacada, gravando toda la sala al mismo tiempo y moviéndose alrededor de el pantera para apreciar el dolor de su expresión, la fuerza contenida del sacrificio mientras le cortaba las pelotas a su venerado abad y las introducía en su boca. Un acto de crueldad sublime y destilada, una mezcla de barbarie, brutalidad, malicia y sadismo sin igual para castigarlos a los dos. Para finalizar con la decapitación, aquí incluiría una cámara lenta y gracias a los focos esperaba que se pudiera apreciar bien el espray de sangre arterial saliendo de su cuello cercenado. La cabeza rodando hasta ellos.. decisión rápida.. que se volcara sola o pararla con el pie. No, mejor que se parara sola para hacer un focus en la mirada de ojos cegados por la muerte en un rictus de miedo y dolor. Lo cual era un recordatorio viviente a todos los presentes del precio del fracaso. 

La malkavian hizo su show de lolita gótica en una película gore, otro clásico aunque prefería los uniformes de colegialas a la licra negra. Pero sin duda era una figura espectacular. Maldita sea, otra que no aparecía en pantalla, el mundo entero se había puesto en su contra. Y el chaval era un cachondo, vacilarle al pez gordo tuvo su gracia, y el otro gruñó en respuesta para ajustar las cuentas. Sería entretenido ver como acababa el duelo entre ambos. Luego el putero ofreció a sus chicas, sería curioso ver como lo llevaban. A el las chicas le gustaban golpeaditas y chillando, y eso era malo para el negocio.

Cuando el nuevo Ductus ¡Oh que sorpresa! Se giró hacia el para interrogarle sobre el Panthera sonrió. 

- En realidad, casi siempre estoy grabando. Acabé de ejecutar la orden del ductus del abismo negro.

Aunque siguiera sonándole a título de película prono.

- No puedo amar su personalidad, casi ni le conozco. Pero admiro su trabajo. Aunque el final de su show en las calles fue decisivo al parecer.

Un movimiento muy interesante, o un error que había pagado otro. Aunque si se daba tanta pompa lo más seguro es que hubiera sido una puñalada trapera muy "honorable". Y ahora buscaba sacerdotes, bueno pues suerte, seguro que alguien se prestaba a hacer de niñera y realizar los rituales. El no tenía ni puta idea de ocultismo, religión, o magia de esa que había hecho el cadáver con patas. Mejor mantener un perfil bajo.

- Esparcir los miembros es interesante, aunque cadáveres reconocibles quizás serían de mayor utilidad. A no ser que haya grandes aficionados a los puzles entre los cárteles rivales. Genera mayor impacto por si llegaron a conocer a alguno en vida, y asegura que no es un montaje y se trata de traidores.. -Observó la cabeza en el suelo- O auténticos fracasados. La otra opción es poner las cabezas en picas y rejados, lo sé es un cliché, pero resulta tan romántico.

Al menos la idea de haber sido asaltados era buena, construida con los traidores ejecutados, el argumento se sostenía. Aunque imponía a la organización una disminución de su prestigio. No solía ser bueno aparentar debilidad ante el resto de depredadores.

- Puedo colarme en cualquier sitio dentro de la red, y no se me da mal hacerlo en las calles. Pongo mis habilidades al servicio de la manada. Junto al mercado negro de órganos, snuff y marranadas que se puede comprar y vender en la deep web.

Entonces cayó en la cuenta que no había comentado nada a nadie sobre su maestría, se miró la sudadera y el abrigo de blade junto al maquillaje y puso los ojos en blanco. A quien quería engañar, apestaba a friky informático.

Al final la presencia que se acercaba era la del jefazo y además venía con tipo que daba bastante mal rollo. En un momento pusieron a cada uno en su sitio y ordenaron la ejecución del abad por incompetente, El Pantera era un idiota, pero Mateo sabía lo que era perder un hermano con el que compartías vinculum y no era agradable.

Tras ordenar limpiar todo aquello y poner al trajeado al mando el jefazo se marchó, y el nuevo ductus no tardó en darle la razón a Mateo, era un tocapelotas y se mosqueaba por muy poco. —Yo solo preguntaba— dijo el niño encogiéndose de hombros antes los comentarios de Dante. «Si te parece de cobardes esconderse de una granada será que no te han desmembrado nunca, porque no mola» Pensó en niño para sí mismo.

Tras aquello se puso al lado de DirtyD cuando estaba grababa, mientras observaba  la masacre el crio jugaba distraídamente con la cabeza de Méndez haciéndola rodar con el pie como si fuera una pelota de futbol, cuando vio que El Pantera le miraba mal se dio cuenta de lo que estaba haciendo y tras apartar la cabeza con el pie junto las manos a modo de disculpa silenciosa. Cuando el tío de la cámara parecía que había terminado de grabar Mateo le dio unos golpecitos con el codo para que le hiciera caso y sin alzar mucho la voz empezó a hablar con él.

—¿Porque no te ofreces para sacerdote? al motero lo han nombrado abad, a la chica no parece que le guste demasiado la fiesta y el otro—. Miro alrededor buscando a la otra persona que les había acompañado, pero no sabía dónde estaba. —Bueno el otro ni siquiera sé si será de nuestra manada. Pero solo tienes que aprenderte los ritos básicos y el resto te lo inventas, porque cada sacerdote los hace a su manera, seguro que montas unos espectáculos de la hostia. Yo es que soy muy malo para esas cosas, aparte de que nunca me toman en serio por lo de ser un niño y tal.

—Bueno, tu piénsalo— Dijo mientras se alejaba hacia la mesa para recoger los dedos amputados que ahora estaban tirados en el suelo, algunos aun conservaban los anillos puestos y lo mismo eran buenos, sabía que no podía cogerlos sin que los demás lo viesen así que los alzó —¿Puedo?— dijo haciendo el gesto de sacar los anillos. —Por cierto ¿yo tengo que hacer algo, algo como vigilar, recoger cosas para la mudanza, trocear a los muertos, no sé algo así?

Daniel fue cortado súbitamente por Dante para que éste pudiese echarle una reprimenda al niño. Aquella era una situación extraña, un niño que, en realidad, puede ser más viejo que nosotros, tocándole las pelotas a un tipo adulto embutido en un traje de chaqueta. Era extraña... pero divertida. Daniel mantuvo su semblante serio y escuchó todas las palabras de Daniel atentamente. De fondo, Mel se dedicaba a destruir a los testigos con sus gemelas escopetas, mientras que con los con los humanos, prefería usar sus manos. Al Gangrel comenzaba a gustarle el estilo de la Malkavian. 

Por otro lado, los dos chavales cuchicheaban sobre tomar puestos de poder. Bueno... estaban en su derecho, Dante solicitaba un sacerdote para la manada y alguien debía presentarse. Fuese hombre, mujer, niño o... vástago desconocido que sigue mirándolos desde la esquina.

-Limpiaré el lugar. Seguro que hay algo que podamos meternos en los bolsillos -respondió a Dante mientras cogía la dirección del hotel-. Un buen lugar... las enviaré allí y contactaré con la policía para ofrecerles un soborno en forma de tetas. ¿Un político o alguien de alto nivel? Buscaré en mi agenda, a ver que consigo.

Se giró para marcharse, pero reparó en una cuestión más que no le dejaba tranquilo. Por lo tanto, con intención de ser discreto, se acercó más a Dante.

-¿Crees que el Pantera tomará represalias? No se si es buena idea dejarlo suelto... Ya sabes... a veces es mejor empezar de cero... totalmente de cero.

El Pantera le planta el rostro a Dante y le enseña los colmillos siseando mientras que se aferra al machete.

-Eres un pinche estirado de mierda... nunca seguiría a un camarrata como tú...- El Pantera escupe a un costado y levanta el mentón en tono de reto.

Después de llamar a uno de mis contactos en CDMX cuelgo el teléfono y mientras lo guardo en el bolsillo de mi saco, me doy media vuelta al escuchar que el Pantera responde a mi pregunta inicial, doy unos pasos para plantarle cara también.

Lo encaro mirándolo directo a los ojos. -Definitivamente no me sirves... no sirves a la causa, no eres un Sabbat, eres un simple bravucón boca floja...- Me doy media vuelta dándole la espalda al Pantera dirigiéndome a la salida mientras hablo con el resto de la futura manada.

-Necesito sus números telefónicos personales, después de que terminemos de limpiar y borrar nuestro rastro de esta pocilga les llamaré para reunirnos con Beltrán.- Antes de salir de aquella habitación doy una última indicación.

-Demuestren que tienen el coraje suficiente para pertenecer al Abismo Negro... decreto Amaranto para el Pantera, tal vez su sangre acelerada sirva de algo para fortalecer a la manada, los esperaré afuera, disfruten el bocadillo.- Desaparezco por la puerta dirigiéndome los escoltas mortales sobrevivientes para indicarles que busquen combustible para incendiar media vecindad, mientras el resto de la manada acaba con el imbécil de el Pantera.

El Pantera no se atemoriza ante las palabras de Dante por lo que ruge una vez que le da la espalda y luego blande el machete en el suelo sacando chispas y un sonido metálico al chocarlo varias veces en son de batalla preparado para lo que siga.

Viendo el cariz que estaba tomando la situación estaba claro que iba a acabar en mal y aunque Dante le parecía un imbécil, iba a ser su ductus y El Pantera le caía mucho peor desde la primera vez que lo vio. Con disimulo volvió detrás del sillón donde había quedado su mochila tras el incidente de la mochila, agarro el tubo de cartón y abrió la tapa de la caja para sacar su hacha, cuando por fin asomaron las armas el crio ya tenía el hacha en las manos y estaba preparado para usarla.

Dante declaro el amaranto hacia El Pantera, pero primero tendrían que ablandarlo, porque según había oído ese no era un rival fácil. Aprovechando que por su tamaño solía pasar desapercibido corrió directo hacia su objetivo, dio un salto para pasar entre los que iban a ser sus compañeros de manada y enarbolando el hacha sobre su cabeza descargó un golpe hacia abajo con toda su fuerza sobrenatural mientras gritaba. —Muere cabrón.