Partida Rol por web

El capitán echó un vistazo alrededor.

—Desde esta pantalla no creo que se pueda controlar nada. Quizá si Grant se hace con el control de la nave pueda controlar algo desde el panel de control pero desde aquí...

Las palabras del capitán fueron interrumpidas por un pitido proviniente de los comunicadores. Al mismo tiempo la pantalla mostró una imagen del magistrado discutiendo con el piloto. En un instante de tranquilidad el magistrado se acercó a la válvula de acceso a la sala y tocó algo a su lado que hizo que la válvula se apagara. Acto seguido se giró hacia el piloto disparando contra él.

Poco después, la imagen cambió. Ahora mostraba el pasillo de acceso a la sala de control. Durante un instante se vio a Daynee caminando por el pasillo para, poco después, salir del campo de visión de la cámara.

En la parte de abajo de la pantalla comenzaron a aparecer unas letras.

»Limper Semperius: ¿Hay alguien ahí?
»Limper Semperius: Por favor, necesito ayuda. Estoy atrapado en la nave....
»Limper Semperius: ....
»Limper Semperius: <logout>

Rápidamente el novicio recorrió el pasillo hasta el punto donde se encontraba el ascensor. No estaba lejos de el otro novicio y del capitán y todavía podía verles desde esa posición, antes de cruzar la válvula.

Al aproximarse a la válvula iris ésta se abrió y dejó paso a la habitación donde se encontraba el ascensor. Ilias la atravesó, poco después, la válvula se cerró tras él.

La habitación estaba iluminada esta vez y el ascensor funcionaba.

Todavía no había aparecido la mujer e Ilias se mantuvo a la espera.

Un instante después el ruido de unos pasos retumbó en el hueco de la escalera. Tras el, la puerta se abrió y Daynee apareció en la sala.

Nicarius se quedó estupefacto con los ojos clavados en el monitor donde había visto como el magistrado disparaba al piloto. No podía creerlo: sabía que aquel cara gris era un mal bicho pero... ¿hasta tal punto? Luego el prompt del sistema reclamó su atención. Se acercó al teclado con la intención de teclear algo, aunque estaba totalmente desconcertado.

Se volvió hacia el capitán:

- ¿Ha visto eso? El magistrado... Por el corazón del profeta... ¿Hay manera de comunicarnos con Illias sin que nos escuche el magistrado?

-No aguantaba estar allí un minuto más.

Fue el único comentario de Daynee cuando llegó a la sala. Miró a su alrededor, curiosa, librarse de las palabras de quasi-máquina pensante del magistrado ya era todo un alivio, aunque estuvieran en una situación tan extraña, no tenía derecho a decir esas cosas que había dicho, ni siquiera aunque fueran ciertas, cosa que dudaba bastante.

Ilias observó a la chica.

- ¿Que habéis visto? - Dijo en tono apremiante.

-Maldita sea, ese hombre parece una máquina pensante. - Daynee apenas escuchó la pregunta del novicio Ilias. - Mejor que se quedara con el piloto, peleándose con otras máquinas pensantes para que les den el control de esta cosa.

El capitán asintió mientras trataba de comunicarse con el piloto.

—¡Maldita sea! Parece que hemos perdido la comunicación. El comunicador no funciona —dijo nervioso.

Un instante después salió en la dirección por donde se había marchado el novicio Avestita hacía pocos minutos.

—Vamos, tenemos que reunirnos con ellos lo antes posible.

El capitán ya corría por el pasillo mientras Nicarius aún permanecía confundido frente al monitor. Esa especie de prompt del sistema seguía activo, parpadeando incesantemente, pero no había nada para poder acceder al terminal. Era una simple pantalla que mostraba imágenes aleatorias de la nave, sin ningún control.

El novicio dudaba frente a la pantalla cuando volvió a escuchar la voz del capitán desde la lejanía.

—¡Vamos novicio! —gritó.

Volvían a estar casi en el punto de partida. Frente a la mujer ahora se encontraba el rostro semioculto del novicio Avestita. La presencia de un inquisidor no solía tomarse como agradable pero a Daynee esta vez le pareció de lo más gratificante.

El novicio parecía alterado y la mujer todavía tenía dibujado en su rostro esa dura crítica hacia al "cara gris".

Cuando la mujer estaba terminando de decir su última frase se escuchó la voz del capitán resonar en el pasillo.

—¡Vamos novicio! —gritó.

- Movámonos - Dijo el Novicio volviendo por el camino que había efectuado. - Tu delante, no deberías encontrar a nadie, y mejor que cubra yo la retaguardia. -

Ilias parecía ignorar los comentarios hacia el cara gris, había conocido a otras mentes frías en su corta vida ... todas terminaban igual. Avanzó por los pasillos con precaución paranoica, mirando por todos lados como esperando que lo asaltaran de un momento a otro.

Mentalmente no paraba de decirse a si mismo que era un exagerado y que probablemente no tenia por que pasar nada. Pero esos años de servicio en Estigma lo habían marcado profundamente.

El grito del capitán casi asustó a Daynee, ¿es que no podían hablar normalmente?

-No hay nadie, por lo menos desde la sala de control hasta aquí, no hay que ser tan... precavido. -Ya casi se estaba empezando a arrepentir de haber salido de allí, pero prefería esto a tener que lidiar con la incomprensible lógica del magistrado.

Pero empezó a andar hacia la voz del capitán, si, mejor esto que escuchar otra sarta de insultos. Tampoco era culpa suya que la nave se hubiera puesto en marcha, y parecia que si, que todo fuera culpa de otros.

-La máquina pensante de la nave ha encendido los motores y nos estamos moviendo, no se donde, y el piloto no sabe cómo tomar el control, aunque la máquina pensante ha dicho que le dará el control en algún momento, ya podría poner soporte vital... - Suspiró, no le gustaba estar dentro del traje, tampoco contarle todo esto al monje, pero era su único interlocutor.

Ilias no se había percatado antes, pero mientras caminaba por los pasillos observo como la mujer seguía enguantada en su traje mientras el se había quitado ya el casco.

- No te fias del aire? - Le dijo mientras seguía sus pasos.

Enarcó las dos cejas sorprendida.

-¿Aire? ¿Qué aire?

Y ahora, que estaba un poco más tranquila, se fijó que el novicio no llevaba el casco. Estaba tan furiosa que ni siquiera se había fijado en eso.

-Ehm, este... ¿hay aire?

En aquella sala no parecía haber nada más que pudiera ser de utilidad al grupo y, la verdad, es que las cosas que estaban pasando requerían el reencuentro del grupo. ¡Debían advertir a los otros de la locura del magistrado! 

Sin decir palabra salió a la carrera tras el capitán.

La pregunta de la mujer quedó respondida instantáneamente. Desde que los sistemas de soporte vital se activaran con la luz la mujer no había caído en retirarse un instante el casco del traje espacial. Efectivamente había aire y era respirable. La nave había activado todos sus sistemas como si de un viaje normal se tratase, sólo que esa vez el viaje era muy especial.

Todavía estaba Daynee con el casco entre las manos cuando apareció el capitán Moss y tras él, poco tiempo después, el novicio eskatónico.

—Menos mal que no estaban muy lejos. Los sistemas de comunicación están fallando y no podemos comunicarnos con la sala de control. El magistrado ha perdido los papeles.

El capitán parecía alterado. Soltó la retahíla de palabras casi sin respirar y casi sin pararse continuaba hacia la escalera. Hacia el nivel inferior.

- ¿Ha perdido los papeles? - Musitó Ilias mientras avanzaba detrás del capitán.
- ¿Exactamente, que significa esto? - Se acercó hacia donde estaban las pantallas, para ver si las imágenes le aclaraban lo que el capitán le había dicho.

Al inquisidor no le gustaba mucho la noticia de que los comunicadores no funcionaban, era un ingrediente mas hacia el desastre. Ya ni tan solo se esforzaba por tranquilizar a su parte paranoica, dejando que su imaginación corriese libre pensando en todas las amenazas que podían encontrar.

-Ya los había perdido cuando he salido de allí. - El tono de Daynee era seco, pensando en los improperios contra todos que había soltado el cuasi-máquina-pensante. -No podía aguantar un momento más allí, escuchandole.

Siguió al capitan, sin decir nada más, hasta que llegaron al nivel inferior, sólo entonces miró el casco, suponía que no podía dejarlo en el suelo, ni en ningún otro sitio, pero por lo menos ya no tenía la cabeza cubierta por él.

-Supongo que no hay nadie más en la nave, o quizás si, pero no en este nivel. ¿Puedo dejar esto por aquí? -Preguntó señalando el casco, no era suyo, en realidad era del capitán, aunque seguro que estaba tan alterado como todos y no la haría caso, así que lo dejó en el suelo antes de mirar las pantallas con curiosidad, esto si lo entendía, imágenes, no lucecitas y botones raros.

- Perder los papeles es una leve afirmación para lo que hemos visto: ha disparado al piloto. ¿Qué estaba pasando cuando dejó a sus compañeros Daynee? Sin más información sólo me atrevería a sugerir que Illias tuviera preparado su lanzallamas si ese demente quiere atacarnos. La reacción que tuvo, desde luego, no fue muy normal. Pero ¿qué es normal en esta nave? ¿Le has hablado ya de la extraña estatua? De todos modos creo que por seguridad deberíamos, primero, intentar reducir a ese magistrado. No creo que sea prudente dejarlo pulular a sus anchas por la nave de forma que nos pueda emboscar... No sabemos que pasa por su cabeza.

Miró el casco en el suelo y luego añadió:

- Yo prefiero no dejar nada de equipo desperdigado por la nave. Ahora mismo los soportes vitales funcionan pero ya no me fío de nada. ¿Y si a alguien le da por desconectarlos? Soportaré la incomodidad del traje por si nos deparan nuevas sorpresas.

Ilias se quedó atónito ante las palabras de Nicarius.

-¿Ha disparado al piloto?- Dijo aun perplejo ante la situación.

-¿Puede ser que la imagen del vídeo esté falseada? Daynee, ¿Cuando lo dejaste allí, crees que estaba lo suficientemente alterado como para reaccionar de ese modo?-

El inquisidor acariciaba el lanzallamas con el pulgar, un tic que solía tener cuando se metía en su papel y tenia que empezar a lanzar campesinos a la hoguera ... aunque al contrario que sus compañeros Avestitas, el era mas reacio a prejuzgar a la gente y creía en la presunción de inocencia.

Luego recordó la pregunta de Nicarius.

-No, no le he contado nada acerca de la estatua ... aunque por alguna razón, creo que deberíamos lanzarla por una escotilla de mantenimiento hacia el espacio.- El novicio miró otra vez a las pantallas pensativo.

-Quizá deberíamos ir hasta allí para investigar que ha pasado, todos, sin dejar nadie atrás.-

Nicarius asintió ante las palabras de Illias.

- Lástima que no tenga un arma... Dudo que la imagen estuviera falseada, parecía muy real. Lo que no sé es el motivo por el que podría dispararle al piloto. Parecían discutir, pero el monitor no tenía audio.