Partida Rol por web

En general, la gente está bastante consternada y sorprendida, algunos incluso un poco asustados, y unos pocos parecen divertirse. Al fijarte en los líderes estacionales, ves que al menos Trasgu y Lord Óxido reaccionan con cautela; Lord Óxido adopta una postura como de guardia, seguramente un reflejo de guerrero, y Trasgu, de brazos cruzados, esboza una mueca enseñando sus dientes afilados. Selene sigue como embelesada, observando la escena con una expresión entre divertida y curiosa, pero no parece estar preocupada. Jennie parece seria, pero se intuye una ligera sonrisa en su boca.

- ¿Quién se habrá creido ese maldito bastardo para dirigirse así a nosotros? - pienso mientras aprieto los puños hasta que los nudillos se tornan blancos. Nadie se dirige así a nuestro regente y menos a mi.

- Que se acerquen, que se acerquen. Verás que bonito regalo tengo para ellos.

Doy un tirón a mi acompañante y nos acercamos a Lord Óxido.

- Ven. - le susurro. Aquí estarás más segura si pasase algo.

Busco a Titania con la mirada y le indico que se reuna conmigo junto a nuestro señor.

Al fin y al cabo le debo lealtad y si pasa cualquier cosa le protegeré con mi vida si fuera necesario.

Algo resonó en su interior.  La llamada a escena se hizo presente y no pudo más que atenderla, se separó un poco de Mar con la intención de evitar que los recién llegados depositaran su atención en ella y se dirigió en voz alta al niño que parecía ser la parte racional, si es que había alguna, en aquel dueto.

-Joven Primogénito.  Has creado una hermosa obra de arte para nosotros, nos has dado goce y disfrute y además nos traes un regalo.  Me conmueves y te lo agradezco, sin embargo, a riesgo de abusar de tu calidad de anfitrión, quisiera pedirte algo más.– Hizo una pequeña pausa teatral y continuó -¿Podrías develarnos de que consta tu obsequio?  Soy un curioso y tonto Perdido que no puede esperar más por vuestra gracia-  su rostro reflejaba impaciencia, sonreía y frotaba sus manos delante de él, se había transformado en un tonto y curioso Perdido en cuestión de segundos.

Parece que por fin uno de los presentes se atreve a dirigirse a los anfitriones, o al menos al único que ha hablado, porque el otro sigue bailando con un invitado tras otro. Es el hombre con bombín y mirada de depredador que había estado hablando y bailando con la joven pálida del vestido blanco. Entre la música y el ruido es complicado saber lo que dice si no se está a su lado, pero parece que le está preguntando por el "regalo"

Tras la aparición en escena de los amfitriones todo resultaba un poco confuso. Theo se apartó para no estorbar, tratando de pasar desapercibido. Cuando éstos se hubieron pronunciado y por fin alguien se acercó a hablar, Theo salió de su ensimismamiento. Buscó con la mirada a Laura y le susurró a Lily:

-Pss, ey. ¿Y esto? ¿Te suenan o algo? ¿Nos... acercamos a ver qué hablan? -En su voz se notaba la duda, pues no le gustaba no hacer nada, pero tampoco sabía bien qué debía hacer.
 

Macario tomó a Jenny de la cintura en un paso del baile, admiró sus tatuajes y le dijo:  Mi reina, ¿que hacemos?  ¿Que sugiere Selene?  Los regalos de las hadas no son cosa de tomar, como bien nuestra experiencia nos ha mostrado...

-Tienes razon, mi joven cortesano. Pero hay algo en este desconocido, que me recuerda a Madre.*- Respondio Jenny con una sutil sonrisa, conteniendose tal donde estaba y expectante.- Observa y escucha, y por primera vez en mucho tiempo, intenta no dar la nota.

Y para asegurarse de calmar a Macario y obedeciera, cogio suavemente y ternura las manos del joven y las fijo en su cintura caliente, como haria una madre con su pequeño.

-!Me encantaría¡- Exclamo en una explosion de felicidad, dando un par de saltitos.- Pero me temo que tendreis que espera !Lo siento¡ Sin embargo, cuando llegue al momento, sera revelado la naturaleza de este regalo.- Se disculpo, aunque sus gestos y como se mordía el labio decian que se moría por contarlo.- !Argh, que puñetas¡ Os daré unas pistas, es lo mínimo que os merecéis, el regalo es algo que os quitaron los Otros y todos vosotros perdisteis en vuestra estancia en Arcadia, ademas es un regalo que uno por si mismo no puede dar uso, son necesarios dos, ni tres ni uno, dos.- Repitio, alzando dos pulgares, derechos.- Por ultimo, tendrá un coste, ojala os lo pudiera dar sin mas, pero hay reglas que cumplir, y otras que romper, aquellas que reciban mi regalo, tendrán que superar obstáculos y pagar un precio para desbloquearlo !Sera muymuymuymuyperoquemuy peligroso¡ Pero a cambio, los elegidos, y este Feudo, cambiaran el futuro de los Perdidos del mundo mundial tal como se conoce !POR SIEMPRE¡

Las palabras retumbaron en la sala, en un potente eco, que finalizo en un "!Pero por siempre, eh¡". El primogénito salto un par de mortales sobre si mismo, aterrizo sobre sus manos haciendo un pino y continuo.

-Pero aquellos que teman por su vida, no preocuparse, llegado el momento, si los elegidos deciden que no merece la pena, se les retirara el regalo y ya buscare por otro feudo otro intrépido dúo, y aun así se les dará las gracias por participar. Y si alguno se siente incomodo en este sueño que tan duro os he preparado, bueno, la salida esta por ahi.- Señalo con ambas manos, sin caerse aun asi, a una puerta roja con un gran letrero luminoso de "salida" sobre ella retirada a un lado de la sala. Tan evidente, que era mas que extraño no haberla notado hasta ahora.- Pero os lo advierto, aquellos que se retiren de la fiesta, no podrán ser evaluados para ver si reciben el don. Lo siento chicos, pero no hay cabida para aguafiestas y solitarios en este sorteo.

Escuchó las palabras del primogénito y lo único que apareció en su mente fue la palabra Hijo.  ¿Eran los perdidos incapaces de tener hijos?  No lo sabía, pero por más que intentó aquella era la única palabra que surgía.  Sonrió al primogénito levantó nuevamente su copa hacia él a modo de saludo y agradecimiento por la pista proporcionada y se giró hacia Mar.  En un susurro y exagerando la gesticulación le dijo -¿Está hablando de tener un hijo?-

¿De qué está hablando...? ¿Un regalo que los Otros nos quitaron...? ¿Uno para el que se necesitan dos...? ¿Se refiere a nuestra propia humanidad...?

¿Por eso... no somos perdidos... aquí...? ¿En este sueño...?

Lily soltó la mano del que se hacía llamar Jack de los Cuervos y volvió junto a Theo

- No me suenan de nada, pero... son un duo divertido. Esto es muy interesante -dijo con una sonrisa de picardía
 

No tengo idea de quien es Madre, ¿me cuentas Jenny?  El vientre de su líder era cálido y sus pasos alegres, así que parecía que todo estaba casi bien, así se lo transmitía a Macario.  Pensó por un momento en irse él sólo hacia la salida, pero si su reina no lo hacía valdría más el quedarse.  

En cuanto a tratos con hadas sabía que no entrar en ellos era lo mejor.  Su experiencia lo demostraba.  Pero su solidaridad con su corte fue más fuerte y decidió quedarse, por más mal que les fuera a ir, ahora o en el futuro.  

¿Quien es "Madre" Jenny?  -repitió, al dar una vuelta de pasodoble combinada con cha-cha-chá que sintió apropiada a la deliciosa cacofonía armónica que los rodeaba... 

-Madre Susan, Macario. Fundadora de la corte en la cual tu y yo tenemos el honor de pertenecer.- Respondió Jennie, permitiéndose llevar por los pasos de Macario, pero siempre atenta de lo que ocurría con los anfitriones.- Fue una mujer con un gran deseo en su interior, ademas de valiente y lista, uso todos sus recursos y recurrió a muchos contratos, solo para obtener lo que mas quería, y luego dárselo a la misma Primavera. Algún día te contare mas sobre ella, entre los muros de la Salamandra.

¿Y que tiene el Primogénito que te recuerda a ella, Jenny?  ¿Porque este fauno es un hada verdadera, verdad? -dijo esto último con un cierto temblor en su voz.  No se había dado cuenta Macario, pero con el tiempo su miedo hacia sus captores había crecido.  Era mayor ahora en el mundo real que lo que fue en el tiempo que el joven grafitero perduró en Arcadia. 

¿Y el espantapájaros?  ¿Es conocido de las Cortes del Drac Art de San Martín?  ¿Que quiere el individuo con esto?  -Macario hablaba discreto, entre paso y paso de baile, para que no llamara la atención su conversación a nadie más que a Jenny.

-Y qué se supone que debemos hacer ahora?  ¿Esperar a que acaben de hablar y ver que nos sucede? -No tengo muy claro que hacer, y me planteo si todo es un sueño después de todo. Pero... no puede ser. Es demasiado real... y demasiado fantástico. De cualquier modo, no puede sino anhelar qué será lo siguiente.

La pregunta de Hieronymus se solapó con sus propias preguntas, éstas sólo en su mente. Le miró y asintió. Y le respondió en voz baja, cuidando que nadie más que él pudiera oírla.

-Sí... exacto. Eso creo, por lo menos. Lo que nos quitaron de nuestra humanidad es, sobre todo, la posibilidad de engendrar vida. Creo que se está refiriendo precisamente a eso... aunque, ¿cómo pueden ellos devolver ese don...? Son hadas. ¿Será esto una mentira más...? ¿Una trampa más...?

-No lo creo- respondió a Mar en voz igual de baja.  -Pero si pueden quitarnos algo  ¿Por qué no podrían devolvernoslo?- hizo un segundo de silencio mientras pensaba en las palabras de Mar -No tiene sentido que nos mientan  ¿Qué ganarían con ello?  ¿Divertirse?  ¿Vale la pena tanto despliegue sólo para reírse de nosotros?-  Entonces volvió a hacer silencio y agregó -No terminé de comprender si buscan una pareja de perdidos o si, esta insinuando que será él quien les dará un hijo a las mujeres.  Creo que habla de parejas porque sino no tendría sentido que los varones estemos aquí.  ¿Tú que piensas?  ¿Te gustaría obtener este regalo?-