Partida Rol por web

Natalia os guia por el laberinto, rastreando y guiandose por su instinto para recorrer las mil y una esquinas traicioneras que formaba el laberinto, os encontrais con mas espinosos no hostiles, por ahora, mas espinas y mas callejones sin salidas, hasta llegar un amplio hueco dentro del laberinto, diferente a lo que habeis visto ahora.

Para empezar, habia estatuas ahi, estatuas bastante extrañas, a simple vista parecian humanoides, pero mas de cerca, ayudado por la luz de las linternas llenas de luciernagas del Seto que iluminaban con una luz verde fantasmal, podiais ver que estan parecian malformadas y huecas, habiendo solo aire donde un estomago deberia haber, o habiendo una pareja de bailarines cogiendose de sus cabeza-manos.

Asi mismo, los espinosos, merodeaban bajo las largas sombras que se formaban ahi, a simple vista parecian solo hacer tareas de cuidado y mantenimiento del jardin, pero algo raro les pasaba. Cada vez que parpadebais o perdiais uno bajo la sombra ondulante de una de las lamparas, se desplazaban a unos centimetros de donde debian estar o habia incohorencias con lo que estaban haciendo, por ejemplo, uno de ellos habia pasado de podar con unas tijeras a tener una regaderas y regar unas flores sin que pudierais haber visto el cambio.

Desde las sombras, sopla un viento calido que os calienta un poco los huesos en esta fria noche.

Lily seguía tensa, y eso se adivinaba por su expresión seria y concentrada, muy diferente de la cara risueña que solía llevar siempre. Estaba intrigada por todo aquello, pero le preocupaba más Laura. Contempló las estatuas con cierta curiosidad, analizando sus formas imposibles.

- Esto parece el jardín de una Gorgona decorado por Gaudí

Volver a concentrarse en seguir el camino había conseguido relajar un poco a Natalia; los sentimientos de paranoia y sentirse observada disminiuian, pero estaba lejos de sentirse tranquila. El jardín de estatuas le incomodaba bastante; se preguntaba si alguna de esas esculturas bajaría de su pedestal y les atacaría.

Aquello era cada vez más extraño, o al menos lo era para él.  Desconfiado se mantuvo alerta intentando preveer que pasaría a continuación.  El jardín de estatuas lo desconcertó, no esperaba encontrarse con algo así.

-¿Y ahora?- preguntó -Esto no me gusta.  Tenemos que encontrar a la niña.  ¿Qué dijo Macario a cerca de las flores?- recordaba que el mono... no Macario, había dicho algo a cerca de unas flores, pero no podía recordar qué exactamente.  Quizás sus compañeras lo habían retenido, como fuera, necesitaban encontrar a la niña y marcharse cuanto antes

Caminando un poco mas entre las estatuas, llegais a un punto en particular, donde distinguis cuatro estatuas aunque igual de deformadas que las otras, se podian reconocer claramente a quienes representaban, las majestades de las diferentes cortes.

Ahi estaban los cuatro, Lord Oxido, Selene, Trasgu y Jennie, pero en vez de representar sus correspondientes emociones, los cuatro tenian emociones correspondientes a una corte.

Jennie estaba llorando con las manos en el rostro solo abriendo lo suficiente para mostras una mirada verde, Lord Oxido estaba con el rostro compungido por el terror y la verguenza, poniendo un dedo delante de sus labios y rogando silencio, Selene en cambio tenia una sonrisa entre sensual y maniatica entre sus labios, con la lengua fuera y pose sugerente, el rostro de Trasgu era un monstruo invadido por la rabia, todo colmillos y pose feral.

Hay una dedicatoria que reza asi:

"La reina de Primavera llora por lo que no puede tener,
El rey de Verano tiene miedo de perder su secreto y dignidad,
La reina de Otoño es esclava de los deseos de la luna,
Y el rey de Invierno le invade una sed de sangre monstruosa.
Todos tienen su debilidad, todos me son utiles ¿Pero a quien usare?"

Mientras lo leis, os dais cuenta de algo curioso, Miriam tiene marca de labios tanto en su mejilla derecha como su cuello, ambos de color electrico azul.

Desconcertado, aquella era la palabra que mejor describía el estado en que se encontraba Azacinto.  No sólo por las estatuas y la frase, sino también por las marcas que habían aparecido en la mujer.  Miró al resto de sus compañeras en busca de alguna respuesta y luego se concentró en intentar averiguar que estaba pasando allí

Lily se acercó a Miriam y miró su cuello y sus mejillas

- ¿Y esto? -preguntó extrañada- No lo tenías hace un minuto

- ¿Es una broma? -preguntó Natalia, desconfiada. O alguien invisible los acechaba y se dedicaba a bromear con ellos... O Miriam estaba en el ajo

Azacinto olfateó el aire, intentó captar algo con el oído, con la vista, e incluso se paseó por el lugar.  Intentaba, de algún modo, percibir si allí había alguien más, alguien que se escondía a su vista, alguien que pudiera atacarlos por sorpresa.

Cualquiera de la Corte de Primavera podía atestiguar lo poco que a Miriam le gustaba el seto, pues le traía recuerdos del pasado que sin duda no había sido capaz aún de superar. Y esta situación lo dejaba patente, parecia que había sido hace una eternidad y ahora, sola con este grupo de extraños les seguia practicamente en shock, como una autómata. Parecia incluso que la ya de por si menuda mujer, se había encogido más aun.

Cuando llegaron a altura de las estatuas, no parecía que la chica tuviese el más mínimo interés por ellas y por las escrituras, pero cuando la atención se torno hacía ella, por fin reacciono. Se llevo una mano al cuello, y acercó el dedo tembloroso machado de aquel azul eléctrico a su rostro para verlo.

Al contemplarlo, sus ojos se abrieron como platos y formo un grito en su garganta que nunca llego a producir, en su lugar su respiración se agitó a medida que intentaba borrarse las marcas.

¿Que..? ¡¿Que es esto?! ¡¿Por qué a mi?! -buscaba en los ojos de sus compañeros algún tipo de respuesta, como si esperaba que ellos hubiesen encontrado la clave en ese tiempo que ella había pasado "ausente"- No entiendo nada...

Mientras Hyero empieza a olisquear y buscar, de subito, veis como Hyero pasa de tener el sombrero sobre su cabeza, a estar este a unos metros de el, tirado en el suelo junto una de las salidas que hay en el hueco. En sus labios hay rastros de carmin, azul electrico, como el de Miriam.

Aparte de eso, Hyero se dio cuenta de una cosa, por alguna razon habia sacado las garras y tenia los colmillos preparados para atacar, como solia hacer cuando estaba ante una amenaza hostil.

Era evidente que algo o alguien se estaba moviendo por allí, usando las sombras o una gran agilidad para no ser visto. Natalia se concentró, afinando sus sentidos de la vista y el oído con su instinto animal para captar al intruso. Sus orejas se movieron tratando de captar algún sonido, mientras que sus ojos comenzaban a brillar con un fulgor animal.

Natalia rastrea el lugar, buscando e intentando captar aquello que los acosaba. Despues de unos minutos muy largos, no detecta nada mas que el viento que corre alrededor vuestra, sin embargo, hay algo que le desencaja.

Del cañon de su rifle, sale un ligero rastro de humo tipico de despues de haber sido usada, y si estaba comprobaba su arma, veria que habia sido descargada faltandole la municion, pero aun asi, no tenia ningun recuerdo de haber disparado con esta en los ultimos minutos, asi mismo todo los demas.

Natalia estuvo a punto de perder completamente la compostura tras aquello; consiguió aferrarse a su cada vez más perjudicado sentido de la realidad y no perder la cabeza, pero por el sudor que le recorría la frente, se notaba que le estaba costando un esfuerzo considerable. ¿Que demonios estaba pasando?
 

Lily se había cansado de jueguecitos. Había vuelto a sacar la navaja y se mantenía en pose de combate, observando a su alrededor con expresión concentrada. Era consciente de la tensión que estaba ejerciendo aquella situación sobre Natalia, y que podría ocurrir si acababa por quebrarla.

- Vámonos de aquí -sentenció- Esto se nos escapa de las manos
 

Una parte de él se negaba a hacer lo que Lily pedía, pero tenía razón, aquello era más de lo que podía morder y permanecer allí sólo podría tener un fin trágico.  Él moriría, junto con el resto, y no sólo no podría salvar a la niña que había ido a buscar, sino que con él moriría el monstruo que evitaba que muchos otros cayeran presas de las hadas.

-Tienes razón Lily.  Rápido, vámonos de aquí ya- mientras hablaba comenzó a moverse intentando marcharse de allí lo antes posible.

Miriam se intentaba quitar aquella sustancia azul de su clara piel como fuese.

-Os lo dije... ya lo había dicho que no teníamos que adentrarnos más, que había que buscar ayuda y refuerzos y lo que hiciese falta.

Con aquella sensación de temor, volveis sobre vuestros pasos, esperando poder huir cuanto antes del oscuro jardin, sin embargo, aunque habeis puesto todo vuestro esfuerzo en procurar recordar cada uno de vuestros pasos anteriores, no volveis a la salida, al contrario, volviendo una esquina os encontrais otro hueco diferente al que estabais y una terrorifica certeza, habeis perdido la ruta para volver a casa.

Es similar al hueco de antes, pero en este caso, solo hay dos estatuas de dos lideres, el de Primavera y el de Verano, espalda contra espalda, y una mirada desesperada ambos presencian ante si dos cosas diferentes pero que parece provocarles agonia en sus seres. En el caso de Jennie, se pueden ver un monton de cadaveres frente suya, todos ellos portando el atuendo y investiduras de campeones de Primavera, tambien esta Botas, aunque es el unico que se mantiene en pie y en vida, pero este le esta dando la espalda a Jennie, y tirado a un lado sus ropas de campeon. Oxido en cambio esta observando una pira de cartas quemandose en un fuego eterno, pero lo que mas destaca es un cuadro semi-hundido en las cartas, un cuadro de la reina de Primavera en su mejor gala.

En medio de los dos hay un reloj, contando los segundos hasta las doce de esta noche, lo cual sin nada que ver, le hizo recordar a Hyeronimus sobre su cita con espadas a la misma hora. Aunque teniendo en cuenta el estado de el y su supuesto rival, iba a ser dificil que se fuera a cumplir.

Lily contempló las estatuas, esbozando una ligera sonrisa

- Vaya, sea quien sea el que ha construido este jardín, está por lo menos tan informado como yo