Partida Rol por web

Nuestra amada lideresa se libera y salta la valla. "¡Genial! Este es el mejor de los escenarios posibles, ya tengo quien me corone cuando llegue el momento y además, así puedo seguir corriendo y no es como si la abandonara ni nada de eso."

Por otra parte, viendo que estos frikis no han resultado de ninguna utilidad y que Jess, además de tener un pelo bonito parece la mar de inteligente puesto que ya ha salido corriendo, yo hago lo propio y echó a correr, también, detrás de ella. Estoy segura que la lideresa, por eso de ser lideresa, no necesita que yo le diga que tiene que correr, ya lo sabe ella.

Lo que no tengo muy claro es hacia dónde estamos corriendo... A mí la opción de ir con Kim y Darcy no me parecía mal porque Kim puede salvarnos a cualquiera de nosotras y Darcy es un buen cebo. Peeeero... por otro lado, si resulta que no vamos donde ellas igual tenemos la ventaja de dividir el equipo de las malas y tenemos más posibilidades de llegar a una comisaría donde unos señores policías estén dispuestos a ayudarnos amablemente... "Con esos uniformes tan bonitos suyos..."

Mi cabeza ya está haciendo de las suyas otra vez... Va por libre, a sus cosas... "Si es que así no podemos seguir... que yo tenía un plan perfecto para esta noche... ¡¿Por qué demonios no se ha podido cumplir todo?! ¡¡Por culpa de esas malditas gemelas asquerosas!! Y ahora, aquí estoy yo, con la hormona subida que no soy capaz de concentrarme en escapar como Dios manda... Confiemos en que por lo menos toda esta energía acumulada me sirva para correr más rápido"

Por alguna razón, Channel se sintió libre. Vale que tenía un brazo más caliente, más ardiendo que cuando se pasaba en las sesiones de Rayos Uva. Lo peor era como olía. Olía a carne asada, y le daba hambre... ¡Su propio brazo le daba hambre!

Bueno, aquello no podía ser, cuando escapara se permitiría el lujo de comerse unos bombones, para luego vomitarlos, claro, pero se los comería, era lo mínimo que podría hacer.

Beth no la había hecho caso, así que con una última mirada...

Bajó y siguió corriendo, metiéndose entre los nerds. 

—¡La gótica y las gemelas que nos siguien son muy putas y quieren polla nerd! —exclamó— llevan toda su vida pidiendo pene de friki y dicen que pueden con todos vosotros a la vez. ¡Tenéis puta gótica! ¡Tenéis una rubia calentorra más puta aún! ¡Y la tercera es una Futa-girl! ¡No podéis fallar!

Entre las lorzas de los frikis tendría cobertura, y con suerte, lanzaría a las hordas de lerdos contra las putas asesinas. 

La piara acabó de saltar al otro lado y Luzbel se quedó sin chochos que penetrar con sus pollazos eléctricos.

– Ains, ¿y ahora tener que pasar? Qué pereza, tías –comentó.

No tenía muchas ganas de hacer malabares, y a ella no le empujaba esa adrenalina del terror instintivo de aquellas putas, que corrían para salvar la vida. Luzbel no corría, caminaba con sinuosa elegancia y jaqueteando como si estuviera en el desfile de Victoria´s Secret.

La desgana se le notaba al acercarse a la valla. Intentó encaramarse pero cogió poco impulso. Pero ¿para qué esforzarse si podía hacerlo otro?

– ¡Pollitas dulces! ¡Los del la hermandad de frikazos! –llamó–. ¡Eh! ¡El que quiera perder la virginidad esta noche que arramble con to la valla para abajo! Aquí hay hembras de sobra para esos micropenes paliduchos.

La esencia feromónica que irradiaba Luzbel empalagaba el aire a distancia. Y para darse cuenta del olor a rancio y sudor acumulado durante días de estar sentados jugando a la consola no, pero para sentir la esencia de toto las narices de los empollones salidos eran como los sabuesos que buscan farlopa.

De algo me tenía que servir tanta orgía, flexibilidad erótica y años de entrenadores personales, a los cuales después tirarse disfrazados de Alien. Pero eso nadie lo sabría nunca. Todo aquel que lo supo, como aquella chacha filipina, están muertos. Ya lo creo. 

El caso, que para algo tenia que servir, pues salto la valla con elegancia de Diva. De las de verdad. 

- ¿Quien va a ayudar a esta diosa a ayudar a subir a su hermanita? - digo, con tonito sugerente a los nerd de mierda, resguardando mi cuchillo tras la espalda. Como se acercaran a tocarme estaban muertos, eso es asi. Que asco.

Iracunda por haber dejado escapar a Channel y por ver cómo todas habían saltado la valla, en lugar de intentar saltarla yo también me lanzo directa contra ella, con la intención de golpearla hasta tirarla abajo, aunque sin mucho éxito.

Jessica corrió hacia la casa y se metió en aquel tugurio que apestaba a doritos, red bull y pescado. Mary Ann fue detrás y lo que encontraron dentro fue un paraíso nerd. Al menos una docena de hombres les miraron entrar, levantando la cabeza de sus pantallas y por un instante la imagen se congeló. Allí nadie movía un músculo o respiraba, no fuera que las tías buenas se fueran a espantar y desaparecieran. Como cuando intentas cazar un cervatillo en el bosque. Hasta saltó un “game over” enorme en la tele al que nadie hizo caso

El salón de la hermandad, que en las HOTS se usaba para fiestas, allí era como el laboratorio de informática de la facultad. O parecido, porque había un olor curioso entre los ganchitos, las bebidas varias donde abundaban pocas cervezas y las hormonas que exudaban los nerds. Todo ello junto con la calidez de la sala, debida a los ventiladores de los ordenadores, dejaba un ambiente que bien podía enlatarse y venderse como “eau de nerd”.

Mientras Channel saltó y se encontró con Darcy y con Kim, tratando de dialogar con los nerds. Las palabras de la presidenta les hicieron moverse y acercarse a la valla. Del otro lado venían más mujeres que querían su cuerpo, o eso les prometía la rubia.

No tardaron en aparecer detrás Lilith y Luzbel, las gemelas del mal. Aunque Luzbel quedó en un casi paso pero no. Tras ellas debía de venir la tercera en discordia, solo que primero trató de saltar con menos éxito. Se ve que las habilidades gimnásticas de animadora no habían traspasado a su nuevo yo demoníaco. Por último quedó del otro lado, peleándose con la valla o algo así. Al menos se le oía pegarle del otro lado.

-Hola…- se aventuró un nerd tímido acercándose. El tipo era escuálido y solo tenía tres pelos por bigote.

Uno de ellos se acercó a ayudar a pasar a una de las gemelas malvadas, que quedó a mitad de camino, pero él también quedó a mitad centrándose en la otra gemela.

-¡Bienvenidas a nuestra hermandad, señoritas!- dijo el más gordito, tirando de confianza en sí mismo y pasando un brazo sobre los hombros de Lilith. –He oído que necesitáis compañía…- subió y bajo las cejas de forma sugerente.

-Em… Esto… Pues… Mmmm…- el tercero parecía tonto del todo, que no solo tartamudeaba sino que sudaba y sudaba a chorros.

¿Qué es esa peste que hay en este sitio, y por qué hay tanto tío rarito mirándome fijamente? Se nota mucho que esta hermandad no está a la altura de HOTs, este lugar no es nada adorable con tanto ordenador y tanto friki. Por fortuna Mary Ann está también aquí, por lo que no me siento totalmente sola. Habría sido terrible verme sola, con todos esos ojos mirándome fijamente, me incomoda un poco.

- Mary... nos están mirando fijamente - le comento en voz baja, algo nerviosa - No hagas movimientos bruscos y no nos atacarán, como en la película esa de los dinosaurios.

Luzbel olisqueó el aire. Sería imperceptible hasta para el mejor sabueso de la DEA. Pero no para ella: si había sexualidad en el aire la diosa del amor debía notarlo. Y pasó ante ella como una difusa e invisible fragancia. Del otro lado de la valla llegaba el efluvio genital de empollón.

Algunos hombres extraordinariamente atractivos dejaban por donde quiera que pasaran el aroma de la semidivinidad, y esos eran los que te hacían temblar las bragas y desear ser empotrada contra la pared hasta que se te quedan los interiores como si te hubieran enchufado una minipimer con la función varillas de montar potencia 10: revueltos, del revés y espumosos. Esos eran los vikingos jamones fundevulvas y los dioses de ébano lacado como Beetlejuice, el amor secreto de Lilith. Liberaban machoalfina hasta sin saberlo. Soltaban esporas hasta por foto.

Pero luego estaban los de la hermandad de los empollones. Esos que habían dedicado 16 000 horas-hombre para construir un mundo en Minecraft llamado Nerdia. Por gusto, además. Y con orgullo y palmaditas en la espalda y «jojojo cómo mola... ahora vengo voy a... esto... ¿alguien ha visto mi calcetín?». Esos no pretendían ser superhombres: se tragaban toda la morralla del cine de superhéroes, pero no para motivarse y ponerse así de buenorros, no. Lo hacían para pasar cinco horas al día discutiendo histéricamente en foros de internet porque en las últimas pelis Superman ya no lleva los calzoncillos por fuera.

Definitivamente, ese tipo de tío no secretaba machoalfina, no. Lilith olisqueó el difuso almizcle que le llegaba de los tres más cercanos. Olía a requesón, virginidad, adolescencia perpetua y desesperación por meterla. Olía a chihuaha frotándose contra una pierna. Pero olía a sexo y eso al menos para Lilith significaba que estaban vivos, y eso quería decir que podían moverse y abrir puertas, servir copas, lamerte las botas o incluso ayudar a pasar a una dama por encima de una valla.

– Chicos, ¿no veis como está mi amiga? Se pega contra la valla por poder pasar a vuestro lado. Tiene hambre de SEXO, nenes. ¿Alguno de vosotros, honorables paladines de nivel 15, piensa ayudarnos a saltar? ¿O vamos a tener que buscar caballeros en otro sitio? Las chicas sabemos recompensar las buenas acciones.

Olisqueó... snif, snif... Sí. Ahí había hombrecitos temblorosos.

– Ogh, Dios... espero que al saltar no se me enganchen las braguitas y se me vea todo.

Corro como una loca elegante y gracil, detrás de Jess hasta que entramos en un sitio y se para de golpe. Si no fuese por mis reflejos de animadora, me habría dado de golpe contra ella. Miro a los lados, dándome cuenta de lo que tiene de raro este sitio y porqué Jess se ha quedado quieta.

Hago caso del consejo de Jess y me quedo quieta. Pero es que no es tan sencillo. Veo como nos miran

-Somos diosas Jess, nos idolatran. Creo que esto es como eso de las arañas que decía mi nodriza "Nos tienen más miedo ellos a nosotras que nosotras a ellos"-

Pero no es sólo eso. Si señalo a uno y le digo que nos vayamos a un sitio oscuro, seguro que consigo lo que quería desde el principio para esta noche. "Sólo quería echar un polvo, nada más ¿porqué tiene todo que ser tan difícil?" Bueno, no se trataba de echarlo con cualquiera, así que aunque todos estos estén disponibles, dejaré pasar esta oportunidad. Otra vez.

Levanto la mano en son de paz -Hola. Nosotras y nuestras amigas estamos siendo atacadas ¿alguien dispuesto a defendernos? La recompensa puede ser... ¿una cita?- Luego ya veremos a quién le asignamos el "muerto" pero mientras, hay que negociar con lo que se tiene -Y ¿habría alguno dispuesto a guiarnos a Jess y a mí por algún tunel secreto hacia alguna otra salida de esta casa? ¿eh?-

Todo había salido a la perfección, los Nerds habían acudido hacia las putas locas asesinas satánicas del infierno. Ahora servirían de escudos humanos para Channel y para sus escudos humanos pers... sus hermanas de HOTs.

Mientras se alejaba con el resto, gritó hacia atrás.

—¡Tocadles las tetas! ¡Como si fueran una bocina! ¡Eso las pone cachondas! —a la vez que se largaba.

Pensando en obtener cobertura, entró en la sala de los Nerds

Mary Ann tenía iniciativa, pero no se llegaba tan lejos con sinceridad —¡Nada de ataque! ¡Es una orgía salvaje! ¡Hay fiesta en Hots! ¡Y las locas de las gemelas ex-vicepresidentas están haciendo una competición a ver cual se folla más hombres! ¡Y se han quedado ellos ya! ¡Corred! ¡Les gusta el sexo japonés y las humedece el nivel de vuestros personajes de vuestros juegos de perdedores! Todavía están frescas, corred antes de tengáis que quitar el semen con una fregona... —dijo atravesando la sala, tratando de ni oler el lugar. Ese sitio daba calorías sólo de pensarlo. Saldría por la puerta de la hermandad y se largaría a todo correr. 

Pero ella era leal —Chicas, aquí no hay túneles, salgamos por la puerta que lleva a la calle y a correr, nunca nos encontrarán. 

Olia a perdedor, a desesperación, a lechazo en la pared con una revista enfrente, a dormirse la mano para hacer mas real la experiencia de masturbación de una paja, a muchas cosas impensables que hacen los desesperados y no se porque estoy yo al tanto...

El brazo grasiento de la morsa me rodea los hombros y tengo que con contener el impuso irrefrenable de atravesar una de sus placas tectónicas de grasa. Me contengo para acercarme a su oreja.

- Mi hermanita está tan desesperada por subir la valla... - paseo la punta de mi lengua por su lóbulo - Ayúdadnos un poco y después te puedo dejar los huevos más secos que la mojama... ¿estamos de acuerdo?

Seguía intentando tirar la valla con todas mis fuerzas pero cada vez me quedaban menos. Sin embargo a mi mente iracunda no se le ocurría nada mejor en ese momento. Si hubiera pensado con calma me habría dado cuenta de que una valla que separa diosas de frikis iba a ser completamente imposible de tirar abajo. No nos podíamos exponer a escapaditas nocturnas de mentes eternamente adolescentes y totalmente salidas.

Busco entonces otra forma de poder pasar. Tendría que haber alguna puerta en algún sitio, ¿no? Aunque aquellos nerds eran poco más que monstruos que si por mí fuese los encerraría en una jaula y los donaría a la ciencia, por lo visto eso no era legal y tenían derecho a salir y entrar y ver a sus padres y eso.

Con un último e inútil golpe me alejo de la valla. Miro a un lado y a otro buscando a mis Señoras, y luego comienzo a analizar la situación.

Tirando de Kim, Darcy corrió y corrió como solo una atleta podía hacerlo. Una atleta ayudadapor la inercíade dos glandulas mamarías hiperdesarrolladas. El factor T.E.T.A.Z.A.S (Técnica de Estabilidad Total Aumentada por Zona Atrapahombres Suprema) que hacía que pudiese dar volteretas en el aire gracias a la gravedad pechuguil, que con un giro pegase un acelerón, o que hiciese caer el precio de las copas a cero, aunque eso tenía más que ver con el factor M.E.L.O.N.E.S (Métodos Especiales de Liar y Obnibular Numerosos Especímenes Sexuales).

¿Pero qué te han hecho? exclamó al ver el brazo chamuscado de Channel sin comentar lo apetitoso que parecía. Cuando oyó lo de huír como perras Darcy sacudió la cabeza –¿Qué dices? Esas zorras satánicas nos encontrarán. Preparemos una trampa y que la palmen las muy putas.

Estaban a la defensiva, huyendo como zorritas asustadas...Pero a la vista de los superpoyapoderes de las gemelas y la recién convertida gótica, poco podían hacer ellas, salvo huir y encontrar algo con lo que hacerles frente.

Quizás aquella fraternidad de frikis fuese la solución momentánea.

Escuchó a Channel, escuchó a Mary Ann...y a aquel friki que ponía a nuestra disposición una ayuda más que dudosa.Debían intentar que aquellos perdedores de mierda dificultasen el paso a las tres zorritas y conseguir algún tipo de arma. Joder, eran frikis, tendrían espadas de esas de colección o katanas. Si, katanas. Aquellos eran unos pervertidos viendo dibujitos japoneses porno, y como siempre, cualquier aficionado a esas mierdas vería con buenos ojos comprarse una katana para ser el nerd supremo.

-Hacedle caso a la presidenta Channel, dos gemelas y una gótica muy putas, solo quieren follar y están dispuestas a una orgía salvaje, si vais a por ellas sin compasión sexual, pasareis una buena noche, pero antes, ¿Alguien me presta una katana o una espada de esas del señor de los...¿Jaramillos?-