Partida Rol por web

Las dos parejas suben a sus respectivos camiones, encendiendo motores y dejando atrás a Evan, que mira cómo cada uno toma su propia ruta con satisfacción alejándose de la zona en la que estabais hace un momento.
Tanto Nica como Bastian no tardan en darse cuenta de que controlar ese enorme trasto no es tan fácil como parecía en un principio y deben ejercer bastante fuerza en el amplio volante para no desviarse... por no hablar de los giros que les harían sudar si pudieran.

Mirando el lado positivo es sin duda un reto y una experiencia nueva pero está claro que no podríais llevar a cabo nada parecido a una persecución con esos trastos así que será mejor que el furgón policial con el ghoul no se os escape.
Cuando lleváis apenas un par de calles recorridas, Odín toma el móvil de su impetuosa acompañante de cabina y tras asegurarse de cómo funciona preguntándole un par de veces, éste empieza a sonar hasta que Toxic coge el suyo.
El nosferatu propone dividirse para no llamar tanto la atención con dos camiones transitando por medio de Chicago y eso es precisamente lo que hacéis.

Nica y Odín llegan a destino tras algo más de 10 minutos, sin embargo por el momento no hay rastro del otro vehículo.

Tras la llamada de Odín os desviáis por una calle para seguir el trayecto en paralelo con ellos, llamando así algo menos la atención... al menos esa es vuestra intención.
Por desgracia vuestros temores se cumplen y un coche patrulla aparece por detrás de vosotros y os empieza a hacer luces para que paréis a un lado, probablemente querrá revisar permisos y demás papeleo... del que carecéis. Pero por ahora está claro que no se muestra "agresivo" y ni siquiera ha encendido la sirena, además tenéis tiempo para intentar "convencerles"...

Tras poco menos de quince minutos en los que el porche ha circulado a más velocidad de la recomendada para transitar una ciudad, llegáis hasta la pequeña y sucia armería de Kaos. Al menos en apariencia ya que los almacenes subterráneos tienen la suficiente capacidad para almacenar armas, granadas y munición para todo un regimiento.
Ambos conocéis el local y a él aunque no demasiado, pues normalmente es Roman el que se encarga de recoger la munición necesaria y "accesorios" similares. Se lleva bien con el regente del negocio y eso deja claro que probablemente no sea uno de vuestros contactos favoritos.

El llamativo coche se detiene frente a la puerta y Baal baja de él, probablemente dando alguna última instrucción a Quincey antes de dirigirse al interior de la tienda él solo a pesar del cartelito en la puerta que indica estar "Cerrado".

El interior es algo más oscuro de lo que debería, pues hay pocas fuentes de luz. Varias escopetas de caza decoran las paredes tras unas vitrinas, acompañadas de algunas prendas de ropa destinados al mismo "deporte legalizado". En el mostrador se pueden ver algunos revólveres y distintos calibres de munición legalizada así como la caja registradora algo antigualla y un pequeño timbre como si de un hotel se tratara.

Baal pulsa el timbre sin olvidar la presencia de sus guantes de cuero para tocar cualquier objeto o mobiliario de ése lugar, Kaos sale entonces con cara de fastidio de una puerta tras el mostrador pero al ver de quién se trata sonríe más animado ante la idea de un negocio rentable e incluso "divertido".
-¿En qué puedo ayudarle?- pregunta con la escasa educación de la que es capaz mirando de arriba a abajo el "modelito" del daeva.

Cuando va a responder a Bastian suena el móvil, que saca de su abrigo y responde casi al instante. Asiente un par de veces a las indicaciones de Odín y se las va comunicando al piloto hasta que finalmente lo cierra y cuelga. Sigue jugueteando con él en sus manos mientras mira a Bastian de reojo.

Va bien, si, los findes se llena hasta arriba. Sí, sí, de vez en cuando damos conciertos o viene alguno a hacer uso de su pase vi.... -de pronto enmudece y se queda a cuadros cuando ve las luces de policia aparecer por los retrovisores. Un escalofrio seguido de un rostro de cabreo es lo siguiente.

¡Mierda! ¡Maldita sea! ¡Joder ! ... antes lo decía de coña ¿por qué tenian que aparecer justo hoy?

Rebusca por la guantera del camión en busca de los papeles, si Evan había sido un buen chico habría sido suficientemente inteligente como para planear que algo así pudiera pasar.

Ve parando.. yo me encargo.

Detengo el camión al poco de decírmelo Toxic. Busco un sitio lo menos luminoso posible; por si acaso. Mantengo el camión en punto muerto y solamente lo pararé si me lo piden.

- Muy bien Toxic...nos tocará convencerlos...espero que tengamos suerte...si no menuda mierda de noche nos espera...

Observo al coche patrulla por el retrovisor; espero a que salgan del vehículo para poder estudiarlos. Es una pena que no sean chiquillas de veinte años...suelo triunfar entre ellas...pero un policía....eso es mas difícil...pero Toxic puede que lo tenga más fácil.

Si las cosas salen mal vamos tener que pelear y no soy precisamente un hacha en eso...esperemos que todo salga bien...

Baal baja con elegancia del coche y sin dirigir una última mirada a Quincey cierra la puerta con sumo cuidado. Se dirige al local sonriente. Siempre le ha gustado comprar armas. Al aparecer Kaos la sonrisa no se desvanece, pero frunce el ceño ligeramnete y lanza una mirada desaprobadora lo que forma en su perfecto rostro una extraña mueca fruto del esfuerzo de no mostrar la cara de asco que realmente le produce.
-Buenas noches Kaos.-saluda.-Verás tengo un asuntillo entre manos con polis de por medio. Me gustaría algo para poder deshacerme de ellos, algo como gas o bombas de humo...ya me entiendes. Para no mancharme de sangre ajena.-comenta tranquilamente y de un modo poco preciso. Con un poco de suerte Kaos malinterpretará sus palabras y le proporcionará algo más potente que un simple gas lacrimógeno o para dejar inscosciente.

lo que ha empezado siendo divertido, como nueva experiencia, se va tornando complicado, aun así me callo y sigo manejando el volante que se asemeja más a un hula hop que a otra cosa. presto atención a la carretera, mientras le explico a odín como funciona el movil, la cosa tiene su gracia, no puedo dejar de sonreír, aunque de manera discreta. lanzo miradas fugaces a los retrovisores, algunas veces observo mi reflejo sin querer, me cuesta acostumbrarme a esa imagen, la rehuyo en la medida de lo posible y me concentro en las curvas, los límites del camión y en no atropellar a nadie. porque nos han dado un trasto como este? es tán difícil maniobrar con el... las mangas de la ceñida chaqueta de cuero me tiran en los hombros cada vez que giro una curva. detengo el trasto cuando llego al punto indicado, lo dejo en marcha para lo que pueda pasar y me quedo mirando la calle, por si aparece la poli.

Kaos se mantiene con los puños sobre el mostrador, prestando atención a lo que le explicas hasta que terminas y se queda en silencio unos segundos, arqueando visiblemente una de sus cejas tras tu última propuesta, evaluando que sería lo que podría ir mejor contigo.
-Creo que tengo algo que te gustará... una caja con 6 bombas de gas nervioso. Los dejará muertos en unos cinco minutos, quizá menos, y evidentemente no te mancharás si sabes colocarlas en el sitio ideal antes de que lleguen...- asiente con convencimiento y de hecho que haya conseguido tener un material tan controlado e ilegalizado como ése dice mucho de sus capacidades en el mercado negro, por muy mal que pueda caerte.

-Aunque para ello deberíamos hablar del precio, claro, no es algo que puedas conseguir en cualquier sitio... ¿me entiendes?- ahora llega su turno de sonreír, seguramente ésta sea su parte favorita del negocio -Y ya sé que podrías darme bastante pasta pero resulta que no me interesa... Quiero una noche entera con esa ghoul vuestra. No te quejarás...- parece convencido de estar haciéndote un favor, al fin y al cabo sólo es una ghoul. Aunque tú tampoco eres su dormitor.

Toxic busca con rapidez en la guantera que queda justo delante de su amplio asiento, encontrando en su interior diversos papeles del vehículo que parecen bastante actualizados así que quizá tengáis suerte con ello aunque no sabríais decir si falta alguno en concreto.
Por su parte Bastian detiene el camión a un lado y éste parece refunfuñar con una especie de silbido de sus sistemas hidráulicos.
La gente que todavía circula por la calle observa el espectáculo con curiosidad, pero ninguno se detiene para verlo pues el frío y la presencia policial no resultan ser incentivos para ello.

El coche patrulla se detiene a escasos dos metros de vuestro compartimento de carga y de él baja un agente uniformado que acaba de colocarse bien la gorra llevándose consigo una pequeña libreta.
Al llegar a la altura de vuestra cabina apreciáis que parece estar algo cansado e incluso hastiado, pero no tiene más remedio que seguir al pie del cañón.
-Detenga el motor y bajen del vehículo con los papeles del mismo, los permisos y su carnet de conducir. Por favor- añade ésto último como si casi se le hubiera olvidado, pues al fin y al cabo lo que acaba de soltar es tan rutinario para él que apenas se da cuenta de lo que ha dicho exactamente.

Apago el motor del camión. Pongo el freno de mano y abro un poco y muy despacio la puerta. Le digo a Toxic:

- ¿Encontraste los papeles?

Espero que estén si no tendremos problemas graves...problemas muy graves...aunque somos dos y ellos también...

- Toxic apura que estos se empiezan a impacientar y eso no es bueno...

Miro para el agente y le digo:

- Espere un momento agente...en seguida bajo del vehículo...

Baal sorie realmente complacido ante la propuesta de Kaos. No sólo iba a conseguir lo que deseaba, sino que además le saldría gratis. Bueno, casi gratis...
-Perfecto.-dice mostrando sus perfectos dientes en una amplia sonrisa. Empezaba a caere algo mejor el traficante.-Sólo quiero una pequeña condición. Si alguien te pregunta, yo no tenía ni idea de lo que me vendías ¿ok?. Si es necesario puedo pagar a parte este pequeño favor.-comenta con algo más de seriedad por volver a los asuntos de negocios. Le encantaba lo que estaba haciendo, pero tampoco era necesario meterse en más problemas de los que ya tendría.-El único problema es que esa ghoul tiene una afinidad bastante empalagosa con cierto miembro de la cuadrilla, así que no puedo darte un día exacto, pero tranquilo no tendrás que esperar en exceso. Una noche te llamaré y te comentaré el plan a seguir y esa misma noche realizaremos todo el..."Pago". Espero que te guste un poco de resistencia...-comenta regodeándose en su propia crueldad.
Perfecto. Sólo tendré que conseguir que el blandengue de Quincey no se entere de nada, y eso no será muy difícil.

Asiente recogiendo todos los papeles , licencias y carnets y se lo da todo a Bastian, que después de todo es el "conductor". Le guiña el ojo en señal de confianza para que se tranquilice un poco pues parecía aún más alterado que ella y despúes abre la puerta para bajar abajo de un pequeño salto. Se recoloca el flequillo y se acerca con pasos sinuosos al agente de la libreta.

Buenas noches, agente... Ahí tiene. ¿Qué frio hace hoy, no? Brrrr..

Deberian pagarle un extra por trabajar en estas noches de helada..-Sonríe, encogiéndose y frotándose las manos como si se muriera de frio aunque en realidad no notara nada.

Ambos bajáis del camión con cierta lentitud para no poner nervioso al agente, el cuál recibe el montón de papeles desordenados por parte de Bastian con un resoplido de fastidio.
-Buenas noches señorita...- saluda a Toxic con educación pero por desgracia para ella en estos momentos parece bastante centrado en lo que tiene entre las manos así que no le presta excesiva atención.

-Falta el carnet de conducir, señor- devuelve el papeleo al periodista, por suerte las licencias y demás parecen estar en regla -Señorita usted enséñele la carga a mi compañero- hace un gesto con la cabeza a Toxic indicándole la parte trasera del camión y cuando ella empieza a moverse emite un silbido agudo e incluso incómodo -¡Novato, muévete!- espeta en dirección al coche patrulla antes de volver a centrarse en Bastian y su carnet.

El chico que esperaba en el interior del vehículo sale entonces del interior con cierta torpeza, claramente algo nervioso así que el apelativo de "novato" no era porque sí.
Se acerca a paso apresurado hasta las compuertas del camión y espera a que Toxic las abra mientras saca una pequeña linterna de su grueso cinturón.

-No tengo problemas con que se resista un poco, tampoco tiene pinta de ser demasiado dura, seguro que puedo suavizarla en poco tiempo- sonríe de forma burlona y después da una pequeña palmada en el mostrador, bastante animado con el trato según parece.
-Ahora te traigo la mercancía- se gira y vuelve a internarse por la puerta por la que vino, tardando algunos minutos que se te antojan largos, pero después de todo es bastante normal que tenga esos explosivos a buen recaudo.

Cuando vuelve a aparecer porta consigo una pequeña caja de madera con unas asas algo incómodas. La deja sobre el mostrador y abre la tapa dejándote ver los seis explosivos que permanecen en su interior y en buen estado.
-Sólo tenéis que retirar la anilla y lanzarlas. O sin lanzarlas, eso ya a gusto del consumidor...- vuelve a taparla y deja que la cojas, pero en ése momento apoya la mano sobre la cubierta y te mira con mayor seriedad.

-Tienes tres noches para cumplir tu parte o toda tu cuadrilla se enterará de esto. Y no creo que den saltos de alegría...- tras dejar claras las condiciones vuelve a apartarse cruzándose de brazos y te sonríe como si no hubiera pasado nada -¡Diviértete!- espeta a modo de despedida.

- La licencia...¿no está ahí?...perdone pensé que estaba toda la documentación...si quiere puedo revisar en el camión porque estoy seguro que la traigo...espere un momento...

Empiezo a mirar en los bolsillos para ver si tengo mi vieja licencia de conducir coche. Es una putada porque ahí aparecen mis datos verdaderos y no quiero que nadie se entere de que sigo "vivo" y menos el FBI.

Veo como le indican a Toxic que le enseñen la carga.

Espero que los camiones esten vacios...o no lleven nada ilegal...si no...si que tendremos problemas y de los gordos...

Me vuelvo a centrar en el guardia. Miro su rostro para ver que grado de seriedad presente y comprobar si realmente nos causará problemas.

Lo único que encuentro es mi vieja licencia de conducir del estado de Florida. Por suerte me parezco en la foto, la verdad es que no he cambiado mucho.

- Aquí está...

Le muestro la licencia pero sin dársela de momento.

Si no lo encuentras ahí arriba, dile que quizá la haya cogido yo, se me ha ocurrido algo -Susurra a Bastian al pasar mientras le coge las llaves del camión. Acompaña al poli novato hacia las compuertas traseras y con el ceño fruncido las abre, sin saber que diablos podrian estar transportando. Esperaba que hubiera algo, sino seria un tanto sospechoso.

¿Que capullo, no? No debería tratarte así...

Comenta distraida mirando al novato, para tantear qué tipo de persona es.

Baal hace una pequeña mueca cuando escucha las condiciones del trato. No es que fuera un problema demasiado importante, pero los límites de tiempo le agobiaban un poco. Rápidamente recobra la compostura para asentir dos veces.-De acuerdo. Tres noches.-vuelve a sonreír al traficante justo antes de que vaya a buscar la mercancía.
Tan sólo tendré que prepararlo después de esta noche. total, no será muy dificil sacarla de la casa un momento con cualquier escusa para tenderle la emboscada.
Al rato vuelve Kaos con una especie de caja de madera. Mientras este le explica el funcionamiento Baal coge una de las bombas de gas y la examina con ojo crítico. Realmente no tenía ni idea de lo que estaba agarrando con sus enguantadas manos, pero demostrar incultura hacia lo que se está comprando da ventaja al comerciante, que bien puede colocar los atributos del objeto por las nubes para venderlos más caros, y en cambio, con una simple expresión y un par de asentimientos de cabeza uno conseguía que lo tratasen de experto. Son cosas que se aprende en su trabajo. La fachada, el embuste, los faroles etc son gages del oficio, y Baal los conoce todos. Entonces deja la bomba en su sitio y cierra la caja para agarrarla incómodamente de las asas.-Me divertiré, te lo aseguro. En tres noches como máximo nos veremos, y entonces serás tú el que se divierta.-comenta bromista con una sonrisa malévola en la cara...Una sonrisa que le queda extrañamente bien.

Gracias a tus indicaciones Odín parece apañarse bastante bien con el teléfono móvil, a fin de cuentas es un tipo polifacético. Tras la llamada te lo devuelve y de vez en cuando observa como maniobras con cierta dificultad, aunque su rostro no muestra ningún cambio por ello y tampoco dice nada al respecto.
-Creía que te gustaban los retos y esas cosas- responde tras tu comentario, esta vez sí, sonriendo de forma algo ladeada antes de proseguir -Es una buena forma de conseguir frenar al convoy, no les quedará más remedio que hacerlo porque podemos tapiar todo el túnel con éste camión... a un coche podrían incluso embestirlo si se vieran en problemas pero con esto se quedarán encerrados sin remedio- da unos golpecitos al salpicadero y finalmente llegáis al lugar acordado. Una calle sin salida con varios edificios relativamente bajos y viejos llenos de graffitis, basura y algún que otro despojo de la sociedad.

Está claro que sois los primeros en llegar y tras aproximadamente diez minutos más seguís siendo los únicos.
-Hmm...- se limita a murmurar Odín mirando alrededor repetidamente y después el reloj en el centro del vehículo. Su ceño fruncido refleja la preocupación que no expresa.

Baal sale del establecimiento a un paso más bien acelerado. No se le ve nervioso, pero parece que no quiere estar demasiado tiempo a la vista con la extraña caja de madera que porta. Lanza una mirada a los dos lados de la calle y rápidamente se dirige al deportivo. Pulsa un botón con el pequeño mando de las llaves y abre el maletero para dejar ahí la mercancía, lo cierra y se mete en el coche.
-Listo.-sonríe a Quincey al entrar al porche.-No tenía pasamontañas. Me ha dicho que la industria del textil no es cosa suya. De todas formas-sigue mientras arranca.-Me ha dicho que el gas es muy efectivo, y que los polis ni se acordarán de que ha pasado. Así que sólo debemos preocuparnos de las posibles cámaras. Respecto a los guantes hay unos en la guantera precisamente. Te los dejo mientras los cuides. Aunque sean de repuesto son de calidad.-Añade con arrogancia a la vez que acelera.

Cada agente se encarga de una tarea. El más joven, y al parecer novato, deja espacio para que Toxic abra las puertas del camión, iluminando su interior repleto de bastantes cajas de cartón en cuyos laterales hay imprimidos nombres y logotipos, al parecer de alguna marca aunque vete a saber cuál.
El novato sube con agilidad y se acerca a una de las cajas.

-Voy a tener que comprobar la mercancía...- informa a Toxic mirándola de reojo antes de llevar a cabo la acción y comprobar que sencillamente está repleta de calcetines.
-Mientras sólo me llame novato no es para tanto... He oído cada cosa por ahí- responde con relativa calma a la muchacha mientras se mueve entre la carga abriendo más cajas al azar sin dar con anda fuera de lugar, así que vuelve a salir de ahí dentro.
-Todo en orden, cargamento de calcetines de primera calidad- informa a su compañero animadamente y éste se limita a asentir distraidamente mientras observa el carnet que le muestra Bastian.

-Tiene la cara muy dura para mostrarme esto y quedarse tan tranquilo, ¿no cree?- su bolígrafo da unos golpecitos a la licencia del mekhet mientras la expresión del agente se vuelve más severa -Es evidente que no tiene permiso para conducir vehículos de gran tonelada, tendremos que requisar el camión y el carnet- empieza a rellenar unos papeles que tienen toda la pinta de ser una multa importante, así que queda claro que ya os está trayendo problemas además de haceros perder tiempo.