Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Capítulo 1: Fiesta de bienvenida

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02/04/2020, 23:31
Fiorella Van Hauber

Los besos y abrazos se sucedían mientras los dos bailaban, era una sensación cálida y agradable que poco a poco iba borrando todo lo demás. Sentía que podría estar así con Alain eternamente y él le correspondía, ¿Sufrían del mismo modo todos aquellos que compartían una maldición? Siempre había sido amable y servicial, pero nunca había encontrado en quien confiar, con quien poder abrirse.

Le observó perpleja cuando se sinceró con ella gritando entre aquel ruido. Ella negó en la cabeza. - No hay nada por lo que disculparse, nos estábamos conociendo y la misión fue bien. Además, te escuché gritarme y buscarme entre la niebla cuando veníamos aquí, si hubieses sido tan frío como dices, no lo habrías hecho.

Tras decir esto esbozó una sonrisa dulce y amable mientras no dejaba de bailar, los besos y los abrazos se iban intercalando mientras desprendía su dulzura y calidez natural. Los dos se dejaban llevar por el ímpetu y el deseo sin soltarse mientras sus pulseras tintineaban cada vez que se rozaban. Sólo quería que durase eternamente. 

- Y que tu fuerza, se desvanezca, no tiene ningún sentido, si nunca me he sentido con mas energía... 

Respondió ella sin dejar de mover los pies cuando Alain se echó a reír por las palabras del fuego, atrapada en aquella espiral como él.

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03/04/2020, 06:33
Narradora

Tomaste la botella con firmeza, casi como si fuera lo último que te ataba a tu cordura y corriste hacia la humareda. Aunque pudiste esperar encontrarte con cualquier cosa, lo que hallaste fue una especie de fiesta. Muchos tambores tocaban a la vez, haciendo una atrayente y amena melodía. Tanto así que había muchas personas bailando alrededor del fuego. ¿Qué era eso?

Te acercaste un poco más y pudiste ver a un anciano sentado un poco más alejado de la gente, pero notaste que quienes bailaban alrededor de la fogata parecían tan absortos en la situación que ni siquiera notaban sus alrededores. Mientras más te acercabas, más crecía esa sensación de disgusto e incomodidad. ¿Por qué era aquello? El anciano miraba el fuego arder sin ninguna intención de moverse y más aún sin pestañear. El calor de la fogata se intensificaba y el frío de los alrededores se veía opacado por este, y de seguro así lo sentían quienes estaban bailando.

El ritmo era animoso, pero no fue eso lo que realmente llamó tu atención. Mirando con mayor detenimiento, viste que había una pareja que se le veía bastante afectuosa e... Íntima. Se abrazaban e intercambiaban besos constantemente. En una situación así no sería extraño, sino fuera porque conocías a esas dos personas: se trataba de Alain y Fiorella. Sabías bien que ellos habían sido designados como una de las parejas, pero ¿habían sido siempre así de cercanos? Su contacto era constante y sus miradas... Sus ojos carecían de brillo, casi como si de un trance se tratara.

Algo más había en esos tambores. Casi como si vieras telarañas, percibías el flujo de la energía desde el círculo de baile hacia ellos. La energía vital de las personas era absorbida poco a poco y pudiste ver sus pieles tornándose más pálidas, casi traslúcidas. Sea lo que fuere que estuviera ocurriendo, era magia y estaba afectándoles a ellos también.

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03/04/2020, 06:43
Narradora

La humareda era relativamente lejana ahora que comenzabas tu camino. ¿Cómo es que podía haber tanto humo en un lugar tan frío? Pero no era un sendero fácil de cruzar. Atravesaste una cabaña, otra, otra... Y así por unos cuantos minutos. Tal vez era el frío, pero esto te dificultaba correr muy rápido. A la final, te decidiste a simplemente caminar. Era difícil controlar la respiración en un lugar así.

Se te veía bastante agotado y tuviste que parar un momento. En verdad era un lugar extraño. Parecía que algo muy malo estaba pasando allí. Algo muy retorcido. Te paraste a descansar un momento y aún podías escuchar la algarabía venir de la dirección de la humareda cuando sentiste pasos. Por un momento te sorprendiste, pero te giraste a ver y pudiste ver a una chica de cabello ondulado que llevaba el cabello adornado con unas hermosas flores y un vestido recto de color blanco que se te acercó un tanto angustiada.

- ¿Está bien? - se sobresaltó al ver tu rostro y su mirada se volvió temerosa.

- U-usted no es de por aquí, ¿verdad? - dejó caer un balde que llevaba con agua y retrocedió asustada.

- Y-yo, perdone. Por favor no me haga daño - se le veía a punto de comenzar a llorar.

 

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03/04/2020, 06:54
Narradora

Se podía escuchar bastante ruido de la dirección de donde estaba la chica. Parecía preparar algo. Era eso o estaba asesinando a un gato. Sin embargo, el hombre barbado no quitaba la expresión triste de su rostro. Les miró curioso y miró a Rin. Sus ojos se tornaron aún más tristes mientras escuchaba la respuesta de la pequeña.

El hombre asintió - Es por la maldición. Y aunque agradezco las intenciones, no hay mucho que puedan hacer por mí - suspiró y miró a Réamann.

- Si la conoce, no me cabe duda que es ella quien le ha hecho eso - y señaló el lugar que justo el peliblanco sujetaba con fuerza momentos antes -. Ella fue mi esposa, pero eso fue hace mucho tiempo. Tuvimos a Rowan, pero ella convenció a la portadora del cristal Tenebrarum que yo le había traicionado y me hicieron esto - miró sus palmas de la manos con pena, pero no es como si pudieran ver heridas o algo. Solo eran las manos de un hombre mayor.

Momentos después, llegó la pequeña con tazas de té para cada un y se sentó al lado de su padre. Miró a Réamann y le dijo - Tienes suerte de llevar esa poción contigo. De no haberlo hecho, quién sabe si habrías aguantado. Por cierto, soy Rowan y ¿conoces a mi madre? Nunca la he visto, pero sé que no es precisamente una bruja buena. No como mi padre. Él era el mejor - sonreía ampliamente y con los ojos llenos de admiración por el hombre barbado. Este la miró con una sonrisa cariñosa y le puso la mano en la cabeza.

Ante la última pregunta del rubio, el hombre se llevó la mano a la barba - No lo sé. Este pueblo se volvió un refugio de muchas brujas que embaucan viajeros para aprovecharse de ellos o jugar con ellos. Si tienes suerte y logras salir, puedes salir maldito. Aquellos que ya vivíamos aquí, solo nos mantenemos en casa para no ser lastimados. Mientras que no nos metamos con ellos, no se meterán con nosotros - explicó el señor.

- ¿Por qué han venido aquí? - preguntó la niña con curiosidad.

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03/04/2020, 07:14
Narradora

La fiesta seguía sin parar y todo alrededor parecía felicidad. Aquellas palabras se repetían una y otra vez mientras seguía la fiesta, aunque llegó un punto en que el rudio de los tambores retumbaba en su cabeza con más fuerza y aquella pesada mochila se volvía aún más pesada o los pasos de ambos se hacían más pesados. ¿A qué se debía esa repentina pesadez?

Fiorella pudo sentir un leve mareo, pero de seguro era por el humo de la fogata mezclado con el calor humano. Unas manos desconocidas desponjaron a Alain de la pesada mochila y liberaron los listones de los complicados vestidos de Fiorella para darle una apariencia más fresca. La gente seguía bailando alrededor y el ambiente seguía encendido, pero por alguna razón se empezaban a sentir diferentes, casi como si hubieran corrido por mucho tiempo. Incluso en ese momento, la euforia desmesurada de los tambores inundaba a todos quienes allí se encontraban.

A lo lejos, asomándose por los árboles, vieron una figura extraña. Una mujer de cabello negro que podía resultar familiar, pero las formas eran tan confusas y se distorsionaban tan rápidamente que no era fácil identificarla. No era una vieja amiga, pero sin duda era alguien conocido, alguien proveniente de The Marchen. Por su cabello largo y su vestimenta, pudieron ubicar que se trataba de Stella, aunque estaba aún muy lejos. ¿Interrumpirían su danza para ir con ella?

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03/04/2020, 07:11
Hogward Malthael

-Aaa..aaa...aahh- Hogward no pudo evitar respirar por la boca de manera entrecortada. Su aliento se hacia visible apenas salia de su boca. El frio que lo rodeada le impedía tanto respirar como moverse bien. Sentía que en cualquier momento se podía congelar ahí mismo. Un destino que no quería experimentar por nada del mundo. Aunque intentó apretar el paso, la carrera tras el gordo y el frío le impedían sacar mas fuerzas para hacer mas que caminar. 

Luego de caminar un rato, no pudo mas. Hogawrd sentía que sus piernas estaban por fallarle si seguía caminando. Sentía que respiraba cada vez menos, haciendo si respiración corta y errática. Apoyando una mano en una de las cabañas no tuvo mas opción que detenerse para recuperar algo de fuerza.

De repente, Hogward sintió a alguien a su espalda. Con un escalofrío recorriendole la espalda, el chico, rápidamente se volteo sorprendido. Casi sintió como el corazón casi se le sale por el pecho. Sin embargo, lo que vio no fue a alguien amenazante, queriendo cobrarle algo o darle una paliza. Era un chica, una bastante linda la verdad, sin embargo, Hogward estaba demasiado exaltado para fijarse. Que se le acercaran por detrás era algo que no le gustaba para nada.

-A..aah ¿que?- Hogward no puedo conectar bien sus pensamientos. La chica parecía demasiado asustada como para ser la persona que casi le da un infarto -No...no soy de por aqui...- -Es mas...¿donde es aqui?- se preguntó -Y ¿Daño? ¿Yo? ¿Por que lo haría?- Hogward estaba demasiado confundido en estos momentos como para digerir la situación ¿Por que estas llorando? Yo soy el que casi se infarta, casi se me salen los ojos, ni que decir lagrimas. ¿Por que parece que el malo aquí soy yo? Ahora si que quiero llorar-

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04/04/2020, 13:53
Stella Brewster

Llegó al lugar, muy nerviosa. Era un lugar que no conocía y, además, las circunstancias en las que se encontraba no eran las más alentadoras. Miró aquella especie de fiesta bastante confundida. ¿Qué hacía un lugar así en medio de la nada? No, eso no era lo más importante.

A medida que más se acercaba las cosas se ponían más raras. Había un anciano alejado de la gente mirando... ¿qué estaba mirando realmente? Y aquellas personas que estaban bailando... ¿qué pasaba? Stella no se sentía cómoda. Pensó en dar media vuelta y salir de aquel lugar corriendo. Sin embargo, entonces fue cuando divisó a una pareja demasiado acalorada. Ella se ruborizó. ¿¡Cómo era que no podían tener pudor estando en público!? ¡Eran Alain y Fiorella! Stella abrió los ojos bastante para estar segura que eran ellos. ¿Eran pareja, acaso? ¿Desde antes o al encontrarse en The Marchen? ¿Pero eso acaso no era muy rápido? No, no era algo que le incumbiese. Podían hacer lo que quisieran. Sin embargo... en medio de una misión...

Entonces sus sospechas de que había algo raro en el lugar se confirmaron al ver la carencia de brillo en sus ojos. Estaban igual que el anciano y que todos los demás que bailaban. No sabía lo que estaba ocurriendo, pero de repente tuvo la sensación de ver alguna especie de flujo mágico salir de los tambores. ¿Quizá se debía a la herencia de su madre? La energía vital de las personas... ¡El flujo de energía fluía de quienes bailaban! ¡Ahora podía entenderlo! Quizá era por eso el comportamiento de Alain y Fiorella.

Stella dio un par de pasos hacia atrás. ¿Qué podía hacer? No podía ir por ayuda. Ni siquiera sabía en que lugar estaba. Lo único que podía hacer... quizá si hablaba con ese anciano... ¿Siquiera la escucharía, tendría algo que ver? No lo sabía, pero por los momentos...

—Disculpe... Señor... —se acercó al anciano, abrazándose a la botella de agua con fuerza. Stella estaba muy nerviosa. Debía descubrir que sucedía allí y salvar a sus compañeros, pero aún no sabía bien cómo hacerlo. ¿Quizá Réamann si sabría qué hacer?

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05/04/2020, 22:44
Réamann Lockheart

Réamann observaba aquél hombre y parecía escucharlo con atención hasta que él mencionó que la mujer de la pintura había sido su esposa. El poco brillo en la mirada del peliblanco se perdió, revelando una mirada vacía como un pozo sin fondo que engullía la poca luz que entraba; bajó su cabeza para centrarse en el suelo, la cual volvió a levantar cuando la pequeña le habló y le observó.

-Te pareces a ella...-masculló con un tono frío, pero sin intenciones de sonar a un insulto ni mucho menos-. Pero tus ojos son diferentes, completamente diferentes, Rowan.

El joven continuó haciendo ejercicios de respiración para relajarse, se mostraba tenso y su mirada aún continuaba perdida. Luego miró al hombre, como si quisiera decir algo porque abría levemente la boca, pero volvía a cerrarla un par de veces, las mismas ocasiones llevándose una mano a su pecho para masajearlo con fuerza.

-¿Usted fue un brujo o un hada? ¿Ese "fue" tiene que ver con su maldición?-preguntó suspirando levemente, para después ver a la pequeña y luego desviar sus ojos otra vez al suelo-. Hemos venido a investigar unas cosas, pronto deberemos volver. ¿Qué es el sonido que se escucha a lo lejos? -y luego volteó a ver a Rin para guardar silencio.

Notas de juego

Perdonen el retraso, muchos cambios en mi vida xD

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06/04/2020, 00:27
Rin Lotong

Rin rebuscaba en su bolsa, estaba segura de que el día anterior se guardó un trozo por si decidía huir de aquella posada embrujada. Cuando al fin dió con el trozo de tarta, lo dejó en la mesa - espero que a su hija le guste, a mí me sorprendió ayer cuando la probé...

Si les ofrecían té, era de mala educación no ofrecer un obsequio a los anfitriones, o por lo menos eso decían las normas de conducta de dónde se había criado, aunque comenzaba a pensar desde que se descubrió que sus padres no eran muy buenas personas que tal vez esa costumbre se trataba de ofrecer un soborno. Aún así sese no era su caso, solo quería corresponder la hospitalidad de aquella gente.

Prefirió no añadir nada a lo dicho por Réamann, aunque por lo que escuchaba, seguía entre brujas, y no sería la primera en probar el té.

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07/04/2020, 08:48
Alain Blue

Las palabras habían logrado inquietarlo durante el lapso de tiempo de un segundo pero, después, fue incapaz de continuar preocupado. Siguió bailando, bailando aunque los pies empezaron a dolerle, aunque los músculos de su cuerpo le suplicaron que parara. La mochila le molestaba a la espalda pero, por suerte, alguien lo liberó de esa pesada carga, ofreciendo un alivio temporal a su cuerpo.

Y así siguió, dominado por la euforia, bailando, besando y aprovechando cada roce para sentir la electricidad corriendo por su cuerpo a pesar de que éste le pedía que parara, que se detuviera, que aún seguía débil tras días de inanición. Y, sin embargo, lo que le hizo detener aquella locura fue vislumbrar una figura en la lejanía, una que le resultaba conocida.

- ¡Eh! ¿No es esa Stella? ¡Vamos a decirle que se una a nosotros!

Entusiasmado por su idea, tomó de la mano a Fiorella para tirar de ella en dirección a la lejana figura que se acercaba al claro.

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07/04/2020, 23:02
Fiorella Van Hauber

En aquella situación Fiorella estaba tan sumergida en sus propios pensamientos que ni siquiera era capaz de sentir como sus músculos se agarrotaban mientras el baila no terminaba, arrastrados por esa energía que surgía entre ellos los dos se dejaban arrastrar en una espiral de euforia. Los besos, las caricias se sucedían de forma recurrente hasta que Alain interrumpió aquella situación para señalar que Stella había aparecido.

- ¡Claro, vamos a hablar con ella!

Respondió sujetando su mano con dulzura mientras caminaba siguiéndole con una sonrisa en el rostro, totalmente ajena a lo que estaba sucediendo y centrándose sólo la felicidad que sentía.

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08/04/2020, 03:14
Narradora

La chica no salía de su temor y cuando le hablaste, cayó sentada en el suelo mientras se arrastraba hacia atrás.

- ¡Por favor! No me haga daño. Prometo no decirle a nadie nada - y aunque trataba de alejarse a cierta velocidad, no podía. Sus brazos temblaban y se caía en ocasiones, manchando su inmaculado vestido y llenando su cabello de pequeñas ramas y césped.

Pareció que después de un rato se dio cuenta que no tenías intenciones de seguirla, así que se detuvo y te miró con sus enormes ojos azules bien abiertos y su mirada se relajó.

Se sentó de manera más cómoda en el suelo y abrazó sus rodillas, dejando que su falda cubriera sus pantorrillas - Espera. ¿No eres un brujo? - te miró dubitativa para luego añadir.

- Si no eres un brujo, ¿qué haces aquí? -.

Habías perdido a Conall de vista mucho antes de que salieras de la niebla, así que no era de extrañar que no estuviera cerca, ni a la vista. Sin embargo, estaba la duda del lugar donde te encontrabas y la humareda enorme lejos de allí. Además, sonaba fuerte la música de los tambores y a algarabía. ¿Habría una fiesta o algo así?

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08/04/2020, 03:28
Narradora

Tanto padre como hija se veían desconcertados ante las palabras de Réamann, pero más se sorprendió el hombre ante el ofrecimiento de Rin. A Rowan le brillaban los ojos por ver aquel manjar dulce y lo tomó después de buscar la aprobación de su padre. Este le sonrió e hizo una señal con la cabeza, para luego la rubia tomar el trozo de pastel.

- Muchas gracias. Hace mucho no como uno de estos - sonreía la chica bastante emocionada.

Entonces, la mirada del hombre se centró en Réamann y se tornó algo triste. Suspiró y empezó a hablar - Bueno, creo que no podrían saberlo. Yo era un brujo, tal y como esa mujer del retrato. Si fueron maldecidos sabrán que toda maldición puede romperse y es una versión retorcida de los cuentos de hadas. A veces la solución es la misma que en los cuentos, pero en otras ocasiones, se le hacen variaciones para aumentar su complejidad. Todo depende de la bruja que te maldiga y de qué tan consumida por la oscuridad esté - mientras tanto, Rowan se aseguró de rellenar las tazas de té para que cada uno pudiera degustarlo. La menta de estos era aromática y relajante. La chica dio un buen sorbo, al igual que el hombre barbado, mientras Rowan sonreía a Rin.

- Adelante, no seas tímida. No es tan bueno como el pastel, pero te aseguro que les sentará bien - sonreía ampliamente mientras el hombre retomaba su relato.

- Los brujos tenemos esperanzas de vida más largas que los humanos y tampoco envejecemos en apariencia. Llegada a la edad adulta, conservamos esa apariencia hasta el día de nuestra muerte. Aunque eso no nos hace inmortales. Llega un momento en que nuestros cuerpos no aguantan más y nos disolvemos en el aire. Esa es nuestra muerte. Además, la maldición de Cuentos de hadas se creó para castigar a los humanos. La mismísima portadora del Cristal Tenebrarum lo hizo así tras romper el tabú y perder la cabeza durante la caza de brujas. Sin embargo, solamente la portadora del cristal es capaz de maldecir otras brujas, ya que el poder mágico de estas podría romper una maldición impuesta por otra bruja. Algo similar ocurre con los mestizos. Un mestizo solo puede desarrollar su poder mágico después de cumplir los dieciocho años, así que cualquier mestizo maldecido se liberaría de su maldición, a no ser que sea maldecido por la portadora del cristal. Yo soy el primer de dos casos en que la misma portadora ha maldecido a alguien de su progenie. Me retiró la magia y me condenó a envejecer como los humanos, alcanzando mi reloj biológico a mi edad real. Además me quitó mis poderes y desconozco la manera de romper mi maldición. Todo fue idea de Hyldir - sus ojos se posaron en la taza de té y dio otro trago para hacer un pequeño receso.

- Perdonen, creo que me dejé llevar - rió y miró por la ventana donde se podía contemplar aún la enorme humareda de donde provenía todo ese ruido -. Es una trampa mortal. ¿Han escuchado la historia de los zapatos rojos? Esos zapatos que te hacen bailar hasta morir... A un brujo se le ocurrió una manera de robar la energía vital de viajeros incautos para fortalecerse y además robarles sus pertenencias. Simplemente deben acercarse lo suficiente a ese lugar y serán absorbidos por su hechizo, haciéndolos bailar eternamente. Solo otras brujas son inmunes a la música - miró a los dos visitantes.

- Si pueden evitarlo, no vayan allí. Solo les causará problemas. Es atrayente y alegre, pero se necesita una voluntad de hierro para resistir ese encantamiento. Los pobladores hemos tratado de detenerlo, pero las brujas ya no escuchan. Se han corrompido aún más con el pasar de los años -.

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08/04/2020, 04:33
Hogward Malthael

Hogward no estaba para hacerle caso a la chica por el momento. Volviendo a apoyarse en la cabaña, el chico se puso la otra mano en el pecho, sintiendo su corazón. Este parecía casi parecía un tambor al que no dejaban de darle. La chica por su parte, parecía aun aterrada, pues retrocedió a trompicones cayendo al suelo. Aun así, Hogward no se movió a ayudarla. Sentía que si se movía, el corazón se le iba a salir del pecho. La chica, al parecer, entendió esto como que no tenía la intención de hacerle daño, pues en dejo de huir y a interrogarlo. Algo de ser un brujo o parecido.

-S..so...solo dame un minuto ¿vale?- Hogward le hablo a la muchacha levantando un dedo para que se esperara un momento. Respirando de manera fuerte, trato de calmarse. -Vale, vale, vale-  pensó mientras aun resollaba -Ya paso, ya paso....- se auto-mentalizó. Poco a poco, tanto su respiración como su corazón, empezaron a ralentizarse.

 -Uuufff- al final dio un gran suspiro ya más calmado. Se llevó una mano a la cabeza y se recogió el pelo que le caía por la cara -Dios, que susto- se dijo a si mismo con los ojos bien abiertos.

 -Ahora...-  Hogward se volteó hacia la causante de todo -Primero que nada, hola, mi nombre es Hogward Malthael. Soy un matasanos desempleado asi que no, no soy un brujo- se presento antes que nada. Cosa que deberían hacer todas las personas antes de asustar a uno por la espalda -A por que estoy aqui...- Hogward miró a su alrededor, definitivamente no tenia ni idea de donde estaba -No tengo idea, hace un momento estaba persiguiendo a un gordo ¿no lo habras visto por aqui no? Un tipo mas o menos de esta altura y con unos cuantos kilos de más, con cara de no haber comido en variós días. Bueno estaba persiguiendolo, cuando de repente entre a una especie de niebla y antes de que me diera cuenta, estoy aquí, congelandome tanto de frío como de miedo en este lugar...que por cierto ¿que es este lugar? y ¿por que siguen con esos tambores? son molestos ¿acaso están celebran algo?-

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08/04/2020, 05:42
Rin Lotong

La pequeña al fin tomó un sorbo mientras el anciano hablaba, algo de lo que decía no encajaba con lo que había escuchado anteriormente, pero le dejó acabar para que su historia quedara completa. Tras la espera preguntó, más la duda era bastante lógica después de lo que había escuchado en la posada de brujas. Aunque antes dedicó una frase a Réamann.

- te lo dije, nadie tiene una fiesta al lado y se queda en casa sin un gran motivo... Pero, dice que es peligroso acercarse, eso no lo entiendo, creía que un maldito no podía recibir una segunda maldición... Como es que nos afectaría esa canción? Y... Si vamos con los oídos completamente tapados?

Miró si habían velas con las que hacer tapones de cera y luego prosiguió - había escuchado sobre ataquesa gente, ¿Se refiere ese hecho a los robos en la hoguera?

No dudaba de su voluntad, pero conocía a alguien que con su vaguedad exagerada caería en un instante...

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08/04/2020, 06:46
Narradora

El anciano de largos cabellos parecía absorto observando el fuego de la fogata quemarse mientras contemplaba con atención lo que allí sucedía. Era tal su concentración que no parecía que fuera a despegar la vista de allí. ¿Qué captaría tanto su atención?

Al hablarle, el hombre solo dijo - El fuego... Los tambores... - y pudiste ver cómo cada palabra que pronunciaba se dirigía hacia los tambores, nuevamente atrapando su energía. ¿Cuánto tiempo llevaría allí aquel hombre? Y a pesar de eso, no se movió ni un centímetro.

No te miraba directamente ni tampoco parecía con intenciones de hacerlo. Te giraste una vez más preocupada hacia la fogata y notaste que de allí uno de los danzantes le quitaba a Alain la mochila de la espalda mientras que otros empezaban a soltar el elaborado atuendo de Fiorella para darle soltura a sus ropas. Ambos parecían disfrutar aquel corrillo que todas las parejas les hacían, hasta que se giraron en tu dirección. Viste a un Alain bastante entusiasmado y tomó la mano de Fiorella tomando un descanso de sus intercambios amorosos para dirigirse hacia ti.

Ambos parecían salir del círculo con una sonrisa en los rostros, pero podías notar esas miradas vacías mientras la energía vital se escurría entre sus poros. Seguías aferrándote a aquella botella con fuerza mientras la imagen del peliblanco volvía a tu cabeza. Trataste de buscar quienes se habían llevado la mochila de Alain, pero ya no estaba por ninguna parte y ellos se acercan cada vez más.

Notas de juego

Puedes marcar a Alain y a Fiorella n.n.

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08/04/2020, 07:53
Narradora

Las personas que les rodeaban en medio de aquel corrillo que parecía festejar su recién descubierta cercanía se encontraban danzando y sonriendo, compartiendo la misma euforia. A pesar del cansancio que empezaba a hacerse cada vez más intenso, el deseo de continuar era mayor. Fiorella tenía su vestido un poco más suelto para permitirle moverse con facilidad, cortesía de quienes les acompañaban, mientras que la mochila de Alain se había perdido entre la multitud. Estaban más ligeros de equipaje ahora.

La idea de Alain fue aceptada por su compañera y ambos se tomaron de la mano con afecto para salir de allí. El ritmo de los tambores se hacía cada vez menos audible, pero aún podían sentir la alegría burbujear en su interior. Con cada paso que daban, más pesado se les hacía caminar y más dolían sus extremidades. ¿Cuánto tiempo llevaban allí?

Ya al llegar con Stella, notaron que ella estaba abrazando con fuerza una botella de agua mientras trataba de hablar con el mismo anciano al cual contactaban antes. En ese punto donde estaban, los tambores seguían retumbando con fuerza en sus pechos, pero su intensidad disminuía y el calor se iba. El frío era perceptible otra vez y con ello, una debilidad pronunciada que si no tenían cuidado, los podría llevar a caerse. ¿Pero qué era más fuerte: el ansia de volver a sentir ese calor o la urgencia de descansar?

Notas de juego

Pueden tomarlo como una reducción del efecto de la magia. Pueden rolearlo como deseen: sea haciéndose conscientes o no.

Y ya pueden marcar a Stella :D.

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08/04/2020, 09:31
Stella Brewster

Stella se había acercado al anciano que observaba absorto la fogata, intentando obtener alguna pista... de algo. Sin embargo, sus intentos fueron infructíferos. Suspiró, mirando preocupada la extraña escena que protagonizaban sus compañeros. ¿Cómo podría sacarles de allí?

Todos parecían estar absortos de alguna manera en la fogata. Por un momento Stella miró la botella a la que estaba abrazada. No, estaba bastante segura de que esa cantidad de agua no le serviría para sofocar las llamas.

Estaba claro que Stella no estaba pensando con claridad, pero ¿cómo hacerlo? La forma en la que Alain y Fiorella actuaban... Por alguna razón las mejillas de Stella tenían un vivo rubor. La cosa aumentó al ver que los otros se encargaban de ponerles más cómodos y... Un momento...

—L-la mochila —Stella perdió de vista el que se había llevado la mochila de Alain y... un momento, ¿ahora la acalorada pareja se dirigía hacia ella? Stella no pudo dejar de estar ruborizada. Sabía que ellos no estaban en sus cabales, ¡pero no podía evitar estar así después de verlos... hacer esas cosas!— Alain, Fiorella... ¿están bien? —no, era bastante evidente que no lo estaban. ¿Pero qué otra cosa podía preguntarles? ¡Estaba tan nerviosa que no podía pensar bien!

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08/04/2020, 11:38
Alain Blue

Había salido corriendo, tirando de Fiorella con una amplia sonrisa en el rostro que contrarrestaba la expresión grave que normalmente había lucido. Sin embargo, algo extraño sucedió conforme se apartaba del fuego y del gentío. Sus movimientos se hicieron algo más torpes, sus hombros perdieron rectitud y el frío pareció atacar de repente con toda la crudeza del invierno. Su sonrisa se apagó conforme llegaban al lado de Stella y su expresión dio paso a la preocupación conforme su cordura regresaba de forma confusa, a pesar de que ansiaba con toda su alma regresar junto a aquel lugar.

- Stella... - era una sola palabra que parecía llevar consigo muchas preguntas. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué llevaba agua? ¿Cuánto había visto?. Miró a Fiorella, a quien todavía tenía tomada de la mano -. ¿Estás bien? - por un momento pensó en disculparse. ¿Qué había pasado? ¿Por qué había hecho lo que fuera que había hecho?

Se miró la mano libre, notando que temblaba de puro agotamiento mas la cerró de golpe para evitar el gesto delator de su debilidad.

- No sé que ha pasado pero cuando nos hemos acercado al fuego simplemente... - miró a su compañera, en busca de que corroborara sus palabras -... hemos dejado de estar en nuestros cabales - sus ojos buscaron a Claire, pero no sabía si sentir preocupación o cautela. Los había acercado al fuego. ¿Había hecho de cebo o sencillamente se había dejado llevar por aquel influjo? -. Tenemos que alejarnos más...incluso a esta distancia es como si...me llamara - anunció con el rostro contraído antes de empezar a andar, alejándose un poco de aquel lugar y de aquel extraño anciano.

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12/04/2020, 05:50
Réamann Lockheart

Réamann miraba a Rin cuando le tendió el pastel a la pequeña y por unos momentos cerró los ojos para continuar con el descanso y recuperarse del ataque anterior. Debido a su postura parecía que tardaría un rato más en recuperarse, evidenciando que lo anterior, aunque durase poco tiempo, le había afectado más de lo que podría interpretar a primeras luces.

Sin embargo, cuando el hombre habló el chico abrió sus párpados para verlo y prestarle atención con un semblante algo cansado. Agradeció con un movimiento leve de cabeza el té que le ofrecieron y observó su interior, como si reflexionara ciertas palabras que había escuchado de la explicación... o simplemente encontraba más interesante mirar el líquido que oír la conversación.

-Consumida por la oscuridad...-repitió en un tono vacuo mientras suspiraba y veía la pulsera de su mano derecha. Daba la sensación de que quería hablar, pero el silencio era lo que lo rodeaba por completo.

Por fin retomó la atención a los demás luego de dar un sorbo al té y Rin le hablaba acerca de la fiesta, asintiendo una sola vez.

-Tenías razón-atinó a decir para suspirar una vez más y mirar al hombre-. ¿Por eso hay una neblina y con eso desorientar a los que llegan a estas tierras? -y después miró a Rin-. No debemos ir allá, recuerda que solo debemos investigar y volver-tensó sus hombros para luego estirarlos, y observar al hombre por última vez-. Nos han informado que han aparecido personas heridas, ¿qué sabe de eso?-cuestionó concordando con la castaña como si quisiera reafirmar esos datos en concreto.

El peliblanco interrogaba con indiferencia, pero tampoco se podía detectar si lo hacía con alguna intención fuese buena o mala.