Partida Rol por web

Ciudad de Cuervos

Desmond Mculligan

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15/01/2011, 23:33
Director

Escena privada donde trataremos temas concernientes únicamente a Desmond Mculligan.

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23/01/2011, 23:58
Director

Naci en Marienburgo hace 25 años en la zona del puerto.

Mi familia se dedicaba a toda clase de actividades que iban desde el contrabando, robo y prostitución.
Con ese panorama no tenía muchas posibilidades de vivir una infancia como un niño normal.

Así, a los 5 años de edad fui testigo de como mi padre moría a manos de una banda rival que irrumpieron en casa.
A mi madre la secuestraron y no volví a saber de ella.

Yo recibi un golpe en la cabeza y fuí dado por muerto. De echo me quedo una fea cicatriz que oculto llevando el pelo largo (me duele cuando canvia el tiempo, cosa que me pone de mal humor).

Me encontro mi tío, que por entonces era el patriarca de la familia, y procuró que me recuperara de la herida.
Desde entonces estuve a su servicio. Al principio limpiando un burdel que regentaba y cuando fuí creciendo me empleaba de mensajero.

Yo nunca fuí un niño alegre ni hablador y después de todo lo que paso con mis padres empece a desarrollar una actitud fria y distante con la gente que me rodeaba. No es que no tuviera amigos y gente a la que apreciara, pero asumí desde muy pequeño que la muerte forma parte del mundo en que vivimos, no hay que buscarla, pero una vez que se cruza en tu camino, la aceptas y punto, ya sea un compañero, un familiar... Cuando mueren, poca cosa puedes hacer, por tanto a otra cosa mariposa. Eso explicará mi actitud en los futuros sucesos.

A los 12 años empece a ayudar en pequeños hurtos y estafas. Se me enseño a usar un cuchillo y a encontrar siempre una vía de escape. Esa era la premisa de mi tío "Uye para volver a robar luego".

Cuando tenía 15 años ya trabajaba como un miembro cualquiera de los hombres de mi tío. Tenía una paga y me dejaban llevar armas para defenderme de las bandas rivales. Hacía poco que por primera vez mate a un hombre (un rival que nos embosco a mí y a unos amigos después de una noche de copas), y me sentia casi inmortal. Era joven y la sangre me hervía, en más de un sentido. La ciudad era nuestro patio de recreo y conseguíamos casi todo lo que queríamos, mujeres, bebida, ropas y alguna chuchería llegada de países lejanos.

El mayor peligro de un ladrón, según mi opinión, es equivocarse de víctima de un robo. Y eso fue lo que destruyó por completo a mi familia.

Parecia un golpe rutinario, un barco que atracaba en el puerto, llegado desde quien sabe donde, con baúles para varios comerciantes de la ciudad.
Fue rápido, dejamos a los guardias insconscientes y nos llevamos todo la que pudimos cargar.
Entre todas las cosas que llegaron, había un pequeño cofre lacado de fina factura que entregamos personalmente a mi tío como parte del botín.
El nos felicitó satisfecho y nos dió unas monedas extras para irnos a algun burdel de la zona.
Yo y otros dos nos fuimos por la noche a jugar a los dados a un burdel fuera de la zona del puerto, pues así era más difícil encontrar problemas con rivales.

Pasada la medianoche nos encontro un chico de los que haciamos servir de mensajeros. Tenia la cara ensangranteda y nos avisó de que la guardia de la ciudad había irrumpido en la guarida de la familia y había arrasado con todo y todos los que allí encontraron.

Corrimos hacia allí por callejuelas poco frecuentadas, pero fuimos atrapados por una patrulla que acechaba cerca de la entrada "secreta" que daba al almacén de nuestra "casa".
Para nuestra sorpresa en vez de encarcelarnos fuimos llevados a las mazmorras de palacio.
Allí nos interrogaron a cada uno por separado para saber donde estaba el cofre que robamos aquel mismo día.
No me costo mucho confesar. La verdad sospeché que si mi tío había conseguido huir no lo encontrarían en mucho tiempo, y valía más intentar salvar mi pellejo que morir "por la familia".

No sirvio de mucho, fuimos condenados a morir ahorcados en tres días. Durante esos días los mismos guardias bajaban cada mañana a vovler a interrogarnos sobre el cofre, pero poca cosa podíamos decirles.

Mis compañeros, lloraron y suplicaron por su vida durante esas visitas, pero a mí no me afectó mucho la cercanía de la pena capital. Ya la había asumido y era como si me hubiera liberado de cualquier tortura psicológica que pudieran inflingirme.
Por lo visto mi actitud impresionó a uno de los soldados de alto rango que hizo bajar a un superior para que me viera.

Cuando entró por la puerta entendí todo la que había pasado. Era miembro de la guardia de la reina, por tanto el cofre que robamos debía ir dirigido personalmente a su majestad. Y como todos saben no hay que hacer enfadar a una mujer, sobretodo si esta casada con el dirijente de todo un país.

Ese capitán me estuvo haciendo preguntas durante toda la mañana. Supongo que quedría satisfecho con mis respuestas porque por la tarde volvió a bajar y me dio la opción de alistarme en el ejercito, con la advertencia de que un mal comportamiento no sería aceptado y se me ejecutaría en el acto.

Esta claro que acepte, el instinto de supervivencia de un ladrón es tres veces el de una persona corriente, porque se ha agudizado con el paso del tiempo. Nunca me paré a pensar en que iba a tener una daga pendiendo de mi cabeza.

Así comenzó mi adiestraminto como militar, que duro 3 años .
Un día el mismo capitán bajo al patio de armas y habló con mi superior, se me ordenó que me personara en palacio después de comer.
Me hicieron pasar a una habitación muy elegante donde me sente a esperar órdenes. Cual fue mi sorpresa que cuando el capitán llego iba precediendo a su majestad la reina. Con los reflejos que me ayudaron en mi epoca de pillo me levante de un salto he hice un saludo marcial ocultando mi desconcierto.
Eso debió agradar a la reina que me estudio atentamente, hizo una señal de asentimiento al capitán y seguidamente salió de la habitación.
El capitán me anunció entonces que pasaria a formar parte de la guardia de su majestad.

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23/01/2011, 23:58
Director

ATRIBUTOS

● Físico 6
● Destreza 9
● Mente 6
● Percepción 9
.
HABILIDADES

P) Advertir/Notar 4
(D) Armas a distancia 5
(F) Armas cuerpo a cuerpo 6
(D) Armas de polvora
(D) Atletismo 1
(P) Buscar 4
(D) Cabalgar 1
(M) Callejeo 3
(M) Comerciar 1
(P) Disfraz 1
(D) Escalar
(D) Esquivar 3
(P) Etiqueta
(M) Fauna
(P) Música
(M) Navegar
(D) Nadar 1
(M) Ocultismo
(P) Rastrear 2
(P) Reflejos 3
(M) Religión
(D) Robar bolsillos 2
(P) Rumores 2
(M) Sanación/Hierbas 2
(D) Sigilo 4
(M) Supervivencia/Cazar
(M) Tradición/Historia
(D) Trampas/Cerraduras 5

Puntos de Vida : Físico x4 === 24
Defensa: Destreza + Esquivar + 5 === 17
Iniciativa: Percepción + Reflejos +2 === 14
Maná: Inteligencia x3=== 18

VENTAJA:
Rapido (+2 iniciativa)

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23/01/2011, 23:59
Director

 Mordheim, también llamada la ciudad de los condandos.

 Muchos eran los rumores que se escuchaban por el imperio acerca de esta ruinas, acerca de ellas y lo que había en ellas, la valorada piedra bruja. Al alcance de todo aquel con suficientes huevos o estupidez para irla a buscar, por no decir de que posiblemente hayan cosas interesantes entre las ruinas de las antiguas villas de los difuntos nobles que en Mordheim habían residido.

 Hace cosa de un mes y medio la tierra tembló bajo el peso de la Ira de Sigmar según dicen esos desquiciados flagelantes que torturan sus cuerpos por las calles del Imperio, pero acaso un castigo de los dioses traería consigo la riqueza y los milagros que se les atribuye a los fragmentos de esa materia de la estrella que cayó.

 En cualquier caso a ti lo que te interesa es que este es el destino que te encomendó el Capitán Zenón, la Reina de los Comerciantes Libres, la Dama Magrita quería saber exactamente que había en la ciudad e informar. Creía que eras el tipo indicado para ir allí y descubrirlo, un tipo espabilado y con recursos. Discreto y leal. Obedeciendo órdenes y atento a lo que este servicio podría suponer para tu importancia dentro del servicio de Lady Magritta te apresuraste en recojer tus pertenencias de paisano e ir a cumplir con tu misión.

 Pero las tierras del Imperio no son tan seguras como para cruzarlas solo y mejor viajar en compañía por las carreteras que comunican las ciudades y que atraviesan, bosques y párramos. Desde que las diferentes provincias están alzadas en armas unas contra otras, el hambre y las desgracias abundan y no son pocos los que se dedican a la vida del bandidaje para malvivir un tiempo más.

 Así fue como buscaste una forma de irte a Mordheim en compañía de alguien. Y que suerte la tuya conado en una posada viste el anuncio de un tal Omar Shinshin, un mercader que se dirigía a Mordheim y que buscaba espadas de alquiler para que guardaran la caravana hasta alcanzar la ciudad.

 Sin dudarlo fuiste a ver al tipo este, resulto ser un mercader llegado de las tierras de Arabia, pero que hablaba con fluidez la lengua civilizada del Imperio, estaba acompañado de un guardaespaldas de aquellas exóticas tierras. El caso es que fue directamente al grano, 25 coronas, gastos de comida pagados para defender la caravana hasta su llegada a Mordheim.

 - Dudo que realmente tengas que sacar tu acero de la vaina, pocos se atreverán a alzarse en armas ante una caravana protegida y acompañada por hombres armados. Pero si llega el caso espero que sepas blandir tu acero, mercenario.