Partida Rol por web

El grupo de Conrado avanzó hasta la aldea de Bilisi. Esa noche la pasaron en la cuadra que amablemente un buen hombre les cedió. Conrado había cambiado en aquellos últimos días. En eso todos estaban de acuerdo. El grupo había aprovechado para hablar mucho en ausencia de su líder. Conrado era un hombre al que apreciaban, pero nadie entendía aquel misterio que parecía envolverle siempre. En falta de Conrado, era Serxe quien lideraba al grupo, y a falta de Serxe, John. Gailes, Luq y Wyric eran como sus hijos, y eran mandados como tales. En los últimos días Conrado había abandonado aquel hacer benévolo al que estaban todos acostumbrados, para convertirse en todo un soldado. Su profesionalidad y sus conocimiento sobre la guerra, aquellos de los que nunca habían oído en boca suya, sorprendieron a todos menos a Serxe, íntimo amigo de Conrado. Serxe era el que trataba de imponer la calma en todo momento. Y ese fue el comportamiento de ambos desde que los cinco pisaron la isla de Sibilia. Habían dado el primer paso. Alejarse. Separarse rotundamente de aquel ejército que iba a batallar. Una vez que Conrado había dialogado en un idioma del que nadie entendía palabra, si bien sabían algunos de ellos por casualidad que era ítalo. Entraron en el cobertizo y se echaron a dormir.

Al día siguiente emprendieron camino para que a medio día, culminaran aquello que los autóctonos del lugar llamaban Le colline del recare, una colina que se alzaba por encima de aquella ciudad. Desde ese lugar y con el sol iluminando hasta el último rincón de la tierra, pudieron ver una ciudad sitiada por un ejército tan enorme, que ninguno de ellos se atrevió en pronunciarse por una cantidad cercana de hombres. Estaba claro que el ejército del Rey Sigmord de la Britania se les había avanzado.

-Si ... si ... estoy bien Conrado ... digo respondiendo a este último sin dejar de prestar atención a la conversación que estaban teniendo sobre el asedio ...

En parte me daba miedo pero en parte ese miedo me recorría por mi interior y empezó a hacerme descubrir un mundo de riesgos que no me desagradaba en absoluto ...

-Yo ... yo quiero ayudaros ... no quiero ser una carga ...

y no lo serás... jejeje dijo serxe mirando de reojo a Conrado mientras se rascaba la parte superior del labio. ¿Así que Gailes, Wyric y tú os colaréis por la ciudad en la noche eh? miró al resto para luego bajar la mirada a Wyric.

Pues va a ser que si... dice en tono de gracia, luego adopta una postura más seria y razonadora pero a ver, ¿no podemos hacer otra cosa? En el barco trabé amistad con un hombre. Está bien posicionado en las milites, seguro que ellos ya estarán ahí pues les vi dejar de un lado al ejército al desembarcar en la playa. Les podemos pedir a ellos comida, no podrán negarse y en caso que no tengan, podemos tratar de interceptar las caravanas que estén llegando a la zona y comprarles a ellos a la vez de alertarles del peligro. ¡Además1 seguro que nos las venderán por poco, ya que si siguen no creo que ahí les paguen.

Luq mira a su compañero es una opción.

Serxe hace una mueca, prefiero comer hierbajos que mendigar comida a esos cruzados.

Conrado sigue observando el panorama, ahora con su pie apoyado en una roca. Con un tono muy tranquilo, suave, casi melancólico Conrado expresa lo que ve a sus compañeros mientras ellos discuten. Van a trepar las murallas, en unas pocas horas estarán dentro. se gira y se acerca a su caballo. Mañana ya no habrá comida en esta ciudad.

Algo cabizbajo y torvo, como había sido mi costumbre tras lo sucedido en el barco, decido romper mi silencio de una buena vez a fin de cuentas, ya pagaré lo que deba cuando el Señor así lo desee Serxe, que la vanidad no haga mella en este grupo de hombres de Dios. Quizá el plan de Jhon nos evite malgastar... fuerzas en este asunto... Qué dices Conrado?

-Yo yo ... gracias ... dije al ver como confiaban en mi y que no iba a suponer una molestias para Conrado y sus hombres ...

-Haré lo que me digáis ... dije finalmente con una sonrisa ...

Conrado no contestó a Gailes, estaba de nuevo enfrascado en lo que había delante. Delante de ellos el campamento estaba a oscuras, no parecía realmente ya que nadie se moviera mucho más que algunas tropas que parecían del todo de guardia.

Mierda Cornrado! ¿qué te pasa? hecha una ojeada sólo es un poco de movimiento, no hay antorchas en la retaguardia, estarán durmiendo, mira las tropas, forman y dan la ronda. Esto no va ha empezadar aún.

John se acerca también, sin entender lo que está pasando ahí mira a Conrado ¿qué está pasando ahí? veo mucho movimiento pero no se acercan a la muralla.

Su rostro ahora gira de un lado a otro avistando una torre y otra. ¡Mierda! ¿Cómo no pueden darse cuenta los de dentro? ¡Tienen la muralla norte llena de tropas y no de dan cuenta!, pandilla de idiotas! su cara se enrojece presa de la rabia.

Luq se acerca a avistar lo que está pasando, al ver así a Conrado Hermano, ¡no encolerices! apoya su mano en su hombro. ¿Que no encolerice? dices... ¿que no encolerice? ¡se está preparando una matanza sin igual delante de tus ojos y tú tan tranquilo! Conrado parece estar ya fuera de si, Luq ha cruzado la línea ¿dices que no me encolerice? ¡cuando están apunto de matar a cientos y cientos de mujeres, niños y hombres inocentes! pisa el suelo y va hacia su caballo.

¿pero que pasa ahí abajo? ¿que están haciendo? que te preocupa tanto tratando de que Conrado diga que está pasando.

Me acerqué hacía donde estaba Conrado ... había mucho movimiento pero no oía ningún ruido de batalla ... pero era evidente que la gente del pueblo corría peligro ...

Ernestus siempre me había comentado que las guerras eran horribles ... morían niños, mujeres y ancianos que poco tenían que ver con las disputas con las cuales se pretendía justificar las matanzas ... y cada que me lo explicaba el vello de mi cuerpo se erizaba ...

Me quedé mirando a Conrado y le dije ...

-Debemos avisarles ... corren peligro y no lo saben Conrado ...

Wyric observa atentamente hacia el campamento, y centra su vista en el trayecto que hay entre éste y la muralla. Descubre a un grupo de soldados de los que se movían, parar delante de una estructura de madera. Luego tras un corto espacio de tiempo continúan su trayecto pero Wyric ahora se centra en la estructura, tiene que servir para algo. Traza mentalmente una línea recta desde la estructura hasta el castillo. Los otros parecen discutir pero Wyric está demasiado ensimismado examinando el terreno. Ladea la cabeza varias veces hasta darse cuenta que el terreno, parece ahora abultado, como cuando un gusano entra en la tierra húmeda y empieza a avanzar por él.

Mi rostro cambio por completo en un instante al ver una cosa que había en el campamento de los soldados ... me giré hacía Conrado y con mi dedo señalé una extraña estructura de madera que estaba entre el campamento y el castillo ...

-Yo ... creo ... creo que ... mi rostro se tornó pálido de repente ... -Están excavando un túnel ... van a entrar a la ciudad por debajo del suelo ... no van a subir las murallas ...

Mi mirada recorrió uno por uno cada rostro de los que estaban allí presentes ...

-¡Dios mio! ¡Debemos ayudarles!

Al ver reaccionar de tal modo a mi Hermano de Orden, yo Gailes palidezco por un momento... Nunca he visto una matanza, pero lo que Conrado parece haber visto indica que pronto veré una...
¿Vamos a avisarles? Conrado, cuenta conmigo... Mi hermano de sangre confió en tí...Vamos hombre, decide lo que debamos hacer, te acompañaremos...

No puede ser, endrían que excavar un agujero bien grande, para eso tardarán días...