Partida Rol por web

Pues muy bien hecho Matt. Me gustan estos adornos... se rascó la barbilla. [B]Creo que iré a enseñarlo a castillo, en caso que lo quieran, tendré buen trabajo para ti. Tómate el resto del día libre. Se marcho con su andar torpe y pesado, dio unas órdenes allá a lo lejos y marchó camino de castillo.

Evese fue a buscar a Pete para pedirle lo que Agnies le había indicado y con su inseperable y nueva amiga (su preciosa sonrisa) salió radiante de la Taberna en busca del hombre al que había de pedir queso, vino y cerveza.

Divertida iba pensando queso, vino y cerveza, tarareando una cancioncilla en su cabeza para no olvidar ninguna de las tres cosas y además alegrar su espíritu, pues la música es la mejor medicina para el alma.

Matt se encogió de hombros tras las palabras capatáz, ya que quedó algo confuso. Tras observar como el señor Rokwal de alejaba, Matt, dio media vuelta y se dirigió a su casa.

Por el camino se cruzó con Eve que parecía ir muy contenta en alguna dirección. Matt la observó desde lejos mientras se acercaba a ella. Eve parecía no haber reparado en que su hermano se acercaba desde un lado. - ¡Qué alegría volver a verla así!... Desde lueago ha sido una buena decisión el venir aquí... aunque difícil de tomar... espero que nunca de las dos me guarde rencor por quedarnos en el pueblo... a fin de cuentas era lo más sensato en aquel momento... - Finalmente, el actor reconvertido a ebanista, alcanzó a su hermana. - ¡Hola hermanita!... ¡Qué algre te veo! - Dijo Mat dibujando una sonrisa en su rostro - Escucha, me han dado el día libre... no sé muy bien porque. Voy a casa... ¿necesitamos algo o hay algo pendiente de hacer? -

-¡MATT! dije abrazándome a él y haciéndonos girar. Jajajajaja... pues sí, estoy contenta. Ven comnigo a buscar a Pete para pedirle queso, vino y cerveza de parte de Agnies, y luego volvemos juntos, desde que trabajas tanto ya casi no te veo. ¿Va todo bien? dije con una sonrisa hechizante, a la que era imposible decirle que no.

- Eeee..... Sí.... de acuerdo...... ¡vamos! - Dijo Matt un poco impresionado y mareado por el saludo de Eve y dio unos cuantos pasos tambalentes sujeto por su hermana mientras recuperaba el equilibrio. - ¡¡Ufff!!... Me estoy volviendo demasiado sensible a estas cosas... - Una vez que volvió a tener su cuerpo controlado, trató de recuperar la conversación. - Sí... creo que va todo bien. El pueblo avanza poco a poco... dentro de poco tendremos un nuevo hogar donde vivir aunque... - dijo con algo de pesar en su voz - Hoy me han dado el día libre de una forma un poco extraña.... Había hecho algunos grabados en un madero que había tirado en suelo mientras comía... creía que era un madero desechado de la construcción, pero llegó el capataz y, cuando lo vio, me dijo que me marchara a casa, que me daba el día libre... - Matt caminó un momento cabizbajo y pensativo, pues aún no sabía muy bien como interpretar todo lo ocurrido. Pero al poco volvió a mirar a Eve para cambiar el tema de la conversación. - ¿Y Anne?... ¿dónde está? -

- Matt, hermano dijo sorprendida, ¿crees que ha pasado algo malo? ¿por qué estás tan cabizbajo? Intento animarle y escucharle mientras andamos rumbo a casa de Pete. Le cuento que Anne está con las otras niñas aprendiendo a leer.

Giro la cabeza a un lado y a otro y una leve sonrisa aparece en mi rostro al oir las noticias sobre Anne. - No sé si habrá pasado algo malo, pero el trabajo en la construcción del pueblo es nuestra mayor posibilidad de lograr por fin una casa en condiciones.... Si lo he estropeado todo por un absurdo arrebato artístico.... No me lo perdonaré nunca...

- Tranquilo cielo, dije acariciando y despeinando su pelo, seguro que no es eso. Por cierto, ¿y qué tallabas? Desde cuando te gusta tallar la madera... guiñé un ojo y saqué la lengua divertida. Adoraba a mi hermano mayor. Si me dijeran ahora mismo que tendría que vivir con él toda la vida, sería la mujer más feliz del mundo. Cuidarle era mi única satisfacción, además de cantar por supuesto.

Los comentarios de Eve arrancaron una sonrisa del rostro de se hermano. - Nada en concreto... sólo formas.... - Continuaron andando al encuentro de Pete mientras conversaban. - Bueno... y tú ¿qué?... ¿cómo va la adaptación a este lugar?

- ¿qué adaptación? dije girando haciendo piruetas que terminé como a él siempre la gustaba, con un brazo arriba, otro hacia abajo y una gran sonrisa. Así que formas... ¿no serían femeninas? dije riéndole mientras le tocaba el hombro y salía corriendo, imitando el juego de "Tú la llevas" al que solíamos jugar en el campo con Anne.

Los dos hermanos llegaron a la choza de Pete. Pete era un joven comerciante que llegó al pueblo tras ser atacado por unos bandidos. Había perdido todo el producto y encima le habían roto el carro.

Ahora era el único comerciante del pueblo y disponía de una ayuda del castillo, con lo cual le situaba en una buenísima posición.

Tal como iban acercándose a aquella casa de madera, vieron al chico con su socio Ferro Platternish, hijo de la señora Platternish de Vineloot, víctima de aquella espantosa tormenta. Ferro antes comerciaba en el mercado con los productos que su madre cultivaba en sus tierras. Tras aquella tormenta Ferro lo había perdido todo, incluso más que ellos, pero ahora se le podía ver animado al lado de su nuevo compañero.

Ambos estaban cambiando las herraduras al caballo, cosa que a éste no parecía gustarle demasiado y se resistía haciendo que clavar unos cuantos clavos se conviertiera en un trabajo árduo.

Buenas tardes amigo Matt... nos vienes que ni pintado... ¿podrías ayudar a Ferro a sujetar la yegüa? sólo nos queda esta pezuña! dice señalando.

Pete mira a Evese... ¿Y esa chica tan hermosa que te acompaña? ¿es tu mujer?

Siguieron el camino y no tardaron en encontrarse con Pete y su compañero que tratabn de terminar un duro trabajo. Al llegar a una distancia prudente Matt alzó la mano para saludar a los muchachos que le pidieron ayuda para sujetar a la bestia que tenían entre manos.

Peter :

Matt se acercó un poco más y se colocó junto al que fue su vecino en Vineloot. - ¡Claro!, Faltaría más... - Matt nunca había sido un tipo muy fuerte, se había considerado más bien ágil, pero en los últimos meses su brazos habían crecido bastante en tamaño debido a su nueva ocupación. Entre los tres pronto lograron colocar la herradura sin problemas. - Estas cosas siempre dan mucho trabajo. - Dijo Matt sacudiéndose las manos y mirando las patas de la yegua. - Quizás podríamos hacer algún tipo de estructura de madera para lograr que las bestias no se moviesen tanto durante el herraje. - Esto fue más un pensamiento en voz alta que otra cosa ya que Matt ni siquiera esperó respuesta por parte de los demás que tampoco profundizaron en el tema, pero la idea había sido lanzada.

Cita :

Matt miró a Eve y se le escapó una sonrisa. - Jajajaja... No, no es mi mujer, pero no creo que haya otra chica que pueda quererme más y cuidar mejor de mi que mi hermana Eve. - Finalizó haciendo un guiño a su hermana a la que juraría que había visto sonrojarse con el comentario. Sin querer meter en más lios a Eve, Matt cambió rápidamente de tema para entrar en los asuntos que les habían traido hasta ese lugar. - Escucha Pete, tenemos unas cosas que encargarte. - Se volvió a girar a Eve dándole la palabra pues Matt no recordaba que es lo que habían venido a buscar.

Siguieron andando mientras Eve iba sonriente y casi danzando en vez de andar con normalidad. Al poco se encontraron con Pete y Ferro, que pidieron ayuda a Matt para sujetar al pobre animal que se resistía.

Mientras Matt ayudaba, Eve le miró atenta, estaba cada vez más fuerte y sano, y más apuesto también. Pronto encontrará una joven que cuide de él... suspiró. Y yo... suspiró de nuevo.

Entonces vio a Matt guiñarle un ojo: Jajajaja... No, no es mi mujer, pero no creo que haya otra chica que pueda quererme más y cuidar mejor de mi que mi hermana Eve.

Eve notó como sus mejillas se encendían y cambiaban de color sonrosando su pálido y fino rostro. Su sonrisa salió de manera natural y sus ojos se volvieron a su adorado hermano. Intermitentemente cambiaron a Pete y luego a Ferro, y sus mejillas se encendieron aún mucho más, pues aquellos jóvenes no desmerecían nada tampoco. Eran jóvenes y apuestos, y la miraban con algo más de deseo que la tierna mirada de Matt.

- Yo... eh... Eve bajó la mirada y se cabreó consigo misma pues había olvidado lo que Agnies le había pedido que hablara con Pete.

Ahhh... gracias por ayudarme amigo... una sonrisa gigantesca se muestra en su faz, la satisfacción es clara. cada día veo más cerca la partida. Por cierto, si queréis o necesitáis cualquier cosa decidmelo, que no viajo cada día.

Vaya... que sorpresas se lleva uno en un día como éste. sonríe mirando a Evese. pero bueno, decidme, ¿a que se debe vuestra estimable visita? pone los brazos en jarra.

- Yo... me envía Agnies, dijo algo ruborizada, para pedirle queso, vino y cerveza. recitó de carrerilla y con cierta entonación, tal y como la venía cantando todo el camino para no olvidarlo..

Evese miró sonriente a Peter y a su compañero, y luego a su hermano, parecía feliz por estar de nuevo con gente joven y sobretodo hombres jóvenes. La verdad que los días solos en Vineloot la afectaron mucho pero esa vida ya se había acabado.

Tenía las mejillas enrojecidas, el corazón le latía con fuerza y la respiración comenzaba a hacerse más y más rápida y fuerte. Tenía ganas de saltar y bailar, de cantar y gritar a todos lo feliz que era!

Vaya, lo que siempre le pido a Agnies... coméntale que puedo conseguir un licor buenísimo de Sunderfield, no le saldrá mal. Anoto lo que me has dicho y espero que vengas a visitarme pronto de nuevo y me digas que le parece a Agnies lo del licor. sonríe con picardía.

Luego Peter se sobresaltó, como al que le viene algo a la cabeza. Hoy por la mañana he visto al padre Wibbert caminar apresurado hacia castillo, parecía raramente inquieto o molesto por algo... vosotros que vivís más cerca de la iglesia, ¿sabéis si ha pasado algo?

Gracias Pete, se lo diré en cuanto la vea. le sonríe amablemente algo más calmada.

Pues la verdad que yo no sé nada dice cuando comenta algo del Padre y mira a Matt por si él sabe algo.

Matt se había inhibido un poco de la conversación y se había quedado callado imaginando como prodría ser el artilugio de madera que había comentado hace unos instantes para facilitar la colocación de las herraduras de los caballos. Pero cuando se hizo un largo silencio notó que algo no iba bien, volvió la cara a Eve para ver como esta le miraba interrogante, después miró a Pete que le dedicaba una expresión parecida. Algo enrojecido trató de buscar en su subconsciente las últimas palabras que se habían dicho y que había oido pero no escuchado.

Afortunadamente su cerebro estaba lo suficiente despierto como para recordar el último trozo de conversación. - Eeeeeh.... no... no sé nada... Será algún antojo de palacio... ya sabes como son los nobles, lo quieren todo en el momento... ¡cómo si los demás no tuviésemos otra cosa que hacer que trabajar para ellos! - Matt miró de nuevo a sus acompañantes para ver sus reacciones, esperando que la respuesta estuviese acorde con la pregunta que se supone que debía responder.