Partida Rol por web

Si una cosa es planear las acciones y eso, pero esto:

Cita:

¡Es un roleo en toda regla! XD

No es una conversación de jugador a jugador sino de Eve a Matt... jejejeje.

ais... que estricto jope... jajajaja

venga valeeeee

Gracias hielito, cielo.

joer...

pues venga... entre Darky y... quien eras tus? ah si... Lek.. Luikex... Liu. como sea. :P

nos quedamos la casa y la niña? o tu te quedas la niña y yo la casa?

ah no esto no es un divorcio no? ufff que me lio... jajajajaja

sorry estoy de cachondeo hoy que no veas....

Cita:

O.o

Cita:

Esto... sí... ya veo...

Si, eso. Me quedo con la niña y, si esta me deja... con la casa XD.

jajajaja

sorry.

Pues yo me quedaré en el pueblo si puede ser en la casa mejor, y ayudaré a reconstruirlo, puedo ser maestra o algo así, estaría bien.

Jejejejeje, si. Habrá que ver la gente que queda en el pueblo. Lo mismo tienes una única alumna. XD

sip... jajajaja

¬¬

pero con una me sobra.

esta noche os escribo vuestra introducción :D mañana podréis empezar a postear :)

yujuuuuuuuuuuuu

Jejejejejejeje. Bueno, a ver como se nos da todo esto...

Eve... tengo miedo... XD

Pasaron dos semanas desde aquella lluvia que se lo llevó todo, dejando a todos en la miseria. Por suerte, Evese y Matthias habían encontrado un lugar donde resguardarse después de haber perdido su carromato. Pero la verdad era que aquel hogar, les había cambiado cuanto menos un poco la vida. Ahora tenían a Anne bajo sus cuidados, la habían adoptado sin quererlo ni beberlo. Habían escondido el verdadero destino de su padre a la pequeña y ahora ejercían de padres para ella. Habían partido varias veces hacia el castillo incluso aprovechando las largas siestas de la pequeña. Para moverse, usaban una balsa que ambos habían hecho, ya que estando el lago calmado, era el camino más rápido. Allí en el castillo, se enteraron de que todos los supervivientes se encontraban acampados cerca de la iglesia, en casas de de madera y de construcción rápida, a la espera de que se reconstruyera el pueblo. No era dificil adivinar donde sería, puesto que cerca del perímetro de las murallas del castillo, se habían talado muchos árboles y se estaba aplanando el terreno, estaba claro que el nuevo pueblo iba a ser reconstruido, si no construido y cera del castillo. Era algo realmente bueno, evitaría los agotadores desplazamientos para muchos. También aprovechaban esos viajes para abastecerse de comida.

Anne, por su parte, no tardó en conseguir sacaros la historia de la tormenta, cosa que Matt y Evese consiguieron aclararle con una canción y un baile. La niña seguía pensando que su padre había ido de viaje, pero entendía que no volvería a ver a alguna de las personas que conocía. Anne, solía ser buena chica, aunque alguna vez se la tenía que regañar. Era casi siempre dulce, a no ser que se le privara de un antojo, por lo que pataleaba o ponía morros. Solía hacer más caso de Matt que de Evese, quizá por que al ser hombre, le recordaba más a una figura paterna. Por las noches, siempre les pedía que le contaran un cuento y le encantaban las interpretaciones con cambios de voz que le ofrecían aquellos dos actores. Muchas de las historias que le habían contado, salían improvisadas de recortes de otras historias, y eran hiladas casi al momento por los dos. Consiguieron ampliar en pocos días su repertorio, pues alguna de ellas era sencillamente genial.

En esos momentos, seguían viviendo alejados de la comunidad, habían reparado los mayores desperfectos de la casa y no había otra cosa que les rondara más por la cabeza, el saber que les esperaba todavía un largo camino por recorrer.

Los días ahora eran muy cortos, apenas daba tiempo de nada, había que reparar una casa y cuidar de una pequeña, además de conseguir alimento. No era como antes conseguir dinero. Ahora las responsabilidades se habían triplicado y el dinero se había agotado casi por completo. Pero al menos seguíamos vivos los dos y con un techo donde resguardarnos.

No se me daba muy bien ayudar a Matt con la carpintería, así que intentaba hacer que estuviera lo mejor posible, cocinaba, limpiaba, cuidaba de la pequeña, incluso buscaba por aquel pueblo ya muerto, cualquier cosa de utilidad para llevar a la casa. De vez en cuando iba al Castillo en busca de víveres, pero solía volver siempre cabizbaja y entristecida. Ya no era la Eve de siempre alegre y divertida. Ahora solo cantaba canciones tristes y contaba tragedias.

Sugerí a Matt reparar también la vieja taberna, donde había ido a trabajar antes de la Gran Tormenta. Quizás podría abrirla de nuevo, no había encontrado a Agnies, la antigua dueña, no sabía si seguía viva o no. Pero había pensado que podría llevarla yo y si ella volvía... eran demasiadas cosas y mis fuerzas no eran las mismas.

Al menos la pequeña Anne nos daba vida con cada sonrisa...

Tras la tormenta y el "trabajo sucio" que hicimos Eve y yo a escondidas de Anne, me pasé alguos días un poco perdido, sin ganas de nada, deambulando de un lado a otro.

Supongo que es normal sentirse así. Han ocurrido muchas cosas en muy poco tiempo... demasiadas cosas... tengo que ordenar muchos pensamientos en mi cabeza.

Me di cuenta que la mi actitud podía estar influyendo negativamente en Eve y Anne, la cosas ya no eran como antes. La alegría se había perdido. Los días pasaban muy lentos. Hacíamos alguna aparición por el castillo, pero las representaciones no eran ni una sombra de lo que habían sido no mucho tiempo atrás. El poco dinero que cogíamos era más por pena o limosna voluntaria que por merecimiento.

Esto no puede seguir así. Tenemos que sobreponernos a la situación, TENGO que sobreponerme a la sutuación. Por ellas...

Un buen día me levanté decidido a dar un giro a todo aquello.

La gente no está de ánimo para música teatros y juegos y no creo que lo esté hasta dentro de algún tiempo, cuando se olvide este desastre y pase la guerra. Creo que tendría que buscar otros caminos para ganarnos el pan...

Lo prioritario en aquel momente era arreglar la casa en la que nos encontrábamos, pues había sufrido mucho y otra tormenta o viento fuerte podría terminar de derrumbarla con nosotros dentro.

Fui en busca de Anne con la esperanza de que el ebanista hubiese depositado una buena base de conocimientos en ella y la convencí para que me ayudase o, más bien, para que me enseñase, a trabajar la madera con las herramientas de su padre a cambio de ensañarle a ella a hacer juegos malabares, cantar, interpretar y algunos trucos de magía y juegos de manos.

Poco a poco fuimos reparando las vigas y pilares de la casa, las puertas, las ventanas, los muebles de mayor tamaño y haciendo algunos nuevos como sillas y cubiertos de madera que se habían destruido o perdido durante la tormenta. Fui cogiendo un poco de soltura en la manipulación de la madera aunque la pequeña se cansaba pronto y muchas cosas las tuve que aprender a base de equivocarme. Por las tardes/noches, nos divertíamos enseñando a Anne nuestro arte. Esto le costó a la niña algunas magulladuras pero se la veía ilusionada y aprendía rápido.

Eve parecía un poco distante. La situación parecía venirle un tanto grande y no había mucha gente en la que apollarse. A veces salía a pasear por las calles vacías del pueblo y volvía con algunos útiles que iba encontrando o se acercaba al castillo y volvía más triste de lo que se fue. Aún así se esforzaba por hacernos la vida más fácil, teniendo la casa lo más arreglada que podía, lo que le agradecía enormemente.

Un día Eve me comentó de arrelgar la taberna de Agnies una vez que la casa estuviese terminada.

Lo siento Eve, pero no creo que sea una prioridad. Es mucho trabajo, ya la casa me cuesta horrores de sacarla adelante sin que se nos venga abajo. Además, no hay gente en el pueblo que vaya a llenar la taberna, estariamos solos.

Parece que Eve se entristeció aún más con mis palabras pero sentía que no podía hacer lo que me pedía.

Escucha hermanita. Estoy cogiendo algo de soltura con la madera. Quizás podría dedicar algún tiempo al día ha hacer pequeños utensilios de mdera: cubierto, cuencos, herramientas... Muchas de esas cosas se habrán perdido en la inundación y la gente las necesitará. Quizás podamos ir algún día al castillo y al nuevo pueblo a venderlos mientras tú y Anne haceis algunos juegos o cantais algo. La gente también necesita ánimos en estos momentos y, estoy convencido, de que a Anne le hará mucha ilusión. Necesita salir un poco de la casa y que le dé un poco de aire.

Escuché a Matt mientras cenábamos, Anne ya estaba acostada y estabamos como cada noche los dos solos antes de dormir.

Matt yo... No me veo capaz de volver a cantar algo alegre, no sé explicarlo pero no puedo. Intento sonreír y estar bien cuando estoy con la pequeña pero... No creo que vaya al castillo para hacer actuaciones en un tiempo. Si necesitas ayuda para vender tus utensilios iremos Anne y yo al Mercado a poner un puesto. Pero por favor... las lágrimas salían sin consuelo... no me pidas que actue.

Salí del cuarto llorando hacia mi habitación, que quedaba en el primer piso. Justo al lado de la de Anne. Matt tenía una en la planta baja al lado de la cocina.

Me eché en la cama llorando, estaba cansada, muy cansada, no por el duro día sino cansada de luchar, de mantener la alegría y la esperanza para Anne cuando sabía que su padre no volvería nunca, así como los suyos propios. No habían podido recuperar apenas 4 cosas de su hogar anterior, el carro que tenían en la plaza del pueblo y con él no solo se perdieron recuerdos y disfraces sino también la ilusión de Eve, sus sueños, sus ganas de seguir adelante.

Cada vez que alguno de los hermanos salía por la puerta, o miraba por una de las ventanas, únicamente podía divisar los escombros de las casas. Aquellos mismos escombros que les servían para arreglar la casa o equiparla.

No eran buenos tiempos para Matthias, Evese y Anne. Todo lo que les rodeaba era un pueblo fantasma. Más allá, al otro lado del lago, cerca de donde anteriormente se alzaba el pueblo de Drillstoke se había formado un campamento donde estaban el resto de supervivientes, auqnue no sabían ni cuantos eran, ni si había gente de Vineloot. Vineloot, había dejado de existir, así como Woltown, Drillstoke y Cavestone.

Matt había tenido una idea excelente, al pensar que podrían hacer con madera utensilios como platos, jarras o cubiertos. Creía que era la mejor forma para coger soltura con la madera y sacar dinero de pasada al poderse vender en la plaza del pueblo. No los podrían vender en el mercado, pues no habían mercaderes, todos se habían ido a otros sitios; era de lógica pensar que iban donde la gente pudiera comprar, y en el feudo, había muy poca gente dispuesta a comprar. Todo lo que habían adquirido de víveres en el castillo, lo habían comprado ya en la taberna o al mismo Sr. Whatacook, el cocinero de castillo, quien siempre pululaba de aquí para allí, recogiendo aquellas provisiones que con antelación pedía a mercaderes que iban de paso.

De mientras Evese, estaba en sus peores momentos, y aunque durante el día, trataba de ocultar y disfrazar sus sentimientos como la mejor de las actrices, por las noches, solía derrumbarse debido a la presión a que ella misma se sometía cada día. Ya no cantaba, únicamente cuando trataba de instruir a Anne; tampoco bailaba, ni quería hacerlo.

Sin lugar a dudas, no eran tiempos buenos para los Sunfield.