Tomo asiento donde se me haya asignado, me quito los guanteletes y me tiro la media melena rubia atras con los dedos, para estar un poco mas presentable.
Por supuesto soldado, tras la cena podremos hablar tanto como gusteis. Le respondo a Pellfire.
Empiezo a comer cuando Sir Robert lo haga.
Todos los invitados comienzan a comer en una animada charla que parece espantar los malos augurios del día. Poco a poco, los invitados se van retirando hasta que finalmente, el señor se levanta y da por concluida la cena.
Un troupe de sirvientes entran en la sala y comienzan a recoger.
Me acerco a los aposentos de mi Señor con un paso lento y cansado. Puede Sir Robert recibirme? Necesito hablar con él, es importante. Le pregunto a un guardia de la entrada tras saludarle.
// entro
- El señor y su consejero han ido corriendo a la torre del castillo.
el guardia se queda mirando con pesadumbre...
- Parece que una de las cortesanas a perecido quemada... y quizá el hijo del señor también...
Entro refunfuñando sobre lo mojado que estoy y mirando los bajos de mis pantalones, como se notan de un color más oscuro debido al agua que guardan dentro.
No me doy cuenta de que hay un soldado allí, y sin levantar la mirada hablo.
Necesito ver al Señor Feudal, he de darle la recaudación de los Impuestos.
Querría ir a la torre del castillo, hay una escena para ello? es que no la veo, gracias.
Thomas llega corriendo y se dirige hacia la puerta de la estancia de su señor peor al ver a su compañero le diceNecesito ver al señor ahora mismo, es muy importante
Thomas entra en escena
El guardia mira a Pellfire. El señor está con el Capitán de la guardia viendo como se controla el fuego.
Entra en el recibidor del castillo y ve a un sargento de la guardia y al caballero que buscaba. Respira hondo... Caballero Hölgut, el Caballero Arnoldus, capitán de la guardia me ha pedido que le busque para indicarle que debe ir al viejo molino en busca de Dewekinus el tutor de las cortesanas, es importante que le encuentre.
//entra en la escena
Arnoldus? Bien en ese caso saldré de inmediato. Respondo a Cearl acercandome a él Y adonde debo escoltar a Dewekinus? Contestad rápido, pues el tiempo apremia y tengo asuntos muy importantes que tratar con nuestro señor.
Oelric busca un lugar para aposentar su trasero cansado y viejo. Cuando lo consigue sigue refunfuñando. El agua calada en su ropa no le está sentado nada bien esta mañana y encima, tiene la preocupación de que tiene que darle al Señor Feudal la recaudación de los impuestos.
Está bien, lo esperaré aqui, es importante lo que le tengo que dar
Mira de nuevo al caballero El hombre que sepamos vive en una casucha en el viejo molino, aunque atento porqué que sepamos los puentes han caído y el caudal ha crecido ya no se puede pasar bien, deberás rodear todo el lago, o conseguir a un demente que reme una barca cargando contigo y tu caballo.
Sin apenas inmutarse ni mover un solo músculo. Espere si quiere si, Sr. Oerlic.
Oelric mueve la mano hacia arriba y hacia abajo varias veces.
No se preocupe, tenga por seguro que lo esperaré. No pienso andar por ahí fuera con el agua que hay en el suelo, voy a pillar una pulmonía, y he visto morir mucha gente de esa enfermedad tan peligrosa y contagiosa. Además. ¿Y si me roban?
Nada, nada, me quedaré aqui esperando.
Gracias, voy a ver si lo encuentro en el patio
sale de escena
Tres muchachas jóvenes con los ojos irritados y cierto grado de tos debida al humo, aparecen por un lateral en el recibidor de los aposentos del señor feudal, en sus rostros se denota cierta incertidumbre y desasosiego ante las circunstancias que todos estamos viviendo. Se trata de Letta, Terrezia y Ghela.
Me recoloco el chal sobre los hombros y me envuelvo en él tratando de mantener el mayor decoro posible y más aún ante el hecho de que estamos todas en ropa de cama.
En primer lugar toco el hombro de Terrezia en señal de alibio y después busco un asiento para Letta y sonriéndole le susurro, ves ya está, me giro hacia los allí presentes y saludo, buenas noches, señores... después vuelvo mi mirada al soldado que custodia la puerta, ¿podemos ver a nuestros familiares? ¿qué tal se encuentran mis padres y mi hermano? ¿y los familiares de mis amigas? ¿podemos pasar? Hago una pausa y de pronto añado algo angustiada, Jutta de Chautrec ha regresado inesperadamente a buscar a su hermana que no se hallaba con nosotras, ¿podría algun soldado acercarse a ver si le sucede algo a Mille? Tratando de recuperar la compostura hago una última pregunta mientras observo a los allí presentes: ¿Qué tal se encuentran ustedes? ¿podría alguien darnos un relato de lo acontecido hasta ahora?
Entro en escena
Un grupo de guardias os cortan el camino justo llegar al piso de abajo, corran señoritas veníamos a buscarlas, la torre no es segura. para en seco al oír que Jutta y su hermana están arriba y con cara de sorprendido ¿Aún queda alguien arriba?... vosotros acompañadlas a las cocinas donde están todos, nosotros subiremos a por el resto.
Las cortesanas podéis ir entrando todas en la cocina
Llego tarareando una melodia de cuan y le digo al guardia
Buenas han de tener,
al Señor tengo que ver
Aunque no lo creais es menester
Y sus asuntos yo quiero resolver
En rima
El guardia te mira de arriba abajo pues deberéis como todos esperar, a que el señor vuelva de sus meneteres señalando mientras lo dice a Oelric el recaudador de impuestos que está sentado en una silla custodiando una gran bolsa.
De acuerdo, mi tono denota tristeza y pesar puesto que no se ha resuelto ninguna de mis dudas y sigo sin saber cómo se encuentran mis familiares, a lo que por añadidura se suma el hecho de que dos de mis amigas estan en una torre que es inestable según nos acaban de informar, pero como no quiero causar problemas y menos aún en la situación en la que nos hallamos todos, miro a mis compañeras y les digo, hala a las cocinas, queridas... ¡A ver si hay suerte y allí vemos a alguno de nuestros seres más allegados! Mi pensamiento vuela hacia Jutta y Mille dentro de esa torre que hasta hoy ha sido nuestro hogar y no puedo evitar que un temblor me recorra de la cabeza a los pies.
Me despido de los allí presentes y me marcho.
Salgo de escena hacia las cocinas.