Partida Rol por web

El bullicio de pedidos de recién llegados o de los pasados de jarras de vino, la vida de cualquier taberna piensa Gelmer.

Al entrar ve como el pequeño Will esta atontado con el porte y la elegancia de los caballeros, que a punto de impacientarse ignoran levemente la falta de agilidad del muchacho.

Buenas a todos, caballeros bienvenidos a la taberna. William de seguro tienes su buen vino caliente alla atrás y un delicioso plato de carne y papas, vamos tráelo, no hagas esperar a los distinguidos señores.

Una figura un tanto encorvada y huesuda entra en la taberna, se apoya en un bastón de avellano que le sirve de ayuda al caminar. A su lado, sosteniendo una bolsa de mandarinas con una mano y guiando al ciego anciano con la otra se encuentra un muchacho de diez años...se trata de Ernestus y Wyric.

Ambos se dirigen hasta la barra, el pequeño Wyric busca con la mirada a Agnies Lamberry con el fin de devolverle la jarra de vino que le prestó hace varios días, y que acaba de sacar de entre sus ropas.

El pequeño Wyric se pone de rodillas sobre uno de los taburetes junto a la barra y busca a Agnies con la mirada mientras agita la jarra de vino vacía entre sus manos.

-AGGGGGGNIESSSSSSS, te hemos traído tu jarraaaa.

El chiquillo no tarda en divisar en un rincón de la taberna a los caballeros con los que compartió techo la noche pasada.

-Mira Ernestus, los caballeros que pasaron por casa están ahí sentados...pero aún tenemos que hacer alguna compra más...asi que otro día les preguntaré más cosas sobre batallas y leyendas ¿vale?

-En efecto Wyric...mañana será otro día...hoy hemos de llenar la despensa jeje...

Al anciano se le escapa un inaudible murmullo:

-El impuesto...¡maldito impuesto!

Wyric enseguida se encarama hacia adelante en la barra para entregar a Will la jarra:

-Era solo para devolverle la jarra de vino que nos prestó, pero ya que no está te la doy a ti, Will. Nosotros nos vamos, que tenemos que seguir haciendo algunos recados...

El viejo y el niño se despiden del pequeño Will tras entregarle la jarra y salen de la taberna.

Bien Will...!
Eh.. caballero, disculpe si le escuche, dijo que le dolía una muela? Pues por casualidad el Señor me ha puesto en su camino, soy el dentista de Vineloot, pasaba por la taberna para comer algo... pero si su señoría de verdad urge de verse la muela con gusto me acompañaría hasta mi casa en donde de seguro podemos curarla
Algun otro caballero tiene dolor en las muelas?

Gracias señor por esta oportunidad de mostrarles a los caballeros mis habilidades y conocimientos.Bueno creo que despues comeré algo

La taberna está bastante concurrida, tal y como es acostumbrado. O al menos tal y como Gosvin recuerda que solía estar, yha que hace algún tiempo que no viene por aquí.

El armero se sienta en uno de los taburetes libres. Parece que junto con la clientela habitual hay también algunos caballeros venidos de fuera. Quizás sea un buen momento para el negocio., piensa Gosvin mientras se acerca a ellos.

Gentiles caballeros, permítanme que me presente. Soy Gosvin Mandrake, maestro armero del castillo y, según se dice por ahí, uno de los mejores armeros de todo el reino. Y ya que estamos aquí, quería recordarles que en mi tienda del castillo poseo una amplia variedad de armas y armaduras que quizás puedan interesarles. Además, también puedo afilar los filos de sus armas y bruñir sus armaduras, para que así lo tengan todo en buenas condiciones. , dice Gosvin al caballero mejor vestido de todos.

Además, añade, tengo aquí esta espada como muestra de mi maestría con el acero por si les interesa echarle un vistazo, dice el armero mientras saca la espada de su vaina y la muestra.

Gosvin muestra la espada al caballero interesado. Se trata de una espada larga (longsword) de bella factura, con la hoja larga y recta y afilada por ambos extremos. Por el refulgir del acero se nota que está recién afilada y bien limpia. Pero lo que más llama la atención de la pieza y lo que le da el punto de originalidad es la empuñadura. Se trata de una empuñadura más bien grande, apta para ser agarrada con dos manos si se desea, con un estrecho pero firme guardamano para proteger los dedos de posibles cortes. Toda la empuñadura está labrada con lineas decorativas y en las zonas más anchas aparecen motivos en forma de hojas de parra.

- Es una buena espada, señor, pero lo mejor para comprobarlo es que pruebe a blandirla. Verá que su equilibrio es perfecto y que su manejo es cómodo y sencillo., dice Gosvin mientras le tiende la espada a Otto. El precio es de 175 feudados y he de decirle que es un buen precio teniendo en cuenta el tipo de pieza de que se trata

Estaré encantado de compartir mesa con ustedes, dice Gosvin mientras toma asiento junto a Otto y guarda su recién conseguido dinero. Y por cierto, ¿de dónde son ustedes?, ¿están de paso o piensan quedarse por aquí algún tiempo?, me ha parecido escuchar algo acerca de cruzadas... ¿es que acaso partís para Tierra Santa?

Willam saves si mi padre a pasado por aqui ?
Creo que si me pilla hoy voi listo

Ernestus y el pequeño Wyric entran en la taberna. El niño guia al anciano hasta la barra mientras mira con asombro las plateadas espadas que los caballeros blanden en el aire.

Ojalá yo tuviese una...

El anciano llama al joven Will desde la barra.

-¡Will!...¿tienes algún alimento que no se estropee muy rápido?...apenas nos queda comida y hemos venido al pueblo a abastecer nuestra despensa...más sólo hemos podido comprar este saco de mandarinas por ahora...

Observo atentamente armas y armaduras de los soldados por ver si puedo hacer algo de negocio detectando anomalías o recomendando algunas mejoras.

Las armaduras de los caballeros se ven algo deslustradas y alguna tiene señales de golpes. Se podría hacer faena con ellas.

Gosvin disfruta de la comida y de la compañía, mientras charla con los caballeros de temas diversos de actualidad y otros más banales. Mientras, su ojo profesional no puede evitar ir recorriendo sus armas y armaduras. Son buenas piezas, pero se nota que algunas han vivido ya alguna que otra batalla y no se encuentran en las mejores condiciones.

Caballeros, os recomendaría pasar cuanto antes por la armería y así intentar arreglar todos esas esas cicatrices que recorren vuestras armaduras y que reluzcan como el primer día.

Bien, gracias señor. Pues entonces andemos hacia mi casa, le aseguro que no le dolera ni un poco mas despues que la tratemos..

Mis saludos a todos, Will en poco tiempo vuelvo.. por favor tenme listo un humilde plato de comida, que Dios me encomienda ayudar al señor urgentemente y aplacar su dolor.

Sigame por favor... con la venia de los caballeros presentes.

Gelmer hace un ademán de despedida y se dispone a salir de la taberna..

-Está bien Will, no te preocupes,con la cecina bastará...

El anciano saca un pañuelo en el que lleva envueltos los feudados.

-¿Cuántos feudados hemos de darte?

Wyric continúa distraído, observando la vestimenta y armas de los caballeros...sumido en un mundo de fantasía...

Parece que Will titubea durante unos instantes en lo respectivo al precio de la cecina.

Espero que no sea demasiado caro...ya sólo me quedan tres feudados...y no tengo intención alguna de hacerle gastar al pobre Wyric sus pocas monedas para esto...oh no, el tiene que guardárlas para cuando vaya a buscar trabajo...

El anciano aguarda junto a la barra,con los feudados envueltos en un pañuelo en una mano y el bastón en la otra, esperando que el joven Will le aclare el precio del alimento.

Wyric permanece agarrado a la capa del anciano y sentado en un taburete mientras observa con gran asombro a los caballeros.

-Ohh, vaya...tan sólo dispongo de tres feudados joven Will, más no te preocupes, ya encontraremos algo más asequible que poder llevarnos a la boca...¿verdad Wyric?

El pequeño asiente con la cabeza, más interesado en los caballeros de brillantes espadas que en las palabras del anciano.

-¿No sabrás donde podemos encontrar a alguien que venda alimentos aquí en Vineloot verdad Will? Compramos las mandarinas al hijo de Evese Platernish y fuimos a llamar a la puerta del recolector Bede Bloom...más este último no se encontraba en casa.

El anciano se esfuerza por no dar lástima al encargado de la taberna, nunca fue su intención que se le hiciesen favores sin nada a cambio tan sólo por su situación económica...nunca se permitió aceptar y no tenía intención de aceptarlo jamás...aunque nisiquiera se lo hubiesen propuesto ahora...

- Bien, caballeros, dice Gosvin dirigiéndose a los recién conocidos hombres de armas- debo volver a mi negocio en el castillo, pues no debo dejarlo desatendido durante mucho tiempo. Espero verles pronto por allí

Tras la despedida, el armero sale de la taberna y pone rumbo al castillo.

Will se queda mirando la cecina unos segundos hasta que la descuelga y se la acerca a Ernestus.

- Toma, amigo. Ya me lo pagareis cuando podáis. Pero mejor no le digais nada a Agnies...

Esas armaduras brillantes tenían mis ojos hipnotizados ... su resplandor iluminaba mis pupilas ... hasta ese día solo había visto tales armaduras a la gente del castillo ... pero esas armaduras eran falsas ... no tenían daños como estas ... estas eran armaduras y armas que habían entrado en combate ... alguna estaba aun manchada por la sangre de vete a saber quien ... pero eso me fascinaba ...

Al ver la respuesta del joven William dejo por un momento mi mundo de ensueño y me dirijo hacia Ernestus y William cogiendo la bolsa que este último me tiende ...

-Muchas gracias William ... prometo pagarte esto cuando encuentre un trabajo ... apenas nos queda dinero ya ...

Cojo la mano de Ernestus y le digo ...

-Suerte que aún queda buena gente en el mundo Ernestus ... si todos fueran como ellos ... mi rostro se entristece mirando a Ernestus y pensando en nuestra precaria situación ...

Debo encontrar un trabajo lo más rápido posible ... necesitamos el dinero ... Ernestus lo necesita para que se encuentre mejor ...