Partida Rol por web

- ¡A ti te voy a decir nada, malo!- me levanto sacudiendo mis ropajes - ¿Y que vas a hacerme, eh? ¡Atrévete a pegarme otra vez y te arrepentirás!

Le hago una mirada para mostrarle mi enfado y desagrado con su manera de hacer.

- ¡Y por supuesto que no pienso decirte a quien conozco! - afirmo cruzando los brazos.

Te parece oír unos pasos, alguien puede estar acercándose.

Enciendo el sable láser y me dirijo a la mocosa. - Si quieres vivir ¡cierra tu linda boca y obedece! - mientras espero su reacción busco un lugar donde poder escondernos que no sea la habitación donde me habían encerrado.
 

- Uy, míralo que valiente. Se cree que por tener un sable láser va a hacerme callar. ¡Si estuviera aquí mi novio Gaheris Ordo ya te habría pateado el trasero!- digo moviendo mi dedo índice de manera amenazadora. - Es un mandaloriano y sabría como hacer mejorar tus brutos modales.

Miro como mi agresor parece indagar en el entorno.

- ¿Se puede saber que estas buscando?

Tus pesquisas dan su resultado, y encuentras un buen lugar donde esconderte.

No tengo tiempo que perder con esta chiquilla imprudente. Tendrá que aprender a obedecer por las malas así que la ataco de pronto y sin compasión.

- ¿Pero que haces? - aúllo al ver como levanta su sable en postura amenazadora. Sin tiempo a pensar, desenfundo mi daga láser y logro parar el ataque de mi opositor. ¡No me hagas daño!- chillo con furia.

Aprovecho que esta un poco desconcertado para retirarme un par de metros de él, no quiero que vuelva a lanzar una estocada y me lastime.

De repente oyes una voz que ya has oído antes...

- !Eh, tu! ¡Maldito bastardo, deja en paz a mi prima!- bramo al ver que el que creía prisionero está atacando a Hannah.

Las dificultades se multiplican. Primero la mocosa tiene una daga láser y luego aparece de nuevo mi carcelera. Tengo que reaccionar rápido. Lanzo un nuevo ataque rápido a la chiquilla para intentar acabar con ella pronto y enfrentarme sólo a la otra tipa.

El malo ese vuelve a atacarme. Levanto de nuevo mi daga y consigo parar de nuevo su arremetida con su espada.
-Ayyyyy – mi chillido se oye por encima del ruido de las dos hojas laser al chocar – ¡Amaia, ayúdame por favor!
Intento retroceder para estar alerta a sus movimientos. Es muy fuerte y no sé cuánto tiempo más podré aguantar.

Corro hacia mi prima y el Sith. Temo por ella, y no quiero que sufra daño. No sé porque demonios le ha liberado. Es demasiado ingenua, siempre se lo digo y siempre se mete en líos. Desenfundo mi sable y lo enciendo, el color azulado inunda el pasillo haciendo más sombras que bailan junto a las creadas por el sable del Sith y la daga de Hannah.
-¡Aguanta pequeña! – grito mientras llego a su lado. – ¡Métete con alguien de tu tamaño, cernícalo!
Me sitúo a la altura de los combatientes.

-Hannah, detrás de mí. Yo me encargo de él.

¿Qué es lo que me ha llamado? Seguro que debe ser un insulto de donde venga ella.

Antes que llegue en su ayuda la humana vuelvo a atacar a la pequeña. Tengo que acabar con una de ellas antes de tener que enfrentarme a las dos.

- Primero acabaré con tu primita y luego acabaré contigo. ¡No te angústies que tengo sable para ambas! - les espeto con desprecio mientras volteo el sable de luz por encima de mi cabeza para atacar el flanco derecho de mi rival y, como espero su bloqueo, cambio el golpe, encojo el brazo e intento clavar el sable de luz.

El hombre malo intenta hacer una maniobra de combate y pillarme por sorpresa, pero logro zafarme de su ataque y volver a parar su embestida.

- ¡Caray! No lo hago nada mal, ¿eh?- aunque no lo digo sonriendo, la situación no es muy buena y tal vez no siempre pueda parar el sable.

Sigo apartándome del malo, necesito que Amaia pueda presentarle batalla, ella tiene más posibilidades que yo.

- ¡Muy bien pequeña!- sonrío al ver como maneja su daga láser. - Pero no te arriesgues más, déjame que me encargue yo de él.

Al fin logro llegar a su altura, y ponerme delante de mi prima.

- Ahora, enfréntate a mi, si te atreves.- le digo con tono amenazador.

La prima pretende proteger a la pequeñaja pero no voy a permitírselo. Intento esquivar el ataque del sable de la primera y atacar a la mocosa. Si consigo que alguna cometa un error podré vencerlas pero son sorprendentemente son ágiles y rápidas.

- ¿Sabéis qué voy a hacer con vosotras? Voy a enseñaros un nuevo significado de la palabra "agonía".