Partida Rol por web

Caerulea logra esquivar todos mis ataques, al parecer la subestime pero por lo menos le logre hacer un gran susto, por la mirada de mis ojos y no dejar de repetir el nombre del gran vigilante de San Fransokyo

Fiuu... nada mal pero creo que es hora que use mi táctica definitiva

 Cargo la llave espada y la inicio a cargar con todo la mi energía... para ver que Caerulea... ¡¡¡SE ESTA ALEJANDO!! y solo me queda ver porque no tengo una buena habilidad a la hora de nadar... 

Oh V̶̠̕a̸̩͐y̵̖̿a̵̙̅

Ve como Caerulea en lugar de dignarse de regresarme algún golpe, ha preferido huir, al parecer logro usar bien la táctica Joestar al final a cabo, de forma enojado le grito antes que se vaya de mi rango. 

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M̷̝̈́ĕ̵̦ ̸̮͘ë̷͈́s̵̭̽t̵̻͘a̷̰̽s̴̩̾ ̵̮̏d̵̫͋i̸͍͠c̴͐͜i̸̦̽ẽ̵̳ṇ̶̍d̶̾ͅơ̶ͅ ̵̟̓q̸̢́u̶̙͋ê̸͔ ̷͓̆ḧ̴̥́a̸͇͒s̸̞̃ ̷̦̇d̶̘͛ë̴̩j̷̳͌ḁ̴͂d̸͙̕o̵̚͜ ̸̱̍a̵̗͘ ̶͖͆ĕ̴̲s̵̥͑ť̸͚à̸͔ ̸̫̌c̴̬͗i̶̭̾u̸̘͘d̵̨̏ȁ̸̲ḓ̶̋ ̸̮͠s̷̨̒i̸̯̾n̷̡̅ ̶͕͊š̸̢ǘ̷̩ ̸̬̿ḷ̷̀í̷̲̈́d̴̰͆e̶̤͒r̵̠̈́ ̵̡̎p̸̛̻a̵̜̐n̴̲̚d̴̝̐i̸̦͆l̶͔͛l̶̨͗e̷̡͊ŕ̷̗ọ̴͛!̶̪͛ ̸͚̊
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El lugar de seguirla doy media vuelta voy a dirección a una de las muchas casas de la zona. 

Abriendo los ojos, Caerulea sintió la fría agua calando por completo su cuerpo, así como el ardor en sus pulmones; este había aparecido en mitad del océano y lo que era peor, bajo este. Apretando sus ojos, el muchacho pudo ver cierta claridad lo que parecía ser una ciudad coronada por una enorme torre del reloj.

Trozos de la ciudad caían hacia el cielo... o... espera... hacia lo profundo de la oscuridad. Tratando de recomponerse con un par de brazadas, finalmente pudo girarse nuevamente y bucear un poco bajo el agua, con el claro objetivo de perder de vista a aquel misterioso atacante.

Cuando finalmente Caerulea salió a la superficie, ya bastante lejos de la zona de partida, una muchacha con una estética similar a la Maestra Ava le dio la bienvenida. La voz de esta, siseante y susurrante, saludó a la recién llegada mientras esta se ponía la máscara de serpiente.

-Seas bienvenida Caerulea. -Comentó sin mayores miramientos, ofreciéndole su mano para ayudarla a salir del agua- Si eres tan amable, tenemos muchas cosas de las que conversar. Pues tus aventuras han sido de interés para mis investigaciones.

Aquella muchacha portaba un libro, similar al que Gumshoe -el animal rosado de Rayla- llevaba a un lado y a otro. Así como, detrás de ella se podían ver un par de toallas para que Caerulea pudiera secarse el agua. Era como si la estuviera esperando.

Extrañamente, todo aquel enorme pueblo blanco se encontraba vacío, no había rastro alguno de ningún alma. Algo que Kisan Alehi aprovechó para explorar sin que nadie le pusiera pegas algunas.

-¡Eh!, ¡Tú!. -Escuchó como alguien lo estaba increpando, la primera persona en todo ese lugar, si es que no contamos con Caerulea o su pequeño Chirithy- ¿Se puede saber quién eres y qué haces aquí?.

Era un hombre, adulto, bastante alto y fornido. Llevaba una capucha de color beige y una túnica. Así como su rostro estaba cubierto por lo que parecía ser una máscara de oso bastante detallada.

No lograba encontrar una persona, esto podía afectar mis planes de poner el orden esta ciudad, me detengo... respiro para seguir corriendo, hasta escuchar una voz, veo un hombre musculoso y con un sombrero de oso. ¡¿un oso?! Se debe tratar de un cazador furtivo Sin pensarlo dos veces hago mi grito de guerra. 

¡ ¡¡¡¡Wryyyyyyy!!!!

Tomando con fuerza la llave espada, me lanzo hacía el hombre de una forma salvaje. 

Aquel enmascarado ni lo dudó ni un solo instante, invocando una enorme llave espada, este se puso en postura defensiva y esperó a que Kisan Alehi arremetiera el golpe, a fin de cuentas, era su turno.

-¡Ven a mi!. -Rugió con furia- ¡No le das miedo a Aced!.

Aquella persona era algo más alta que Kisan, y notablemente más ancha, por lo que probablemente sería una batalla de resistencia a ver quién de los dos caía primero ante la espada del otro. -¡Que tu corazón sea tu llave guía!.