Lentamente aquel custodio de la llave espada se despierta, el olor de la cama, el tacto de la almohada, todo le indica que está en su querido y tierno hogar. Al fin en casa, por así decirlo. Abriendo los ojos con lentitud, este pudo comprobar como su habitación se encontraba tal y como lo recordaba.
Pese a que el custodio de la llave no entendía del todo bien qué era lo que estaba pasando, o lo que había pasado, ahora se sentía seguro en la calidez y tranquilidad de su propia habitación, en su hogar.
Dan se despereza y mira a su alrededor, encontrando una imagen que tan bien conocía.
Mi querido hogar. Tengo tantos recuerdos aquí con mi familia...
Dan había tenido un sueño muy extraño, en el que había monstruos y magia, y una torre.
Sacudiéndose la cabeza, decidió no darle más vueltas. Uno nunca recordaba bien los sueños o pesadillas, y había cosas que era mejor dejar atrás.
Siguiendo su rutina diaria, Dan se asea, se afeita, y sale de su habitación para realizar su entrenamiento diario, dirigiendo una última mirada, como siempre hacía, al rincón donde se encuentran los juguetes con los que jugaba su hija, llenándole de nostalgia y determinación de ser más fuerte. Más fuerte para proteger a aquellos que no pueden.
El paisaje que mostraban las ventanas era algo familiar, algo que el propio Dan bien conocía y recordaba de su mundo de origen, de su hogar. Pese a ello, aún con el paisaje familiar que tenía ante él, este decidió abrir la puerta de su hogar y salir al exterior con la intención de continuar con su rutina diaria justo antes de comprobar que, en efecto, los juguetes seguían en su sitio tal y como lo recordaba...
Pero nada de eso ocurrió, pues una vez que salió, se encontró con una Plaza. Una plaza de un pueblo que recordaba como si de un sueño cercano se tratara. Ahí estaba él, nuevamente, en un lugar desconocido.
El bebé que tenía Élan Saiki entre sus brazos parecía dormirse; el problema vendría en el lugar donde Élan Saiki se encontraba. Parecía ser una pequeña casa medieval, una cama de paja y una pequeña vidriera mostrando un bosque cercano. La madera predominaba por toda la estancia, así como numerosas herramientas artesanales, y por algún motivo, juguetes de niño pequeño.
A retomar la conciencia, me veo rodeado en lugar total mente diferente a mi hogar, a diferencia de mi hogar que era cultura oriental y japonesa, en una edad moderna, ahora estaba en una casa mediaval junto a este extraño y misterioso lugar.
Un chico tonto diría que el bebe pertenece a este lugar pero un bebe con pintas de superhéroe en una casa con toques mediavales no encajan....
Tomo al bebe y intento salir del lugar, buscando la salida junto a ver que dinero o cosa de oro me robo (por un bien en común)
Tras arramplar con las cosas de valor; Élan Saiki descubrió que esta casa pertenecía a alguien llamado "Dan Vorton"; siguiendo con su turismo con manos largas Élan Saiki encontró algo que estaba fuera de lugar en todo aquel asunto, una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada del hogar; sin ningún tipo de marca salvo una "V" con una "o" debajo estilizadas de color negro.
Cuando "investigaba", me entere que la casa era de un tal Dan Vorton Creo que estaba en la plaza pero no recuerdo quien era exactamente tras eso me encuentro con otra pequeña caja misteriosa
Oh no, otra caja misteriosa doy unos pasos atrás pero pienso en un momento mientras sostengo al bebe aun dormido con mi otra mano abro la caja misteriosa
La caja no se abre. Pero cuando Élan toca aquella caja, se muestra en un lateral el símbolo de una cerradura.
Intento rastrear en la casa del tal "Dan vorton" si hay una llave.
Motivo: Rastrear
Dificultad: 0
Habilidad: 6+1
Tirada: 4 5 5
Total: 5 +6 +1 = 12 Éxito
...
Élan Saiki removió toda la casa de arriba a abajo, pero no halló llave alguna. Tan solo efectos personales de un hombre de mediana edad que parecía haber tenido una hija, o incluso quizás tenerla. Sea como sea, ni el Hombre ni la hija estaban presentes en aquel lugar... ni la llave.
Aunque se percató que la puerta de la casa estaba abierta.
Me quedo pensando por un momento ante todo lo presente, pero mejor ignoro.
Raro
Tomo la caja en una mano mientras que en la otra mano tengo al bebe y salgo del lugar...
Cuando Élan trató de levantar la caja, este no pudo moverla del lugar, como si no fuera más que una parte fundamental del decorado, más similar a una columna que a una simple caja.
Antes de irme frustrado por no haber podido llevarme la caja, doy una patada a la caja para luego irme del lugar.
Motivo: Atacar la caja
Dificultad: 0
Habilidad: 9
Tirada: 2 5 9
Total: 5 +9 = 14 Éxito
Lo primero que Dan Vorton se encontró en su casa cuando entró por la puerta, algo que estaba fuera de lugar en todo aquel asunto, era una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada del hogar; sin ningún tipo de marca salvo una "V" con una "o" debajo estilizadas de color negro.
Echando un vistazo en los alrededores, se percató que alguien había entrado en su casa de tal forma que habían movido muebles, abierto cajones y rebuscado entre sus pertenencias más íntimas y privadas. Era evidente que alguien había entrado para robarle. Tras echar un vistazo rápido, se percató de distintos objetos de valor faltantes.
Malditos ladrones, me ausento un momento y y se aprovechan de mi esfuerzo ganado con el sudor de mi frente.
Pero esto de aquí es nuevo...
Dan examina la caja blanca de la entrada
No se si tengo que tirar algo, ya que lo estoy viendo
Tras examinar la caja, Dan aprovecha para echar una cabezadita en su cama, vencido por el sueño
Aprovecho a echar una siesta mientras tanto
Lo que Dan Vorton encontró parecía ser un pequeño aparato electrónico con tan solo tres botones en él, un triangulo a la derecha, un círculo en el medio, un triángulo a la izquierda. Además de eso, una pantalla que estaba iluminanda y mostraba lo que parecía ser la casa en la que él estaba en aquel pueblo. En la parte superior izquierda ponía: -Dan Vorton.
Detrás del aparato ponía: "Omni-port"
Se me pasó, sorry. (Contará que has dormido desde el 06)