Partida Rol por web

Lentamente aquel custodio de la llave espada se despierta, el olor de la cama, el tacto de la almohada, todo le indica que está en su querido y tierno hogar. Al fin en casa, por así decirlo. Abriendo los ojos con lentitud, este pudo comprobar como su habitación se encontraba tal y como lo recordaba.

Pese a que el custodio de la llave no entendía del todo bien qué era lo que estaba pasando, o lo que había pasado, ahora se sentía seguro en la calidez y tranquilidad de su propia habitación, en su hogar.

Di vueltas de un lado a otro en la cama. Y es que era tan cómoda… Pero no podía pasarme todo el día durmiendo, claro.

Poco a poco fui abriendo los ojos. Me encontraba en mi querida habitación, en mi hogar. ¿Dónde si no? Bostecé y al poco me levanté por fin. Fui a la ventana y contemplé el paisaje. No había nada como estar en casa.

Había algo que me extrañaba. ¿No había ocurrido algo extraño el día anterior? ¿No había ido a la plaza y conocido a multitud de personas nuevas? ¿No se habían encaminado juntos hacia la torre del reloj? Pero, ¿qué era lo que había pasado después? Por algún motivo no recordaba nada más. Quizás sólo había sido un sueño muy raro.

Mientras pensaba, otros pensamientos extraños pasaron por mi cabeza. ¿No vivía yo en un castillo en el Bosque Ancestral? Pero mi habitación estaba aquí, en esta ciudad, ¿no? Pero aquello no era el Bosque Ancestral, ¿no? ¿Cómo podía vivir en dos sitios a la vez? Todo aquello era muy confuso.

Pero había algo mucho más importante. ¿Dónde estaba mi familia? ¿Y mis amigos? ¿Y mis criados? ¿Qué iba a hacer yo sola?

Mirando por la ventana de su habitación, Naoko pudo ver los árboles que rodeaban el Castillo en el Bosque Ancestral. Ciertamente parecía que estaba en su hogar, en el Castillo. Pese a ello, algo no cuadraba, puesto que pese a que sus ojos podían decirle que estaba en su casa, en el Bosque Ancestral, esta no escuchaba a los criados ir y venir de un lado para otro. Tan solo el silencio.

La muchacha que os había reunido en el sueño, nuevamente se había presentado ante Naoko, parecía dudosa por un instante, pero al cabo de un par de segundos ella habló con firmeza.

-Naoko, necesito tu ayuda.

Palabras importantes, pese a ello, ella no tuvo tiempo para detenerse.

-Supongo que estás confusa, has pasado por mucho, pero estoy aquí para ayudaros a salvar los corazones.

-Mi nombre es Ava, y soy una de los cinco "Foretellers" que fuimos encargados de seguir la visión que nuestro Maestro, el Maestro de Maestros, tenía para salvar a toda la humanidad.

-Mis compañeros, Invi, Gula, Ira y Aced tenían sus propios objetivos y estos cumplieron a rajatabla sus cometidos, sin siquiera dudar de la palabra o de los objetivos del Maestro de Maestros...

-Yo por el contrario, dudé... investigué... y actué en contra de lo que se me ordenó, y gracias a eso descubrí que lo que el Maestro de Maestros estaba buscando era crear una Guerra entre los Usuarios de la Llave Espada.

-Cuando me enteré y quise hacer algo, era demasiado tarde, pero hice unas cuantas cosas que alteraron el ciclo que el Maestro de Maestros había predicho, incumpliendo así la profecía que este nos había indicado.

Tras un momento de silencio, Ava continuó con su explicación.

-Tu, vosotros... Erais 18 Usuarios de Llave Espada que, por un motivo u otro, luchasteis con vuestras armas liberando mundos de la oscuridad; algunos actuando por cuenta propia y otros manipulados por el Maestro de Maestros para hacer sus designios en esos mundos...

-Al final, todos juntos, plantasteis cara al Maestro de Maestros y luchasteis contra él... derrotándolo y expulsándolo de este plano... Algunos murieron en el combate y otros quedasteis muy malheridos...

Una leve sonrisa sincera se mostró en el rostro de Ava.

-Supongo que no os acordaréis, pues Luxu también apareció y os sometió a un profundo sueño... yo llegué y luché contra Luxu, rescatandoos y trayéndoos aquí... pero Luxu está expectante, tratando de hacerse con un Chirithy especial para hacer regresar al Maestro de Maestros...

-Necesito que encuentres y me entregues ese Chirithy, es como un gato antropomórfico... Si lo logramos, podré destruirlo y evitar que regrese.

Al mirar por la ventana, me di cuenta de que estaba de vuelta en mi castillo, en mi bosque. Aquello debía de significar que todo había sido un sueño. ¡Y menudo sueño! ¡Menuda imaginación tenía yo a veces!

Sin embargo, sentía una extraña sensación de inquietud. Como si hubiese algo fuera de lugar. Al poco me di cuenta: había demasiado silencio. Salí de mi habitación y llamé a mis criados, pero nadie respondía. Recorrí mi hogar de un lado a otro, pero no encontré ni un alma. Todo el castillo parecía estar desierto.

Volví a mi habitación y me senté en mi cama, asustada. ¿Dónde se había metido todo el mundo? ¿Acaso había sido real aquella visión en la que el mundo era invadido por criaturas de oscuridad? ¿Había sido yo la única superviviente? ¿Qué iba a hacer ahora yo sola? Sin poder soportarlo, hundí mi cara en la almohada y empecé a llorar a lágrima viva.

No sé cuánto tiempo estuve llorando, pero de pronto sentí que no estaba sola. Poco a poco, separé mi rostro del almohadón y levanté la mirada. Al ver a aquella extraña mujer en mi habitación, pegué un grito y di tal respingo que caí rodando de la cama.

—¿Eh? ¿Q-Quién eres tú y qué haces en mi castillo? —pregunté, confusa y asustada a la vez que asomaba la cabeza desde el otro lado de la cama—. Un momento, tú eres… —¿Cómo podía estar ella aquí? ¿Es que seguía soñando?

La mujer no me hizo el menor caso. Y lejos de darme una explicación que aclarase todo, empezó a soltar una sarta interminable de sinsentidos.

—¿Maestro de Maestros? ¿Guerra? ¿Llaves espada? ¿Pero qué dices? ¡Yo nunca he luchado contra nadie! —exclamé, aún más confundida. Aquella mujer tenía que estar loca. Estuve a punto de llamar a los guardias, pero entonces recordé que estaba más sola que la una.

Por si fuera poco, luego coge y empieza a hablarme de un Chili-nosequé. Sí, definitivamente estaba loca, sin duda.

—¡No sé qué es un Chilishi y tampoco me importa! ¡Dime qué ha pasado aquí! ¿Sabes dónde está todo el mundo? ¡Seguro que tú lo sabes! ¿Qué les has hecho? ¡Dímelo, o te sacaré la verdad a golpes! ¡Soy muy buena peleando, te lo aseguro! —exclamé intentando sonar lo más segura de mí misma que podía, a la vez que levantaba los puños. En realidad no tenía ni la menor idea de pelear, pero con suerte sería suficiente para asustar a la tal Ava.

-Tu mundo ya no existe. -Indicó de forma breve- Todo lo que has conocido fue sucumbido en la oscuridad y tu corazón te sirvió como guía para juntarte con otros que se encontraban en tu misma condición y así luchar contra la oscuridad.

Parecía un cuento de hadas más que una realidad, pero a medida que esta iba comentando esto, de la mano de Naoko apareció una llave espada, y esta muchacha también hizo lo suyo con la suya propia.

-Te han borrado la memoria y esto es lo único que puedo decir para convencerte. Soy una amiga...

Pese a que me esforcé al máximo en aparentar seguridad y fiereza, la mujer no se vio amedrentada en lo más mínimo. ¿Es que acaso no me tomaba en serio por ser tan pequeñaja?

Pero lo que dijo a continuación hizo que me olvidara por completo de intimidarla. Mi cara se volvió blanca como el yeso, y bajé las manos lentamente, que ahora estaban temblando.

—¿Q-Qué? ¡N-No! ¡No puede ser! ¡Mientes! —Pero en el fondo yo sabía que sí era cierto. Había intentado convencerme de que era un sueño, pero había sido muy real—. Si lo que dices es verdad, entonces, ¿dónde estamos? Esta es mi casa. Y ahí fuera veo el exterior del castillo.

De pronto apareció en mi mano una extraña y gigantesca llave. Y en la de ella apareció otra similar. Nunca había visto algo como eso.

—¿Me han borrado la memoria? ¿Quién? ¿Por qué? —pregunté, confusa y conmocionada—. ¿Por qué debería confiar en ti?

-Como puedes ver, no estoy mintiendo... -Indicó señalando al arma- Pero si deseas ver como NO estás en casa, puedes asomarte a la ventana o salir por la puerta. Lo que ves no es más que un recuerdo lejano de lo que antaño fue tu hogar.

-El que os ha hecho perder la memoria fue Luxu, lo reconocerás cuando lo veas, lleva una túnica negra a todos lados; una vez que juntos lograsteis derrotar al Maestro de Maestros, este apareció y os hizo dormir con un hechizo, y yo os rescaté a todos... al menos a todos los que pude...

-Cuando intenté explicaros qué era lo que había pasado, no me reconocisteis, y lo que es aún peor, Luxu había llegado a la Torre del Reloj...

Miré a la llave espada que ahora tenía en mi mano. ¿Cómo demostraba eso nada? Y ¿cómo iba yo a haber derrotado a ese tal Maestro? ¡Yo ni siquiera sabía luchar! Nada de lo que la mujer decía tenía sentido.

—¡No, no! ¡No es verdad! —grité.

Tras eso, salí corriendo en dirección a la entrada del castillo. No me lo creía. Tenía que verlo con mis propios ojos.

Naoko salió corriendo hacia la entrada del castillo y cuando finalmente atravesó el umbral bajo la puerta, se encontró con algo extraño, no se encontraba en el enorme patio, tampoco en la escalinata; no veía los alargados árboles del bosque que rodeaba al castillo... Tan solo había una plaza de pueblo... llena de gente.

Naoko se despertó sobresaltado en su cama; echando un vistazo al reloj, eran las 03:00 horas de la noche. No era una hora ideal para hacer cosas como cuidar el jardín, ir a visitar a un familiar a su casa, o gritar con todas tus fuerzas mientras juegas al pilla-pilla.

La cuestión era... ¿Cómo y cuándo había llegado hasta ahí?.

Tampoco pareciera que nadie hubiera entrado en la casa a decir verdad. Eso sí. Naoko encontró algo que estaba fuera de lugar en todo aquel asunto, una pequeña caja blanca justo enfrente de la puerta de entrada de su hogar; sin ningún tipo de marca salvo una "M" con un rabito estilizado de color negro.

Tras mi aventura en aquel lugar oscuro, desperté en un lugar conocido: mi habitación. Durante unos momentos, me pregunté si todo lo que había ocurrido había sido una pesadilla. Pero un rápido vistazo por la ventana me confirmó que no era así.

Miré el reloj, que indicaba que eran las 03:00 de la madrugada. Pero… ¡yo no había estado tanto tiempo ahí fuera! Y además, ¿cómo había llegado hasta allí? ¿Quizás había caído inconsciente y los demás me habían traído aquí? En cualquier caso, era tarde para salir y dar vueltas por ahí. Especialmente si me encontraba sola.

Mientras recorría mi casa, me fijé en una caja blanca junto a la entrada, con una extraña marca que no reconocía de nada. Esa caja no estaba allí la última vez. Aunque a decir verdad no es que me hubiese parado a mirar. En cualquier caso, no tenía ni idea de qué era. Sin ser capaz de contener mi curiosidad, me acerqué a la caja e intenté abrirla.

Lo que parecía ser tan solo un simple peluche, este comenzó a moverse, como si se estuviera estirando un poco antes de finalmente, saltar del interior de la caja y echar un vistazo a Naoko, la cual, no parecía estar demasiado al tanto de lo que estaba pasando ante sus ojos.

-¡Naoko-chan! -Exclamó la pequeña criatura- ¡Has tardado mucho!. ¡Me estaba asfixiando ahí dentro!. De todas formas, me alegra que me hayas liberado... ¡Y de verte de nuevo, amiga!.

Echando un vistazo en los alrededores con su grande cabezota, este finalmente volvió a posar su vista sobre la muchacha que tenía justo enfrente. Al parecer aquella criatura con aspecto atigrado estaba buscando algo o alguien que al parecer no estaba presente.

-¿Aún no tienes a "ese" Chirithy? -Preguntó molesto- ¡La Maestra Ava se enfadará con nosotros!. ¡Pero por suerte ahora me tienes a mi a tu lado!. ¿Quieres que te ayude a conseguir un aliado en esta misión?. ¡Solo dime un nombre y apareceré ahí!. ¡Pero cuidado!. ¡Siento que hay fuerzas que tratarán de impedirme lograrlo!. ¡No me envíes con alguien así, si no temo por mi seguridad y trataré de defenderme!.

Abrí la caja y me encontré con un adorable peluche. «¡Qué mono!» pensé. Lo acaricié, pero entonces empezó a moverse.

—¡Ah! —grité del susto, y di un paso atrás. Por si aquello fuera poco, encima empezó a hablar—. ¿Q-Qué? ¿Verme de nuevo? ¿Cuándo nos hemos visto antes? —pregunté, confundida—. ¿Shiri… Chiri… Chirithy? —De pronto recordé que aquello era lo que Ava me había pedido—. ¡Ah! No… —contesté, bajando la mirada—. Es que… No tengo ni idea de lo que es ni dónde buscarlo. Y además he estado haciendo otras cosas… —comenté, pensando en mi viaje a aquel lugar oscuro. Luego empezó a hablar de conseguir aliados, cosa que no entendí del todo. Además, me pregunté cómo iba a poder defenderse una criatura tan pequeña y adorable—. ¿Conseguir un aliado? Antes, he estado con un grupo de gente que estaba en una situación parecida a la mía. ¿Eso cuenta? Pero lo primero de todo: ¿Dónde puedo buscar ese Chiti… Chirithy? No sé ni por dónde empezar. Además, antes mis compañeros y yo hemos cruzado una especie de portal oscuro. Luego he aparecido en un sitio muy raro y oscuro yo sola. Y después he despertado en mi cama varias horas después. ¿Tú sabes qué puede haber pasado? —pregunté, deseando que aquel pequeño ser supiera algo.

La pequeña criatura ladeó la cabeza lentamente, como si no entendiera la pregunta que Naoko le estaba haciendo, aún así, trató de responder.

-Emmmm... -Dudó rebuscando en aquel monedero. -Debe estar por aquí... ¡Aquí está!. ¡Con esto lo tienes todo!... O algo así...

Los Chirithy son "Dream Eaters" antropomórficos y similares a gatos que actuan como compañeros de los portadores de Llave Espada. Fueron creados por el Maestro de Maestros y supervisan el progreso de sus respectivos portadores, ofreciéndoles asistencia. Los Chirithy trabajan junto con los Líderes de Unión para hacer retroceder la oscuridad. Un Chirithy está ligado al portador de la llave espada elegido; en el caso de que el portador de la llave espada sucumba a la oscuridad o se desvanece, también lo hará su Chirithy.