Partida Rol por web

- Por lo pronto seguir a esas dos para no separarnos sería la mejor de las ideas... digo señalando hacia Asrai y Yusuki comenzando a seguirlas ...venga vamos, ¡haz valer esas piernas!.

    Aunque quisiera estar y reaccionar con los que iban yendo y viniendo, lo cierto es que mi mente se sentía un tanto... fragmentada... como si parte de mi cuerpo estuviera lejos de mi mismo y el resto de mi en una fatiga constante tal que si pudiera encontrar una cama me vería capaz de dormir por 358/2 dias... o algo así... no se... quizás igual la metafora no se entendiera... 

   _{p...pero... l...la flecha... apunta hacia... allí... -} apuntando a la que estaba escrita en el mensaje, para ver que era una dirección contraria a la del resto... dejar un resoplido solitario y comenzar a andar en la dirección que yo creía correcta..

El Portador de la llave Espada salió corriendo por entre las ruinas detrás de Yusuki Ayase y Asrai Toujou, alejándose de los otros fallecidos y viejos co-habitantes de aquel mundo extraño que era el Pueblo de Albaburgo. Pese a todo, el mundo era inmenso aunque monótono, por lo que no fue demasiado difícil de ir tras ellas, todo era plano y salvo las ruinas, libre de interferencias.

Mientras Raanmar perseguía a Yusuki Ayase y a Asrai Toujou que huían del lugar, este en la distancia pudo presenciar como de las aguas emergía algo, unas plantas en flor de color anaranjado, similar a los juncos, y unas cuantas hojas más. Parecía ser algo inusual, pero más inusual era que estas plantas habían crecido cerca de el y continuaban asomándose, una tras otra, hacia el firmamento. Como si fuera una especie de camino aquella hilera de plantas de flor anaranjada.

Detrás de Yusuki Ayase y de Asrai Toujou se encontraba Raanmar siguiéndolas a toda velocidad. Al parecer no era un muchacho que fuera a detenerse por nada del mundo, mucho menos por la nimiedad de que Yusuki Ayase decidiera escapar del lugar usando sus cortitas piernecillas o que Asrai Toujou decidiera seguirla... ahora mismo este estaba viendo como Asrai Toujou trataba de quitarle de la boca a Yusuki Ayase la planta anaranjada.

Por suerte para Raanmar, esas plantas también habían distraído en lo lejos a Asrai Toujou y a Yusuki Ayase, al menos lo suficiente como para que este pudiera alcanzarlas con relativa facilidad y seguía corriendo hacia ellas. - Independientemente de lo que fuera que este decidiera hacer, pudo ver con claridad como Asrai Toujou estaba tratando de sacarle de la boca a Yusuki Ayase una de las muchas plantas que había ahí...

Y con esto tan solo quedaron dos ahí... y eso de momento, pues Oween estaba marchándose lentamente por el lado correcto que apuntaba aquel grafitti en la piedra blanquecina...

- Puag - escupí la flor con gesto de asco - las flores mágicas saben muy mal...

Cuando escuché a Asrai, adopté inmediatamente una postura de lo que yo pensaba era de intelectual.

- Ya lo sabía, sólo estaba probando si tu también lo sabías - dije haciéndome la interesante, aunque mis palabras carecían completamente de sentido.

Entonces, vi a Raamar viniendo hacia nosotros y lo saludé.

- Mira, otro más que se une a la expedición "busquemos una salida". Pues andando, hacia el firmamento - dije poniéndome en marcha por el camino de flores.

Entorno los ojos hasta ponerse en blanco y me masajeo el puente de la nariz con el dedo pulgar e índice.

¿Y este que quiere ahora?

Mire aquel chico de piel oscura irse por una dirección completamente diferente con mis cejas fruncidas tratando de mantenerme en calma, por otro lado mire a ese chico de lentes que antes había muerto frente a mis ojos con una sonrisa siguiéndolo por el camino correcto que las flechas indicaban -Por fin alguien que piensa antes de actuar, si hubiera mas personas como tu no estaríamos muertos en primer lugar, ¿Cuál es tu nombre chico de los lentes?, si serás mi compañero ahora debo saber al menos tu nombre- Con una sonrisa miraría el letrero y mordí mi dedo un poco sacando una pequeña gota de sangre escribiendo "Nate, Archival por aquí es el camino correcto" Lamiendo la sangre de mi pulgar corrí hasta estar junto a Owen para caminar en la dirección que indicaba el letrero.

- No perderte de vista... dijo con tono sarcástico aunque amable ...me alegro de verte Yusuki... la sigo por el camino de flores ...estas flores son bastante bonitas, propias de un lugar como el paraíso supongo.

- Yei, Raanmar, bienvenido a nuestra aventura en busca de una salida - saludé alegremente siguiendo el camino de flores entre saltos.

Los tres muchachos siguieron el camino de flores hasta llegar al mismo punto de donde Yusuki Ayase, Raanmar y Asrai Toujou habían partido inicialmente; allí donde se encontraban aún los otros cuatro que habían decidido que la mejor opción era permanecer esperando en silencio. Pudieron reconocer tanto a Alphonse Reikter, Élan Saiki, Naoko como a Aleksis Supercalifragilisticoexpialidoso... Lo que no reconocieron fue una figura misteriosa de una joven de cabellos anaranjados.

Mientras seguían esperando en el mismo sitio porque algo más ocurriera, algo ocurrió y aunque no fueron más estrellas que lanzar al otro lado o nada similar, sí que fue algo sorpresivo, pues tanto Asrai Toujou, Yusuki Ayase como Raanmar había llegado con ellos. ¡El grupo crecía!.

Aquella muchacha pelirroja de ojos verdes se giró hacia Asrai Toujou, Raanmar y Yusuki Ayase entregándoles a aquellos una sonrisa sincera, a fin de cuentas, para eso estaba ahí, para hablar con la gente. Con aquella sonrisa sincera, la muchacha se presentó ante todos ellos.

-Me llamo Strelitzia, encantada. 

No parecía ser una persona violenta, al contrario, parecía estar bastante tranquila y calmada con todo lo que estaba pasando en estos momentos en aquel otro lado. Por lo que trató de ayudar a Aleksis al resolver su duda.

-No creo que podamos enviar un mensaje ahora mismo... parece ser que todos están despiertos... Y ya no tengo más regalos...

El Portador de la llave Espada, y así lo voy a llamar porque no sé cuantas "e" tiene su nombre, salió andando por entre las ruinas junto con Zaki Yanko, alejándose de aquellas enormes y macizas construcciones blancas, así como de los mensajes escritos en ellas. Pese a todo, el mundo era inmenso aunque monótono, por lo que no fue demasiado difícil caminar juntos pues era muy difícil de perderse el uno del otro, todo era plano y salvo las ruinas, libre de interferencias.

Mientras aquel Portador de la llave Espada, y así lo voy a llamar porque no sé cuantas "e" tiene su nombre, andaba por entre las ruinas junto con Zaki Yanko, estos en la distancia pudo presenciar como de las aguas emergía algo, unas plantas en flor de color anaranjado, similar a los juncos, y unas cuantas hojas más. Parecía ser algo inusual, pero más inusual era que estas plantas habían crecido cerca de el y continuaban asomándose, una tras otra, hacia el firmamento. Como si fuera una especie de camino aquella hilera de plantas de flor anaranjada.

No te preocupes, estoy más que encantado de estar aquí contigo.