Día 2: Cuervos Blancos

Y son los graznidos, no los del Bardo, los que despiertan a todos.

Éste enseguida se pone en pie. A vuestro alrededor decenas de cuervos blancos graznan y os miran amenazantes.

¡Faltan tres! ¡Han desaparecido el Hada Madrina, el Lobo Feroz y la Princesa Guerrera!

Exclama, un tanto alterado. Tanto que se tropieza con un bulto de nieve... un bulto del cual asoma un brazo. Es el Tabenero, que se encuentra de nuevo entre los presentes.

Más allá de eso la Abuelita se pone en pie, con una sonrisa amigable. Un cuervo blanco se posa ante ella, dejando una flor de Lys.

Esa ofrenda... -masculla el Bardo- la Abuelita es leal a Su Majestad. Esa era la flor de Su Majestad.

No conforme con lo sucedido, son unos cuervos los que se posan en los hombros del Carismático y de la Madrastra Malvada, quedando poco a poco congelados y lejos de vosotros*. No obstante, la Madrastra** se sacude el hielo como si fuese pura escarcha y bufa, malhumorada, espantando a los cuervos que estaban cerca de ella.

Su alma está en el limbo.*

Enuncia el Bardo, instantes antes de que aparezca el atril frente a vosotros, con la pluma, para condenar a uno de los presentes. Entonces sonríe.

Creo que tengo una canc...

¡Rápido, que alguien le detenga!

Me despierto en el momento en que el Bardo choca conmigo. Me levanto de la fria nieve y me quito los restos que han quedado en mis ropas, al parecer habia funcionado y estaba aqui de nuevo, con los vivos. 

Bardo!...- al darme cuenta que he gritado, bajo un poco mas mi tono y de forma seria continuo-...no cantes

Miro a los presentes, esperando a que alguien hablara, al parecer la abuelita tenia la flor del rey en las manos, eso era bueno.
Pero habia menos personas que las que habia la noche del banquete, habian sido "borrados"?. Cuantos desleales quedaban aun?

La Mascota Adorable da saltitos en torno a la Madrastra, quien parece que está tratando de despertar con dificultad mientras espanta a los cuervos blancos.

Ajena a los problemas por los que están pasando los presentes, su actitud es alegre y desenfadada.

- Los humanos...

...son tan...

¡MONOS!!

-......ZZZZZZzzzzzzzzzzzz...... ¿Eeeeinn? ¿Perooo... Qué ha pasado aaaquí? (¡HIP!) Que me he dormido... y ya falta aquí tanta tenge... gente que asusta. ¿Han... han muerto? Mmmmm.... ¿¿Y el tabernero también?? ¡El fin del mundo se acerca! ¿Ha dejado hidromiel, al menos? Tengo la boca... (¡HIP!) ... un poco seca.

Grandes cosas habían pasado mientras Borracho Delueblo dormía (¡y babeaba!). Despistarse no era una opción, se prometió a sí mismo intentar no quedarse dormido más veces.

Al despertar entre nieve, el chico se estremece mientras tiembla de frío y dice haciendo un recuento de los que faltan.- Otra vez tres... a este paso, vamos a acabar todos desaparecidos y no vamos a resolver que está pasando.-

El chico miro al tabernero, que está de vuelta y a la abuela. Al ver el simbolo a sus pies dice.- ¿Entonces abuela usted es de fiar, verdad?.- Mientras esperaba una respuesta aunque la abuela siempre protegía a sus vástagos pregunto al tabernero.- ¿Y usted sabe algo más...?

¿En quien podemos confiar?. Yo acabo de ser atrapado en un hechizo que lleva mi mente a un lugar rodeado de queso... varios de los presentes están allí. No sé por qué no lo dicen, pero a mi eso me da miedo, me huele a maldad...

Miró a varios a la cara, sin querer señalar quienes estaban con él en el otro lado, y que salieran por su propio pie, y dijo.- Si no nos apoyamos, nos harán desaparecer a todos, y no encontraremos la manera de solucionar el corazón roto de nuestro rey.

Despierto, seguimos en la nieve, y además esta noche han muerto 3 compañeros más. Un cuervo deposita la flor del rey ante la abuelita lo cual demuestra lo que ya sospechaba, ella es leal a nuestro rey.

De repente me doy cuenta que el Tabernero vuelve a estar entre nosotros. Le saludo - Bienvenido de vuelta Tabernero

Luego me dirijo al todos - Está claro que entre nosotros hay más de un asesino. Debemos dar con ellos antes de que acaben con todos nosotros. Sabe alguien como han muerto el Lobo, el Hada y la Princesa Guerrera? 

La mañana llega con tres nuevas bajas, un regreso y la marca del rey en la abuelita

-yo no entiendo nada, debe ser lo que dice el mercader y hay mas de un asesino actuando, o atal vez alguien está intentando acabar con los asesinos a las bravas. Lo malo es que no sabemos si los muertos son inocentes o no. Esto es muy complicado-

Yo estoy acostumbrado a madrugar mucho e incluso a pasar toda la noche de cacería, pero el frio de este lugar me ha dormido como a los demás, intento que no se me note pero estoy muy preocupado

-¿podrías decirnos algo del tiempo que estuviste como muerto y de como has vuelto tabernero? y tu niño ¿que es eso de un lugar de queso?-

Hijo mío con esta cabeza que todo lo olvida cómo voy a ser de fiar? - Miro al niño dulcemente - Pero si hay algo más que viste en tu sueño no tengas miedo en compartirlo, la Abuelita te escuchará atentamente. 

Apenas termino la frase me fijo en el Mercader Misterioso, que sexy se pone cuando hace de detective. 

'No estoy chocha, No estoy chocha, no estoy chocha' murmuro para mi repetidamente mientras tejo para calmar mis ansias. 

Han caído tres. Son muchos y entre ellos están Guerrera y Feroz. ¿Quizás alguno de los dos se defendió y se llevó por delante a alguien? Creo que, ante las dudas, no podemos fiarnos de ninguno de los tres muertos hoy. En cuanto al niño y su mundo de piruleta y queso, a mi también me huele mal.... - Se encoge de hombros - ...Será por el queso.

El mago sigue acicalándose la barba, lentamente y de arriba a abajo, ya habían caído bastantes y otros habían vuelto sin explicar muy bien el porqué de ello; pero habían vuelto sanos y salvos. Eso implica que alguien los llevó allá para protegerlos esperando una vuelta. A fin de cuentas, el hecho de no estar presentes les hizo inmunes a ser escogidos, bien por la turba, como por los traidores.

-De todas formas, concuerdo con lo del mundo de queso... ¿Podría explicarnos algo más acerca de ello?

-Vaya, hoy 3 inocentes desapatecidos... Hoy voto a los malos de relleno, por que me caen mal...-

Dijo simplemente recostandose sobre la blanca nieve y observando a los presentes...

-Para que no digan que no colaboro y si quieren escuchar historias, puedo contar la mia de manera mas extendida...-

-Todo comenzo hace mil años, o tal ves dos mis, mi padres eran dragones, eventualmente. Y en un nido de dragon, habia un huevo de dragon, eventualmente, continuara... Eventualmente...-

Cierra los ojos y parece que duerme, o solo cierra los ojos para escuchar mas atentamente voces y pensamientos...

He vuelto gracias al regalo que me hizo su Majestad el Rey Buencorazon - Les digo a los presentes para resolver sus dudas de como habia vuelto Estuve en un sitio muy raro, junto con la Princesa Enapuros pero ni ella ni yo, vimos quien nos mato, asi que no sabemos quien son los culpables. Estoy  muy interesado en eso que dice el niño sobre el mundo de queso y que no solo el estaba alli.

La Madrastra Malvada despertó repentinamente rodeada de nieve. Con su habitual malhumor se limpió el hielo del vestido y de entre sus cabellos. Miró a su alrededor buscando algún objeto donde poder observar su reflejo, era de urgente necesidad. Su “urgente necesidad” no la dejaba ver la tensa situación en la que estaba. Buscó entre sus ropajes y sacó un pequeño espejo de mano. Al ver su reflejo suspiró de alivio. Estaba igual que siempre. ¡Espera! ¿Cómo que igual que siempre? Vio sus “pequeñas” arrugas de patas de gallo. –Tengo que dejar estos estúpidos tratamientos faciales con hielo, ¡no hacen nada!- dijo enfadada hablando sola con su espejo.

Fue el aleteo de un cuervo cerca de ella lo que la volvió al presente. Tardó unos segundos en darse cuenta en que todo lo que parecía haber soñado era real. No estaba en otro fallido tratamiento de rejuvenecimiento con hielo. Estaba atrapada con otros personajes tras la muerte del Rey Buencorazón.

Anduvo alrededor de algunos de los presentes mientras iba recordándolo todo. Su ira se hacía visible cuando miró a algunos de los presentes como al Principe Encantador o a los Malos Derelleno.

Una vez rodeado el grupo se paró frente al Consejero Vil, manteniendo su mirada malvada sobre él. – ¿Qué reino sin rey necesita un mal consejero? ¿Quién pudo terminar con nuestro pobre rey que un "fiel" y mal consejero?- 

A pesar de clavar su mirada sobre aquel inmundo, la Madrastra Malvada estaba atenta a las palabras de la Abuelita y del Niño Travieso.

Tras ignorar abiertamente la mirada furiosa de la Madrastra, me giro hacia el mago para respoderle sobre el mundo del queso.

-Es una especie de mundo onírico hecho enteramente de queso, tras estudiarlo durante el poco rato que he estado dentro yo diría que es obra de uno de los objetos que  nos dio el Rey.- digo con voz seria- además parece ser que los muertos también pueden interactuar ahí dentro, como es el caso de la Princesa Enapuros...

El mago cada vez más intrigado en eso que acababa de escuchar se acicala la barba con una notable mayor rapidez, no la suficiente como para parecer un maniático o arrancarse algún pelo, pero sí lo suficientemente rápido como para distinguirlo de su anterior ritmo de acicalamiento de barbas.

-Todo esto comenzó con la muerte del Rey, ahora si se me permite, enumeraré lo que ha ocurrido.

-Durante lo que podemos llamar "Día 1". La Princesa Enapuros fue la primera en sufrir un ataque así como el Tabernero, dejando tras de sí, un rastro de ceniza...

-Durante lo que podemos llamar "Noche 1"; El Sabio pudo recomponerse al ataque tras haber sido el elegido...

-Durante lo que podemos llamar "Día 2", pudimos presenciar la falta del Hada Madrina, el Lobo Feroz y la Princesa Guerrera. Así como la aparición del Tabernero. Y la confirmación de Lealtad de la Abuelita.

El Mago detiene su acicalamiento y con su mano derecha se agarra a su bastón de madera que imita a la rama de un arbol muy antiguo y grisaceo; y con él levantado señala al Niño Travieso.

-Lo que usted ha dicho, jovencito; puede ser un artilugio mágico, ¿Cuándo fue usted "transportado" a aquel lugar? ¿Quienes se encontraban allá?. Si no me equivoco por las palabras del Príncipe Encantador; él también se encontró en aquel lugar...

-Asumiendo que ambos fueron -por un simple instante- transportados a allá; lo único que me dá que pensar es que alguien usó un poder para realizar esto. Y ese alguien ahora mismo, se encuentra muerto y por ello se rompió el hechizo. Si mi perspicacia no me falla, diría que fue el "Hada Madrina".

-¿Había alguien más en el mundo del queso?.

Habiendo acabado de hablar, el anciano vuelve a posar su bastón en el suelo; soltándolo y quedándose este en pie, mientras seguía acicalándose la barba, esta vez, con ambas manos.

-Y por tanto confirmamos por la boca del Tabernero que él pereció de verdad, mas pudo volver usando un artefacto del Rey. La cuestión es... ¿Qué era ese lugar? ¿Otro mundo alimenticio?. Si esto fuera así, con que el que sea que os haya llevado a los dos a la vez allá, muriera, entonces volvería la Princesa en Apuros. Por tanto, el que os haya transportado también ha de tener un poder similar al Hada Madrina.

-Si por el contrario, esto no fuera así, y vinierais de "La Nada" o "La Muerte" o como sea; entonces hay un problema mucho mayor, pues se confirmaría que los enemigos y traidores que hay entre nosotros pueden cometer 2 ataques a la vez; o al menos pudieron hacerlo.

-O por último, que un inocente atacó a usted o a la Princesa en Apuros con intenciones asesinas.

El anciano ya había dicho todo lo que tenía que decir, pese a ello, no tenía ni la más remota idea de cómo seguir; quizás si la gente confesara lo que sabía, tal y como habían hecho el Niño Travieso, el Tabernero y el Príncipe Encantador; se podría reducir la lista de sospechosos.

La cuarta persona en Cheeseland soy yo. Entramos allí a razón de dos por noche y eso me hace pensar que quien sea que nos envía allí sigue vivo.

Intentando poner mi granito de arena exclamo a los presentes -Yo tampoco e'tao en eze lugá der que hablai peo... yo ma hago la pregunta, ¿Quien, o quiene son loh que mah ganan con la muerte der Rey Buencorazon? Era bueno con toh nozotro azi que ¿Quiene zon en verdah tan malvadoh como pa' hacedlo y depueh matá a to' lo de aqui?-. Termino, esperando una respuesta de personas mas avispadas.

Miro a la abuela y digo.- No es un sueño, es real... no sé como decirlo, pero estáis aquí y a la vez yo tambíen estoy allí, pero allí solo estamos cuatro, y todo lo que nos rodea es queso.

Al escuchar las palabras del Principe y el Hechicero asiento y digo.- Como ellos han dicho, estamos nosotros tres y la Princesa en apuros, aunque no esté aquí con nosotros.

La persona que nos mete allí, como dicen esta viva, sino yo no hubiera entrado. Creo que hay varias cosas a las que enfrentarnos, los que nos matan y los que nos encierran... como el del mundo del queso.

Yo acabo de llegar allí, pero quizás Ellos sepan algo más del sitio.- Digo señalando a Hechicero y Principe.

Ilógico.

Todo, hasta ahora era ilógico. Poco racional, desde luego. Pero poco tardaría todo en tener sentido. A mi no se me escapaba nada, no por mucho tiempo, al menos. Y oir las conjeturas del mago me daban dolor de cabeza.

- Abuelo, déjelo. No se haga daño...- Dije despectivamente.

Un paso para adelante y otro para atrás. Eso parecía que hacía. Nada, que no era de gran ayuda. Sin embargo al principio parecía que iba bien encaminado. Quizá si reunimos los retales de todos...

-Un mundo de queso...- empecé a pensar mientras daba un largo paseo de un lado para otro. Me paré delante de la abuela y la sonrei. - Y la abuela es de los buenos... eso ya lo sabía yo- opiné continuando mi recorrido por el resto de la sala.

En mi andar miré  a los tres del Queso. Primero al niño, que anterior mente había dicho de mi...¿ Que? Pobrecito, sus sesos aun están blandos y no sabe qué pensar antes de actuar es mejor. Método Japones. Nunca falla. Le contaría el chiste de los 99 remeros y el director de la barca, pero no lo entendería. Quizá el Hechicero si, pero no quería gastar tiempo ni saliva con alguien que mezcla cosas en un caldero y saca de todo menos un buen cocido. Y en cuanto al Príncipe Encantador qué decir de un chulopiscina.

- No...- Los miré a los tres pensativos. -... pero si creo saber quien se los lleva a ese mundo.- Señalé al Hechicero a lo Ace Atorney - Él. De los cuatro, fue el único que no dijo inmediatamente nada sobre ese reino. Simplemente, pasó del tema cuando el niñat... el Niño, lo dijo abiertamente. Eso me hace pensar que oculta algo. No se si será de los buenos o de los malos, pero algo oculta.

Puse mis manos en la espalda, satisfecho de mi suposición. Podía estar equivocado... pero lo dudaba.

-Con respecto a la abuelita... Todos saben que es de los buenos ya, lo cual la hace un blanco para las votaciones de los "malos". Sin embargo no se expondrán esta vez. Sería demasiado evidente.

Continué andando un poco mas esta vez paré frente al tabernero.

- Lo siento, te voté porque no me fio de nadie que beba tanto y no se duerma mas a menudo. Si, lo se, puede sonar absurdo, pero... no tengo nada contra ti, realmente. No de momento. Y en próxima votación... lo haré aleatoriamente. - Afirmé. - De esa manera sabréis que yo no tengo nada que ver con la muerte de nadie. - Luego entrecerré los ojos.- Y si muero, el resto sabrá que los que me han votado... Creo que no hace falta que explique el resto. Esperad ¿ Hace falta? - Puse cara de cansado.- A veces odio ser tan listo...