Partida Rol por web

Estás en tu casa tranquilo, en el salón. Allí, estás leyendo un libro sobre criaturas mágicas. El fuego crepita en el hogar mientras tu sientes su calor en la cara...

Un elfo doméstico limpia la sala en silencio, sin hacer un sólo ruido, casi no lo notas cuando de repente, uno de los jarrones de tu madre cae al suelo rompiéndose en varios pedazos...

Te levantas del sofá sobresaltado y ves al elfo doméstico mirando el estropicio con las manos en la cabeza.

- Serás estúpido! No se te puede dejar hacer nada, quita, y trae algo para arreglar este estropicio.

Pobre desgraciado, en realidad me da algo de pena, pero...es su trabajo y se supone que debe hacerlo bien...Además si pudiera usar mi magia, no habría problemam con un "reparo" estaría solucionado...

George se agacha lentamente mientras que recoge todos los pedacitos de jarrón y los coloca encima de la cómoda.

- Quizá cuando llegue mamá podrá arreglarlo

- Yo... yo... yo no he sido... -, te dice el elfo temblando como una hoja al viento.

- Y entonces quién ha sido entonces? El viento?... O quizá alguna criatura invisible?

No puedes sacar ninguna conclusión, para ti, seguirá siendo el elfo el que lo ha roto. Intentas juntar un poco los pedazos, cuando de repente, una de las puntas del jarrón te corta un poco el dedo.

El elfo domestico se pone de los nervios y sale corriendo a por un par de vendas mientras te apretas el dedo para que no sangre.

- Joder! Sssssshhh - Digo mientras miro mi dedo ensangrentado. En realidad no es gran cosa, pero aún así, las pequeñas cosas son las que duelen.

Me gustaría que volvieran mis padres de una vez, con ellos aquí todo esto no habría pasado. Maldito elfo...

Consigo detener levemente la hemorragia ayudado por la presión con la otra mano. El calor de la sala se empieza a hacer irrespirable, o al menos esa es la impresión que me da estando sentado en el suelo.

Logras evitar que la sangre continúe saliendo mientras te das cuenta que en el suelo hay una pequeña llave dorada. ¿De donde demonios puede ser esta llave?

Miras la biblioteca y ves una pequeña cajita dorada, con una diminuta cerradura... ¿Será esa la llave que la abra?

La curiosidad me invade en ese momento. Con mis padre fuera de casa, no había ningún límite. Sabía que podría encontrar algo desagradable en la caja, pero es un riesgo que estaba dispuesto a correr. Compruebo que el elfo está entretenido buscando las vendas y me aproximo a la caja para comprobar si la pequeña llave lo abre...

Al menos algo de entretenimiento para pasar la tarde...

La caja comienza a brillar cuando introduces la llave y se carga como de electricidad. Resistes como un campeón la electricidad del cofre y cuando logras abrirlo, una snicht dorada comienza a volar por la habitación y sale por una ventana.

En ese momento reparas en un pequeño cartelito que tiene la caja: "Recuerdo del Mundial de Quidicht"

¡Madre mía! ¡El recuerdo de tu padre! ¡Y ahora ha salido volando!

- Noooo! - Grito mientras veo a la snitch salir de la caja.

Intento no perderla de vista mientras la persigo por toda la casa con insistencia intentando atraparla. Se escapa a todos mis intentos por sujetarla, pero debo lograr hacerlo antes de que mi padre vuelva a casa...

La Snicht dorada sale por una de las ventanas y comienza a dar vueltas por el aire... creo que será mejor coger la escoba y cogerla de alguna manera, por que si tu padre llega y ve la caja vacia...

No quieres pensar en lo que sucedería...

A ver la snith saliendo por la ventana me quedo ensimismado, y tardo un rato en darme cuanta de cual podría ser la solución. Corro rápidamente hacia el escobero y saco de él una de las joyas mejor guardadas de la familia, la Nimbus 1.000 de entrenamiento.

Esta escoba es maravillosa, como escoba de carreras es lo último, su gran velocidad y su mango fijo hacen que su aerodinámica sea fabulosa a la hora de jugar al Quidditch. Además, esta escoba está decorada con los colores de los Puddlemere United: Completamente azul marino y en cada lateral puede observarle los juncos característicos del equipo. Además en la parte delantera puede verse en letras doradas: Benji Williams.

Salgo al jardín de atrás y monto sobre la escoba. Con una pequeña patadita al suelo comienzo a volar buscando la pequeña pelotita dorada

Ves como la Snicht se aleja, se aleja, se aleja...

Pero tu eres un crack con tu escoba y vas tras ella...

La bolita dorada zigzagea, intentándo despistarte, pero tu la tienes a tiro, casi la tienes...

Cuando de repente, ves como desciende en picado, tras casi media hora de vuelo, y se dirige a una casa... un momento... ¿esa no es la casa de tu compañero de casa Williams?

Regresas volando a tu casa, y das gracias a dios que todo se encuentra en orden. El jarrón parece reparado, toda la basura que has producido al salir volando con la escoba ha desaparecido y tu estás allí, con la satisfacción de haber realizado un buen trabajo... ¡has recuperado la Snicht!

Aterrizo de nuevo en el jardín, esta vez la caída ha sido menos violenta. Me dirijo al escobero en primer lugar, y procuro dejar la escoba tal y como estaba, procurando que no se note que alguien la ha tocado. El siguiente paso es dejar todo como antes del estropicio, dejo la snitch en la preciosa cajita en la que estaba, y dejo la llave en el jarrón. No quiero que mis padres se enteren de lo que ha pasado, aunque a lo mejor se lo cuente después a papá. Se sentirá orgulloso porque halla atrapado la Snitch de nuevo.

El siguiente paso es acabar con la herida de la mano, voy al cuarto del baño y lo soluciono con un par de vendas.

Lo siguiente, sería hablar con papá y mamá para ver si puedo ir al callejón. Me aproximo a la chimenea y metiendo la cabeza:

- Martha Williams, Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas , Ministerio de Magia.