Partida Rol por web

Ya esta todo decidido. Pero tras las opiniones de Jay y Scar, mira por donde, soy yo el que alza una mano pidiendo silencio. Y cuando todos me miran, digo.

Se me ocurre un ultimo detalle. Digo yo que la explosión de este trasto, atraerá la atención de alguna patrulla. ¿Que mejor señuelo entonces?.

Aparcamos en el lugar mas asqueroso y oscuro que encontremos, seleccionamos una buena posicion para emboscarnos, hacemos detonar el motor de este chisme y, si aparecen algunos imperiales, y yo creo que acabaran apareciendo, a por ellos con todo lo que tengamos.

Miro entonces a nuestra compañera Twi´lek antes de añadir.

Y ese seria el momento perfecto para que los distrajeras. ¿A que otra cosa podrían prestar atención si apareces de golpe simulando ser la victima de un accidente o de un secuestro o algo así?.

Una vez eliminados y con algún uniforme disponible, nosotros iríamos a por ese ordenador y Scar y There, a la plataforma E 3 a preparar la nave.

Bien. Si no hay ninguna objeción, recomiendo buscar ese agujero ya.

-Ninguna objeción en absoluto. Vamos, coordinemos acciones que esto puede ser una operación modelo.

Con un rápido movimiento circular de cabeza la twi'lek otea los callejones y rincones de alrededor. Busca un buen lugar para que puedan esconderse mientras llevan a cabo la primera parte del plan.

Jay pondrá objecciones, pero no propondrá ninguna alternativa útil así que, en efecto, ese será el plan.

Me fijo que no se nos olvide el juguete de los hologramas de Tereh. Mejor lo borramos, que ya lo hemos visto.

¿Zeenah es una Jedi? Estupendo. Creo.

Avanzáis en vuestro vehículo hasta las afueras, no muy distante del espacio-puerto pero fuera del camino directo para disimular.

Jarno para en un sitio retirado, con la aprobación de Jay, pero parece como si se fuera a demorar la cosa, ya que no veis pasar por allí a ningún imperial durante un buen rato, sasta que Zeenah decide intervenir y aconseja un nuevo emplazamiento. Al poco, un vehículo con cuatro guardias imperiales asoma por uno de los lados de la avenida en la que os encontráis.

Entre tanto, habíais localizado un edificio medio abandonado en el que poder apostaros y colocáis allí con rapidez al herido y vuestro equipo, siendo Zeenah la que acaba de localizar el equipo de vuestro compañero caído para ponerlo con el resto del material que vais a salvar.

Tras unos pequeños 'ajustes' en el motor del vehículo, aguardáis colocados en vuestros puestos estratégico para tenderle una emboscada a esos malditos imperiales. Jarno se coloca hábilmente en un punto en el que puede disparar sin problemas mientras unas placas metálicas le sirven de parapeto, Zeenah se cubre bien, aunque se tiene que exponer levemente. Ninguno de los dos es localizable si no intervienen, pero Jay no tiene tanta suerte al ubicarse y, aunque su parapeto no es malo y le presta cobertura, su ocultación es mínima.

Tras aguardar a que el vehículo imperial se aproxime lo suficiente, vuestro vehículo explota, llamando la atención de estos.

Con una salida rápida, los guardias se adentran en el callejón, aunque detectan a Jay, sólo es uno de los guardias el que logra anticiparse a vuestra encerrona. No obstante, los otros 2 caen como ratas en una trampa y no os es difícil deshaceros de ellos. En un intercambio rápido de disparos, conseguís deshaceros del grupo de soldados, aunque Jay y Zeenah resultan heridos pero sin gravedad.

Después del escarceo con los guardias, conseguís dos armaduras prácticamente intactas, que os servirán para llevar a cabo vuestra última parte del plan...

- Soldados, ¿a qué planeta y con qué órdenes tienen que trasladar a esa prisionera? - os pregunta uno de los guardias mirando lividinosamente a la Twi'lek

Jay espera a que hable Jarno. El no es muy bueno a la hora de decir algo que no sea un insulto o una bronca a un subalterno. Por lo tanto se limita a mirar a su alrededor buscando el computador y haciéndose una idea del número de enemigos y de las posibles vias de escape que tienen por si fuera necesario recurrir a las armas.

Para variar, todo había salido bien. Perfectamente emboscados en el callejón mas asqueroso que habíamos podido encontrar gracias a la intervención de Zeenah, esperamos tensos y ennuestros puesto a la aparición de una patrulla imperial.

Y justo cuando paso por la boca del callejón, en un alarde de sincronización, hicimos reventar el Arrow. Los imperiales no tardaron en detenerse y bajar de su vehículo para descubrir a nuestra compañera corriendo hacia ellos.

Y muy oportunamente por cierto. Pues cuando gire la cabeza desde mi emplazamiento, logro distinguir la cabeza de Jay perfectamente recortada contra las sombras.

No tardo en producirse el inevitable tiroteo y a pesar de la puntería de los imperiales, acabaron en el suelo adecuadamente fritos por nuestra andanada. Con una sonrisa de satisfacción, no tardo en colocarme una de las armaduras. Y mientras lo hacia, despedi al segundo equipo que se encamino hacia la nave que nos habían asignado en la plataforma E3.

Cargado ya nuestro herido en el deslizador imperial, Jay, Zenna y yo, nos dirigimos hacia nuestro punto de acción. Y ya llegando hasta el, digo a mis compañeros.

Frialdad a partir de ahora. La primera parte, nos ha salido bastante bien. Esperemos que dure la racha.

Y dicho esto, echo un vistazo a nuestra compañera. Pues aunque hace ya casi 20 años que se extinguieron, en una galaxia como la nuestra, circulan toda clase de rumores.

Muy bien jugado por tu parte y muy buena tu percepción.

Y como ya nos vamos conociendo, no hace falta ni que me quite el casco para que se note que casi me carcajeo.

Pero lleva cuidado. Si lo que pienso es acertado, podrías convertirte en un trofeo muy codiciado por los imperiales. Y no, no seria a causa de tu espectacular figura.

Ya ante nuestro objetivo, detenemos el deslizador imperial que hemos usados y nos adelantamos. Entre Jay y yo, llevamos a nuestra supuesta prisionera. Y como no podía ser de otro modo, dos imperiales de guardia ante las puertas de acceso restringido a las oficinas del espacio puerto, nos dan el alto.

Por supuesto, nos detenemos. Aunque yo, llevo adecuadamente preparado el blaster imperial que he pillado en el callejón.

(Citando al Master).

Soldados, ¿a qué planeta y con qué órdenes tienen que trasladar a esa prisionera? -

Y desde luego, no se me pasa por alto la miradita de arriba a abajo que le dedica aquí el guardia. Dando un paso al frente y, como quien no quiere la cosa, haciendome un pelin a la derecha para dejar espacio a mis compañeros por lo que pueda pasar, respondo.

Tenemos ordenes de embarcar a esta bailarina hacia las minas de Kessel nada menos. Al parecer, no le gusto la atención especial que le dedico uno de nuestros Capitanes, que celebraba su retiro, en un antro de dudosa reputación. Tenemos al capitán herido en nuestro Speeder. Si tenéis med packs, echadnos una mano para tratarlo. Una vez estabilizado, lo llevaremos a un puesto de auxilio. Pero nos pareció importante, entregar a la detenida lo primero.

Y tras esta exlicacion, espero el movimiento del par de guardias. Como nos den la espalda para comprobar el contenido del Speeder, no me lo voy a pensar no.

La Twi'lek ha recibido con un encogimiento de hombros los comentarios de sus compañeros, o sus miradas cargadas de significado, acerca de su "percepción". Pero asiente ante la advertencia de Jarno. Sí, eso es algo que sabe muy bien. En su mente, un pensamiento...

La Fuerza está en mi, pero no sé apenas nada de ella. Si cayera en manos del Imperio, sería una víctima más. Aunque me harían pagar por ello, mucho más que al resto.

Pero los acontecimientos siguen adelante, y los planes siguen cumpliéndose según lo previsto. Esposada, al menos en apariencia, Zeenah se muestra descarada a los soldados que les interceptan. Le guiña el ojo al que ha hablado, el storm trooper que la está mirando con deseo, y le devuelve la mirada intensamente.

-Si me quitas las esposas te hago un baile en privado, ¿qué dices...?

¿dónde carajo tendrán ese maldito computador... Jay pasaba su mirada por todo el centro de detención buscando ese cacharro. Mientras tanto calculaba el tiempo que necesitarían para repostar y esperando que sus compañeros no tuvieran ningún problema.

El soldado mira a la 'bailarina', os mira al oir lo del Capitán y vuelve a mirar a la bailarina - ¿que lleváis a un Capitán Imperial en el speeder herido? - una sombra de asombro se denota en su voz.

Tras la proposición de la joven, el soldado la deja pasar y a ustedes, aunque os dice - llevad al Capitán a la Sala de Asistencias, a ver que pueden hacer allí por él - mientras señala un indicador en el que se refleja la dirección de la susodicha Sala - podéis dejar aquí a la prisionera. No le quitaremos un ojo de encima - concluye casi obligándoos a quedaros fuera de la Sala.